"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

martes, 25 de agosto de 2015

JP-753. BIENVENIDOS AL RUBINSTEIN FISHING LODGE EN OLIANA. Martes, 28/07/2015

Bienvenidos al lodge de la Rubinstein Fishing Corporation en Oliana. En nuestras instalaciones, ustedes pueden gozar de unas maravillosas vacaciones de pesca en el río Segre.
Un dia de pesca afortunado, que no pudo empezar de mejor manera: con la captura de esta gran carpa royal.

Las bagras no podían faltar a su cita veraniega con el pescador en Oliana

Un día de auténtico verano en Oliana, de esos que te hacen sentir lo grato que es estar de vacaciones, dedicándote a una de tus aficiones favoritas... hasta que la temperatura de este segundo verano más caluroso de lo que llevamos de siglo te hace pensar en lo bien que se está tomando una cerveza fresca, en un bar con aire acondicionado.

Esta vezsi que funcionó la pesca a pez cisto con ninfa, y la víctima fue esta carpa común, que salió de entre una autnéntica marea de carpas royal.



JORNADA DE PESCA Nº 753



ENSOÑACIONES DE VERANO: LA BARRACA Y EL LODGE.

Ya el año pasado, pescando la gran poza del puente de Tragó, en el coto de Oliana, reparé en una precaria e improvisada barraca de pequeñas dimensiones, poco menos que una tienda de campaña, hecha con troncos y cañas que, medio oculta a la vera de dos pequeños alisos, invita a pensar si alguien la ha puesto allí más como objeto decorativo, que con alguna finalidad práctica, dado el poco abrigo que ofrece a los elementos.
Quizás, esta barraca sea obra de algunos chavales del pueblo. Me gustaría pensar que la han construido unos adolescentes que, alguna vez, he visto llegar al río con sus bicicletas, y tras sacar de un escondrijo entre la maleza un gran neumático de camión, se han lanzado con el, río abajo, a modo de improvisada balsa de rafting.
Esta rústica construcción, me ha hecho pensar en mis aventuras de la infancia y de la adolescencia, cuando incluso ir a pescar al Pantano de Vallvidrera o al rompeolas era toda una odisea, y por  un momento me he visto a mi mismo, en esta mañana de verano tan espléndida, como un libre y desatado Huckleberry Finn (1) en un Mississipí en miniatura, feliz por hacer algo tan simple, como impagable, como es tener tiempo de sobras para vagabundear por el río, con la caña de pescar en la mano.
Pero también, esta cabaña me ha hecho pensar, en oposición a su precariedad, en un hipotético lodge de pesca en Oliana, a pie de río. Un hotelito para turistas de pesca que quisieran conocer y disfrutar de la "Patagonia Catalana". Bonito, pero ruinoso negocio seria este, al fin y al cabo, pues los tiempos de gloria de hace décadas, cuando en temporada el hotel, las pensiones y el camping de Oliana se llenaban de pescadores, ha pasado a la historia hace mucho. Hoy por hoy, la cruda realidad, esa que los hombres que no nos hemos desprendido nunca del niño que fuimos no queremos ver, es que este exiguo tramo del antes majestuoso Segre, es poco más que el desagüe de un gran embalse a otro aún más grande, y a veces incluso el río mismo se asemeja, en sus habituales crecidas por apertura de compuertas, a un pantano con el agua en movimiento. 
No, para nada ni los mosqueros finos, ni  los señoritos de la trucha genéticamente pura y mucho menos  las élites adineradas de los viajes de pesca al otro lado del planeta, querrán veninr al Rubinstein Fishng Lodge de Oliana. En la "Patagonia Catalana", la pesca de la trucha está en regresión, en declive total: aquí ya solo se repuebla para el "captura y fríe", de tal manera de que los salmónidos han pasado a ser los humildes sparrings, de lo que queda de un río en el que los ciprínidos son, ya desde hace mucho tiempo, los amos y señores.
Sigue con tus sueños de verano, Rubinstein. Sigue fabulando mientras andas hacia el río. Una vez allí volverás a ver la barraca y no el lodge, y quizás despiertes. Entonces, agradecerás haberte traído la caña potente, y haber puesto un bajo de linea con terminal algo más grueso, pues las carpas, esos peces magníficos y poderosos, que tan injustamente discriminan algunos que se hacen llamar pescadores a mosca, van a tensar tus líneas. Entonces, seguramente de darás cuenta de lo feliz que se siente uno pescando, al lado de esa barraca y en ese río que ya no parece un río, esos peces que otros desdeñan pescar, pero que a ti tanto te gustan, y mas cuando ponen a prueba al máximo la resistencia de tu equipo, tus aparejos y sobre todo tu siempre escasa habilidad.


UN BUEN DIA DE PESCA, PARA EL ÚNICO CLIENTE DEL RUBINSTEIN FISHING LODGE


A la hora de redactar este artículo, mis vacaciones de verano terminaron hace unos días. Tras la ardua tarea de ponerme al día en temas laborales, y la no menos dura de poner orden en lo domestico, ha llegado la hora de ir actualizando este blog, con las crónicas de las jornadas de pesca de este tiempo de relajación estival, en el que he estado demasiado ocupado divirtiéndome, como para sentarme un rato delante del ordenador. Espero que mis lectores sean comprensivos; al fin y al cabo, esto último es lo que hago, durante horas, días y meses a lo largo del año, y creo que de vez en cuando conviene desconectar de la rutina. Es más, os voy a confesar un secreto a voces: en todo un mes no me he conectado a Facebook ni una sola vez, aunque esto suene casi inaudito en estos años del sorprendente, y a la vez trepidante, Siglo XXI en que vivimos.
En esta jornada, que corresponde al martes de mi primera semana de vacaciones, llegué muy temprano a Oliana, para gozar del relativo frescor de la mañana, tras una noche de calor e insomnio en la costa. Una mañana preciosa, con un cielo de un azul intenso y con una fresca brisa que tanto era de agradecer, a la que siguió un mediodía de calor y una tarde realmente tórrida; no en vano, estamos en el segundo verano más caluroso en lo que llevamos de siglo, desde el año 2003.
El estado del río, con un caudal bajo de agua limpia (o todo lo limpia que puede estar el agua en Oliana, claro está), auguraba, junto con la climatología favorable, una buena jornada de pesca, como así fue.
Casi el 80 % o mas de la acción de pesca de este dia, se desarrolló en la gran poza del puente de Tragó y sus corrientes de entrada y salido. Solo durante un interludio, entre el mediodía y primera hora de la tarde, pesqué en otro tramo del coto.
A una hora tan temprana como las ocho y cuarto, ya habían peces activos, sobre todo carpas a las que veía desfilar por el blando lateral de la corriente de entrada de la poza, muy pegadas a la orilla, y que de vez en cuando incluso subían a comer en superficie, supongo que algún terrestre, pues en aquel momento no habían eclosiones.
De nuevo, siendo las carpas mi objetivo prioritario, aposté por poner dos ninfas de fantasía: una con "mucha chicha" (patrón de pheasant tail con cuerpo naranja chillón, en un anzuelo grande y bola de tungsteno del 3) y la otra la eterna atractora, la ninfa "pompom" con el plumero de color salmón.
La verdad es que tardé menos de diez minutos, pescando al agua y arrastrando la ninfa de punta por el lecho del río, en tener una brutal picada, y capturar, gracias a la misma, la primera carpa del día, después de una buena batalla de casi diez minutos de forcejeo. Una hermosa carpa royal, de mas de 50 cms,, de las muchas que este año parecen haber invadido el coto teóricamente salmonícola, y que han desplazado claramente a sus primas, las carpas comunes.         
Pero ni todo el año es verano, ni todo el monte es orégano, y a esa primera y temprana captura inicial siguió una larga fase de ausencia de picadas, por lo que poco a poco fuí alargando el lance y adentrándome más en la corriente, saliendo del gran blando lateral. Al poco de entrar en los dominios del agua movida, comenzaron las picadas, todas a invariablemente a la ninfa atractora, y por un buen rato me vi muy entretenido, capturando y soltando cuatro truchas arco-iris de repoblación, todas loquitas por el plumero asalmonado, al igual que una par de un par de luciopercas de escaso porte (unos "lapiceros" de veinte y pocos centímetros) que se unieron a la "Fiesta del Pompom". Esta visto que esta atractora vuelve locas a las "gallinas" pero también es del agrado de otros peces, aunque es de justicia reconocer que los "vampiros del río" muerden cualquier cosa que se menea en el agua, para entregarse después con una insultante docilidad al mínimo castigo de la puntera de la caña; es más: comparado con las luciopercas, las truchas de repoblación, incluso las más muñonas, pelean con mucha más dignidad.
Además, pescando aguas abajo, apurando la deriva de las ninfas al máximo, comenzaron a dar señales de vida las bagras, otros veranos tan frecuentes en Oliana, y un par de ellas demostraron también gran interes por la dragada de la bolita de color salmón, que es en lo que se convierte el plumero de la ninfa de fantasía la que consigue empaparse. 
Al terminar la prospección de las corrientes de entrada a la poza, ya era bien entrada la mañana y el sol comenzaba a apretar. Tras rehacer un poco el aparejo, fui a probar un rato a las corrientes de salida de la poza, que empiezan justo debajo del puente colgante. Allí, tras capturar a las primeras de cambio una bermejuela,  acabé pescando un par de truchas irisadas de repoblación más, clavadas, al igual que el cipríndo de las aletas rojizas, con la ninfa atractora del plumero.
A mediodía (horario, que no solar), la pescata era ya considerable: 6 truchas arco-iris, dos luciopercas, 1 bermejuela, y sobre todo un buen trofeo en forma de carpa royal. Más que nada, por variar, decidí subir a la parte alta del coto, con el objetivo de pescar un buen rato a mosca seca sobre cebas de truchas, que era lo que me apetecía en ese momento, no sin antes pasar por el coche para rechacer el aparejo y a beber una lata de te con limón de mi nevera portátil.
Tras un corto viaje en coche, dejé aparcado el mismo a la sombra, justo encima de una mole de hormigón  bajo la cual hay una poza rodeada de una tabla de aguas casi paradas. Al asomarme al río, para hacer un pis, pude ver en toda esa zona una gran cantidad de carpas y barbos retozando bajo el sol. De repente, se me pasaron las ganas de ir a por truchas, ni que fuera a seca, y me entró de nuevo la fiebre de los ciprínidos.
Una vez readaptado el bajo de linea, para volver a pescar con un par de ninfas, entré con calma en la tabla, y me fuí arrimando a la poza. A los pocos lances, justo en la divisoria de las aguas someras con el inicio de la progresiva profundidad, vino la picada y captura de otra bagra con la ninfa "pompom". La cosa empezaba bien, pero uno no podía evitar ponerse nervioso al ver a tanta carpa y tanto barbo pululando casi a mis pies. Los intentos de tentarlos  pez visto, iban fracasando uno tras otro, así que dejé de focalizar los esfuerzos en los peces de la tabla, para peinar, con un poco más de distancia la relativa profundad, aunque no mucha, de la poza. Cuando ya estaba realmente cansado de insitir, vino una picada brutal, y al clavar tuve que dejar salir linea del carrete rápidamente, so pena de perder "algo" que estaba clavado al otro lado edel bajo. Ese "algo" ganó distancia huyendo río abajo, pero esta vez no tenía el apoyo de una fuerte corriente, asi que pude pararlo e irlo trayendo poco a poco, hasta que tras otra batalla de pura resistencia, de las que te dejan el antebrazo pidiendo reflex a gritos, conseguí otra carpa royal, quizás un poco mas pequeña que la que había pescado a primera hora de la mañana.  
Tras la captura de la segunda carpa, me di cuenta de que con tan larga pelea había dejado muy revuelta una postura relativamente pequeña (sobre todo si la comparamos con la que había pescado por la mañana), así que salí del río, esta vez con el objetivo, de nuevo cambiado, de ir a pescar al chorro de la piscifactoría, en donde tantas emociones había vivido el sábado anterior. sin embargo, y como suele suceder, en un día con pocos pescadores en el río (hasta ese momento no había visto ninguno), ves tu por donde los dos únicos que vi en todo el día estaban allí pescando. En fin, no hay problema, y menos en un río tan grande como el Segre, así que más que nada por inercia y pereza mental me fui de nuevo a la gran poza y corrientes aledañas en donde había estado pescando hasta pasado el mediodía.
El calor de las dos y media de la tarde era realmente aplastante. Antes de ponerme a pescar de nuevo, aproveché para refrescar el gaznate un poco, y de paso fijar mis objetivos de pesca para lo que preveía eran los compases finales de la jornada. Ahíto de pescar como estaba, y muy satisfecho por haber tensado tanto la linea, solo me quedaba poner la guinda del pastel a la jornada, y esa no era otra que pescar ¡de una vez por todas este día! una carpa a pez visto en esa postura.
Al volver a entrar en la poza, no había ningún pescador que me hiciera la competencia, pero si dos bañistas: una pareja jóven que estaban secándose del baño en unas toallas extendidas sobre la grava, y que no me molestaban para nada. Para mi propósito, no podía haber elegido mejor día, pues el agua era clara, y eso permitía localizar a las posibles presas, que encima estaban muy orilladas, por lo que debía proceder a pescar casi con los pies en seco. Para simplificar más aun el trabajo, prescindí de una de las dos ninfas (la "pompom"), e incluso de la bolita del señalizador de picada.
Casi lo consigo a las primeras de cambio, aguas abajo, cuando una carpa que estaba literalmente pegada a la orilla se desplazó lateralmente para tomar la ninfa que recogía a pequeños tirones. Desfortunadamente, le quité el señuelo de la boca justo cuando lo engullía, y todo quedó en susto para el pez y destensada de línea para mi. Estaba visto que iba bien, y solo era cuestión de insistir.   
Seguí así, extendiendo mi radio de acción, pues los bañistas ya se habían ido, literalmente cazando más que pescando, hasta  que ¡hurra!. al pasar la ninfa por los morros a otra carpa, que estaba también pegada a la orilla, pero esta vez aguas arriba, esta la tomó, y no dudé  en darle cachete. Esta vez si, tensión de línea, gran batalla, y finalmente pez en el salabre casi diez minutos después de tiras y aflojas. Una gran captura, máxime al tratarse de una carpa común, ya que este verano las comunes se han visto claramente desplazadas por una gran invasión de carpas royal.
Fin del partido. El calor era ya insoportable, a eso de las cuatro y media de la tarde, y el único cliente del Rubinstein Fishing Lodge, clamaba ya por una cerveza bien fría, y por merendar tranquilamente en un bar en el que hubiera aire acondicionado.


EPÌLOGO: MAÑANA SERÁ DÍA DE PLAYA.

Nada más salir del coche en Cubelles, recibo una tremenda bofetada de calor húmedo. Ha hecho calor, mucho calor durante el viaje, pero lo he soportado muy bien gracias al aire acondicionado del coche. Sin embargo, el bochorno de las comarcas costeras multiplica por dos la sensación de calor, y te hace sudar todo el día. El verano es así, pero por suerte mañana será día de playa, sigo de vacaciones, y no tardaré mucho en reservar en el Rubinstein Fishing Lodge una nueva estancia. 


     
(1) El personaje de Hucleberry Finn, es un muchacho aventurero y vagabundo del Mississipí, que aparece en en la novela "Las aventuras de Tom Sawyer", de Mark Twain, convirtiéndose en el protagonista de la continuación de la misma  titulada "Las aventuras de "Huckleberry Finn".   




JORNADA DE PESCA Nº 753


Martes, 28 de julio de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 34
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 19

Coto Intensivo de Oliana S. M. SE08 A/B
(Modalidad del ticket: sin muerte)
Río Segre.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 6 truchas arco-iris a ninfa, 3 carpas a ninfa, 3 bagras a ninfa, 2 luciopercas a ninfa y 1 bermejuela a ninfa.

Equipo de pesca a mosca:
Caña: Scott A2 - 10 pies - línea 6
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología: día soleado, de mañana fresca y tarde calurosa.

Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: sin dificultad, y sin ser preciso el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 08,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 1
William Walton

Sinfonía en "DO" sostenido menor
Hans Pfitzner


Viaje de vuelta:

Sinfonía  nº 1
"Nôtre Dame"
Franz Schmidt

Concierto para violoncello y orquesta nº 2
Joachim Raff


Líneas Tensas!

Ferran RUBINSTEIN.

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