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domingo, 8 de septiembre de 2013

JP-669. COTO INTENSIVO DEL PEDRET S. M. LL03. Sábado, 07/09/2013.

Aun estamos en verano; es más, apenas es el primer fin de semana completo de septiembre y el otoño ha llegado, de la mano de un frente frío, por lo menos a las comarcas interiores y de montaña de Catalunya.

Pese a lo desapacible del día, la jornada de pesca terminó con el balance de 17 truchas capturas y soltadas. Otros blogueros se hincharían a colgar fotos de truchas, pero yo bastante faena tuve con seguir pescando y aguantando el chaparrón, y como mucho me limité a tomar un par de instantáneas del río, al final de la jornada, más que nada para ter algún recuerdo de este día, uno más de los muchos en que, a lo largo de años, no he renunciado a pescar por el hecho de que lloviera.    




JORNADA DE PESCA Nº 669.

Aun estamos en verano; es más, apenas es el primer fin de semana completo de septiembre y el otoño ha llegado, de la mano de un frente frío, por lo menos a las comarcas interiores y de montaña de Catalunya. Como no podía ser menos, y siguiendo los preceptos de esa "Ley de Murphy" que se demuestra siempre infalible, siempre llueve en fin de semana. En esta ocasión, el frente frío que posiblemente de carpetazo definitivo al corto pero intenso verano de este año, ha llegado en sábado, o sea coincidiendo una vez más, y van tropecientas, con mi día habitual de pesca.
La estética de este día ha sido plenamente otoñal. Fuera y dentro del río. Cielos grises, mucha humedad, temperaturas decididamente frescas, y en Cal Rosal ya han montado, como cada año y hasta el 30 de noviembre, la "Fira del Bolet" (1).
Enfundado dentro del impermeable, he aguantado una vez más una larga jornada de siete horas y media pescando bajo la lluvia. De nada me ha valido renunciar al placer de desayunar tranquilamente en el bar leyendo el periódico (privilegios estos que no tengo en mi vida cotidiana), con el fin de empezar muy pronto a pescar con la esperanza de que la lluvia llegase por la tarde. En esta ocasión ya empezó a llover cuando no llevaba ni una hora de paseo, caña en mano, por el río. Si sirve de consuelo, al menos la lluvia no devino en tormenta en ningún momento, y pese a las muchas horas de precipitación continuada, en ningún momento se ensució el río. ni hubo aumento alguno de un caudal que en esta ocasión era bajo, como suele serlo en esta época del año cuando la mano que mueve la compuerta del pantano de La Baells decide que ha llegado el momento de ahorrar agua.
La Ley de ese tal Murphy (que no es el Alex Murphy que dijo aquello de "mis amigos me llaman Murphy, pero usted llámeme Robocop" (2), quede esto claro), funciona en doble dirección, o sea y hablando en plata que algunas veces el cumplimiento de la misma  te poco menos que sodomiza, y otras incluso puede resultar beneficiosa. Por ejemplo, ese axioma de que "las truchas pican más cuando llueve" suele cumplirse muchas veces; sólo hace falta estar en el río, aguantando el chaparrón, para obtener beneficios del cumplimiento del mismo. En mi caso, tuve la paciencia y el aguante de seguir pescando, incluso con el impermeable ya empapado, y terminé la jornada con diecisiete truchas capturadas y soltadas. Volví al coche tiritando de frío y con las lumbares acordándose de mis progenitores, pero con la sonrisa de oreja a oreja. Al fin y al cabo, para combatir los efectos colaterales en la salud de un día de pesca tan húmedo ya existen principios activos tan eficaces como el ácido acetil-salicílico o el ibuprofeno.
La clave del éxito de esta jornada, residió en resistir la tentación de darla por terminada en el transcurso del segundo de los tres chaparrones que hubo a lo largo de la misma. El primero cayó nada más comenzar a pescar, a eso de las nueve y cuarto, pero fue de corta duración. Tras una pausa de hora y media, en la que parecía que se iba a abrir el cielo e incluso iba a salir el sol, llegó el segundo chaparrón, de más intensidad que el primero. En ese momento, llevaba sólo cuatro truchas, y seguramente fue el hecho de que los peces estuvieran picando con decisión y de un modo continuado lo que me hizo desistir de dar por acabada la pesca por ese día. La pause entre el segundo y el tercer episodio de lluvia fue muy corto, y ese tercero ya tuvo solución de continuidad hasta el "pitido final del partido" e incluso más allá, pues siguió lloviendo toda la tarde, incluso durante el viaje de regreso a casa.
Vaya por delante, que no estuve pescando en la zona estrictamente sin muerte que está más arriba del puente románico, y que a buen seguro muchos lectores ya saben que está muy bien repoblada a fecha de hoy. Como no hay secretos entre nosotros, queridos seguidores, ya os avanzo que pesqué un largo tramo de la parte media del coto, en concreto la que  va desde poco antes del primero de los túneles, y hasta el puente sin barandillas.
Los resultados suelen ser engañosos, y el de esta jornada lo es por partida doble. Por una parte, la cantidad de diecisiete capturas no hace justicia al número de truchas que pude haber llegado a ensalabrar, pues en reñidos combates, perdido por mi parte, se me fueron río abajo nada más ni nada menos que diez truchas, ocho de ellas farios de muy buen porte, e incluyendo un "fariote" de esos que sería digno de la fama que han ganado los de Anglès u Oliana. Si a esto se añade el montón de picadas rápidas y no resueltas, mayormente propinadas por pequeñas fario que se desclavaban enseguida, estaríamos hablando de una pescata de como mínimo veintisiete truchas, un resultado escandaloso y más tratándose de que, por otra parte, la inmensa mayoría de las irisadas capturadas (nueve de trece) respondían al prototipo de peces que, con sus aletas grandes y acostumbradas a nadar en la corriente, llevan ya un tiempo en el río todo y proceder de repoblaciones de hace tiempo. Mención aparte merecen las cuatro farios capturadas, peces realmente bellos, con un promedio de más o menos veinticinco centímetros, aletas grandes como las alas de un jumbo y unas libreas que hacen pensar que, más que tratarse de peces procedentes de repoblaciones pasadas con marrones, pudiera tratarse de nativas de uno de los pocos torrentes con trucha propia que le quedan al Pedret, la Riera de Metge (3), y que debido a los aluviones de estos últimos meses se han desplazado río abajo.
Al igual que la semana anterior, y la otra, y la otra, el viernes hubo una gran cantidad de gente pescando. y mayoritariamente llevándose el cupo de truchas. Como no, y otra vez más, esto se notó en el río el sábado, al igual que la última vez que visite Pedret hace dos semanas, pues a las muy pocas truchas "muñonas" que quedaban si que se las veía, pero estaban recelosas y asustadas en grado superlativo. Supongo que el hecho del exterminio habitual de la cuba de "carne para el sacrificio" unido a la poca presencia de pescadores dadas las condiciones meteorológicas, contribuyeron a que en este sábado saliesen a pasear las truchas de la "dimensión paralela", que no es otra, en un coto intensivo, que la de las que no se ven, y que sin embargo están allí: las que se han acostumbrado al río, o incluso pueden haber nacido en el mismo.
Con tanta lluvia, el día estaba poco para pescar a seca, máxime cuando apenas si vi tres cebas, en tres lugares muy alejados entre sí, en todo mi periplo. Todo y así, y aprovechando el bajo caudal del río, no renuncié al placer del "jogo bonito" o pesca lo más ligera posible, y en vez de dejarme el brazo tieso de pescar "a la polaca", opté por pescar largo, lanzando lejos y haciendo derivas amplias, un aparejo de una sola ninfa y una pequeña bolita de plastilina a modo de señalizador de picada. Respecto a las ninfas, tampoco hay ningún secreto, pues en el fondo son las mismas que hubiese usado para montar un tándem con un tricóptero como "socio en superficie"; con dos imitaciones muy genéricas de pheasant tail hubo más que suficiente: la primera y más pequeña de color naranja, montada en un anzuelo del diecisiete y con una cabeza de tungsteno de color rojo del calibre cero, y la segunda y ligeramente más grande de color verde, en un anzuelo del catorce (de los que son con arponcillo, pero debidamente "castrado" por mis tenacillas) y con una cabeza de tunsgeno del calibre dos.
Como he dicho unos párrafos más arriba, no paró de llover en toda la tarde, y el poderse cambiar de ropa para  ir primero a merendar a Gironella y luego de vuelta casa, se convirtió en toda una peripecia. Por suerte, ya dicen que los Virgo somos tan buenos observadores como muy previsores, hace tiempo que venía buscando un sitio para solucionar este tipo de contingencias y que sustituyese a la gasolinera abandonada que hay entre la Colonia La Plana y Cal Rosal, dado que han vallado el recinto, y al final lo he encontrado: bajo el viaducto de la C-16 en la entrada norte de Gironella pude por fin cambiarme de ropa y recoger los trastos antes de ir a saludar a mis amigos de esa población, tanto del Bar Carmona, como de la Pastelería "El Globus", negocios de los que soy cliente desde finales de la década de los ochenta, cuando por la vieja carretera Comarcal 1411 era toda una odisea llegar al Berguedà, en un tiempo en que la pesca a mosca era para mí poco menos que una utopía, una ilusión que aspiraba llevar a cabo con el tiempo.                      


(1) Feria dedicada a la venta de setas, y que también abarca alimentación elaborada artesanalmente. Se celebra de modo anual en Cal Rosal - Olvàn del 1 de septiembre al 30 de noviembre.

(2) Frase que aparece al final de la película "Robocop-3" (1992).


(3) La Riera de Metge, es un curso fluvial de corto recorrido, nace en la Sierra de Queralt, cerca del Santuario del mismo nombre, y que desemboca en el río Llobregat en el paraje fluvial conocido como El Pedret,  justo por debajo del muro del Pantano de La Baells. Según la legislación vigente, es un "Refugio de Pesca", o sea está prohibido pescar en la misma.


JORNADA DE PESCA Nº 669

Sábado, 7 de septiembre de 2013

Temporada 2012 - 2013 - Nº 42
Temporada de salmónidos 2013 - Nº 26

Coto Intensivo el Pedret S. M.
Río Llobregat

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN.

Capturas: 13 truchas arco-iris a ninfa y 4 truchas fario a ninfa.

Climatología: mañana, lluvia intermitente y temperatura templada; tarde, lluvia persistente sin bajada de temperatura.

Caudal: bajo.
Condiciones de vadeo: perfectamente vadeable, excepto en determinadas grandes pozas, sin ser necesaria la ayuda de un bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 09,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una fiesta eslava"
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Sonata para piano nº 1
Sonata para piano nº 2
Anton Rubinstein

"Variaciones Sinfónicas"
Charles H. H. Parry

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.


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