Hoy le ha tocado salir en el reportaje a la más pequeña de las truchas de la jornada. |
JORNADA DE PESCA Nº 685
La semana de San Antonio o San Antón, enclavada en el corazón del invierno y en medio de la "cuesta de enero", marca, en lo que a nivel pesca se refiere, una especie de ecuador dentro de la baja temporada. Muy lejanos parecen ahora los agradables días del último y cálido otoño, con su buen estar en el río y su abundancia en capturas, y todavía más lejano queda aún el día de la desveda, o sea el de inicio de la nueva temporada de salmónidos, en la que volveremos a visitar los cotos que llevan cerrados desde agosto o septiembre, según los casos.
Este sábado de la semana de San Antonio, o setmana dels barbuts (1), en la que en Anglès organizan cada año una feria comercial en sus calles, ha tocado pescar bajo la lluvia. Ya suele suceder a veces, sobre todo en primavera. Todo y así, ni llovió mucho, ni llovió todo el día. De hecho, el mayor de los aguaceros, con granizo incluido, me pilló muy lejos del río y de Anglès, concretamente en El Figaró, entre Vic y Granollers, donde había parado para tomar un café, de vuelta a casa, y ya transcurridas unas cuantas horas después de haber pescado e incluso merendado, teniendo en cuenta, eso si, que la jornada de pesca fue un tanto más corta de lo habitual, no ya por la lluvia, sino porque a eso de las tres de la tarde el río se ensució, y viendo como la actividad de los peces cesaba de golpe, decidí aprovechar una pequeña pausa en la precipitación para poder cambiarme de ropa en seco.
Camino del río, y dirigiéndome hacia el puente de Sant Julià de Llor, me encontré con Montse, la tan simpática como eficaz agente de Catalana Forestal que hace ya tiempo patrulla por Anglès. Aparte de hacer un corto rato de tertulia, y de aprovechar para recomendarle se haga seguidora de este nuestro blog, Montse me comentó que conmigo habían 13 pescadores más en el listado, por lo que me ratifiqué en mi opción inicial de pescar la habitualmente menos frecuentada parte baja del coto, ya que los siempre querenciosos tramos delos polígonos, en la zona media, y de las choperas, en la zona alta, estarían bastante explotados por la competencia. También he de decir que, por lo menos en las horas en que estuve faenando, no vi a nadie más, ni pescando ni paseando por el río, por lo que supongo que las malas previsiones meteorológicas igual echaron para atrás a más de alguno.
Bajo un cielo gris y triste, y arropado por la misma arboleda pelada, el río Ter sigue igual que hace dos semanas, y que tres, y que hace meses, a su paso por Anglès. O por lo menos esa es la impresión que tengo cada vez que voy, y voy mucho. O sea, el mismo caudal bajo, perfectamente vadeable y sobre todo hecho que ni a posta para pescar a seca, no ya tan solo a ceba vista, sino también "al agua".
Al igual que en las dos últimas ocasiones, comencé a pescar la balsa que hay unos cincuenta metros por encima del puente, a ver si mis amigas seguían pirrándose por el quironómido, pero esta vez con toda la intención de sacarle todo el jugo a la postura, y como mucho a las corrientes que hay un poco por encima, siempre sin alejarme mucho del puente para que, en caso de que se terciase, dicha estructura me sirviera de cobijo en caso de lluvia intensa.
Hasta pasado el mediodía horario no llovió, e incluso por un momento albergué la esperanza de que se abriesen claros. Las truchas no tardaron en dar muerstras de su presencia, con tímidas cebas. Haberlas, las había, y sólo fué cuestión de insistir e insistir machaconamente, siempre sin perder la fe en el pequeño dipterín, para hacer entrar en la sacadera un par de farios de preciosa librea pero tamaño contenido, en "parámetros Anglès" (entre 25 y 30 cms.), y una muy peleona pero no "torpedera" arco-iris (sobre unos 35 cms.), todo y que esta última no picó a la imitación de quironómido, sino a una pequeña efémera generalista.
Nuevamente, constaté de que las truchas se debían estar cebando a algo realmente minúsculo, y que evidentemente no era una efémera, pues este jornada fue una de las más pobres en eclosiones que recuerde en mucho tiempo. Tan sólo hacia el final de la jornada, y en otra postura dsitinta, aguas arriba, pude ver una tan breve como escasa eclosión, tal y como o contaré más adelante.
El primer episodio de lluvia llegó pasadas las doce y media, y me puse a resguardo del mismo bajo el puente. Fué un paréntesis breve de precipitación, y en el tiempo que invertí en rehacer un poco el bajo de línea y fumar un par de cigarrillos, ya había pasado el chaparrón, quedando tan solo una ténue y soportable llovizna.
Pescada y repescada la exigua balsa, y viendo que la lluvia podía volver a apretar, no me arriesgué a hacer ninguna excursión hasta otras latitudes del coto, y me conformé con ir tan solo unos doscientos metros más adelante, un poco por encima de la desembocadura de la Riera de Osor en el Ter, para poder pescar otra balsa, un parado de aguas en que raro es que alguna trucha no moscardée incluso en los días menos apacibles.
Touché!, visto y no visto, todo fue llegar, atisbar un par de cebas y capturar de buenas a primeras una preciosa y simpática fario, con la ayuda inestimable del quironómido, todo y que en esa ocasión y por primera vez en el día, conseguí ver emerger alguna que otra efémera, que no conseguí identificar. Todo y merecer una foto, esta trucha fue la más pequeña del día, cercana a 25 cms. eso si, pero en Anglès eso es poco menos que una "sardinilla".
Como no. seguí insistiendo en la postura, bajo la débil llovizna que ahora paraba, ahora arrancaba, pero la magia del momento había parecido esfumarse con esa captura por sorpresa. Por si fuera poco, de golpe y porrazo, en un momento y en lo que se tarda en rezar un Ave María, el río se ensució con un extraño color verdoso, e incluso subió ligeramente de nivel. Ignoro si eso sucedió en otras partes del coto, si se debió al aporte de algún torrente tras una tormente arriba en la montaña, o si bien abrieron un poco la compuerta desde la presa de El Pasteral. El caso es que eran casi las tres de la tarde, y una pausa en la llovizna me pareció un muy buen momento para retirarme, y sobre todo para cambiarme de ropa en seco, dado que no estaba excesivamente lejos del aparcamiento en donde suelo dejar el coche.
El segundo episodio de lluvia llegó cuando, una vez cambiado de ropa, me dirigía a merendar, todo y que a esa hora todavía habría gente o bien comiendo, o bien haciendo la sobremesa. Tarde de lluvia, tarde de paraguas, de sobremesas largas y de boleros tristes, en los que la gente corre y entre ellos no estabas tu. En esta ocasión, merienda de churrería, aprovechando que habían instalado una en la feria comercial, y que además era tan pronto que la pastelería todavía estaba cerrada, y vuelta a casa en un atardecer gris y desangelado, escuchando el maravilloso Concierto para Piano y Orquesta nº 2 de Tchaikovsky, cuyo trío con piano, inserto perno no acreditado, en el movimiento lento, remueve todas las nostalgias de tardes como estas, e incluso en las que brilla el sol. ¡Cuánto falta, todavía, para que empiece la nueva temporada!.
(1) Según la tradición catalana, la setmana dels barbuts (semana de los barbudos) es a menudo la más fría del año (este año, no). Esta semana debe su nombre a tres Santos, San Pablo Ermitaño, San Mauro y San Antonio, a quien la imaginería popular siempre les ha atribuido llevar largas barbas. Las festividades van encandenadas en el calendario, los días 15, 16 y 17 de enero.
JORNADA DE PESCA Nº 685
Sábado, 18 de enero de 2014
Temporada 2013 - 2014 - Nº 13
Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2013 - 2014 - Nº 13
Coto Intensivo de Anglès - El Pasteral S. M.
Río Ter
Pescador:
Ferran RUBINSTEIN
Capturas:
3 truchas fario a mosca seca y 1 trucha arco-iris a mosca seca
Caudal: bajo (4 m3/seg. aprox.).Condiciones de vadeo: sin dificultad y sin la ayuda del bastón.
Climatología: mañana: nublado y templado; mediodía y tarde: episodios de precpitación entre debil y moderada; templado.
Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 15,00 h.
La música de hoy:
Viaje de ida:
"Marcha Triunfal"
"Balada", Op. 78
Obertura nº 1 sobre temas griegos
Obertura nº 2 sobre temas griegos
Alexander Glazunov
Viaje de vuelta:
Concierto para piano y orquesta nº 2
Piotr I. Tchaikovsky
Concierto para violoncello y orquesta nº 1
"Encuentro", fantasía para violoncello y piano
Joachim Raff
"La Canción del Trovador"
Alexander Glazunov
Líneas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.