"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 9 de abril de 2011

JP-563. COTO CARDENER Y AIGUADORA.





JORNADA DE PESCA Nº 563

El inusual calor de este fin de semana, que ha llenado playas y sacado del armario camisas de manga corta, bermudas y minifaldas, también ha activado a las truchas del Cardener, como supongo lo habrá hecho con la de otros cotos que, a lo largo de nuestra geografía, no estén afectados por un deshielo que ha cogido, con estas temperaturas tan elevadas, como inusuales, un acelerado empujón definitivo.

Ajeno al aluvión de agua, situado muy lejos aún de la alta montaña, y regulado por la compuerta del Pantano de Sant Ponç, el Cardener a su paso por la Catalunya Central, a caballo entre el Bages y el Solsonès, sigue ofreciendo unos cotos trucheros de los que se habla poco, y generalmente en pretérito, y de un esplendendor que tuvieron, pero que en la actualidad suscitan poco interés en la parroquia mosquera.

Prueba de ello, es lo poco que de los mismos se habla en las tertulias del mosquerío. En el Cardener, parece se hubiera abierto un parèntesis de olvido y de silencio, entre ese intensivo de Malagarriga, el de “captura y frie”, barbacoa campestre, caña de casting de mar plantada al lado de la orilla y triple cupo de “gallina de repoblación” en fondo de maletero, y ese Ratavilla de más arriba de Solsona, del que se habla poco, pero se habla con admiración, y cierto aire de aventura: sobre todo cuando alguien te dice “pesqué en el Ratavilla”, y sus ojos parecen decirte “y sobreviví en el intento”.

Sin embargo, los Cotos que se gestionan desde Cardona, están allí. Del sin muerte, me ha hablado siempre muy bien, como lugar en donde hace muuuuuuchos años se pescaba a seca “de vicio”, mi amigo Francesc de Reus. Y del coto tradicional, el del “Pont de Buida Sacs”, había oido buena prédica, pero de un tiempo pasado, a nuestro amigo y seguidor de Rubinsteinfishing, Victor Lázaro. Ahora que lo pienso (pienso –como bellotas- luego existo, ja, ja, pedonad el chiste fácil), son las únicas dos personas de toda una legión de mosqueros que conozco y con los que mantengo tertulias habitualmente (en Catalunya, claro está), que me han hablado de esta “zona de exclusión” del Cardener medio.

Ya hace tres semanas que tuve una jornada muy desafortunada en el Coto de Cardener y Aiguadora. No tan sólo por una pesca muy pobre, pues eso siempre es lo de menos, sino por la caida al rio, con el consiguiente remojón, y el susto de estar a punto de echar a perder mi cámara de fotos. Sin embargo, esto incluso ha supuesto un “extra bonus” a la hora de volver a intentar pescarlo.

Vaya por delante, por si alguien piensa ir la semana que viene a pescar en este coto, o en semanas venideras, que pese a que, ya lo adelanto, la pesca fue bien el dia de hoy, este no es un coto fácil, ni en el aspecto de comodidad, ni en el aspecto de peces.

Por lo que hace a comodidad, requiere paciencia para remontar un rio con mucha acumulación de barro, y tiene vadeos peligrosos, sobre fondo de piedras de gran tamaño y muy resbaladizas.

Por lo que hace a peces, haberlos haylos, pero nada que ver con un intensivo, o con esos otros cotos que –pese a la presuntuosa etiqueta de “ser de temporada y sólo con trucha fario”- ocultan poderosas repoblaciones de marrón de gallinero. En “Cardadora” (para abreviar, contrayendo Cardener y Aigua D´Ora), y al igual que en Guardiola de Berguedà, por poner un ejemplo que otros puedan conocer más, hay lo que hay en el rio, y aparte de eso, y como mucho, alguna esporádica repoblación de fario “de gallinero” una o dos veces al año, si llega, y que evidentemente no alcanza a cubrir ni una cuarta parte de todos los tramos de este coto, que por otra parte tiene unos dominios pescables de cerca de 10 kilómetros.

De camino hacia “tierra de nadie”, entre la amurallada Cardona y la episcopal Solsona, un rápido giro de cabeza al pasar por la alameda de Malagarriga, pera ver “¿como está la plaza?”. Pues... “abarrotada”. Hoy en este intensivo han tenido que poner el cartel de “lleno”. Hasta roulottes y autocaravanas había ¡Cosas del buen tiempo! A la que aprieta el calor, algunos se acuerdan de la pesca, ponen 3 en 1 al carrete “Segarra” y van a buscar lombrices al descampado o a comprar “un par de cucharillas para toda la temporada”. Lo que ya no sé, es si habrán tocado todos escama, o alguno se habrá ido para el bar antes de tiempo con un cabreo mayúsculo, por no haberle podido retorcer el pescuezo a la “gallina” de turno, a la que ha destrozado previamente la boquita con el anzuelo triple de su giratoria oxidada. Esta semana echaban sólo 100 kgs de trucha en este coto, y a mi me ha dado la sensación de que había más gente que truchas.

El calor de hoy ha sido realmente aplastante, o a mi me lo ha parecido, y más a partir del mediodia. Este verano a traición me fatiga enormemente. Sin embargo, las primeras horas de acción de pesca (de poco más allá de las 10 de la mañana, hasta el mediodia de reloj), han sido tan gratas de estar (me he movido por una zona de mucha sombra, y no deja de ser que las 10 en el reloj, son las 8 en el cielo) y de disfrutar de estar en el rio, como parcas en capturas. Sin embargo, en las horas centrales del dia, los peces se han animado, y mucho, pero gran parte de de la acción de pesca a sido entonces bajo el sol, y he terminado achicharrado y liquidando antes de tiempo toda mi habitual provisión de latas de té con limón.

En la primera parte de la jornada, la de escasa actividad, todo lo más que he hecho ha sido capturar ¡una bagra! a ninfa. Y además en una “`picada fantasma”. Os cuento: pescando a tándem de seca y ninfa, el trico en vez de hundirse ha parecido hacer un liguero guiño en el agua, y al recoger linea –bastante después- me he encontrado por sorpresa a uno de estos ciprínidos al otro extremo de la misma. Seguramente, ha succionado muy tenuemente la ninfa, y ha seguido nadando en el mismo sentido que la corriente, a la misma velocidad que la mosca. Por si alguien lo dudaba, en el Cardener todavía quedan bagras. Creo que no muchas, pero alguna todavía las hay.

Aparte de eso, y hasta bien pasadas las dos de la tarde, lo único que he hecho ha sido “revolcar” un par de truchas con la ninfa del tándem, y poca cosa más.

Ya comenzaba a resignarme a otra jornada de pesca muy pobre, cuando en una tabla he comenzado a ver cebas: una, dos, tres... hasta darme cuenta de que había una miríada de ellas. Había dado, tras largas horas de deambular por el rio, al restaurante en donde SSMM las Fario de Cardener se estaban dando el banquete.

Como siempre, en estas circunstancias, a pescar la que se ceba más cerca, para no espantar a las que se ceban rio más arriba. Esta primera, ha sido la más fácil: vini, vidi, vinci: no obstante las circunstáncias han obrado a mi favor: era la única trucha que comía en la corriente de la salida de la tabla. Con las demás, con el agua prácticamente parada, no ha sido tan fácil.

Tras tocar por fin “pijama de pintas”, ha venido por una parte un rato larguísimo de disfrutar de la vistosa y estimulante pesca a mosca seca, y por otro, el tener que calentarme, y no poco, la cabeza.

El primer lance a la “zona caliente” ya ha puesto las cosas en su sitio. Era evidente que no iban a picar con una mosca que cayese al rio y derivase tan mal como la emergente de CDC que intentaba posar con un mínimo de pulcritud. ¿El motivo? Pues ya se lo habrán imaginado algunos, y sobre todo los más veteranos: el bajo de linea. Había estado pescando, hasta ese momento, con uno larguísimo para la pesca con ninfa “al hilo”, y las circunstancias requerían ahora una pesca a seca con mucha precisión en el lance, pero con una bajo de línea más corto, pues tampoco se podía sacar mucha cola de rata en el aire, dado los árboles y otros obstáculos. Era la típica circunstancia de suplir el lance largo, por una pesca más sigilosa, supliendo con váder y paciencia en el avance, lo que no podemos hacer con elegantes lances, debido al alto riesgo de enganches.

A todo esto, me apercibí de que había otro pescador (el único que vi en todo el dia), otro mosquero concretamente, pescando como a unos doscientos metros rio arriba en otra tabla. Parecía estar pescando a seca. Con el trabajazo que me estaba dando, para rehacer tooooodo el bajo de linea al completo, y con los nervios de ver las cebas alli. Y yo fuera del agua quemando vista y sudando a chorros, he rezado para que ese pescador no fuera de esos que les da por ir rio abajo en vez de rio arriba. Por suerte, no ha ido rio abajo, y yo, aplicando a la confección del bajo aquella máxima de “vísteme despacio, que tengo prisa”, he conseguido terminar la faena, y volver al escenario: por suerte, las truchas seguían comiendo.

No ha sido fácil, pero al final he conseguido capturar y soltar seis más, todas ellas con diferentes variantes de emergentes de CDC. Ha habido una eclosión de una olivita de un verde amarillento muy clarito, pero todas mis capturas han sido con la mosca muy placada al agua.

De lo que si me he dado cuenta, es que han salido dos tipos muy diferentes de truchas. Por un lado, unas cuatro –incluyendo la primera que he capturado- de buena talla, de pasados los 30 centímetros, con la librea bantante grisácea, pocas pintas rojas y aletas no muy grandes, y que me han parecido procedentes de alguna posible y reciente repoblación, y otras –tres en concreto- truchas no tan grandes, sobre los 20 cms., pero muy vivarachas, y con una librea dorada y profusa en pintas de ambos colores, negro y rojo, que me han parecido las truchas propias del rio, o por lo menos de las que se descuelgan corriente abajo en alguna apertura de compuertas del pantano, y que tuve la ocasión de pescar en Malagarriga el mes de octubre del año pasado. También creo recordarlas de alguna visita al sin muerte de rio más arriba, todo y que de eso hace ya unas cuantas temporadas.

He vuelto al coche muy feliz y contento, todo y que tremendamente sediento y ligeramente deshidratado. Ha sido un dia productivo, y lo que es más, sin incidentes, accidentes o imprevistos remarcables, cosa muy de agradeder, visto como se han venido desarrollando los primeros compases de este Temporada, que de tan peculiar tiene, incluso, que en menos de dos semanas hayamos pasado del invierno al verano, sin haber tenido tiempo de disfrutar de la primavera.

TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 22

Sábado, 9 de Abril de 2010

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 5

Coto Cardener y Aiguadora

Rios Cardener y Aigua d´Ora

(pesca solo en el Cardener en esta jornada)

Capturas: 7 truchas fario a mosca seca y 1 bagra a ninfa

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: soleado y caluroso.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.

Hora finalización jornada: 17,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 2

Sinfonía nº 4

Bohuslav Martinú

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta nº 2

Xaver Scharwenka

Rapsodia Ucraniana para piano y orquesta

Sergei M. Liapunov

Lineas Tensas!

2 comentarios:

  1. no soy una persona que suela enviar mensajes en los distintos foros que leo pero, tengo que decirte, que he vuelto a disfrutar con tus comentarios en tu blog; que lo descubri hace poco, ya que anteriormente te seguia en "con mosca"; los cuales hacen que los fines de semana que no he salido de pesca; disfrute como si lo hubiese hecho, imaginando por tus explicaciones detalladas; y haciendome una idea, con las fotos que realizas; enhorabuena por tu blog, y por la gran labor que realizas sigue asi compañero

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  2. Kamarada José Carlos, muchas gracias por seguir mi blog. Me alegro mucho de que te gusten sus artículos. Más que nada, se trata de eso, de entretener y de hacer pasar un rato agradable a aquellos que invierten su valioso tiempo en leerlos.
    Como habrá podido comprobar, este no ees un blog en donde alguien enseñe lo mucho y muy bien que pesca, y que peces tan grandes lleva a la sacadera, sino más bien un espacio de convivencia, en donde se explican historias acerca de los muchos sentimientos que tenemos a lo largo de un dia de pesca,
    Más que nada, procuro que sea sí, porque estoy plenamente convencido de que, lejos de ser un deporte, la pesca a mosca es un arte multidisciplinar, el cual, para dominarlo, tendriamos que vivir no una, sino cien vidas, y aún asó no daríamos abasto a asimilar tanto cuanto hay por aprender, por disfrutar y por vivir.
    Un abrazo y Lineas Tensas!


    Ferran Oliva.

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