domingo, 18 de enero de 2015
JP-730. LA DUREZA DEL INVIERNO EN LAS ZONAS LIBRES SIN MUERTE. Sábado, 17/01/2015
JORNADA DE PESCA Nº 730
Nota preliminar: la acción de pesca de esta jornada, transcurrió en varias zonas libres sin muerte del Llobregat. Como en casos anteriores, en que se pescan zonas libres sin muerte, se va a obviar la información de la localización de las mismas, e incluso los escenarios pescados. Esta medida se toma, principalmente, para no fomentar la pereza mental y física del pescador, e incentivarle a investigar el río, más allá de los cotos de repoblación, por su propia iniciativa y con sus propios medios. Asimismo, se pretende también evitar que información de unos tramos de río, en donde viven peces de gran valor estético y deportivo, puedan caer en malas manos. Espero que los apreciados lectores y seguidores de este blog comprendan esta decisión.
Un año más, estamos en pleno corazón del invierno, la época más dura, con diferencia, para la práctica de la pesca, tanto a mosca, como de otras modalidades. En inviernos anteriores, la existencia de un coto intensivo de alta calidad, como "Magic Anglès", siempre ofrecía una relativa garantía de seguir "tocando escama". por lo menos para los mosqueros, hasta la apertura de la siguiente temporada, con el añadido de que, dadas las circunstancias que concurrían en invierno en ese coto (bajo caudal, gran densidad de truchas y presencia de peces muy veteranos e incluso nativos del río), era posible pescar incluso a mosca seca gran parte de los días.
Sin embargo, el mal estado de "Magic Anglès" tras las riadas de Diciembre pasado, unido a lo presionado que está Alfarràs y las incertidumbres de caudal de Oliana, nos ha llevado a muchos a pasar el invierno del presente año en una especie de "exilio", en donde estamos apañándonos con muy pocos recursos y contados escenarios para seguir pescando truchas, y aún menos si se trata de pescarlas a mosca.
¿Me dejo algo?... Si, claro, la siempre "tema tabú" extensa zona libre del Ter. Pues bien, a tenor de lo maltrecho que ha quedado el coto de Anglès, ya os podéis imaginas como estará la misma. La gente con la que he intercambiado información últimamente, fuentes todas ellas fidedignas de crédito, me han asegurado que a fecha de hoy es más difícil pillar una trucha allí que barrer una escalera para arriba.
Llegado el sábado de San Antonio, ecuador del frío enero y auténtico cénit del duro invierno, he tenido la ocasión de volver a pescar con mi amigo Dmitriy Girshin, un tan jóven como excelente pescador ruso de lance ligero, con quien formamos el ecléctico "Forel Kommando" (1), una chocante pero divertida alianza entre pescadores de lance ligero y de mosca, unidos por la misma pasión: la pesca.
En esta ocasión, tras nuestro éxito en el "Sur del Pedret" de las pasadas Navidades (ver Jornada de Pesca Nº 728, en este blog) , y calibrando también la muy pobre en resultados jornada de pesca de hace dos semanas, en el mismo escenario, en compañía de mi amigo Dani Riverboy (ver Jornada de Pesca Nº 729, en este blog), acordamos llevar a cabo uno de nuestros proyectos largamente aplazado: el explorar y pescar dos de las tres zonas libres que actualmente tiene el río Llobregat entre Balsareny, todavía en El Bages, y Coto del Pedret, en el interior mismo del Berguedà.
En un principio, no las tenía todas conmigo de que la jornada fuese mínimamente exitosa, por lo menos para mi, ya que siempre es mucho más difícil explorar un río a mosca, que hacerlo a lance ligero, modalidad con la que se prospecta más masa de agua en menos tiempo, y que permite mucho más posibilidades de pesca desde orilla, con los pies secos. Sin embargo, a estas alturas del partido, me dio una pereza infinita el tener que subir al altillo de mi casa, en donde guardo mis viejas cañas de lance y mis señuelos, así que preferí el asumir el riesgo del bolo, que tener que cambiar el chip: cosa muy normal en mi, y los que bien me conocen pueden dar fe de ello.
Los que conocen bien el Llobregat, ya saben que pescar más abajo del Pedret, y sobre todo en invierno, cuando la compuerta del pantano de La Baells está cerrada a cal y canto, es pescar un "río intermitente". Esto es, hay agua (y la justa, con caudal bajo) solo en los tramos que van desde la salida de un canal hasta la siguiente presa. En los otros tramos, si estos quedan desde una presa hasta la salida de un canal, el río queda seco como la mojama; como mucho hay alguna escorrantía entre rocas, y muchas charcas donde la poca agua se ha vuelto incluso pestilente. Para no variar, este fue el panorama con el que nos encontramos Dmitriy y yo al llegar a la primera de las zonas que queríamos explorar. Por lo menos, problemas para un vadeo seguro no íbamos a tener.
Como es habitual, antes de que el lector se meta en el agua con nosotros, toca hablar de meteorología, que en este caso correspondió a la de un día totalmente gris, con el cielo encapotado pero sin precipitación alguna. Todo y que no heló, la temperatura mínima fue muy baja y constante. Mientras nos cambiábamos de ropa, el termómetro del coche marcaba solo 3º C, y esa fue la misma temperatura con la que nos marchamos de la primera zona pescada. Al llegar a la segunda, tras un breve viaje en coche, el mercurio había alcanzado los 8º C, pero al final de la jornada, cambiándonos definitivamente de hábitos y prestos a ir a merendar, había vuelto a bajar hasta los 5º C. Por la tarde, mientras pescábamos la segunda zona, incluso salió el sol, pero casi no notamos el confort que pudieran ofrecernos sus rayos, pues apenas si hizo variar la temperatura en un par de grados.
Nada más comenzar a pescar, Dmitriy y yo tuvimos un "subidón" al detectar la presencia, bajo unos árboles, de dos enormes peces, que según mi amigo ruso eran truchas, y en mi opinión eran barbos. En la discusión estábamos, cuando se esfumaron, y ya no les vimos más.
Alentados por la presencia de esos "submarinos", iniciamos nuestras respectivas acciones de pesca: Dmitriy marchó río abajo, para subir pescando con sus señuelos, y yo me puse a prospectar, con mis ninfas, primero unas corrientes, y luego una larga tabla. Creo que en todo esto empleé, pescando lento y no dejando veta de corriente por peinar, con ninfas de distinto calibre, pescando al hilo y sacando cola de rata para lanzar a suficiente distancia para que profundizasen pequeños perdigones, unas buenas dos horas y tres cuartos, no obteniendo ni una picada, ni viendo ni un atisbo de actividad en superficie. Curiosamente, esta jornada debe ser de las muy pocas que recuerde, en la que no vi ni una sola ceba en todo el día, y en las que tampoco vi ni una sola mosca, ni eclosionando ni derivando por el río...¡ni una!.
Quizás, la suerte de la jornada hubiese cambiado, para mi, si hubiese acompañado a Dmitriy río abajo, pues tal y como me contó, cuando nos reunimos más tarde, antes de dar por finalizada la primera manga del día, había localizado en unas aguas paradas un cardumen de carpas, de las que había pasado olímpicamente, presa de su obsesión por pillar la trucha big one de sus sueños. La verdad es que yo no hubiese dudado ni un momento en pasarles las ninfas por los morros, pues una batalla con un ciprínido siempre es algo excepcional, y más peleando con un equipo de mosca. Está visto: en mis próximas exploraciones, he de andar más, y pescar menos.
Tampoco la exploración de la primera zona libre fue productiva para Dmitriy, así que de mutuo acuerdo decidimos, a eso de la una de la tarde, tomarnos un Nestea cada uno, y yo por lo menos fumar un cigarrillo relajadamente. A los miembros del "Forel Kommando" nos gusta el vodka, pero tampoco es cuestión de pasearse por el río cantando "Kalinka" (2) a pleno pulmón. Por otra parte, Dmitriy es un chaval sano y no fuma... yo ya dejaré de hacerlo, cuando encuentre otro vicio peor y más lujurioso al que dedicarme, je, je, je.
Ya en la segunda zona libre, la visión de un río prácticamente seco un poco más le da nauseas a Dmitriy. Si os soy sincero, a esa hora de pasadas las dos de la tarde, con el día tan gris, el enorme dolor de lumbares que tenía y el ataque de incontinencia urinaria que estaba padeciendo (oriné, de "chorro alegre", tres veces en menos de media hora), ya me hubiera ido del río, sino a merendar por lo menos a echar al cuerpo un plato combinado y unas cervezas a la vera de la calefacción de algún bar. Por suerte, Dmitriy apeló a mi espíritu de "Spetsna" (3), y terminamos yendo río abajo a buscar un tramo por donde el agua fluyese ni que fuera un poco, lo justo para pescar, que a eso habíamos venido.
Pescando unas aguas prácticamente paradas, la cosa cambió por lo menos para Dmitriy, pues tras varias carreras en persecución del "recurso japonés" de mi amigo eslavo, una buena trucha fario de más de 35 cms. se clavó en su cucharilla ondulante nipona. ¡Por fin!, se rompió la amenaza del bolo para el "Forel Kommando", o por lo menos para la parte del mismo afiliada al gremio del lance ligero.
Justo en el momento en que estábamos admirando la belleza del pez, aparecieron por la orilla dos jóvenes pescadores, enfundados en sus vadeadores, pero sin caña, buscando como desesperados un estuche con peces artificiales que habían perdido. Aprovechamos la ocasión para charlar un poco: nos dijeron que habían capturado algunas truchas (no matizaron cuantas), y que eran asiduos de esta zona libre que, en su opinión, tenía presencia de pintonas e irisadas, pero no en gran cantidad.
A las tres de la tarde, dábamos por bueno el resultado, pero como había salido el sol y por lo menos había de nuevo un pez en el río (el que soltó Dmitriy), decidimos apurar el día hasta cerca de las cinco de la tarde, saltándonos toda la zona casi seca por la que habíamos venido, y yendo a pescar a la siguiendo casilla de esa especie de "juego de la oca" fluvial que es el Llobregat en sus latitudes centrales.
Antes de llegar a la "zona húmeda", encontramos en una balsa de escasa profundidad una enorme trucha fario, a la que estuvimos tentando hasta la saciedad con nuestras moscas y señuelos, pero lo único que conseguimos fue que emprendiera dos desganadas y lentas carreras para ver que eran esos monstruitos que perturbaban su paz, antes de desaparecer de nuestra vista en medio de las rocas del lecho del río.
Llegados a la zona pescable, perdí de nuevo de vista a Dmitriy, y estuve batiendo con las ninfas unas corrientes, con poca convicción por cierto, hasta que el frío me hizo salir del agua y plegar la caña. Cuando volví a ver a Dmitriy, le vi la mar de contento: su "recurso japonés" había funcionado, poco pero lo suficiente para pescar dos truchas fario más, que picaron muy mal y desganadas; la una muy similar a la primera que había capturado, y la otra más pequeña, rondando los 25 cms.
Analizando, a "toro pasado", la acción de pesca, soy consciente de que el bolo fue mas que merecido y ganado a pulso, pues no dejé de pescar, de principio a fin, como si estuviera tentando truchas activas. La lectura del río fue correcta, pero no la interpretación de la actividad de unos peces que, seguramente si la ninfa, un pequeño, escuálido y miserable bocado al fin y al cabo, no les pasa por los mismos morros, no se tomarán la molestia en desplazarse para tomarla. El gran fallo, fue no pescar a streamer, paseando un "bocado suculento", de los que valen la pena el esfuerzo de sacudirse la pereza, por parte del pez, para atrapar. Un buen streamer, recogido con mucha lentitud, y en el modo más errático posible, hubiera cubierto más masa de agua, y hubiera sido más tentador para peces que, en esta época del año y tras la freza, están pasando hambre.
No me canso de decir, que Dmitriy es un gran pescador de lance ligero. Tiene señuelos muy buenos, que su buen capital le cuestan, pero además sabe manejarlos con mucha maestría, insuflando la vida suficiente a los mismos, y teniendo la experiencia sobrada en lectura del río como para localizar los apostaderos de los peces, y presentarles el "menú" del modo más tentador posible. Además, es un compañero de pesca excelente, no ya porque no te pisotea el río innecesariamente y siempre cede gran cantidad de terreno "virgen" para el que pesca con él, sino también porque soporta con proverbial paciencia mis incontinencias urinarias y mis paridas de "ochentero desactualizado".
Tras la consabida merienda, volvimos a casa disfrutando de nuestras tertulias habituales, o sea mayormente de pesca, pero también de los innegables logros de la extinta Unión Soviética y de lo guapas que son las chicas de Moldavia. Tiempo de amistad, y tiempo de estar contentos: Dmitriy porque había obtenido el éxito en el siempre complicado desafío de las zonas libres del Llobregat, y yo porque soy de esa extraña raza de pescadores a los que los bolos no les duelen; para mi el auténtico dolor sería ¡el no poder ir a pescar!.
(1) En ruso: "Comando Fario"
(2) Canción popular rusa.
(3) Soldado de las Fuerzas Especiales de la URSS.
JORNADA DE PESCA Nº 730
Temporada 2014 - 2015 - Nº 11
Zonas Libres del Llobregat
Río Llobregat
Pescadores:
Dmitriy Girshin
Ferran RUBINSTEIN
Capturas:
Dmitriy Girshin: 3 truchas fario con cucharilla
Ferran RUBINSTEIN: 0 (pescando a mosca, con ninfa)
Climatología: nublado y frío, con apertura de claros por la tarde.
Caudal: bajo en las zonas pescables, y río casi seco en algunos tramos entre canales.
Condiciones de vadeo: sin dificultad y sin ayuda del bastón de vadeo.
Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.
La música de hoy:
En esta jornada no hubieron audiciones de Música Clásica, debido a ques estuve de conversación (mayormente de pesca) con mi amigo Dmitriy Girshin, con quien tuve el placer de ir de nuevo a pescar.
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Preciosa truita del Llobregat, com les moltíssimes que és pescaven fa vint anys. ¿Vint anys?, mare de Déu!!, com ha passat el temps!!...
ResponderEliminarAra fa quinze anys d'aquell desastre que va provocar l'ACA, i que a tot "l'establishment", no li va donar cap importancia. Tot just és comença a netejar una mica de fang el riu. Si no en fossin tant d'imbecils i d'ignorants a més d'ineptes, haguesin fet una netejada de fangs de presa d'una altre manera, però en aquest "país" de la gene tot és fa així de bestia. El que era una zona visitadíssima per moltíssims pescadors i que estava creant una escola de pesca de salmonids vora Barcelona va desapereixer tant ràpidament mentres ningú amb responsabilitat pública feia res. Sembla que el riu estigui una mica millor peró, de fang encara ni ha força pel meu gust. Aquestes truites em dona la impressió que ni han de dues menes, m'explico: les que surten del coto de Pedret i les que viuen als canals que són la mare de les poques truites que van quedar al preciós acotat de Baix Berguedà del qual en vaig ser soci, mentres la mà d'un inepte inconscient ho va destruir, simplement perqué aquí és permet tot, fins hi tot que els nens i nenes de Catalunya passin gana perqué estem governats per delinqüents i ineptes irresponsables. En fi...
És possible que a l'estiu és puguin pescar algunes truites amb mosquit, tal com m'agrada a mi. Peró la llàstima és que tres riuades de pur fang que és el que va baixar pel riu al 1999 i 2000, costaràn molt d'esborrar. I una altre cosa que vull afegir, Anglés, Ponts, Oliana, i tots els rius governats per preses és troben sempre amb la mateixa situació de perill constant de mort. Val més que ho tinguis ben present aixó que et dic. Un dia qualsevol decideixen obrir comportes i s'ho carreguen tot amb un tres i no res.
Pescar 3 truites en un riu tant fred com aquest i a plé mes de gener, amb cullereta té molt de mérit, i ho sé per experiencia personal, doncs hi vaig pescar fins als 28 i inclús algunes estones més als 30 anys, que ja vaig fer net de culleretes, abandonant definitivament qualsevol tempativa de pescar-hi. La enorme diferencia de pescar amb mosca, és que amb la cullera la truita embesteix l'esquer moltes vegades, i el llançament no té res a veure amb una fuetada d'una canya de mosca. Aixó de primer plat. De segon, la truita amb una canya de cullereta és literalment arrosegada, mentres que amb la canya de mosca és aguantada amb molta cautela, ja que l'ham és petit, el fil prim i el carret no és un carret multiplicador, aixís doncs la majoria de cops és treballa directament el peix amb la línea de pesca que és agafada amb la mà. Aquesta sensació és molt més forta que treballar un peix amb la manivela d'un carret multiplicador. Finalment la canya de mosca i la línea de pesca no tenen res a veure amb una canya de cullereta, i el concepte de llançat és físicament del tot diferent. Pescar una truita amb mosca és un plaer inigualable i excels, d'una finor i una bellesa incommensuble, tant pel que la practica com per qui la veu.
Carles
Amic Carles:
ResponderEliminarEs un plaer llegir les teves opinions, i es un plaer encara mes gran que comparteixis el molt que saps de pesca amb nosaltres, a través dels comantaris dels meus articles.
Certament, hem estat i estem governats, a Catalunya, per corruptes i mafiosos, i el que hem fa mes por es que gran part d´aquesta "casta" es ara la protagonista de la transició cap un presumpte "Estat Nou". Si l´han de de governar ells, crec que més ens valdria ajuntar-nos amb els qui a la resta d´Espanya volen lluitar per quelcom mes interessant, com per exemple sortir-nos de la corrupta, ultacapitalista i neolliberal Unió Europea, i mirar de començar-ho tot des-de zero.
Una abraçada i Línies Tivants!
Ferran.