"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".
Mostrando entradas con la etiqueta Alta Cuenca del Llobregat. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Alta Cuenca del Llobregat. Mostrar todas las entradas

sábado, 11 de abril de 2015

JP-738. LOS SALMÓNIDOS HABITUALES DE GUARDIOLA , Y EL EXTRAÑO CIPRÍNIDO DEL BAIX BERGUEDÀ. Sábado, 11/04/2015

Uno de los habituales salmónidos de Guardiola de Berguedà
El extraño ciprínido del Baix Berguedà


JORNADA DE PESCA Nº 738



PRELUDIO. Alla Breve

Este año la primavera ha llegado con fuerza. A diferencia de las de los últimos años, la presente se está caracterizando no tan solo por las altas temperaturas, y los contrates térmicos entre el día y la noche, sino también por la escasa precipitación.
Quizás sea por esta falta de lluvias, que en algunas cuencas altas, y especialmente la del Llobregat, una vez que el deshielo finalizó en tiempo récord, el río y sus afluentes bajan con muy un caudal muy mísero, más propio de los meses del estiaje que no de principios de la estación florida.
Para este segundo sábado de abril, esperaba contar con la compañía de mi amigo Dmitriy Girshin, un eficiente pescador ruso de lance ligero, para visitar juntos el coto de Guardiola de Berguedà-La Pobla de Lillet, pero motivos laborales de última hora le impidieron acompañarme.
Libre del compromiso de enseñarle el coto a mi amigo (hasta ahora nunca lo ha visitado), activé uno de mis "planes B", que siempre tengo en la recámara: el de hacer una doble jornada en dos escenarios de pesca diferentes en el mismo día. En este caso, pescando en Guardiola de B. por la mañana, y yendo por la tarde unas horas a explorar, caña en mano, el coto de ciprínidos del Baix Berguedà, en donde es "vox populi" que sigue habiendo presencia de truchas.
 

LOS HABITUALES SALMÓNIDOS DE GUARDIOLA DE BERGUEDÀ. Allegro Moderato.

Tal y como comentaba en el preludio de este artículo, los contrastes térmicos, especialmente entre las horas del amanecer y las centrales del día, están siendo muy marcados desde que comenzó la presente primavera.
Por la mañana, todo y el cielo azul y limpio de nubes, tocó abrigarse un tanto, pues al llegar a Guardiola de Berguedà, y antes de proceder a tomar un desayuno ligero, la temperatura era tan solo de 1 grado positivo. Poco después, mientras me cambiaba de ropa, subió a 2, y a lo largo de las horas, y hasta que volví al coche, con el propósito de cambiar de zona, fue ascendiendo progresivamente hasta situarse en unos 23 grados, a la vez que también evolucionaba una nubosidad, de rápido crecimiento, que daba a pensar en que podría acabar lloviendo avanzada la tarde.
Esperaba que el deshielo no hubiese terminado todavía. La semana pasada, según me contaron fuentes fidedignas de crédito, tanto el Llobregat como el Bastareny bajaban, sino impetuosos, si alegres y cantarines. Por lo visto, en el plazo de una semana se ha acabado la poca nieve que quedaba por fundirse, y ahora ambos ríos ofrecen, en lo que respecta al caudal, un aspecto más propio de julio que no de abril. Esperemos que vaya lloviendo, a lo largo de la primavera, o de lo contrario la pesca en esta alta cuenca del Llobregat se va a volver tan incómoda y complicada como la de este sábado. Al menos, si alguna ventaja tiene lo del río huesudo y pedregoso, es que te puedes ahorrar el uso del bastón de vadeo, ya que salvo que te metas en alguna de las muy pocas pozas que tengan algún relativo calado, el remojón, en caso de patinazo y caída al río, será poco menos que testimonial.
Para la acción de pesca, en esta mi primera visita de la temporada a este coto, elegí el tramo del Llobregat, y en concreto el sector que va desde un poco más arriba de la desembocadura del Gabarrós hasta pasado el pronunciado meandro cercano al kilometro 6 de la carretera que va a La Pobla de Lillet.
Tal y como es habitual en la mayoría de escenarios de este coto, quizá con la excepción del tramo urbano de La Pobla de Lillet, la acción de pesca es de fishing (mucho, poco, o el que haya), pero poco de fly, pues los que conocen el río por estos pagos, boscosos e incluso embarrancados en algunos puntos, saben bien que no es buen lugar para hacer volar la cola de rata. Aquí, como en tantos otros río de montaña, y este lo es, nos bastará con pescar a punta de caña, y con ello solventaremos la prospección de la inmensa mayoría de posturas que podamos pescar a lo largo del día, salvo que queramos malgastar nuestro, siempre escaso y valioso, tiempo de pesca desenganchando moscas de las ramas de árboles y arbustos.
Pese al estado prematuramente sediento del río, la estación real del año no engaña, pues basta mirar el todavía incipiente follaje de la arboleda para darnos cuenta de que estamos a principios de primavera, y poco más, y no ha lugar para pensar que vamos a localizar las truchas en el bullir de las corrientes, y aún menos en los espumeríos de pequeños saltos de agua. Si el río hubiera bajado con más alegría, posiblemente hubiera podido localizar a las truchas en las corrientes, sobre todo las de moderada velocidad, pero con el río tan justo de caudal, me tuve que emplear a fondo para ir paseando las ninfas por toda poza, oquedad subacuática en medio del cauce y blando lateral, de una orilla u otra, que fui encontrando.
Por otro lado, fue precisamente ese caudal de estiaje, avanzado a su estación, el que me permitió pescar con "jogo bonito", o sea lo más ligero posible: tándems de seca y ninfa y pequeños combos de ninfas de poco volumen y aún menor peso, incluyendo en los mismos, de modo ocasional, alguna mosca ahogada.
Para el estado del río, tal como bajaba, no me puedo quejar del resultado, pues al final de esta primera parte de la jornada, había conseguido pescar siete truchas fario. Seis de ellas picaron, y fueron capturadas, con diferentes variantes del patrón básico de pheasant tail, siempre en anzuelos por debajo del 14, y siempre con bolas de tungsteno por debajo del 2. De modo excepcional, una picó, y también terminó en el salabre, a la mosca ahogada, en uno de los intervalos de tiempo en que utilicé este tipo de imitación, en concreto esa roja con brinca negra que se conoce como "colibrí".
Siete truchas fario que se pueden definir como los habituales salmónidos que uno suele pescar en este  coto. Cuatro al menos eran de una buena talla, para lo que se suele pescar aquí: cercanas a los treinta centímetros. Las otras tres eran truchas pequeñas, de entre 20 y 25 cms. Curiosamente, las pequeñas eran las que más aspecto tenían de ser nacidas en el río, incluida la que picó a la mosca ahogada, qientras que las cuatro restantes presentaban toda la pinta de ser truchas de genética atlántica, procedentes de alguna de las ocasionales repoblaciones que se hacen, de tanto en tanto, en este coto, y que en este amplio tramo del Llobregat, desde la confluencia con el Bastareny y hasta los límites del antiguo coto sin muerte de La Pobla de Lillet, son bastante infrecuentes, ya que el mayor grueso de las repoblaciones se lleva a cabo, cuando sea que se hagan (ya que no consta en ningún calendario público, al no ser este un coto intensivo), en el tramo urbano y suburbano de La Pobla de Lillet, y sobre todo en el río Bastareny, en las cercanías de Bagà.


EL EXTRAÑO CIPRÍNIDO DEL BAIX BERGUEDÀ. Andante con alcuna licenza.


Con el cielo encapotándose por momentos, aunque no tengo constancia de que terminase lloviendo más tarde, subí al coche ataviado de pescador, tras plegar la caña, rumbo a la parte baja de la comarca, con la intención de ir a explorar, y de paso, si se daba la circunstancia, pescar, en el antiguo coto del Baix Berguedà, desde hace dos temporadas reconvertido a coto de ciprínidos, al que la gente suele conocer como el "Coto de Gironella", todo y que también lo es de Puigreig, y en un corto tramo también de la localidad no ribereña de Casserres.
Supongo que a todos los que hayan consultado, esta temporada y la anterior, el Listado de Zonas de Pesca Controlada de la Generalitat, les habrá llamado poderosamente la atención que este acotado de ciprínidos sea el único de Catalunya en que en el capítulo de capturas, se pemite ¡matar! dos truchas de más de 22 cms.
La verdad es que es, como decía al principio de este artículo, "vox populi" la presencia de truchas en este largo tramo de río, que en un tiempo, que queda ya muy lejano, fue uno de los mejores cotos deportivos para la pesca de la trucha en nuestra Comunidad Autónoma, y que tras un largo declinar de su rutilante estrella, agonizó como intensivo de trucha de baja calidad hasta devenir en un coto de ciprínidos, dividido en dos sectores, con una zona libre sin muerte de por medio.
 No pasen miedo aquellos que sean habituales de esta zona de pesca controlada, pues ya les aviso de antemano de que, al igual que es mi política con las zonas libres sin muerte, no pienso decir la localización exacta de donde estuve pescando, ni en esta ocasión, ni en ninguna otra que visite el coto . Más que nada, y todo y que soy un firme partidario de la transparencia informativa, creo que los pescadores deben acostumbrarse a explorar por si solos el río, y a sacar sus propias conclusiones.
Y para no crear falsas expectativas, ya adelanto de que en este coto la presencia de truchas está muy localizada en determinados puntos, y que las que hay son mayormente farios nacidas en el mismo río y muy astutas; nada que ver con los tiempos en que se recurría al cisternazo semanal con irisadas muñonas.
A eso de las dos y media de la tarde llegué por fin a pie de río, tras un pequeño viaje en coche desde Guardiola de Berguedà. En esta parte de la comarca, el cielo estaba cubierto por un fino velo de nubes que mantenía la temperatura a raya: tan solo 16 grados. De todas maneras, como durante la mañana había tenido calor con el forro polar, modelo de camuflaje, puesto (prenda que no sobraba para nada, cuando había comenzado a pescar poco después de las nueve de la mañana), opté por sustituir la tan invernal prenda por una más ligera chaqueta de chándal vieja, de color negro. Es por este motivo que en las fotos de la cabecera de este artículo, sale mi antebrazo izquierdo enfundado en dos prendas diferentes.
La zona que estuve explorando, la había pescado ya alguna vez hacía años. Creo que la última fue en 2004. Por aquel entonces era una de las más frecuentadas del coto, y tenía que compartir el río con más pescadores, la mayoría de ellos de cebo y cucharilla. Nada que ver con esta apacible tarde de primavera, en la que estuve completamente solo. Tan solo, por cierto, como lo había estado unas horas antes pescando en Guardiola de Berguedà.
 El otoño pasado hice una breve visita de exploración, esa vez sin caña, a esta misma zona, y el río me pareció sucio, enlodado y cubierto de una auténtica selva inundada de algas. Sin embargo, se ve que los efectos de la apertura de compuertas del Pantano de La Baells, a principios del pasado mes de diciembre, le han ido al Llobregat la mar de bien, pues ahora el tramo de río en cuestión está limpio de algas, e incluso se ven las piedras del fondo, todo y que aún quedan costras de lodo pegados a las orillas. 
A diferencia de la cuenca alta, en este tramo en concreto de la cuenca media el río bajaba con un caudal medio, que exigía un vadeo un tanto más cuidadoso, y con el agua muy limpia, señal de que hace tiempo que no llueve, o por lo menos no lo hace con intensidad. También hay que considerar que aquí, como en otros puntos del coto, hay la salida de un canal no muy lejos. Otra cosa, es irse a los tramos de río entre canales, pero esta es la eterna historia de nuestro querido Llobregat, el de sus 55 presas, el de las minicentrales y los chapapotes ocasionales.
Pese a lo limpio del río, y a su caudal manso, no se veía ningún tipo de actividad, ni de ciprínidos, ni de salmónidos, hasta que pasada media hora, en una tabla de corriente lenta, comenzaron a verse cebas. Una, dos , tres, cuatro, cinco, seis, siente, ocho (Maaaammmmbooooo, je, je je)... muchas, pero todas localizadas en el corto radio de las cercanías de un arbol caído sobre el río.
Costó mucho conseguir una picada. Era evidente que se cebaban a una profusa emergencia de efémeras oliva de un color amarillento, pero rechazaron varias imitaciones hasta que con una emergente generalista, con exhuvia de poywing (uno de mis más socorridos comodines), conseguí entablar una breve pero intensa batalla con una preciosa trucha fario que terminó en el salabre. Pese a su contenido tamaño, un poco mayor de 25 cms., el pez tenía todo el aspecto de ser un nativo del río.
Siguieron las cebas, y seguí dándome el gusto de pescar a seca. Ahora, rechazaban también la imitación que había tenido éxito, así que seguí cambiando de moscas, hasta que con otra imitación de oliva, pero esta vez con alas, clavé una segunda trucha, otra fario, que se me desclavó en una pelea mal gestionada por mi parte.
El festival de cebas, de estas truchas difíciles, se prolongó al menos una hora y media más, hasta que, de improviso, el espectáculo terminó tan de repente como había empezado, y el río volvió a quedar mudo.
Estuve un largo rato esperando a que volviera la actividad, pero finalmente desistí y salí del agua, apremiado por unas terribles ganas de orinar, que había aguantado como podía, pendiente de la actividad de las truchas.
Como se me hacía increíble pensar que este largo rato de actividad hubiese terminado de un modo tan súbito como definitivo, me pasee por la orilla, observando con atención a ver si veía al menos moverse a los peces, pero lo único que se veían eran las piedras. Los peces parecía haberse desvanecido en la nada. Un misterio más de los ríos, que tan fascinados nos tienen.
    

REFLEXIONES A LA HORA DE LA MERIENDA. Tema e Variazioni.

El tema de la merienda, previo embadurnado de Brummel, es recurrente en mis jornadas de pesca, pero esta vez introduje una primera variación, de merendar en un lugar muy distinto a los habituales en que lo hago en mis viajes de pesca al Berguedà, seguido de una segunda, al comenzar el viaje de vuelta a casa en un sitio desde el que hacía años no emprendía dicho viaje, y aún una tercera, durante el periplo en coche, de parar a hacer una pausa para un café en un pueblo, ya muy cercano a Barcelona, en donde tengo fundadas esperanzas de haber encontrado tanto a un buen amigo, como a un muy buen destino de pesca. Vaya... pero si esto parecen las "Variaciones Enigma" de Edward Elgar. Ya sabéis, a mi me encanta la transparencia informativa, pero también se jugar al juego de la insinuación y las medias palabras cuando conviene. Al fin y al cabo, a buen entendedor, pocas palabras bastan.




JORNADA DE PESCA Nº 738


Sábado, 11 de abril de 2015


Temporada 2014 - 2015 - Nº 19
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 4

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet S. M.- LL01B
Río Llobregat, Bastareny y Saldes (pesca solo en el Llobregat en esta jornada).
Coto Baix Berguedà - LL04
Río Llobregat

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas:

En el coto LL01B: 6 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca ahogada.
En el coto LL04: 1 trucha fario a mosca seca.

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vison GT four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 5 WF - Flotante
Carrete: Sage 4550

Climatología:

En el coto LL01B: mañana soleada y fría (3º C); mediodía y primera hora de la tarde con crecimiento de nubes y temperatura alta (21 º C)..
En el coto LL04: tarde: nubes altas y temperatura templada (18 º C)..

Caudal:

En el coto LL01B: bajo.
En el coto LL04: medio.

Condiciones de vadeo:

En el coto LL01B: vadeo fácil sin necesidad de usar bastón de vadeo.
En el coto LL04:: vadeo complicado según zonas, siendo preferible el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada:

En el coto LL01B:  09,15.
En el coto LL04:: 14,30.

Hora de finalización de la jornada:

En el coto LL01B:  13.30.
En el coto LL04:: 16,45.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una Fiesta Eslava"
Alexander Glazunov

Concierto para violoncello y orquesta en "DO" mayor
Eugen d´Albert

Viaje de transición entre los dos cotos:

Concierto para órgano y orquesta nº 2
Joseph G. Rheimberger

Viaje de vuelta:

Sinfonía en "FA" mayor
Ludwig Thuille

Obertura para un Festival Académico
Johannes Brahms

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.







sábado, 5 de julio de 2014

JP-703. LA "DUPLA BERGUEDANA" DE UN DÍA DE VERANO. Sábado, 05/07/2014

Nunca me cansaré de repetir que pocas cosas tienen tanto encanto como una mañana de verano en el río. Me es muy difícil describir esa sensación con palabras; por eso os recomiendo escuchar "Introducción y Allegro Apassionato" de Robert Schumann.  

Pese al ligero aumento de caudal y la turbidez del agua, alguna que otra trucha se movió por la mañana y hasta el medidodía en Guardiola de Bergeudà: Todo y así, siempre fueron truchas de poca entidad que tensaron la línea más bien poco.

Por la tarde, en Pedret, pude constatar que siguen saliendo pintonas muy bonitas en mis "rinconcitos fario", y además pude tensar lineas con alguna que otra trucha arco-iris que resultó muy peleona.


JORNADA DE  PESCA Nº 703

El mes de julio ha tomado el relevo a su antecesor junio con una tónica similar, en lo que a meteorología se refiere. Esto es, calor (todo y que ni más ni menos que en otros veranos) y sobre todo muchas tormentas, que este año están resultando de intensa precipitación de granizo y con mucho aparato eléctrico. Durante la semana precedente a esta primera jornada de pesca de julio, una granizada de gran violencia echó a perder aproximadamene el 80% de la cosecha de fruta dulce de las comarcas de Lleida, además de inundar extensas áreas de cultivo, tanto de regadío como de secano. Esta visto que, al igual que el año anterior, habrá que estar muy alerta con las tormentas, y prepararse para salir del río pitando nada más se oigan retumbar los truenos en la lejanía.
En un principio, no tenía previsto pescar en este primer sábado de julio, pues contaba que tendría que atender a un compromiso familiar. Sin embargo, la anulación del mismo me permitió, deprisa y corriendo, ponerme a solicitar tickets por internet a última hora del viernes. En esta ocasión, no hubo ningún problema con el sistema, y pude obtener los dos que creía necesarios para el mismo día: el de Guardiola de Berguedà, como lugar de destino, y uno de Pedret "por si acaso"... las tormentas de la semana habían desbordado o ensuciado en demasía el Llobregat en su cabecera.
En Guardiola de Berguedà, me encontré con un Llobregat quizás con un poco más de caudal que la última vez (quizás en ese momento demasiado exiguo), y con el agua ligeramente tomada, pero perfectamente pescable, como quedó demostrado con una captura al poco de empezar a pescar.
Nunca me cansaré de repetir que pocas cosas tienen tanto encanto como una mañana de verano en el río. Me es muy difícil describir esa sensación con palabras, pero si pudiera hacerlo con música, os recomendaría escuchar "Introducción y Allegro Appassinato" de Robert Schumann. En el caso concreto que no ocupa, el encanto del día duró lo que duró la mañana, pues hacia mediodía se apoderó de mi una sensación de cansancio, tanto físico como psicológico, terrible. Quizás fuera porque con la cobertura del cielo se impuso un bochorno horroroso, quizás fuera porque había bastante menos actividad de la que esperaba o posiblemente es que ya tenía bastante por ese día de mi ración ocasional de "pesca de punta en río pequeño". El caso es que fué en ese momento cuando agradecí el hecho de tener un ticket de reserva a otro destino de pesca radicalmente distinto, para por lo menos intentar darme el gusto de tensar un poco la línea con algún pez mínimamente combativo.
Hasta ese momento, llevaba pescadas cinco truchas, haciendo gala de todo el "jogo bonito" (o pesca lo más ligera posible) que permitía el río, todas ellas fario pero de bastante poca entidad y no mucha combatividad. De hecho, lo más emocionante del día, en esa primera media jornada, había sido la subida inesperada, al tricóptero del tándem, de una de ellas en un parado de agua, de los pocos que hay en el tramo en que estaba pescando (desde cerca del camping abandonado hasta casi la desembocadura del Gabarrós en el Llobregat). El resto de capturas fueron siempre ataques súbitos al perdigón del aparejo en blandos laterales de corriente: picadas todas ellas bastante clónicas que, junto con la escasa tensión de línea por parte de truchas que o no llegaban por poco, o pasaban escaso del palmo, contribuyeron a aumentar más la sensación de aburrimiento y a replantearme un cambio radical para lo que quedaba de día de pesca.
Tras la breve transición de un corto viaje en coche, facilitada por el poco tráfico en la carretera, me planté en Pedret, y a eso de las dos menos cuarto de la tarde ya volvía a estar metido en el río, pero esta vez con un panorama muy distinto, pues unos veinte kilómetros aguas abajo, y sobre todo por debajo de la presa de La Baells, el río presentaba un caudal limpio y bajaba con alegría y anchura de lámina suficiente para permitir tanto seguir con el "jogo bonito", como para sacar cola de rata del carrete y pescar lanzando, o sea haciendo trabajar la caña de mosca para aquello que ha sido diseñada.
 La verdad es que no me compliqué mucho la vida, y menos con las pocas ganas que tenía de patear por la polvorienta pista, que un día fuera la vía del tren, bajo un sol de justicia, así que me fui directo a uno de mis "rinconcitos fario", o sea uno de esos lugares un poco menos transitados por pescadores, dentro de lo muy zurrada que está toda la longitud del coto, y en donde ocasionalmente suelen salir truchas comunes dentro de la habitual marea de truchas irisadas de repoblación.
No puedo juzgar, pues, si continúa el overbooking de pescadores en este coto al igual que la primavera pasada, cuando le hice mi última visita (ver en este blog el artículo Jornada de Pesca nº 693 del 12 de Abril pasado), o si los muchos pescadores siguen masacrando la cuba nada más la echan al río, pues la verdad es que no me moví del escenario elegido hasta el final de la jornada, ya que en el mismo encontré desde el principio peces activos, y pude incrementar en siete truchas más el balance final de capturas del día.
Si os he de ser sincero, en el corto desplazamiento a pie desde el coche hasta el escenario por el que había apostado sólo vi de lejos dos pescadores faenando a cucharilla, y me encontré nada menos que con cuatro bañistas, en dos grupos de dos, los unos remojando el cuerpo en las frías aguas pedreteras, y los otros tomando el sol en unas tumbonas.
Después del aburrimiento y la laxitud de la pesca de truchas pequeñas moviendo la caña a golpe de muñeca, la verdad es que fue una gozada el poder volver a ver la caña flexándose, la línea en tensión y el carrete chirriando alegremente. Por alegrarme, incluso me alegré de ser tan patoso, pues nada más comenzar la "segunda parte del partido" perdí dos truchas arco-iris seguidas tras una corta pelea por desclavamiento final del pez, al ganarme la corriente la primera, y tensar demasiado la linea la segunda. Con una tercera trucha, otra irisada, tuve más suerte y la pude ensalabrar pero... como vino enganchada por la cola, o sea una captura "al robo", no pude contabilizarla como capturada.
Una vez más centrado, feliz por haber derramado algo de adrenalina y viendo lo bien que respondían las truchas al perdigón de color morado que llevaba de cola de tándem, me puse a pescar con más calma y procurando estar más concentrado en la gestión de la pelea con lo peces. En una primera manga, escudriñando el escenario palmo a palmo, logré capturar dos hermosas truchas fario, ambas de más de veinticinco centímetros, y tres irisadas de más de treinta centímetros.
Como lo cosa había dado de si, y mis ganas de andar seguían siendo bien pocas, fui un rato a tomar la sombra debajo de unos alisos y de paso a aliviar la sed con un té frío de mi bolsa-nevera. Tras la pausa refrescante, barrí pescando a seca "al agua" todo el escenario, pero lo máximo que obtuve fue un par de amagos de subida de algún pez que no pude identificar.
En el tramo final de la segunda parte de la jornada, me desplacé un poco aguas abajo de la postura en que había estado tanto rato ocupado, para pescar con una ninfa de un poco más de peso una pequeña poza un tanto complicada de faenar, debido a las ramas de los alisos que hacen de improvisado túnel sobre el agua. Una postura que en ocasiones funciona, y en otras no, pero que siempre entraña pescarla "a ballesta" y afinar mucho no ya para enredar linea y señuelos en la maraña de ramas, sino también para poder sacar rápido a las truchas de ese túnel vegetal, antes de que se enreden en la maraña de troncos sumergidos y de algas. En esta ocasión, salí bastante airoso del desafío pues, a cambio de perder un par de ninfas, conseguí capturar un par de truchas irisadas más, esta vez ambas de más de treinta y cinco centímetros y con las aletas bastante bien desarrolladas, las cuales me ofrecieron una pelea no tan solo digna., sino incluso adrenalínica y desafiante.
En fin, un día de verano haciendo una  "Dupla", en este caso Berguedana,  con dos realidades la mar de diferentes: el declive de un coto de temporada, que hasta hace dos temporadas era mucho más productivo, y el aparente buen momento de un intensivo, ahora que creo que muchos de los pescadores que lo abarrotaban esta pasada primavera deben estar más interesados en ir a la playa.
Y aprovechando la merienda en Cal Rosal, tiempo para terminar la jornada de asueto lejos de las rutinas habituales viendo fútbol de gran calidad: nada más ni nada menos que la primera parte del Argentina-Belgica, del Mundial de Fútbol de Brasil, con un gran golazo de Higuaín que vale el paso de mi querida albiceleste a semifinales, y es que eliminadas con toda justicia  la roja  (fin de ciclo, eso seguro) y Rusia (¿a quien se le ocurre confiar en Fabio Capello?), mi favorita es Argentina.      


JORNADA DE PESCA Nº 703

Sábado, 5 de julio de 2014

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet S. M. LL01B
Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes.
(Pesca solo en el Llobregat en esta jornada)

Coto Intensivo del Pedret S. M. LL03B
Río Llobregat

Temporada 2013 - 2014 - Nº 31
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº 15

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN.

Capturas:

En el Coto LL01B: 4 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca
En el Coto LL03B: 5 truchas arco-iris a ninfa y 2 truchas fario a ninfa.

Climatología: soleado y caluroso, con el paso de nubes altas.

Caudal y condiciones de vadeo :
En el Coto LL01B: medio; vadeable sin muchas dificultades.
En el Coto LL03B: medio; vadeable sin muchas dificultades, excepto en las grandes pozas, siendo aconsejable el uso de un bastón de vadeo.

Horarios de la jornada:

En el Coto LL01B: de 09,15 h. a 12,45 h.
En el Coto LL03B: de 13,30 h. a 17,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 2
Edward Elgar

Sinfonía nº 1
Robert Fuchs

Viaje de Guardiola de Berguedà a Pedret:

Sinfonía nº 2 (I y II)
Robert Fuchs

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 2 (III y IV)
Robert Fuchs

Concierto para piano y orquesta nº 4
Anton Rubinstein

Rapsodia para violín y orquesta nº 2
Bela Bartók

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.








domingo, 15 de junio de 2014

JP-700. LAS RUINAS DE LO QUE FUE DISNEYLADIA. Domingo, 15/06/2014

Siguen habiendo truchas en La Pobla de Lillet;  menos que antes, muchas menos que en tiempos que son ya leyenda, pero las sigue habiendo, y en este último domingo de primavera estaban muy madrugadoras. En la foto, una que se ha despertado con una ninfa en la boca.

Las primeras horas de la mañana han sido más bien frescas, y todo e imponerse el sol a partir del mediodía, el calor no ha apretado como en las últimas jornada de pesca. 

Un ejemplar rollizo y de pintas grandes, que puede tranquilamente provenir de repoblaciones pretéritas.  


Ejemplar de buen tamaño, para lo que hay últimamente en este coto, este con la librea de "mil pintas". El Llobregat, río en donde no hay ninguna reserva genética, sigue siendo el país de las truchas "mil leches".   

Aguas arriba del casco urbano de La Pobla de Lillet, el Llobregat se convierte en un pequeño río de montaña, con unos accesos realmente complicados. Típico río para pescarlo a punta de caña, con mucha trucha pequeña (siempre y cuando quiera dar la cara), y alguna que otra sorpresa (o eso dicen, los más viejos del lugar)  



JORNADA DE PESCA Nº 700

Visita dominical al coto de Guardiola de Berguedà-La Pobla de Lillet, debido a que el día anterior asistí tanto al festival del colegio de mi hija, en donde actuó dentro de la exhibición de la actividad extra escolar de "bailes modernos", como a la fiesta de fin de curso, organizada por la Asociación de Madres y Padres.
En esta ocasión, la jornada en este coto de dominios pescables tan extensos, ha estado dedicada a pescar, por primera vez en esta temporada, lo que en su día fue el coto sin muerte de La Pobla de Lillet, enclavado mayormente en aguas urbanas de dicha localidad.
Desde que el verano ha llegado, solapándose con el final de la primavera, que no para de hacer calor, un calor más propio de la canícula que no de las vísperas de San Juan, y esto ha disparado la aparición de tormentas. Este fin de semana, con una ligera entrada de aire frío en las capas altas de la atmósfera ha sido de gran actividad tormentosa. Todo y la irregularidad de la distribución de las mismas, han habido localizaciones que han registrado no tan solo una gran acumulación de precipitación, sino también abundante granizo y en donde incluso problemas con los rayos. Sin ir más lejos, el sábado por la tarde, víspera de esta jornada, cayó un tremendo aguacero, acompañado de granizo, en Berga (36 litros por metro cuadrado, pero en poco intervalo de tiempo), y sin embargo en La Pobla de Lillet, en la parte más montañosa de la comarca del Berguedà, apenas si cayeron unos escasos  5 litros por medio cuadrado.
Las tormentas, siempre de distribución irregular, se prolongaron a lo largo de la madrugada del sábado al domingo, y terminaron llegando a la costa. Debido a eso, emprendí viaje hacia el Berguedà desde la Ciudad Condal bajo un auténtico diluvio y con un tremendo riesgo de "aquaplanning" en la autovía. No obstante, a partir de Martorell dejó de llover, y ya no volvería a ver más lluvia hasta el viaje de regreso a casa.
Tras un "desayuno express" (1) en Guardiola de Berguedà, llegué al aparcamiento del tren turístico de La Pobla de Lillet (2) de nuevo bajo un cielo gris y amenazante, y con la refrescante, tras tantos días de sudar la camiseta, temperatura de solo 12 grados. Todo y lo gris de esa hora tan temprana de la mañana, la nubosidad se fue disipando con las horas, para dar paso a un mediodía y a una tarde radiantes pero, eso si, bajo un sol no tan implacablemente veraniego como los últimos días.
Ciertamente, debió de llover bien poco en la cabecera del Llobregat, pues el río bajaba limpio y sobre todo bajo, con un caudal típicamente veranariego: muy confortable para vadear, pero no tanto para aproximarse a las truchas con sigilo y discreción.
Siguen habiendo truchas en La Pobla de Lillet, yo creo que menos, bastante menos, de las que había el año pasado, y por supuesto, infinitamente menos que en los años "de gloria" de este coto, a mediados de la pasada década, cuando el entonces pequeño coto sin muerte de La Vila (3) se hiperrepoblaba tanto como se hiperpescaba (4). Comparando con las jornadas de pesca de la pasada temporada, en este sector concreto del nuevo coto compartido, la jornada no ha sido como para echar cohetes: siete truchas en mano, y unas tres perdidas en la pelea. Al menos, han salido un par de truchas de buen tamaño, para lo que suele ser habitual aquí de unos años a esta parte, de entre veinticinco y treinta centímetros. Todo y así, no es de recibo el que el año pasado, por estas mismas fechas, el río bajaba con más del doble de caudal, y a mediados de junio aún no había hecho ningún día de calor. Supongo que el caudal de estiaje habrá influido bastante en el comportamiento de las truchas en esta jornada.
El periplo de esta jornada ha sido el clásico de mis visitas a La Pobla de Lillet, incluyendo un poco más de recorrido en la parte superior del coto, recorrido que he hecho muy tranquilamente y sin tener competencia, pues al igual que en otras ocasiones no he visto a nadie pescando en todo el día, ni por delante, ni detrás mío.¡Quien lo ha visto, y quien lo ve!. Así pues, el recorrido ha comenzado justo en el vado de la depuradora, junto al aparcamiento, a eso de las nueve menos cuarto, y ha terminado en una presa bajo un puente, en el camino que une el pueblo con los Jardines Artigas, pequeña maravilla modernista de esta localidad, a las tres y media de la tarde. En esta ocasión he terminado casi una hora y media antes de lo que es habitual, pero al ser domingo la vuelta a casa a una hora prudente se impone: el lunes es ya un día laborable, y toca cenar "en horario europeo", para poder ir a dormir pronto y con la digestión hecha, ya que el lunes hay que madrugar para ir al trabajo.     
La ausencia de actividad en superficie me ha hecho recurrir a buscar a los peces por debajo, pero como el caudal del río no daba para mucho tungsteno que digamos, el "jogo bonito", o pesca lo más ligera posible, ha sido "de obligado cumplimiento" en esta jornada, que he empezado y acabado pescando con un tándem de tricóptero de pelo de ciervo y un perdigón de lo más simple, en color verde oliva y con bola del 0, hecho con ese material tan vistoso como fácil de trabajar que es el hilo Super Twist de Madeira,
Rompiendo tópicos, en detrimento de los que aseveran que es mejor estar desayunando de tenedor en un bar hasta media mañana, las truchas estuvieron muy madrugadoras, y a las primeras de cambio, recién comenzada la jornada a las nueve menos cuarto, ya había ensalabrado un par. Luego, las capturas se fueron espaciando. Como suele suceder, fallaron las picadas en muchas posturas "de trucha segura", y tuve ataques fulgurantes, siempre a la ninfa, en los lugares menos inesperados. Por regla general, las truchas (siete de diez, contando las tres escapadas) picaron en blandos de corriente laterales, dos más lo hicieron en el bullir de la corriente, y solo una (que se cuenta entre las que se me escaparon) picó en una poza con el agua casi parada.
Como dije unos párrafos más arriba, al ser domingo en vez de sábado, esta vez ha tocado retirarse pronto. Mientras volvía, atravesando el pueblo, hacia el coche, observé de nuevo el río, a esa hora de la siesta en que parece discurrir indiferente y cansino bajo al sol, y no pude dejar de evocar los tiempos en que, para bien o para mal, pescar en La Pobla de Lillet era una cosa bien diferente. Cerré los ojos por un momento, y vino a mi cabeza una imagen tan triste como podría ser ver Disneylandia en ruinas.  


(1) café con leche y pasta, de pie en la barra del bar.
(2) Tren del Ciment. para más información consultar esta página web.

http://www.fgc.cat/esp/ferrocarril_turistic.asp

(3) Hasta hace dos temporadas, La Pobla de Lillet gestionaba sus cotos, y Guardiola de Berguedà los suyos, el tramo tradicional gestionado por La Pobla L. era conocido como Coto del Empalme, y el sin muerte, por el hecho de estar en gran parte dentro del casco urbano del pueblo, se llamaba La Vila.

(4) Para más información sobre este tema, podéis leer el artículo de este blog correspondiente a la jornada de pesca nº 655, del sábado 1 de junio de 2013.

http://rubinsteinfishing.blogspot.com.es/2013/06/jp-655-coto-de-guardiola-de-bergueda-la.html


JORNADA DE PESCA Nº 700

Domingo, 15 de junio de 2014

Temporada 2013 - 2014 - Nº 28
Temporada de salmónidos 2014 - Nº 12

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet S. M. - LL01B
Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes (pesca solo en el Llobregat en esta jornada)

Pescador: Ferran RUBINSTEIN.

Capturas: 7 truchas fario a ninfa

Climatología: mañana: nublado y fresco con apertura de claros; mediodía y tarde: soleado y caluroso.

Caudal: bajo.
Condiciones de vadeo: vadeo sin ninguna dificultad y sin necesidad de bastón.

Hora de inicio de la jornada: 08,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 15,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una fiesta eslava"
Alexander Glazunov

Concierto para violoncello y orquesta en "DO" menor
Eugene d´Albert

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 4
Obertura "para un festival académico"
Johannes Brahms

"La noche transfigurada"
Arnold Schömberg

"Introducción y allegro"
Edward Elgar


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.



domingo, 11 de mayo de 2014

JP-696. UN DÍA DE ALGO DE "FISHING", Y POCO DE "FLY", EN GUARDIOLA DE BERGUEDÀ TRAS EL DESHIELO. Sábado, 10/05/2014

Mi primer día de pesca en Guardiola de Berguedà en la presente temporada ha tenido algo de "fishing" y muy poco de "fly", cosa habitual en este coto, como podréis leer en el siguiente artículo. En esta ocasión, y entre otras torpezas, me dejé la cámara de fotos en casa, sí que he puesto esta imagen de archivo, del verano de 2009, en la que aparezco pescando en una de las posturas de ayer, más que nada para amenizar y dar un poco de colorido al parte de pesca. 


JORNADA DE PESCA Nº 696

¡Por fin he podido volver a pescar en el Coto de Guardiola de Berguedà- La Pobla de Lillet1. Esta ha sido mi primera visita a esta zona de pesca controlada en la presente temporada. En este sábado más estival que no primaveral, he contado con la compañía de mi amigo Pep, al que los asiduos lectores recordarán, de otras ocasiones, como un senderista que aprovecha, mientras pesco, para hacer sus pequeñas exploraciones por el territorio, y con el que he compartido, de nuevo, grata y amena tertulia en los viajes de ida y vuelta, y durante el desayuno y la merienda.
La presente jornada ha sido, al igual que muchas de las que dedico a pescar este coto en concreto, de algún "fishing" y más bien poco "fly". A ver si me explico; de algún "fishing" porque capturas bien que las ha habido, pero de poco, realmente muy poco, "fly" porque la línea apenas si ha salido del carrete, bien porque ningún pez ha forzado su salida del mismo, o bien porque (y esto es lo primordial) escasamente ha volado por el aire.
En mi primer día de esta temporada en Guardiola, decidí hacer uno de mis periplos más clásicos de entre los que hago en el brazo del Llobregat, pescando desde la desembocadura del Gabarrós en el mismo hasta el moderno viaducto del kilómetro 6 de la carretera que va a La Pobla de Lillet. Este tramo de río no es ni más ni menos emboscado que las mayoría de tramos en este coto, teniendo en cuenta que los del pequeño río Bastareny, en Bagà, aún lo son mas. Efectivamente, aguas arriba de Guardiola el Llobregat, para bien o para mal es si no un río de alta montaña, si un río de "alta  cuenca", o sea lo que en otras latitudes, en donde hay realmente grandes ríos en territorio de montaña considerarían poco menos que un arroyo, y en donde es realmente difícil lanzar tanto en el tradicional "over-head cast", debido al follaje del bosque de ribera, y tanto más hacer "roll cast", pues el río es lo bastante pequeño para que no puedas sacar suficiente cola de rata para ganar tracción, el bullir de la corriente batida suele dificultar el anclado de la mosca pescando a seca, e incluso las ramas que caen de los árboles en muchos casos no te dejan ni ganar el ángulo de puntera suficiente para formar una "D" lo bastante abierta para poder lanzar. Toca pues, por lo menos para los que no somos unos magos del lance de precisión, pescar a golpe de muñeca, al estilo "checo-polaco", e incluso de vez en cuando hacer algún que otro "lance de ballesta". En definitiva, toca pescar con moscas, usando una caña de mosca, todo y que esto es voluntario, pues podríamos pescar igual con cualquier caña larga, por ejemplo una "Garbolino" telescópica,  pero no nos olvidemos que esto bien poco tiene que ver con el "fly-fishng" cuya esencia distintiva, más aún que el uso de imitaciones artificiales de insectos, es el manejo de un látigo para posar las mismas. Por lo que a mi respecta, ningún problema en pescar a golpe de muñeca este y otros muchos ríos. No es el tipo de acción de pesca que me gusta, pero en estos escenarios "es lo que hay". Al fin y al cabo, soy el primero que reconoce que el título de mosquero a mi me queda muy grande. Vamos a dejarlo en "señor que va al río a pescar, usando una caña de mosca, proyectando más que lanzando moscas, y que de vez en cuando incluso captura algún pez".
El deshielo, de rabiosa actualidad hidrológica en casi todas las cuencas catalanas, ha terminado hace ya un par de semanas en la pequeña cabecera del Llobregat. En esta primera jornada en Guardiola de Berguedà, ya a mediados de mayo, me he encontrado el río con un caudal bajo, más propio de principios del verano, que de mediados de la primavera. Espero que llueva, o que por lo menos no falte típica la tormenta de las tardes, tan propia de las comarcas de alta montaña, en estos próximos meses, pues de lo contrario el stress hídrico va a ser importante, y pescar este río con un caudal inferior al metro cúbico por segundo una auténtica quimera a la que apriete el calor.
A nivel capturas, no fué esta jornada de grandes emociones, y desde luego la tensión de líneas tuvo poca fuerza. Truchas haberlas, haylas; entre pitos y flautas le llegué a tocar los morros nada menos que a quince, todo y que contando capturas en mano solo pude contabilizar ocho como capturadas y soltadas, todas ellas farios de muy poco porte, escasa longitud y magro peso. Farios muy bonitas, con las aletas muy bien formadas, y que bien pueden ser tanto fruto de repoblaciones, que han progresado, como tratarse de peces que se siguen reproduciendo en el río (en muchos rincones se ven alevines). En definitiva, pesca de "sardinillas", entretenida y divertida, pero nada nuevo bajo el sol a la hora de pescar este coto.
A nivel meteorológico, el día se movió en una alternancia de nubes altas y claros de sol, con una temperatura más bien alta, y una fuerte sensación de bochorno.  
Quizás algunos lectores, habiendo leído el parte de pesca de la exitosa jornada anterior en la Zona Libre del Ter, con sus grandes y coloristas farios y con los grandes ciprínidos como invitados, pescando casi siempre largo y dándole faena al freno del carrete hasta sacarle humo, tiendan a pensar que ha sido decepcionante el volver a un río pequeño para pescar "sardinillas" a golpe de muñeca. Nada más alejado de la realidad, por lo menos para mi. Cada día de pesca es, en mi opinión, un libro abierto, un marcador que empieza de cero, un melón que catar, un bombón que desenvolver del celofán colorido, y en esta ocasión ha tocado volver a Guardiola, y lo he vivido con tanta ilusión, y he pescado con tantas ganas, como en cualquier otro escenario. Máxime cuando el pescar en este río, con su entorno natural privilegiado y sus paisajes fluviales que no desmerecen otros de más renombre y "glamour" de la cordillera pirenáica, es todo un privilegio, y un placer para los sentidos.
En acción de pesca, bastó el uso de un par de pequeñas ninfas primero, y de un tándem de ninfa y mosca ahogada después. Las picadas a las ninfas fueron todas la veces dirigidas a la de más abajo, posición en la que siempre tuve una imitación tipo pheasant tail  de color verde con efecto brillante, en un anzuelo del 15 con bola del 1 en color azul. El perdigón con anzuelo del 17 (en este caso en color amarillo claro, en anzuelo del 17 y bola del 0) no obtuvo ni una picada. La mosca ahogada, un modelo leonés para buldó "verde aceituna" se cobró una captura.
La inmensa mayoría de las picadas, y cinco de las ocho capturas efectivas, se obtuvieron en el siempre valor seguro de los blandos laterales de la corriente, incluyendo la única captura con mosca ahogada. En las badinas, o pequeñas pozas, hubo menos actividad de la que me esperaba, y conseguí solo una picada que pude materializar en captura. Con un tiempo casi veraniego, raro sería que alguna trucha no se fuera a refrescar en el espumerío de las corrientes más rápidas, y de ese bullir del agua obtuve un par de capturas.
Todo y el buen tiempo, no vi ni una ceba en todo el día, limitándome siempre a ir "pescando al agua". Todo un desperdicio del gran desfile de manjar que desfiló por el río, sobre todo al mediodía y a primera hora de la tarde, compuesto principalmente de mosca pequeña (efémeras oliva), y también, pero en menos cantidad, de mosca un tanto más grande (creo que eran Baetis Rhodani). Lo que si que no vi fueron tricópteros: ni uno, todo y que ya es época en que se les comienza a ver. Por lo menos, en el tramo en que estuve pescando no vi bajo el agua ni tan solo los canutillos de las larvas.
El día fue muy ameno, todo y la poca tensión en las líneas, por lo menos hasta las dos y media de la tarde. A partir de esa hora, y como sucede a menudo en ese tramo central del Llobregat, la actividad cesó de golpe, y no volví a tener ni una picada hasta el final de la jornada, a las cuatro y cuarto. Es más, el único pez que vi fue una trucha, no muy grande por cierto, que salió espantada de debajo de mis pies, en un momento de mal ejercicio de vadeo.
Fin del partido. A seguir con el fútbol y la política con mi amigo Pep, temas que no dejamos ni para ir saludar a nuestros amigos de la pastelería "El Globus", ni para deleitarnos con la merienda. Tras la misma, camino de casa, con Jethro Tull y su flauta como fondo musical, el viaje se me hizo muy corto, y el tiempo pasó tan rápido como suele suceder cuando te lo estás pasando bien en buena compañía.                  

JORNADA DE PESCA Nº 696

Sábado, 10 de mayo de 2014

Temporada 2013 - 2014 - Nº 24
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº  8

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet  S. M. - LL01B
Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes (pesca solo en el Llobregat en esta jornada).

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN.

Capturas:
7 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca ahogada

Climatología: alternancia de nubes altas y sol, con temperatura alta.

Caudal: bajo.

Condiciones de vadeo: fácil, sin necesidad de usar bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,15 h.

La música de hoy:

Hoy no han habido audiciones de Música Clásica, debido a que ha venido de viaje mi amigo Pep, y hemos estado hablando principalmente de fútbol, y también de historia y política. Todo y así, como música de fondo han sonado obras de Alexander Glazunov y Eugen d´Albert en el viaje de ida, y un recopilatorio de Jethro Tull a la vuelta.

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 21 de septiembre de 2013

JP-671. COTO DE GUARDIOLA DE BERGUEDÀ - LA POBLA DE LILLET S. M.I LL01B. Sábado, 21/09/2013.

Pequeña trucha muy madrugadora. Las primeras horas de la mañana fueron incluso frías, pero los peces estaban activos, motivo de sobras como para no perder  tiempo efectivo de pesca con largos desayunos. Ya llegará el invierno, y con las bajas temperaturas volverán las sobremesas, las tertulias y el plantarse en el río a media mañana.      

A falta de un día para la llegada el otoño astronómico, el río Llobregat en su cuenca alta baja con un caudal de estiaje.

Esta jornada en los los antiguos dominios pescables de La Pobla de Lillet no tan solo se ha ceñido estrictamente al antiguo, y otrora famoso, coto sin muerte. La trucha de la foto y otras cuatro más fueron pescados en aguas que corresponderían al antiguo coto tradicional. 

En esta jornada dieron la cara truchas de muy buen porte.

Primera hora de la tarde en el río. Pese a la apariencia estival de la foto, la temperatura fue muy agradable.  

Esta preciosidad, y otras tres más, sucumbieron al encanto del tricóptero de pelo de ciervo. Otras catorce fueron capturadas con ninfas muy pequeñas, adaptadas para pescar a tandem un río con un caudal muy bajo.

Tramo poco frecuentado del río Llobregat en La Pobla de Lillet. Pasado el casco urbano, el río se estrecha y embosca, y es  más complicado transitar por el e incluso pescarlo. Sin embargo, en el mismo las truchas siguieron dando un auténtico festival.


JORNADA DE PESCA Nº 671.

Esta jornada de pesca ha coincidido con el último día del verano, por lo menos en lo que concierne al calendario astronómico, y de paso con el regreso a La Pobla de Lillet, en donde no pescaba desde principios del mismo, o sea a finales de junio pasado.
Ha sido un día de pesca muy ameno, con muchas truchas capturadas de un modo vistoso y ligero en un río Llobregat que, ahora que está a punto de llegar el otoño, baja con un caudal mínimo propio del estiaje. Una larga jornada de pesca bajo un sol radiante, pero ya sin la fuerza de la plena canícula, y con el río para mi solo, como suele suceder en estas fechas en que gran parte del colectivo de la caña se contagia por esa locura colectiva típicamente catalana de ir a buscar bolets  (recolectar setas). Particularmente, esa actividad me parece tremendamente aburrida, pero ya se sabe que para gustos están los colores. De todas maneras, bendita sea mientras me deje el río tan poco pisado como me lo enconté ayer. Sigan creciendo, pues, rovellons, pinatells i ceps (1)  que de las truchas ya se segurá encargando de "darles máquina" Ferran Rubinstein quien, por cierto, si tuviera que comerse las setas que reolectase, seguramente acabaría intoxicado en un hospital o teniendo unas alucinaciones dignas de una novela de H. P. Lovecraft.
Llevaba gran parte de la temporada sin volver a aparecer por el coto unificado de Guardiola de Berguedà La Pobla de Lillet. El motivo de esta ausencia de uno de los cotos que más pesco año tras año se ha debido en parte a las tormentas y aguaceros del pasado mes de julio, que incluso causaron desbordamiento de ríos y torrentes e inundaciones tanto en Guardiola como en La Pobla, y también a la creencia de que, tras ese largo período de río revuelto incluso hubiera dejado de valer la pena hacer unos kilometros más de los habituales para pescar. Sin embargo, viendo en Facebook que un amigo mío había tenido un muy buen día de pesca en este coto hace una semana, y tras una conversación privada con dicho colega pescador, al final me he decidido a volver, todo y que para casi y con toda posibilidad, despedirme de pescar en el mismo hasta la temporada que viene.
Todo y lo soleado del día, y de su bonancible temperatura, las primeras horas de la mañana fueron decididamente frías (7º C en el aparcamiento de la estación del tren turístico de La Pobla, en donde me estuve cambiando y preparé los aparejos), cosa nuy normal en estas comarcas de montaña y más considerando que las noches comienzan a ser más largas que los días. Pese al frío matinal y a mi hábito de plantarme en el río a hora muy temprana, las truchas estuvieron muy madrugadoras, y no hacía ni cinco minutos que había comenzado a pescar, a eso de las nueve y cuarto de la mañana, que ya había evitado el bolo capturando la primera trucha del día.
En esta ocasión, la acción de pesca no se ha limitó solo a faenar el trazado del antiguo coto sin muerte de "La Vila", sino que también incluí un pequeño tramo del antiguo coto tradicional "L´Empalme" (2), por el que comencé a pescar, y que valió la pena probar, pues acabó dándome cinco capturas de truchas que, aparte de la primera y madrugadora, tenían muy buen porte, cosa que ya es mucho y más a sabiendas que en este tramo todavía hoy se permite matar.
El retorno a Guardiola-La Pobla ha supuesto, tras un pequeño paréntesis de ausencia, la vuelta a un río relativamente pequeño, con tramos muy emboscados, y que se ha de pescar, en gran parte de su trazado y excepto en el tramo urbano de La Pobla,  con tácticas propias de montaña, esto es: aproximaciones discretas cuando no sigilosas, pesca a punta de caña, lances "de ballesta", etc, o sea un tipo de pesca  que cuenta con muchos entusiastas entre la parroquia mosquera, pero que no es mi favorita ya que prefiero ríos un poco más grandes en donde poder lanzar, clavar en distancia y mantener control de derivas tanto en superficie, evitando dragados de las moscas secas, como por debajo de la misma, buscandola  navegación natural y no traccionada de las ninfas. Sin embargo, un dia de pesca en montaña siempre es grato, y en La Pobla siempre está el tramo urbano,despejado y ancho, para darse el gusto de sacar cola de rata del carrete.
Las truchas estuvieron muy activas toda la jornada, y a lo largo de todo el largo tramo que terminé pescando. Esto y el bajo caudal permitió una pesca muy vistosa, con tandem de tricóptero de pelo de ciervo y ninfa, todo y que para pescar con tan escaso calado tuve que recurrir a una ninfa muy "micro", en este caso una ínfima pheasant tail en anzuelos del 17 o del 19 según ocasión y escenario. Estas mini-ninfas, todo y que no se ajustan para nada al patrón de "perdigón" tan de moda últimamente, fueron las protagonistas del día, al facilitarme la captura de catorce truchas. Todo y así, el tricóptero tuvo el éxito habitual en días estivales, sobre todo en las corrientes, y pese a capturar con el solo cuatro truchas más, la verdad es que sufrió muchos ataques, picadas rápidas e incluso rechazos. Aprovecho ahora para deciros que, además de las dieciocho capturas, ensalabré un par de truchas más pescadas "al robo", y que al venir clavadas por el lomo una y por la barriga la otra no puedo contabilizarlas. También se me desclavaron cinco truchas más en el combate, amén de las picadas rápidas y rechazos de los que hablaba un poco más arriba. Sirva todo esto para haceros a la idea de lo muy activas que estuvieron las truchas en esta última jornada de pesca del verano.
Para todo aquel que todavía crea que actualmente el antiguo sin muerte de La Pobla es un coto de "sardinillas", baste la información de que ayer la inmensa mayoría de las truchas (todas fario) que conseguí meter en el salabre eran peces de entre veinticinco y treinta centimetros, llegando incluso dos a estar cerca de los treinta y cinco. De hecho, la captura de truchas "palmeras" quedó reducida, casi de un modo testimonial, a dos peces.
Todo y capturar truchas con un enorme pantone de libreas, también la inmensa mayoría de las pescadas en esta jornada me dieron la impresión, por su mancha negra en las agallas y sus poderosas y bien formadas aletas, de ser peces nacidos en el mismo río. Solo unas cuatro, dos en la zona con muerte y otras dos en la sin muerte, respondieron a la imagen de ejemplares repoblados, posiblemente en le transcurso de la presente temporada que está casi a punto de acabar.
Expuestos pues, los datos y los números, juzgad si vale la pena o no seguir pescando. En La Pobla o en cualquier otro sitio. Eso si, seguid buscando setas, seguid yendo a trillar el bosque hasta que al final impongan un "carnet de boletaire" e impongan un ticket diaro y un cupo de recolección (3). Particularmente creo que le debo mucho a este estado de locura colectiva por las setas, y es que es realmente glorioso tener un río repleto de peces para ti solo; todo un sueño hecho realidad.   


(1) Mi ignorancia en temas micológicos es tal que me veo incapaz de traducir el nombre de estas setas en castellano. Creo que a los rovellons se les llama Nízcalos, o Níscalos, o algo así. 


(2) Desde la Temporada 2012 los cotos de Guardiola de Berguedà, gestionados por la SPE "Al Llobregat" y los de La Pobla de Lillet, gestionados por la sociedad local, se unificaron en uno solo llamado Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet, y en que los tramos con muerte y sin muerte han permanecido inalterados, todo y que, también desde la Temporada 2012. se pueden pescar los tramos con muerte con el permiso de captura y suelta.

(3) Ya hace años que la actividad tradicional de recolección de setas se ha convertido en un fenómeno mediático y esto ha conllevado la queja reiterada de los propietarios forestales, que ven invadidos sus bosques por legiones de gente que arrasa con algo que no es suyo y, en el peor de los casos, llena el terreno de bausra y despedicios. Actualmente, se está estudiando regular la actividad boletaire, del mismo modo que la caza y la pesca lo están, y no se descarta la imposición de cierto peaje, por parte de muchos propietarios de fincas, para tener acceso a sus terrenos.          



JORNADA DE PESCA Nº 671.

Sábado, 21 de septiembre de 2013

Temporada 2012 - 2013 Nº 44
Temporada de salmónidos 2013 - Nº 28

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet S. M. LL01B.
Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes.
(pesca sólo en el Llobregat en esta jornada)

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 14 truchas fario a ninfa y 4 truchas fario a mosca seca

Climatología: soleado y templado todo el día, con unas primeras horas de la mañana con bajas temperaturas.

Caudal: bajo
Condiciones de vadeo: vadeable sin nigún riesgo.

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 17,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Sinfonía nº 5

Anton Rubinstein

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta en SOL menor
Anton Dvorák

Concierto para violoncello y orquesta nº 2
Joachim Raff

Obertura Solemne
Alexander Glazunov

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.