"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

domingo, 26 de junio de 2011

JJPP 572A Y 572B - COTOS DE CAMPDEVÀNOL.























JORNADAS DE PESCA NºS 572A Y 572B.


La llegada del verano, me ha sorprendido este año con un tremendo constipado “a traición”, de esos que no te esperabas pillar a tocar de la llegada de la estación climatológicamente más beningna del año, y que seguramente he cogido en algún viaje de madrugada, yendo en moto hacia el trabajo, al prescindir de más abrigo del que era en realidad necesario.
Sin embargo, casi una semana de tos, mocos y faringitis, no me han hecho desistir de mi empeño de ir a pescar a los cotos de Campdevànol, tanto el tradicional, como el sin muerte, en una sola jornada –previo pago de ambos tickets, por supuesto- y de aprovechar la estancia en esta, para mi, tan entrañable localidad del Ripollès, para hacer una visita a ese artista de la pastelería que es Ignasi de “Can Nasiet”, y de paso degustar unas coques de Sant Joan, con ese toque tan exquisito que en este obrador saben darles.
La llegada del verano, aparte de la deliciosa visión de largas y suaves piernas femeninas escotes de vértigo de variadas medidas y proporciones, y tirachinas tangueros, ha traido la parada, a golpe de alegaciones, de ese proyecto de modificación de la actual Ley de Pesca, por la que una Federación de Pesca, que cada dia tiene menos pescadores y más pescateros entre sus afiliados, y algunas entidades que supuestamente promocionan el turismo rural, pretendían –aprovechando lo que ellos pensaban era un momento “políticamente oportuno”- que se permitiese pescar con muerte en las pocas reservas genéticas que nos quedan en este nuestro ¿país?¿autonomía?¿Banana Republik?. Sin comentarios: ya hemos hablado largo y tendido de esto en diferentes foros dedicados a la pesca, y el sentir de la comunidad “Rubinsteinfishing” ha sido unánime: hay que ser muy orco para intentar justificar que se arrasen nuestras reservas genéticas, y se arramble con la poca trucha común mediterránea genéticamente pura que nos queda, todo para que algún garrulo se haga una fritada con ellas, para presumir, delante de una concurencia de aún más ignorantes, de lo mucho que sabe pescar.
Los que seguís Rubinsteinfishing en Facebook, habréis podido disfrutar, al igual que yo, de ese estupenda video-entrevista a nuestro querido y admirado Marc Vande Vliet, que le hace Alfredo Zubiri, gran pescador a mosca y empresario de la pesca recreativa en Argentina, a través de una producción de la “joint-venture” entre Salmón 2000 y Fly-Fishing Soul, a la cual le deseo, de corazón, muchos y prolongados éxitos.
Aparte de disfrutar de los estupendos paisajes del Pirineu de Lleida, en el video Marc nos cuenta una excitante y estimuladora experiencia vital... la pesca a mosca es la aventura de su vida. Pero sobre todo, nos dá un consejo que jamás debemos olvidar: la pesca a mosca ES PARA DISFRUTAR. No lo olvidemos nunca, las cosas que más amamos, deben hacernos disfrutar. De lo contrario, si por pundonor, o soberbia, comenzamos a sentirnos presionados, y ya no nos hacen disfrutar, será mejor que las dejemos, pues o bien dilapidamos nuestro escaso tiempo en un ejercicio ya inútil para nuestra satisfacción, o bien es que la realidad siempre fue, aunque de ello no fuéramos plenamente conscientes. que no nos gustaba con tanta pasión como creíamos al principio.
Y ya que hablamos de Patagonia Fly-fishing, no puedo estarme de saludar a uno de nuestras seguidoras más guapas y excelente persona, María Victoria Orsi, alma mater de Fly-fishing soul, y una pescadora a mosca excepcional. Desafortunadamente, la pesca a mosca no tiene aquí mucha prédica entre las señoras. Es una lástima. Seguramente, Maria Victoria podría dar, tanto en acción de pesca, como en habilidad en el lance, lecciones maestras a muchos señores de por aquí que incluso se creen sus propias mentiras, incluída aquella de “¡cuánto sé de pescar”...
Vuelvo a ayer, primer sábado de verano, y al punto de iniciar, por fin, la crónica de esta doble jornada de pesca.
Como podéis suponer, nada más llegar a Campdevànol, y en vez de ir a ver como bajaba el rio, y todo eso, me fui raudo a saludar a mi amigo Ignasi de Can Nasiet, y a encargarle la “boina” para la tarde. Sin embargo, esta vez Ignasi me convenció para que probase su coca de Sant Joan de frutas rellena de nata. Por supuesto que acepté, y me fui a ver como bajaba el rio (¡vaya mosquero estoy hecho!), ya relamiéndome con anticipación del festín pastelero que se preveía para dentro de unas horas.
Después de un par de jornadas de pescar con tiempo inseguro e incluso desapacible, la llegada del verano también ha traído una pequeña ola de calor, pero que –después de una primavera excepcionalmente lluviosa- se agradece, pues a los rios ahora mismo no les falta agua (ayer el Freser bajaba alegre y cantarín), y la trucha por fin se ha activado con ganas, como podremos leer más adelante.
El problema de los dias en que decido hacer una “doble jornada de pesca”, cosa que no hago muy a menudo (la última que tengo registrada es de Junio del 2006), es que siempre, y por regla general, la primera parte se come gran parte del tiempo de la segunda. Esto suele suceder, y tal como pasó ayer, porque en el momento en que “deberíamos” ir al otro destino, los peces están activos, y no hay quien nos saque del rio en esos momentos.
La jornada “A”, o sea la inicial, la hice por la mañana, y hasta bien pasadas las dos y media de la tarde, en el tramo sin muerte.
Todo y que no lo pesqué en toda su longitud, me recreé mucho pescándolo despacio. La verdad es que es bueno que de vez en cuando nos recuerden las cosas que valen la pena, como el consejo de Marc: “la pesca es para disfrutar”, así que en esta manga de la mañana, me lo tomé con una calma y un relax total. Si hubiese pescado “a piñón, seguramente hubiese hecho una pescata bastante escandalosa, pero las nueve truchas que metí en el salabre, seis a ninfa y tres a seca, me supieron realmente a gloria, pues por fin, y por un bendito dia, dejé aparcadas muchas angustias vitales, y estados de ansiedad crónicos para pasearme despacio por ese rio que tanto amo, y disfrutando de mi tiempo de pesca no tan solo en clavar peces, sino también en tomar un refresco a la sombra en los bancos de piedra de la zona de picnic, o de parar unos diez minutos a tomar el sol y fumar un cigarrillo bajo el astro rey, sentado en una gran piedra en medio del rio con casi medio cuerpo en remojo (seguramente, la gente que circulaba por el puente de la carretera debieron pensar que en Campdevànol han instalado una réplica muy cutre de la famosa “Sirenita” de Copenhague).
La pesca en si, en este tramo de jornada, no tuvo mucho secreto: pesca con tándem de seca ninfa, con muchas, pero que muchas subidas de las pintonas al trico, de las cuales se fallan un mogollón (¡que rápidas son las muy p..!), y muchas menos tomadas de la ninfa, pero que suelen conllevar una clavada más fiable.
El motivo de retrasar tanto el fin de la primera manga, no fue otro que, casi al final del tramo pescable del coto sin muerte, tuve un largo duelo con una de esas truchas que algunos de por el Ripollès llaman “Bull Negre de Ribes”, y que no es otra cosa que unas enormes truchas... de color negro.
No, no son leyenda urbana. Yo mismo las he visto ya varias veces en Montagut, e incluso mi buen amigo Joan Serra “Xaica” pescó una en ese mismo sitio hace un par de temporadas. En esta ocasión, intenté pescar un señor “bull negre” a ninfa vista, pero sin éxito. ¡Vaya pedazo de trucha! Esa por lo menos pasaba largo de los dos kilos...¡para que luego digan que en Campdevànol sólo hay trucha pequeña! Hasta tres veces siguió el engaño, pero esa trucha tan peculiar, a buen seguro debe saber latín, griego y arameo, a fuerza de haber probado hierro y haber entrado en la sacadera de alguno que otro más habilidoso que yo.
Bajo un sol de justicia, atravesé un pueblo adormecido a la hora comer, buscando siempre la sombra, para plantarme en el coto tradicional. Aquí el rio iba un poco más justo de agua que en el coto sin muerte, pues a buen seguro algún canal u otra captación de aguas debía estar con la compuerta generosamente abierta.
Al principio, fue aquello de “Vini, Vide, Vinci” de Julio César contra Farnaces del Ponto, pues nada más pegar las primeras varadas sobre la corriente, ya había clavado, a seca, dos preciosas truchas. Sin embargo, y a excepción de la subida infructuosa de dos truchas muy pequeñas al trico, no hubo solución de continuidad con las capturas.
Al poco, y remontando rio, vi a lo lejos a otro pescador, por lo que supuse que el rio estaría ya bastante batido y las truchas bastante “zurradas”, por lo que decidí salir del mismo, y encaminarme a pescar a la parte superior del coto.
Cual sería mi sorpresa, cuando en la zona del helipuerto, y vestido de mosquero entre una turbamulta de bañistas de rio eslavos (hablaban algo parecido al Ruso), estaba intentando pescar mi buen amigo Josep Maria.
Estuvimos hablando un rato, y me dijo que la jornada había sido excelente, tanto para él como para Manolo, que era el pescador que había divisado antes, y que ahora seguía pescando, pero aguas debajo de nuestra posición. Sin embargo, al llegar a la zona del helipuerto, se había encontrado con que aquello parecía la playa fluvial de Moscú, y lo que era peor, sospechaba que alguno de los bañistas (había varias bañistas de bastante buen ver, por cierto), había escondido artes de pesca furtivos, por lo que había llamado al presidente de la Sociedad de Campdevànol, mosquero como nosotros, para que viniese a echar un vistazo.
Como Josep María seguía esperando al presidente, subí un tramo de rio más. Y aparte de pillar a otro bañista (esta vez autóctono) defecando entre los matorrales, y a otro de nacionalidad indefinida (ni respondió a mis “buenas tardes”) tomando el sol, ya no ví más gente. Eso si, la actividad de las truchas se había detenido por completo, como suele suceder muchas veces, y en muchos rios, a esa hora de la implacable galvana de media tarde, por lo que decidí pasar a despedirme de Josep María, y marchar a buscar mi bien merecida y previamente reservada merienda.
Josep María seguía esperando al presidente, y echando un ojo a las intenciones de los presuntos bañistas eslavos. Evidentemente, las bañistas también merecieron que se les echase un ojo, y dos, todo y que esas pieles tan blanquitas están llamadas a sufrir la potencia de fuego de nuestro abrasador sol latino.
Para hacer tiempo, anduvimos un rato hasta la posición de Manolo, que seguía manejando un tándem de ninfas en la corriente. Josep María aprovechó para contarme cuales habían sido los señuelos triunfadores de una jornada con más de veinte capturas y sueltas. Sobre todo su microninfa “naranjita” y otra microninfa parecida a la popular mosca ahogada llamada “falangista”. La verdad, es que Josep María tiene una gran habilidad para el montaje, sin duda herencia de la larga tradición leonesa, de la región de la que el es oriundo.
De vuelta al coche, sudado como un pollo (esta frase es de mi mujer) , tuve como no, aquella “one from a hearth”, “corazonada” en Román Paladino, de “si vuelvo a pescar donde he comenzado hace un rato igual saco una trucha. Así que invertí unos veinte minutos de una tarde que ya daba por finiquitada en apurar lances, que la semana es muy larga y el próximo sábado está muy lejos, y tanta fe tuvo, dando esta vez razón a la corazonada, la recompensa de una última trucha que, sin ser nada del otro jueves, sirvió para despedirme del rio, previa su devolución al agua, y encaminarme sin prisa, pero sin pausa, hacia una merienda merecida, deseada, y que os aseguro fue realmente deliciosa.
Por cierto, que ayer (sábado), por la noche daban en la tele una de mis pelis favoritas de los últimos tiempos: Pulp Fiction de Quentin Tarantino. El sermón previo a ejecución de Samuel L. Jackson, el baile Uma Thurman y John Travolta y el jeringazo de adrenalina , el reloj en el culo de Christopen Walken, Bruce Willis a punto de ser sodomizado por psicópatas, el “Señor Lobo” Harvey Keitel arreglándolo todo... ¡que hartón de reir! Este Quentin Tarantino está hecho todo un muy simpático y pasado de vueltas gamberro ¡Cuánto le gustan estas “salchichonadas” al Tiet Ferran!, que diría mi sobrino.


TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 31



Sábado, 25 de Junio de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 14A

Coto El Freser-2 sin muerte - Campdevànol

Rio Freser

Capturas: 6 truchas fario a ninfa y 3 truchas fario a mosca seca

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: soleado y caluroso.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.


Hora finalización jornada: 14,50 h.



TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 14B

Coto El Freser-1 - Campdevànol

Rio Freser

Capturas: 2 truchas fario a mosca seca y 1 trucha fario a ninfa

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: soleado y caluroso.



Hora de inicio de la jornada: 15,15 h.


Hora finalización jornada: 17,30 h.


La música de hoy:


Viaje de ida:

Sinfonía nº 2

Franz Schmidt

Concierto para piano y orquesta nº 2

Alexander Glazunov


Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 2 “en estilo húngaro”

Joseph Joachim

Cuarteto para cuerdas nº 1

Joachim Raff


Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.



1 comentario:

  1. Amigo Ferran
    Uno no deja de sorprenderse cuando lo lee a usted,a una persona con tanta pasión por aprender ,enseñar ,y compartir tantas y buenas experiencias con nosotros ,por cierto este coto tiene buena pinta, pero aun tienen mejor pinta esas boinas,por lo que a este humilde pescador se refiere, solo se me ocurre una palabra!!!! gracias ¡¡¡ y dejarle una cita celebre de ese señor con nombre de cajetilla de tabaco,

    Las actitudes son más importantes que las aptitudes.

    un saludo y buena suerte y que el cami sigui molt llarg.

    luichi70

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