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domingo, 4 de enero de 2015

JP-729. UNA JORNADA DE PESCA DE LAS DE ROZAR EL BOLO HASTA EL FINAL, PARA COMENZAR EL AÑO. Sábado, 03/01/2015




El año 2015 ha comenzado con una jornada de pesca muy dura en el "Sur del Pedret", soportando un frío intenso y horas y horas sin ninguna picada, rozando un bolo que sólo se salvo a media hora de finalizar la misma, gracias a encontrar unas cuantas truchas arco-iris, supervivientes de las repoblaciones de la temporada anterior, pegadas al fondo de una poza, y que tuvieron la gentileza de activarse un poco con la última hora de sol de la tarde.



JORNADA DE PESCA Nº 729



¡Feliz Año Nuevo! 2015 ha comenzado, a nivel pesca, con una jornada muy dura, de nuevo en el "Sur del Pedret", soportando en compañía de mi amigo Dani Riverboy un frío intenso, y horas y horas sin ninguna picada, rozando un bolo que solo se salvó a media hora de finalizar la misma, gracias a encontrar unas cuantas truchas arco-iris, supervivientes de la temporada anterior, pegadas al fondo de una balsa, y que tuvieron la gentileza de activarse, aunque fuera un poco, con lá última hora de sol de la tarde.
Pero pese a todo lo ingrato de un día sin apenas picadas, y del mucho frío soportado con el mejor humor posible, si algo tuvo de bueno la jornada fué que ¡para mi llegaron los Reyes, con unos días de adelanto!. Los Reyes, o su equivalente en la mitología fluvial, pues mi amigo Daniel Garcia, quien para mi será siempre "Riverboy", me trajo mi nuevo combo para pescar a mosca en pantanos y lagos: caña Adams de 9 pies para línea 8, carrete de la misma marca, con freno progresivo, para lineas 8 y 9, y por supuesto una línea (Adams, como no) 8 FWF. Un equipo a un precio realmente competitivo y económico, y además con el placer de habérsela podido comprar a un amigo, que aparte de ser un  excelente pescador, me esta demostrando ser un hombre de negocios muy serio. Ahora solo hace falta probar el nuevo equipo, pero dado el aval y a la buena propaganda hecha por reputados pescadoes, a lo que conozco bien, estoy más que seguro que será de mi agrado.
Está visto que este año 2015 que acabamos de comenzar, vamos a vivir un invierno bien duro y complicado en lo que a pesca se refiere. Ya no voy a entrar en lo que concierne a la meteorología, a temperaturas negativas, nevadas, nieblas y otros fenómenos típicamente invernales, que puedan condicionar nuestras jornadas de pesca. Lo que va ha convertir este invierno en un largo periodo "de vacas flacas" será que en estos meses de cotos cerrados y peces poco activos, se nos ha acabado el chollo que teníamos, cada invierno de estos último tiempos, de ir a "Magic Anglès", debido al mal estado de este intensivo sin muerte tras las impresionantes y devastadoras riadas del Ter, de principios de Diciembre pasado. Además, el "Recurso Alfarràs" está cada día más quemado, dada la masificación de gente que, incluso en días laborables, acosa a una muy limitada población de truchas concentrada en un tramo de río muy concreto, y de no tanta longitud. Nos queda, como mucho y siempre hablando de pescar truchas fuera de temporada, el ir a Oliana o a Alós de Balaguer, en donde últimamente baja mucha agua y a muy baja temperatura, siempre que hablemos de intensivos sin muerte. O eso, o bien adentrarse en zonas libres sin muerte de llanura, ajenas a la temporada de las zonas trucheras, o repescar intensivos con muerte en donde ya no se repuebla desde el pasado octubre, ni se repoblará hasta el próximo mes de marzo, en busca de las pocas y resabiadas truchas que hayan podido sobrevivir a las masacres del pasado otoño, además de a los furtivos, y a la depredación de cormoranes y visones.
Quizás la jornada hubiese sido otra cosa, si hubiese hecho caso a mi amigo Dani Riverboy, que me sugirió ir a otro sitio, pero el recuerdo de la muy buena jornada de la semana de Navidad en el "Sur del Pedret", junto con mi amigo Dmitriy Girshin, me obnubiló un tanto el sentido, y acabé convenciendo a Dani de volver a probar en las latitudes meridionales del famoso intensivo Berguedano. Ahora, me sabe muy mal, pues gracias a él viví, la pasada temporada, dos jornadas de auténtico ensueño en la zona libre del Ter, y yo no he podido corresponderle con la misma moneda, o sea con una día excepcional en diversión y capturas en el Llobregat.
Llegamos a Gironella, la "Perla del Llobregat", tal como a las ocho de la mañana, y la temperatura era de - 4 º C, o sea la ideal para... irse a desayunar con calma y esperar a que el sol anticiclónico calentase ni que fuera un poco. Pese al ambiete gélido, siempre nos puede al ansia por pescar y el "hambre de río", así que un poco antes de las diez y media de la mañana, ya teníamos las cañas listas y el váder enfundado. Temperatura: solo un grado negativo. Sin excusas, aunque nos estuviera cayendo el moquillo, ¡al agua, patos! en un "Sur del Pedret" con un caudal bajo, perfectamente vadeable, y con el agua, aparte de muy fría, excepcionalmente clara, si acaso con una ligera coloración verdosa, dada la aportación por parte de algún sedimento desde la salida del Canal de Carburos, río arriba. 
En acción de pesca, poco os puede explicar, pues el día consistió en un inacabable batir el río en busca de picadas que no se producían. Lo intentamos todo por activa y por pasiva, aunque la ausencia total de cualquier ceba, por lo menos en las primeras horas, nos hizo decantar por la pesca con ninfas, ora al hilo, ora lanzando largo. Dani también lo intentó con un streamer, y fue alternando este señuelo, de acción mas parecida al lance ligero, con el uso de ninfas y perdigones varios trabajando diversas capas de agua. La verdad es que yo ni tan solo me tomé tantas molestias: pesqué mayormente con una sola ninfa, mi últimamente exitoso perdigón rojo chillón, lanzando más corto o más largo. A ratos, pescábamos los dos más bien juntos, y otros, nos distanciabamos. Dani tuvo incluso la paciencia de repasar con el streamer el mismo tramo batido con las ninfas.  
A eso de la una del mediodía, ¡por fin! tuve una picada a la ninfa de una trucha arco-iris con la que tuve una breve pelea, pero se me escapó. Algo era algo, y quizás esto nos infudió un poco de esperanza. Estábamos csi en el ecuador de la jornada, y al fin y al cabo "aun quedaba partido".
Poco después de este episodio, nos encontramos en el río a dos pescadores de lance ligero, y resultó que uno de ellos era un amigo de Dani. Así tuve la suerte de conocer tanto a David (el amigo de Dani), como a Sergi. Buena gente, y tan devotos del spinning como Dani y yo lo somos de la pesca a mosca. Ambos, no son asiduos del Llobregat, pero en esta ocasión, y dado lo mal que bajan otros ríos, habían venido a probar suerte, y de momento les estaba yendo igual que a nosotros, o sea, y como dicen ahora, que se ha puesto de moda, "cero patatero".
A eso de las dos de la tarde, y en una balsa , algunas truchas dieron señales de vida por arriba, y tanto Dani, como los pescadores de lance ligero, se quedaron a tentarlas, bien con mosca seca, o bien con minnows. Por mi parte, seguí prospectando corrientes, y ya que no picaban, entreteniendome por lo menos en lanzar. Para la ocasión, había sacado del armario mi caña de 10 pies para linea 4, Gudeline Fario, una caña hecha para la pesca al hilo, pero en reallidad la estuve haciendo servir para lanzar una ninfa con un señalizador de picada con una linea 5. El experimento, sugerido por mi amigo, experto pescador y hábil lanzador Carles Vivé, funcionó bastante bien, y no tuve mayor dificultad en lanzar la ninfa. Eso si, siempre que fuera una ninfa pequeña. Las pocas veces que recurrí a aumentar el calibre de la bola de la misma, ni por asomo se me ocurrió hacer un lance sobre el hombro, y recurrí a pescar lo más corto posible, e incluso "al hilo" con solo el bajo de línea.
Hacia la recta final de la jornada, con el bolo casi asumido, aun estuve pescando un rato en unas corrientes con Dani, que había desistido de sus intentos de pescar a seca unas truchas que estaban muy resabiadas, y seguía fiel a peinar agua tanto con ninfas como con el streamer. Poco iba a suponer, que tan próximo al "final del partido", el bolo terminaría evitándose. Unos cincuenta metros arriba de nuestra posición había una balsa, y decidí dejar de zurrar las corrientes para ir a inspeccionarla.
En la salida de aguas de esta badina, iluminada por el último sol de la tarde, me detuve un rato a fumar con calma un cigarrillo y a observar si se veía algún síntoma de actividad en superficie, ya que es una de esas posturas en las que, a menudo en mis visitas a esta solitaria parte del coto, suelen haber peces activos. Y entonces...¡bingo!¡una ceba!. Por lo menos, algún pez había, y estaba activo en la balsa. Dudé por un momento si empatar una seca y ponerme a extender linea y posar lo mejor que pudiera, pese a los nervios y al cansancio, pero en lugar de eso... seguí observando otro buen rato, mientras me fumaba el segundo cigarrillo consecutivo. Viendo que en tan largo intervalo de tiempo no se producía ninguna ceba más, pese a estar bajando por el río una pequeña eclosión de efémeras (de un blanco amarillento, más bien grandes, que no logré identificar) pasé a la acción jugándome el todo por el todo: me posicioné en la orilla misma, en la vertical de donde había visto la ceba, dispuesto a machacar la postura a golpe de ninfa.
Rehusé por completo a meterme dentro del agua, que en esa altura de la balsa me llegaba más arriba de la cintura, y planeé el ataque con los pies en seco, todo y la incomodidad de pescar en una orilla enmarañada y con árboles y maleza a mis espaldas. Tocaba, pues, pescar con ballestas y pequeños e ínfimos rodados. Llegados aquí, he de decir que volví a tener la suerte de cara, una vez más, al disponer ya en el aparejo de una ninfa de mayor calibre que las anteriores (una pheasant tail naranja, con bola del 2), y que había sustituido al perdigón en  la postura anterior, con el fin de rascar fondo del río pese al tiro de corriente. Al primer lance, ya comprobé que la ninfa se hundía lo suficiente en las profundidades de la balsa, y al tercer lance ¡picada!¡picada!¡picada!. No me lo podía creer ¡por fin iba a salvar el bolo!. Manejé la pelea con un cuidado exquisito, y con los nervios a flor de piel logré evitar el no poder tocar escama en mi primera jornada del año. Ya en mis manos, la primera captura de este 2015 fue una trucha arco-iris de buen tamaño, rondando los 35 cms., pero con todo el aspecto de ser una de las supervivientes de las repoblaciones de la pasada temporada, todo y el buen estado de las aletas.
Pero la dicha no iba a ser completa. Estaba visto que el día iba a ser duro hasta el final. Una vez hecha la foto de mi primera captura del año, descuidé mi cámara de fotos en el suelo, mientras liberaba, agachado, al pez. Tuve tan mala suerte que al incorporarme pisé la cámara, que había dejado abierta, y rompí el objetivo. En fin, resignación, otro desafortunado accidente unido a mi largo compendio histórico de torpezas y patosidades en el ejercicio de la pesca a mosca.
Pese al incidente, no se me quitaron las ganas de pescar. Repetí la estrategia de nuevo, y tres lances más y volvía a capturar una segunda trucha, otra arco-iris muy similar a la anterior. Una vez liberada, me quedé casi afónico de gritar a Dani que viniera, para compartir el afortunado hallazgo, pero ni le vi en lontananza, ni le oí devolverme la respuesta, y es que más tarde supe que había bajado, río abajo, a jugársela tentando las truchas que habían dado la cara por arriba un par de horas antes.
El sol se fue retirando de la balsa, y volvió ha hacer frío, pero todo y así aun tuve tiempo para revolcar una trucha más, que se me escapó, capturar otra trucha, la tercera (muy similar a las otras dos) , y tener varias pequeñas picadas a fondo, de peces que se me soltaron a las primeras de cambio, hasta que toda la postura quedó en la sombra, y como por arte de magia, o tal como si hubiesen apretado un interruptor, toda actividad cesó de golpe.
De regreso hacia el coche, me encontré con Dani y los dos pescadores de spinning paseando moscas y minnows delante de unas cuantos peces que se cebaban con tanta regularidad como resabiamiento, hasta que tanto la apatía de los mismos, como el frío que ya comenzaba a apretar, les llevó a tomar la decisión de dar por finalizada la jornada de pesca, todo y que llegaron al coche casi cuando yo ya estaba acabando de cambiarme.
Tanto David, como Sergi, habían conseguido, en tantas horas de pesca, capturar una trucha arco-iris cada uno utilizando minnows de un solo anzuelo sin muerte, un señuelo que hace furor entre los pescadores de lance ligero, sustituyendo junto a las modernas cucharillas ondulantes las tradicionales cucharillas giratorias.
Desafortunadamente, y todo y la perseverancia de pescar tanto con ninfas, como con streamer, mi buen amigo Dani Riverboy se llevó un bolo, que creo que es el primero en muchos años de pesca, y encima pescando varios días a la semana durante todo el año. Me supo muy mal, pues como dije antes me siento un tanto responsable de este mal resultado, ya que fui yo el que insistí en llevarle al "Sur del Pedret". Intentaré compensarle con algo mejor, si puedo y los peces también lo permiten, la próxima vez que pesquemos juntos, que espero sea pronto.
Para terminar la jornada, en un claro pero intensamente frío atardecer de invierno, fuimos a merendar a Cal Rosal, y a apurar el día de aventuras (y desventuras) con una buena tertulia de pesca, en la que pude comprobar la pasión por este ¿arte, deporte, divina locura? que tienen también los practicantes del lance ligero, una modalidad igual de digna y exigente, y jamás inferior a la pesca con mosca.
Ya era de noche, cuando emprendimos el viaje de vuelta hacia casa. Un tanto aletargados por la calefacción, aún tuvimos Dani y yo tiempo para seguir hablando de pesca, y analizar un poco la jornada recién terminada. Había sido un día muy duro, y la sensación mutua es que nos van a esperar bastantes como este a lo largo de este invierno.           



JORNADA DE PESCA Nº 729

Sábado, 3 de enero de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 10
Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2014 - 2015 - Nº 8

Coto Intensivo del Pedret S. M.- LL03B
Modalidad del permiso: sin muerte
Río Llobregat

Pescadores:

Dani Riverboy
Ferran RUBINSTEIN

Capturas:

Dani Riverboy: 0
Ferran RUBINSTEIN: 3 truchas arco-iris a ninfa

Climatología: soleado y frío, con temperatura  negativa y helada matinal hasta las diez de la mañana.

Caudal: bajo.

Condiciones de vadeo: vadeable sin dificultad, y sin la ayuda del bastón de vadeo

Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

En esta jornada no hubieron audiciones de música clásica, debido a que estuve  de conversación (mayormente de pesca), con mi amigo Dani Riverboy, con quien tuve el placer de ir de nuevo a pescar.

2 comentarios:

  1. poco le queda a Pedret para sacar alguna trucha en condiciones, por lo que leo. Una pena, pero con muuuuucha paciencia alguna sale ;) Un saludo!!

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  2. Amigo Toni:

    Como siempre, quedan más truchas de lo que parece, lo que pasa es que -como suele ser habitual- siempre están en las zonas donde no se repuebla, y lejos de los sitios "fáciles de pescar".
    Un abrazo y Líneas Tensas!


    Ferran.

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