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miércoles, 26 de agosto de 2015

JP-754. SIGUE LA DIVERSIÓN EN OLIANA, PESE AL CAMBIO DE TIEMPO. Jueves, 30/07/2015

Pese al dia gris, y a los episodios esporádicos de llovizna, la jornada de pesca fue divertida, y encima tuve la suerte de que no empezase a llover en serio cuando ya estaba merendando.

Uno no deja de sorprenderse de la saña con la que las humildes bermejuelas atacan los ninfas.

Como bien siendo habitual este verano en Oliana, las carpas royal se han convertido, con su poderoso combate, en las protagonistas de estas jornadas de pesca en el Segre.



JORNADA DE PESCA Nº 754



Ya advirtieron los meteorólogos que el mes de agosto, y en especial su primera quincena, sería de una gran actividad tormentosa. De hecho, el inicio del cambio hacia una desestabilización progresiva de la atmósfera, llegó en el transcurso de los últimos días del mes de julio, y en concreto el primer día del cambio de tiempo coincidió con el último jueves del mes, día en que fui de nuevo a pescar a Oliana, mi destino de pesca por autonomasia en estas vacaciones del verano más caluroso desde el año 2003.
La jornada entera transcurrió bajo un cielo gris y plomizo, repleto de oscuras nubes preñadas de un agua que en ningún momento llegó a precipitar con intensidad, o por lo menos a hacerlo durante el tiempo que estuve metido en el río; como mucho, se fueron sucediendo episodios esporádicos de llovizna a lo largo de las horas. Otra cosa fue la tormenta que llegó bien entrada la tarde, con fuerte aparato eléctrico, justo cuando ya estaba recién cambiado y con la caña recogida, la cual propició la caída de un poderoso y torrencial aguacero, que contemplé cómodamente a través de los cristales del bar en donde estaba merendando.
Una vez más, como en las jornadas anteriores de estas vacaciones en el río Segre, entre los pantanos de Oliana y Rialb, el caudal que bajaba era excelente para pescar, todo y un cierto repunte al alza con respecto al martes de esa semana: apenas unos 12 m3/seg. de agua relativamente limpia.
La jornada de pesca, tercera de las siete que he llevado a cabo durante mis vacaciones de verano del año en curso, se inició a las ocho y media de la mañana bajo una débil llovizna. Como no, la acción de pesca de la mañana, y hasta pasado el mediodía, estuvo focalizada en la gran poza y corrientes aledañas del puente de Tragó, el escenario que tantas capturas, sobre todo de grandes ciprínidos, me ha venido brindando desde mitad de Julio, coincidiendo con mi retorno a Oliana tras casi un año de ausencia.
El "Vini-Vidi-Vince" llegó, esta vez, incluso más rápido de lo que me esperaba, al clavar, a los escasos cinco minutos de haber hecho la primera varada, una gran carpa royal, que picó a una pesada ninfa "de colorines", y que me tuvo cerca de diez minutos tenso, concentrado en la batalla, hasta poder meterla en el salabre.
A partir de allí, se sucedieron lo éxitos siempre pescando las corrientes, en especial la veta central que recorre la poza, y siempre siendo la ninfa pequeña del combo de dos, la atractora "pompom", quien recibió las picadas, convertidas con éxito en capturas, de cinco truchas arco-iris de repoblación, y de una bermejuela.  
Todo y así, esta sucesión de capturas no fue en  poco tiempo, pues la prospección de la vena central de corriente que recorre la poza me llevó un buen rato, mientras soportaba una débil lluvia, o veía los intentos infructuosos del sol por aparecer entre las nubes. Cuando por fin levanté la cabeza del río, me di cuenta de que eran ya casi las doce y media. ¡Hay que ver lo rápido que pasa el tiempo, cuando uno se lo pasa bien!. 
Machacada y bien machacada la postura, mi siguiente objetivo era aprovechar bien el día, mientras no acabase diluviando, yendo a pescar la parte alta del coto para, primero, repasar la poza de la mole de hormigón, frente a la piscifactoría, y más tarde terminar pescando a seca en la tabla del Camí de l´Oliva.
Llegado, tras un corto trayecto en coche, a la postura elegida, el sol se impuso por un rato, y pude pescar por primera vez en lo que llevaba de día, bajo los rayos del astro rey.
En esta postura, y aparte de capturar otra bermejuela con la ninfa "pompom", me las tuve, vi y deseé con una enorme carpa royal que, sin ser mucho mayor que la que había capturado por la mañana, puso en jaque mi equipo en una larga batalla de la que mi bajo de linea salió indemne de milagro, pues tal parecía que el pez hubiese tomado varias raciones de la famosa "kriptonita", que es el sustento vital de Superman. Una batalla realmente campal, para una picada sin mucha mística, pues habiendo perdido la ninfa atractora de color naranja chillón de la mañana, puse la primera ninfa de calibre pesado que me vino en gana, y esta no era otra que una de esas de color rosa, que hacen estragos entre las truchas de repoblación, especialmente en Alfarràs.
La apertura de claros, y consiguiente dominio del sol, duró bien poco; apenas media hora. En ese tiempo, volvió a cubrirse y, esta vez si, llegó la lluvia algo más en serio. La precipitación me pilló pescando con las ninfas "a la polaca" la orilla del lado de la verja de la piscifactoría, y al intensificarse me obligó a buscar refugio entre los árboles de la orilla contraria (volviendo a cruzar el río), en donde el denso follaje me sirvió de improvisada cubierta, mitigando en mucho lo que hubiera sido, al descubierto, un auténtico remojón.
Este episodio de lluvia algo más intensa duró como unos veinte minutos. Dejó de llover, pero ya no salió el sol. Fui un momento a mirar la tabla del Camí de l´Oliva, por si se veían cebas, pero al no haber ninguna, ni ver eclosiones, pensé que mejor sería terminar lo que quedaba de jornada pescando a ninfa ligera o a tándem de seca y ninfa en corrientes de poco calado, por lo que salí del río con la intención de probar suerte en las que desembocan en la poza de la Gravera.
Al igual que en la jornada de dos días antes, no había visto ni un pescador en todo el día, y resultó que los dos únicos que había pescando en más de un kilómetro estaban donde yo quería pescar. Ningún problema, pues río hay de sobra, así que, para completar los últimos compases de la jornada me puse a pescar una tabla de escaso calado que queda pegada a la misma orilla de la pista de tierra, lugar en donde, ocasionalmente, o eso creía recordar de tiempos pretéritos, daban la cara truchas fario nacidas en el mismo río.
Para mi sorpresa, la tabla en cuestión estaba realmente llena de enormes barbos, que intenté pescar lanzando largo el tándem, con toda la intención de que se interesasen por una minúscula pheasant tail. Sin embargo, los hidrodinámicos y estilizados bigotudos no le hicieron caso a la pequeña ninfa, y lo único que conseguí, fue una picada por sorpresa, de esas que no te esperas, al tricóptero por parte de una trucha fario, de escaso porte pero muy juguetona, que se me desclavó, terminando así con el excelente ranking de eficiencia de un día en el que no se me había escapado ninguno de los peces que había clavado.
Poco después de las cuatro de la tarde, comenzó a levantarse un fuerte y violento viento, y se oyeron retumbar truenos cada vez más cerca. Esta vez fui precavido, y decidí dar por terminada la jornada antes de que la cosa fuera a mayores, como así fue un rato después, y terminara empapado.
Tal y como he dicho, al inicio de este relato, la tromba de agua la vi desde el otro lado de los cristales del bar en donde estaba merendando. Cuando amainó, sin prisas porque para eso estaba de vacaciones, me puse rumbo al apartamento en la playa. Hasta Ponts estuvo lloviendo, pero cada vez menos, y ya en Guissona lucía un sol hermoso en una calurosa tarde de verano. Fue entonces cuando lamenté haberme ido tan pronto del río, pues mis ganas de pescar no se habían saciado del todo, y me esperaba más de una semana sin poder enfundarme el váder, ya que iba a participar en una larga travesía de montaña de casi una semana, con mis compañeros del centro excursionista del que soy socio. Pero eso es otra historia, para contar en otros ámbitos; en el que a la pesca se refiere, hubieron más días de pesca después de volver de excursión, pero esas historias ya os las contaré a su debido tiempo.          



JORNADA DE PESCA Nº 754



Jueves, 30 de julio de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 35
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 20

Coto Intensivo de Oliana S. M. SE08 A/B
(Modalidad del ticket: sin muerte)
Río Segre.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 5 truchas arco-iris a ninfa, 2 carpas a ninfa y 2 bermejuelas a ninfa.

Equipo de pesca a mosca:
Caña: Scott A2 - 10 pies - línea 6
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología: nublado y templado, con episodios esporádicos de llovizna

Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: sin dificultad, y sin ser preciso el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 08,30 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 5
Concierto para piano y orquesta nº 2
Piotr Iliych Tchaikovsky


Viaje de vuelta:

Sinfonía en "FA" sostenido
Suite de "Mucho ruido y pocas nueces"
Erich W. Korngold

Concierto para violoncello y orquesta nº 2
"Encuentro" (fantasía para violoncello y piano)
Joachim Raff


Líneas Tensas!

Ferran RUBINSTEIN.

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