"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

domingo, 26 de junio de 2011

JJPP 572A Y 572B - COTOS DE CAMPDEVÀNOL.























JORNADAS DE PESCA NºS 572A Y 572B.


La llegada del verano, me ha sorprendido este año con un tremendo constipado “a traición”, de esos que no te esperabas pillar a tocar de la llegada de la estación climatológicamente más beningna del año, y que seguramente he cogido en algún viaje de madrugada, yendo en moto hacia el trabajo, al prescindir de más abrigo del que era en realidad necesario.
Sin embargo, casi una semana de tos, mocos y faringitis, no me han hecho desistir de mi empeño de ir a pescar a los cotos de Campdevànol, tanto el tradicional, como el sin muerte, en una sola jornada –previo pago de ambos tickets, por supuesto- y de aprovechar la estancia en esta, para mi, tan entrañable localidad del Ripollès, para hacer una visita a ese artista de la pastelería que es Ignasi de “Can Nasiet”, y de paso degustar unas coques de Sant Joan, con ese toque tan exquisito que en este obrador saben darles.
La llegada del verano, aparte de la deliciosa visión de largas y suaves piernas femeninas escotes de vértigo de variadas medidas y proporciones, y tirachinas tangueros, ha traido la parada, a golpe de alegaciones, de ese proyecto de modificación de la actual Ley de Pesca, por la que una Federación de Pesca, que cada dia tiene menos pescadores y más pescateros entre sus afiliados, y algunas entidades que supuestamente promocionan el turismo rural, pretendían –aprovechando lo que ellos pensaban era un momento “políticamente oportuno”- que se permitiese pescar con muerte en las pocas reservas genéticas que nos quedan en este nuestro ¿país?¿autonomía?¿Banana Republik?. Sin comentarios: ya hemos hablado largo y tendido de esto en diferentes foros dedicados a la pesca, y el sentir de la comunidad “Rubinsteinfishing” ha sido unánime: hay que ser muy orco para intentar justificar que se arrasen nuestras reservas genéticas, y se arramble con la poca trucha común mediterránea genéticamente pura que nos queda, todo para que algún garrulo se haga una fritada con ellas, para presumir, delante de una concurencia de aún más ignorantes, de lo mucho que sabe pescar.
Los que seguís Rubinsteinfishing en Facebook, habréis podido disfrutar, al igual que yo, de ese estupenda video-entrevista a nuestro querido y admirado Marc Vande Vliet, que le hace Alfredo Zubiri, gran pescador a mosca y empresario de la pesca recreativa en Argentina, a través de una producción de la “joint-venture” entre Salmón 2000 y Fly-Fishing Soul, a la cual le deseo, de corazón, muchos y prolongados éxitos.
Aparte de disfrutar de los estupendos paisajes del Pirineu de Lleida, en el video Marc nos cuenta una excitante y estimuladora experiencia vital... la pesca a mosca es la aventura de su vida. Pero sobre todo, nos dá un consejo que jamás debemos olvidar: la pesca a mosca ES PARA DISFRUTAR. No lo olvidemos nunca, las cosas que más amamos, deben hacernos disfrutar. De lo contrario, si por pundonor, o soberbia, comenzamos a sentirnos presionados, y ya no nos hacen disfrutar, será mejor que las dejemos, pues o bien dilapidamos nuestro escaso tiempo en un ejercicio ya inútil para nuestra satisfacción, o bien es que la realidad siempre fue, aunque de ello no fuéramos plenamente conscientes. que no nos gustaba con tanta pasión como creíamos al principio.
Y ya que hablamos de Patagonia Fly-fishing, no puedo estarme de saludar a uno de nuestras seguidoras más guapas y excelente persona, María Victoria Orsi, alma mater de Fly-fishing soul, y una pescadora a mosca excepcional. Desafortunadamente, la pesca a mosca no tiene aquí mucha prédica entre las señoras. Es una lástima. Seguramente, Maria Victoria podría dar, tanto en acción de pesca, como en habilidad en el lance, lecciones maestras a muchos señores de por aquí que incluso se creen sus propias mentiras, incluída aquella de “¡cuánto sé de pescar”...
Vuelvo a ayer, primer sábado de verano, y al punto de iniciar, por fin, la crónica de esta doble jornada de pesca.
Como podéis suponer, nada más llegar a Campdevànol, y en vez de ir a ver como bajaba el rio, y todo eso, me fui raudo a saludar a mi amigo Ignasi de Can Nasiet, y a encargarle la “boina” para la tarde. Sin embargo, esta vez Ignasi me convenció para que probase su coca de Sant Joan de frutas rellena de nata. Por supuesto que acepté, y me fui a ver como bajaba el rio (¡vaya mosquero estoy hecho!), ya relamiéndome con anticipación del festín pastelero que se preveía para dentro de unas horas.
Después de un par de jornadas de pescar con tiempo inseguro e incluso desapacible, la llegada del verano también ha traído una pequeña ola de calor, pero que –después de una primavera excepcionalmente lluviosa- se agradece, pues a los rios ahora mismo no les falta agua (ayer el Freser bajaba alegre y cantarín), y la trucha por fin se ha activado con ganas, como podremos leer más adelante.
El problema de los dias en que decido hacer una “doble jornada de pesca”, cosa que no hago muy a menudo (la última que tengo registrada es de Junio del 2006), es que siempre, y por regla general, la primera parte se come gran parte del tiempo de la segunda. Esto suele suceder, y tal como pasó ayer, porque en el momento en que “deberíamos” ir al otro destino, los peces están activos, y no hay quien nos saque del rio en esos momentos.
La jornada “A”, o sea la inicial, la hice por la mañana, y hasta bien pasadas las dos y media de la tarde, en el tramo sin muerte.
Todo y que no lo pesqué en toda su longitud, me recreé mucho pescándolo despacio. La verdad es que es bueno que de vez en cuando nos recuerden las cosas que valen la pena, como el consejo de Marc: “la pesca es para disfrutar”, así que en esta manga de la mañana, me lo tomé con una calma y un relax total. Si hubiese pescado “a piñón, seguramente hubiese hecho una pescata bastante escandalosa, pero las nueve truchas que metí en el salabre, seis a ninfa y tres a seca, me supieron realmente a gloria, pues por fin, y por un bendito dia, dejé aparcadas muchas angustias vitales, y estados de ansiedad crónicos para pasearme despacio por ese rio que tanto amo, y disfrutando de mi tiempo de pesca no tan solo en clavar peces, sino también en tomar un refresco a la sombra en los bancos de piedra de la zona de picnic, o de parar unos diez minutos a tomar el sol y fumar un cigarrillo bajo el astro rey, sentado en una gran piedra en medio del rio con casi medio cuerpo en remojo (seguramente, la gente que circulaba por el puente de la carretera debieron pensar que en Campdevànol han instalado una réplica muy cutre de la famosa “Sirenita” de Copenhague).
La pesca en si, en este tramo de jornada, no tuvo mucho secreto: pesca con tándem de seca ninfa, con muchas, pero que muchas subidas de las pintonas al trico, de las cuales se fallan un mogollón (¡que rápidas son las muy p..!), y muchas menos tomadas de la ninfa, pero que suelen conllevar una clavada más fiable.
El motivo de retrasar tanto el fin de la primera manga, no fue otro que, casi al final del tramo pescable del coto sin muerte, tuve un largo duelo con una de esas truchas que algunos de por el Ripollès llaman “Bull Negre de Ribes”, y que no es otra cosa que unas enormes truchas... de color negro.
No, no son leyenda urbana. Yo mismo las he visto ya varias veces en Montagut, e incluso mi buen amigo Joan Serra “Xaica” pescó una en ese mismo sitio hace un par de temporadas. En esta ocasión, intenté pescar un señor “bull negre” a ninfa vista, pero sin éxito. ¡Vaya pedazo de trucha! Esa por lo menos pasaba largo de los dos kilos...¡para que luego digan que en Campdevànol sólo hay trucha pequeña! Hasta tres veces siguió el engaño, pero esa trucha tan peculiar, a buen seguro debe saber latín, griego y arameo, a fuerza de haber probado hierro y haber entrado en la sacadera de alguno que otro más habilidoso que yo.
Bajo un sol de justicia, atravesé un pueblo adormecido a la hora comer, buscando siempre la sombra, para plantarme en el coto tradicional. Aquí el rio iba un poco más justo de agua que en el coto sin muerte, pues a buen seguro algún canal u otra captación de aguas debía estar con la compuerta generosamente abierta.
Al principio, fue aquello de “Vini, Vide, Vinci” de Julio César contra Farnaces del Ponto, pues nada más pegar las primeras varadas sobre la corriente, ya había clavado, a seca, dos preciosas truchas. Sin embargo, y a excepción de la subida infructuosa de dos truchas muy pequeñas al trico, no hubo solución de continuidad con las capturas.
Al poco, y remontando rio, vi a lo lejos a otro pescador, por lo que supuse que el rio estaría ya bastante batido y las truchas bastante “zurradas”, por lo que decidí salir del mismo, y encaminarme a pescar a la parte superior del coto.
Cual sería mi sorpresa, cuando en la zona del helipuerto, y vestido de mosquero entre una turbamulta de bañistas de rio eslavos (hablaban algo parecido al Ruso), estaba intentando pescar mi buen amigo Josep Maria.
Estuvimos hablando un rato, y me dijo que la jornada había sido excelente, tanto para él como para Manolo, que era el pescador que había divisado antes, y que ahora seguía pescando, pero aguas debajo de nuestra posición. Sin embargo, al llegar a la zona del helipuerto, se había encontrado con que aquello parecía la playa fluvial de Moscú, y lo que era peor, sospechaba que alguno de los bañistas (había varias bañistas de bastante buen ver, por cierto), había escondido artes de pesca furtivos, por lo que había llamado al presidente de la Sociedad de Campdevànol, mosquero como nosotros, para que viniese a echar un vistazo.
Como Josep María seguía esperando al presidente, subí un tramo de rio más. Y aparte de pillar a otro bañista (esta vez autóctono) defecando entre los matorrales, y a otro de nacionalidad indefinida (ni respondió a mis “buenas tardes”) tomando el sol, ya no ví más gente. Eso si, la actividad de las truchas se había detenido por completo, como suele suceder muchas veces, y en muchos rios, a esa hora de la implacable galvana de media tarde, por lo que decidí pasar a despedirme de Josep María, y marchar a buscar mi bien merecida y previamente reservada merienda.
Josep María seguía esperando al presidente, y echando un ojo a las intenciones de los presuntos bañistas eslavos. Evidentemente, las bañistas también merecieron que se les echase un ojo, y dos, todo y que esas pieles tan blanquitas están llamadas a sufrir la potencia de fuego de nuestro abrasador sol latino.
Para hacer tiempo, anduvimos un rato hasta la posición de Manolo, que seguía manejando un tándem de ninfas en la corriente. Josep María aprovechó para contarme cuales habían sido los señuelos triunfadores de una jornada con más de veinte capturas y sueltas. Sobre todo su microninfa “naranjita” y otra microninfa parecida a la popular mosca ahogada llamada “falangista”. La verdad, es que Josep María tiene una gran habilidad para el montaje, sin duda herencia de la larga tradición leonesa, de la región de la que el es oriundo.
De vuelta al coche, sudado como un pollo (esta frase es de mi mujer) , tuve como no, aquella “one from a hearth”, “corazonada” en Román Paladino, de “si vuelvo a pescar donde he comenzado hace un rato igual saco una trucha. Así que invertí unos veinte minutos de una tarde que ya daba por finiquitada en apurar lances, que la semana es muy larga y el próximo sábado está muy lejos, y tanta fe tuvo, dando esta vez razón a la corazonada, la recompensa de una última trucha que, sin ser nada del otro jueves, sirvió para despedirme del rio, previa su devolución al agua, y encaminarme sin prisa, pero sin pausa, hacia una merienda merecida, deseada, y que os aseguro fue realmente deliciosa.
Por cierto, que ayer (sábado), por la noche daban en la tele una de mis pelis favoritas de los últimos tiempos: Pulp Fiction de Quentin Tarantino. El sermón previo a ejecución de Samuel L. Jackson, el baile Uma Thurman y John Travolta y el jeringazo de adrenalina , el reloj en el culo de Christopen Walken, Bruce Willis a punto de ser sodomizado por psicópatas, el “Señor Lobo” Harvey Keitel arreglándolo todo... ¡que hartón de reir! Este Quentin Tarantino está hecho todo un muy simpático y pasado de vueltas gamberro ¡Cuánto le gustan estas “salchichonadas” al Tiet Ferran!, que diría mi sobrino.


TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 31



Sábado, 25 de Junio de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 14A

Coto El Freser-2 sin muerte - Campdevànol

Rio Freser

Capturas: 6 truchas fario a ninfa y 3 truchas fario a mosca seca

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: soleado y caluroso.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.


Hora finalización jornada: 14,50 h.



TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 14B

Coto El Freser-1 - Campdevànol

Rio Freser

Capturas: 2 truchas fario a mosca seca y 1 trucha fario a ninfa

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: soleado y caluroso.



Hora de inicio de la jornada: 15,15 h.


Hora finalización jornada: 17,30 h.


La música de hoy:


Viaje de ida:

Sinfonía nº 2

Franz Schmidt

Concierto para piano y orquesta nº 2

Alexander Glazunov


Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 2 “en estilo húngaro”

Joseph Joachim

Cuarteto para cuerdas nº 1

Joachim Raff


Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.



jueves, 23 de junio de 2011

GALERIA DE FOTOS. HOMENAJE AL MODESTO RIO BASTARENY.
























Sirva esta entrada en el blog, para rendir homenaje al pequeño y entrañable rio Bastareny, que cada año nos sigue, desde su modestia y suburbanidad, regalando preciosas truchas, y haciéndonos vivir la magia de la pesca a mosca en un entorno lleno del encanto de los paisajes sencillos y amables, en donde la huella del hombre se complementa con la naturaleza exhuberante de cada primavera y cada verano.

sábado, 18 de junio de 2011

JP-571. COTO GUARDIOLA DE BERGUEDÀ-1.



























JORNADA DE PESCA Nº 571

Jornada de pesca bastante entretenida, la de este sábado, todo y que a priori, y debido a las continuas lluvias de la semana pasada, con tormentas intensas a diario en las zonas pirenáica y prepirenáica, ya se auguraba un dia de rios desbordados y turbios, como así ha sido.
Este sábado, me ha acompañado hasta Gironella, lugar de parada y fonda habitual en mis rutas de pesca por el Berguedà, mi amigo Pep. Después de desayunar, ha marchado ha hacer un tramo de la Ruta de las Colonias a pie, mientras que yo he continuado viaje en coche hacia Guardiola de Berguedà, a ver que tal bajaban el Llobregat y el Bastareny. Convenimos en encontrarnos a las siete de la tarde en la puerta de la pastelería, para ir a comprar la merienda
Esperaba que para este sábado hiciera ya un dia de pleno verano, con un sol radiante y un calor de esos que te hacen agradecer pescar en la orilla de la sombra, con el agua hasta la cintura. Sin embargo, llegué a Guardiola de Berguedà sobre las nueve de la mañana, bajo un cielo plomizo que presagiaba lluvia y con un airecillo fresco que hacía justo soportable el ir con manga corta.
Tal y como esperaba, el Llobregat bajaba con un fuerte caudal, y con el agua ligeramente chocolateada. Así que tocó ir a probar suerte al “hermano pequeño”, el modesto Bastareny, en las cercanías de Bagà.
El “hermanito”, bajaba también con alegría: bastante altito, mucho más que en mi última visita hace casi un mes, pero definitivamente pescable, y con el agua clara.
Viendo el rio, y el oscuro color del cielo, y sintiendo uno la “gallina en piel” (como hubiera dicho Johann Cruyff) por el frescor a traición de lo que tendría que naber sido una mañana de casi verano, casi se podría extrapolar el momento de evaluar el rio, y ponerse a montar la caña a la vera del mismo, al de una mañana de mediados o finales de abril.
Sin embargo, por agua que el rio lleve, esta ya no procede del deshielo, y si hay truchas, que haberlas haylas, estas tarde o temprano darán la cara. Simplemente se trata de localizar la pesca en cada momento y en cada escenario, e ir adaptando la presentación de las imitaciones a la carta de lo que el señor rio nos tenga a bien pedir.
Así pues, todo y pescar con tándem de seca y ninfa, como suele ser habitual en mi, he ido adaptando el peso de la ninfa a las circunstancias, manteniendo de seca uno de esos tupidos tricópteros de pelo de ciervo, en los que siempre tengo tanta fe. La prueba de que las truchas no estaban ni tan pasivas, ni tan pegadas al fondo, ha sido que tres de las nueve que he ensalabrado, han subido a por el regordete y peludo tricóptero... no deja de ser que es Junio, a tocar del solsticio, y seguramente las pintonas, tanto repobladas como autóctonas, lo saben pues deben de oir los petardos que tira la chiquillería en el pueblo.
Todo y así, la diferencia clara entre pescar sólo tres truchas a lo largo de la jornada, a capturar nueve y revolcar cuatro más, ha estribado en el que creo ha sido el uso correcto de las ninfas, a tenor de la lectura puntual del rio.
Ya sabemos, que a estas alturas de la temporada, a la inmensa mayoría nos apetecerían largas jorndas de pescar sólo a seca, en rios mansos o casi huesudos, en los que un trico bailarín haría estragos sobre cualquier correntita a la hora del mediodia solar, o en los que, en esas medias tardes en que la brisa sopla en la alameda, el encontrar la imitación de la efémera que quieren y presentarla bien, puede suponer una pescata escandalosa. Sin embargo, sobre la climatología, y por elevada a la enésima potencia que sea la soberbia del ser humano, aún no tenemos potestad absoluta, por lo que nos toca adaptarnos a las circunstancias, y hacerlo, a poder ser, con el mejor sentido del humor posible. Este año, como el anterior, y seguramente desde el 2008, nos toca aguantar primaveras de mucha lluvia. Consolémonos: por una parte no tendremos el rio casi seco en verano, y por otra, si es que pescamos sin muerte, aún podemos tener un Septiembre francamente glorioso.
Adaptado pues a la realidad, al “es lo que hay”, he ido pescando a lo largo de una mañana que ha evolucionado del cielo color gris plomo y amenza de lluvia, a nubes y claros con muchos ratos de sol, adaptándo la ninfa y el bajo a lo que el rio pedía: que venían en mi recorrido pozas y corrientes muy rápidas, ninfa más pesada; que me encontraba con corrientes menos fuertes de poco calado o blandos y parados de agua con poca profundidad, ninfa más ligera.
Supongo que la “ampliación de vivienda” de las truchas, con un rio más ancho y más alegre, ha hecho que se movieran más tanto trucha grande, como autóctono, como ejemplares que reunieran a la vez ambas características. Hoy sólo he pescado un par de las repobladas (supongo que cada vez van quedando menos), y el resto han sido autóctonas de muy buen tamaño. Curiosamente, las “palmeras” han sido hoy la excepción: sólo una de las capturas en salabre podría ajustarse a esta descripción de trucha que hace poco más de un palmo con la mano extendida.
La tarde ha quedado radiante, bajo un sol de auténtico verano, pero amortiguado por una fresca brisa. Curiosamente, ha sido entonces, a primera hora de la tarde, cuando ha habido un parón de actividad. Como ya estoy acostumbrado a estos parones en esta cuenca del Alto Llobregat, he salido del rio, y he ido un rato a pasear por el otro rio, el Llobregat en persona, a ver si se había aclarado un poco y podía terminar la jornada pescando en el mismo. Pero no ha podido ser: aún bajaba el agua bastante turbia, y he de reconocer que me ha dado mucha pereza ponerme a patear rio otra vez. Así que he vuelto a la zona de picnic de la entrada de Bagà, he tomada un par de tes con limón bien frios de mi neverita portátil, y he pescado una horita escasa más, tiempo justo de ensalabrar la última trucha del dia, y de tener un par de picadas más, en ambos casos no resueltas en capturas.
Mi amigo Pep, también ha llegado antes de tiempo a Gironella: no ha hecho más que un pequeño tramo de su ruta, y luego se ha ido a leer un rato en un banco del mirador que hay junto al rio. Al igual que yo, el también valora mucho estos momentos de paz interior, bien sea devorano buena literatura junto a un rio, o como es mi caso, metido en el mismo y enfrascado en capturar y soltar los habitantes con aletas y agallas del mismo.



TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 30Sábado, 18 de Junio de 2011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 13


Coto Guardiola de Berguedà-1

Rios Llobregat, Bastareny y Saldes
(pesca sólo en el Bastareny en esta jornada)

Capturas: 6 truchas fario a ninfa y 3 truchas fario a mosca seca.


Pescador : Ferran RUBINSTEIN

Climatología: mañana nublada y fresca con apertura de claros progresiva a lo largo de la misma; tarde soleada y templada.


Hora de inicio de la jornada: 10,45 h.

Hora finalización jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Hoy no han habido sesiones de audición de música clásica, desde Barcelona hasta Gironella y viceversa, debido a que ha venido de viaje conmigo mi amigo Pep, y hemos dedicado el tiempo de viaje a conversas sobre temas diversos, prestando especial atención a las manifestaciones recientes, pidiendo una democracia real ya, y a los posibles fichajes del Barça para la próxima temporada.

De Gironella a Bagà:

“Una fiesta eslava” (poéma sinfónico)

Alexander Glazunov.

De Bagà a Gironella:

“Balada”, Op. 78 (poéma sinfónico)

Alexander Glazunov.

Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.







jueves, 16 de junio de 2011

PEDRET WARS. EPISODIO 5. Y TAMBIÉN EN SOLITARIO

Un reportaje de hace seis años atrás, en los que la pesca en solitario da para muchas reflexiones, todo y que la gestión de los rios, y por ende de la pesca, era igual de nefasta que la de ahora. Espero que os guste, y os de que pensar. A mi me parece que, en democracia, no ha lugar tanta queja y tanta pataleta: a los que mandan no los ha puesto ningún dictador, que yo sepa. ¿No será que, mal que nos sepa, tenemos un poco lo que nos merecemos?


Hola amigos:

Mi primer dia de pesca en solitario desde que comenzó la Temporada. Mi último dia sólo en el rio fue la Etapa Prólogo de esta Temporada, el dia 12 de Marzo en Oliana, la de los 5 truchones como 5 torpedos del submarino nuclear de la República de Podolia “S. S. Stenka Razin”. Desde aquel dia he tenido la suerte de compartir las Jornadas de pesca con mias amigos pescadores, con mi sobrino y con mi mujer.
Sin embargo, y si mirasemos los Diarios de Pesca que llevo desde 1.998, fecha en la que decidí documentar mis salidas del mismo modo que lo hacía con las excursiones para la entidad a la que pertenezco, veríamos que cerca del 70% de mis dias con la caña en la mano lo han sido en solitario.
En cierta manera, hasta en los dias de más y mejor acompañamiento en el rio hemos terminado pescando en solitario, pues cada pescador es un mundo, y vive la pesca de un modo íntimo y personal, y puedes estar a tocar de otro compañero, que siempre acaba llegando el momento aquel en que te concentras en la pesca, y no existe nada más en el mundo que tu, el rio, tus señuelos...y los peces.
Eche de menos, eso si, el buen humor y las conversaciones inteligentes e interesantes con los
Compañeros de la “Comunidad del Anillo de la Cebada”. Creo que tengo la suerte de compartir mis jornadas de pesca con gente que siente un interés sincero por la pesca, y no dejo de sorprenderme dia a dia, de la cantidad de “chiflados” como yo que hay por estos mundos. Yo pensaba que era el único que me quedaba mirando el rio como un hipnotizado y que soñaba con peces hasta que gracias a estas tertulias en las que escribo conocí a otros de mi condición . ¡Bendita locura!.
Mi dia de pesca en Pedret no dejó de ser divertido e interesante aunque fuera en solitario. El único dato triste, por decirlo de alguna manera, fue que aún más que en otras ocasiones me dia cuenta de que el tiempo pasa DEMASIADO deprisa, y de que la vida se nos va un poco cada dia, y de que desgraciadamente tengo la impresión de que vivimos en una bola loca habitada por seres con prisa que circula por el Universo a una velocidad endiablada hacia la nada. Vereis, tengo el reloj estropeado, y me puse a pescar sin este tirano implacable que controla nuetras vidas, y creo que se me fue la cabeza o sinceramente, estaba tan agusto viendo los juegos del sol y las nubes, oyendo el canto de los pájaros y los cambios de tonalidad del rumor del agua según fueran las corrientes y embiagandome de los colores de la primavera en lo árboles que cuando salí del agua la primera zona en que me puse a pescar, ya eran pasadas las dos y media. ¡Cuan rápido había pasado el tiempo! Y durante este rato la verdad es que sólo había ensalabrado dos truchas arco-iris y mantenido una pelea con una fario que terminó escapándoseme.
En fin, quecunado mejor nos lo pasamos, el tiempo parece acelerarse.
En otro cambio de postura, aguas arriba, estaba tan quieto en un rinconcito pecando desde fuera del agua que una cria de jabalí vino a abrevar en el rio sin darse cuenta de que estaba yo allí. ¡bello y simpático animalito! Al final se dio cuenta de que tenía compañía y huyo raudo a través de los matorrales.
Al final decidí coger el teléfono móvil (otro artefacto más de esclavitud) de la guantera de mi coche y encenderlo para poder ver el relojito digital del mismo, no fuera que me pasara de hora y llegase a mi casa a la hora de las uvas.
Bueno, ¿y la acción de pesca? Pues igual, calcada al último dia en que visite Pedret con los amigos de estas tertulias: truchas muy fondeadas y nula actividad en superficie. Cuestion de paciendia, dejar bajar bien las ninfas e ir tanteando. Y así conseguí pescar las 6 capturas de esta jornada. Sincermaente, era mucho más divertido el año pasado cuando echaban en Pedret las simpáticas y juguetonas fario de la piscifactoría de Gósol, peces que habitualmente se situaban más en las corrientes que en las pozas, y que moscardeaban decididas durante todo el dia. Las echo de menos, pero de momento suerte tenemos de que echen algo al rio, aunque sean arco-iris.
Supongo que ahora a algún político infumable se le habrá metido en la cabeza terminar con la pesca. Pero no podrá con nosotros. Yo no sé si vosotros vais a rrojar la toalla, pero yo no.
Yo pienso seguir yendo a pescar a Pedret, y a Gironella, y a donde haga falta de las comarcas que no son de la Alta Montaña, pues si dejamos de ir les daremos la razón a los (malos) políticos. Quiero seguir pescando en el Llobregat, y no quiero que la pesca de la trucha sea algo privativo para onerosos.
Y creo firmemente que coger nuestra caña e ir a pescar a Pedret o a Gironella, o a donde sea, va a ser a larga más útil que la manifestación que la Federación planea para el sábado que viene en Barcelona, o que los muchos rios de tinta que estamos haciendo correr entre todos en este y otros foros.
Por cierto, señor Milá ¿Fue divertida su excursión familiar en Helicóptero a cargo del erario publico? Nice trip, bubba! Se ve que usted un buen comunista: lo mio es mio y lo de todos también es mio. Igualito que papá Stalin.
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TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.005

Jornada nº 8
Sábado, 14 de Mayo de 2.005

Coto del Pedret
Rio Llobregat

Climatología: Nubes y claros, templado..

Pescador: Ferran RUBINSTEIN.

Capturas por especies: 6 truchas arco-iris
Capturas por señuelos: 6 truchas arco-iris con ninfa

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Espero, amigos, que vosotros tampoco os dejeis robar la ilusión por los rios, por la pesca y por la vida.
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A mi no me hace falta ser comunista para desear que la pesca de la trucha deje de ser un privilegio para unos pocos y que sea asequible para todos, aunque sea a golpe de cisterna.

¡O f... todos, o matamos a la p...!

Buena Pesca y Lineas Tensas!

Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 4 de junio de 2011

J. P. 570 - COTO DE ROQUES BLANQUES S. M.


















JORNADA DE PESCA Nº 570


Primera visita de la presente temporada a la Vall de Ribes ¡ya tocaba!. Este sábado, he elegido, dentro del amplio abanico de posibilidades que ofrece este precioso valle pirenáico, pescar el coto de Roques Blanques, en el pequeño y amable rio Rigard, que hacía tres temporadas no visitaba.
Lo que ha estado claro, desde el primer momento, es que iba a llover. De hecho, ya había caído un buen chaparrón por el camino, entre Vic y Sant Quirze de Besora, y que me pilló ecuchando esa maravilla de obra coral llamada “Salmo nº 83”, de Alexander Von Zemlinsky.
Calles mojadas en Ripoll, y a partir de Campdevànol, el sol intenta abrirse paso entre las nubes. En Ribes, asfalto mojado y charcos, pero por suerte el Freser baja limpio y con un caudal óptimo, por lo que el Rigard, afluente del mismo, baja también en buen estado para la pesca.
El sol de primera hora de la mañana, no engaña más que a los ilusos: esta claro que va a llover, lo más importante a tener en cuenta es cuándo empezará a hacerlo en serio, y si ello tendrá repercusiones en el caudal del rio. De momento, y a primera hora de la mañana, la buena noticia era que si, que había llovido, pero no tanto como para enturbiar o desbordar el rio, y eso, en escenarios de montaña como los de la Vall de Ribes, ya es de por si una muy buena nueva, y más si es de las primeras del dia, y te permite, por lo menos, calzarte el váder y montar la caña. Harina de otro costal, a partir de ese momento, ya será saber cuándo, cómo, por dónde, y con que resultado vamos a salir del rio.
Uno siempre es un mucho un animal de costumbres, y esta mañana he vuelto “En piloto automático”, a repetir el mismo tramo de coto (de la mitad, hacia arriba), que la última vez que lo visité, un caluroso y asfixiante sábado de agosto de hace tres años. Por aquel entonces, había la posibilidad de aparcar el coche en los aparcamientos del albergue “Roques Blanques”, pero esta mañana, un empleado del mismo me ha rogado que no lo hiciese, y aparcase pasado el puente. La verdad es que he tenido mucha suerte, pues nada más pasar el mismo, he podido aparcar bien arrimado en un hueco de la entrada de un prado. De no haber podido hacerlo, y debido al mal estado de la pista, posiblemente hubiera sometido los bajos de mi pequeño turismo a un gran tormento.
El coto de Roques Blanques, por lo menos en su parte media y alta, es confortablemente engañoso. A priori, parece un rio simpático, de agradable vadear y transitar, y que discurre entre prados abiertos y bosque de ribera. Cierto en eso: este tramo del Rigard no tiene el embarrancamiento y la difícil accesibilidad de otros rios del dominio Ribetano; aquí uno no se siente a veces en el fondo de un abismo, encajonado entre altas paredes, o tienes que pensar por que lado vas a pasar ese salto de agua sin tener un percance. Y es esto precisamente, esta confianza en la bonanza del rio, lo que puede hacernos olvidar incluso a lo que hemos venido, y que no es otra cosa que a pescar. Y es en esto en lo que este rio tan acogedor y risueño nos miente con la peor de sus intenciones, que no es otra que no le toquemos la escama a ninguno de sus habitantes. En este coto, las truchas son muy esquivas, tremendamente caprichosas y desquiciantemente astutas. Bueno, quizás no tanto. Seguramente, no lo sean más o lo sean menos que las de Montagut, Segadell, Coma de Vaca, etc., pero el caso es que el Rigard es un rio pequeño, y ese amabilidad con la que nos recibe, puede hacernos olvidar virtudes cruciales en la pesca en montaña y aún más en pequeñas corrientes de agua: discreción, sigilo y pescar sin ser vistos. Posiblemente en Montagut, salvo en pleno verano, el tamaño más generoso del rio enmascaría muchos de nuestros errores. Lo más seguro es que, por ejemplo en Coma de Vaca, ya advertidos del carácter de alta montaña del coto, fuésemos a pescar ultraprevenidos y nos llevásemos incluso unas rodilleras. Sin embargo, el amable y acogedor Rigard nos hace confiados, y a veces el error se paga con el bolo, y con la pataleta típica de los malos perdedores, que sistemáticamente -¡loados sean ellos, que son poseedores de la verdad absoluta!- entonan la archiconsabida sentencia de ¡en este rio no hay truchas!.
El caudal del Rigard, iba esta mañana un pelín, pero sólo un pelín más alto que en pleno verano, lo que me a permitido trabajarlo, casi toda la jornada, con tándem de seca y ninfa. Eso si, con una ninfa muy ligera.
La jornada se ha dividido en tres periodos, asimétricos en tiempo, y desiguales en resultados: una muy buena entrada en el rio y aceptable primera hora, un largo interludio sin tener apenas picadas, y unas dos horas finales, bajo un auténtico y continuo chaparrón, y que ha sido curiosamente cuando las truchas se han activado.
En el primer período, incluso parecía que iba a imponerse el sol, y pese a la temperatura fresca, lo cosa prometía en acabar en una calurosa mañana de verano. La entrada en “combate” fue muy buena, y al poco de empezar ya había capturado un par de truchas, y perdido otra. De momento, parecía que si les pasaba la ninfa cerca, no le harían ascos.
La cosa ha cambiado radicalmente, cuando a la hora y poco de pescar, se ha vuelto a cubrir. Todo y pescar con la máxima discrección, parecía que los habitantes del rio se hubieran aletargado.
Curiosamente, ha sido en este interludio de inactividad, cuando he visto las dos únicas cebas del dia. Ha sido entonces, cuando por un rato, he pasado a pescar con mosca seca “al agua”, con una de esas maravillas de parachute que hace mi buen amigo, y especialista en la pesca de montaña, Ramón Terricabras, pero lo máximo que he conseguido es un par de picadas rápidas y no resueltas de trucha muy pequeñas.
El tercer periodo, se ha iniciado con la vuelta al tándem para gestionar una de las pocas pozas de este tramo de rio, y que me ha reportado la captura de una trucha de cerca de 30 cms., la mayor del dia. El lance victorioso fue saludado por salvas de artillería celestial: empezaba a llover.
Al principio, la lluvia caía muy mansa, y la misma espesura del bosque hacía de paraguas natural. Ha sido a partir de empezar a llover cuando las pintonas se han activado. No por arriba, nada de pegarle dentelladas a la efémera bien flotabilizada que llevaba como señalizador de picada, pero si por abajo, y con decisión: me han dejado la ninfa hecha unos zorros a mordiscos.
Como suele suceder, el pico de actividad ha coincidido con el arreciar severo de la lluvia, mutada ya en chaparrón. Nada pues, de abandonar el rio, y menos cuando pican con ganas. Poco importa no llevar el chubasquero, e ir ya calado hasta los huesos: en el coche tengo siempre ropa de repuesto.
Finalmente, el periodo productivo se ha saldado con diez truchas clavadas, pero sólo seis en el salabre. Dos horas bajo la lluvia y un buen remojón, pero ha valido la pena, y más tratándose de este Rigard, siempre dispuesto a confundirnos y engañarnos, siempre travestido de regato inocente, repleto a reventar de truchas bobaliconas.
La anécdota graciosa del dia, ha sucedido cuando estaba haciendo pis bajo la lluvia, y un crujir de troncos me ha hecho percibir que había un gran animal avanzando parsimoniosa y cautamente por la orilla contraria: nada menos que un isard, ese tipo de cabras montesa, cuyo habitat de circunscribía antes a la muy alta montaña, y que ahora, supongo debido una superpoblación, seguramente originada por el típico proteccionismo de ecologistas de salón, ha desplazado su radio de acción hacia cotas más bajas. El simpático y esquivo animal no me ha dado opción ha hacerle una foto: un servidor tenía entre manos otra cosa, y no precisamente una cámara, y no me ha dado tiempo ni para las oportunas sacudidas post-micción, que ya había desaparecido.
El punto y final de la jornada, ha venido marcado por un arreciar intenso de la tormenta. La vuelta al coche, con la ropa completamente empapada, ha sido deshaciendo camino por el mismo rio, pues los prados están muy abandonados, y atravesar la fronda comportaría, con tanta maleza sin desbrozar, la posibilidad de pinchar el váder, o lo que es peor, arriesgarse a la picadura de ortigas o incluso a la mordedura de alguna serpiente.
Al llegar al coche, no ha habido ni una posibilidad de poder cambiarme de ropa bajo el aguacero, por lo que he tenido que enfilar carretera abajo hasta que una pequeña tregua en el episodio lluvioso, me ha permitido mudarme, a toda prisa, en el Pont de la Cabreta.
A modo de recompensa, pensaba obsequiarme con una gran merienda pastelera en “Can Nasiet” de Campdevànol, pero era más pronto que de costumbre, y aún no habían abierto, po lo que he tenido que bajar a merendar a una de las pastelerías de la cadena Junyent de Ripoll, que al funcionar a modo de granja, trabajan continuadamente.
Primer dia de la temporada en la Vall de Ribes: no ha estado mal, pero estoy convencido de que lo mejor, como siempre suele suceder, está por llegar, en una de esas tardes en que, bajo un sol de justicia, las pintonas de esta enorme reserva genética, atacan con saña todo trico viviente, incluyendo el mio.




TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 29
Sábado, 4 de Junio de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 12

Coto de Roques Blanques sin muerte

Rio Rigard

Capturas: 8 truchas fario a ninfa

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: nublado y lluvioso, fresco.


Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.


Hora finalización jornada: 15,30 h.


La música de hoy:


Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta en “DO” menor

Joachim Raff

Concierto para piano y orquesta nº 2

Alexander Glazunov

Salmo nº 83

Alexander Von Zemlinsky

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 1

Joachim Raff
Sonata para piano nº 3

Anton Rubinstein

“Les Djinns”

César Franck



Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.




TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 29
Sábado, 4 de Junio de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 12

Coto de Roques Blanques sin muerte

Rio Rigard

Capturas: 8 truchas fario a ninfa

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: nublado y lluvioso, fresco.


Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.


Hora finalización jornada: 15,30 h.


La música de hoy:


Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta en “DO” menor

Joachim Raff

Concierto para piano y orquesta nº 2

Alexander Glazunov

Salmo nº 83

Alexander Von Zemlinsky

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 1

Joachim Raff
Sonata para piano nº 3

Anton Rubinstein

“Les Djinns”

César Franck



Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.