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domingo, 7 de abril de 2013

JP-647. COTO INTENSIVO DEL PEDRET S. M. LL03B. Sábado, 06/04/2013

Aguas abajo del embalse de La Baells, el río Llobregat sufre continuas oscilaciones de caudal debido a desembalses nocturnos. En la foto se puede apreciar el río con un un nivel de agua muy bajo, pero las marcas de humedad en las rocas demuestran que no lleva días así, sino que tan solo horas antes el río bajaba mas alto.

Foto inusual de este sábado en Pedret: un momento de paz y tranquilidad. La verdad es que hubo una gran afluencia de pescadores, más aún que en la jornada inaugural de la temporada, y que hasta bien entrada la tarde no se dieron momentos  como este, sobre todo para los peces, y para los que no gustamos de convertir la jornada de pesca en una auténtica romería o en una fiesta campestre.



JORNADA DE PESCA Nº 647

Tenía previsto ir a pescar a Campdevànol este primer sábado de abril,  pero al final las lluvias e incluso las nevadas caídas en el área pirenaica durante la segunda mitad de la semana me hicieron optar por el siempre conservador y eterno "plan B" consistente en ir a Pedret, sabedor de que la presa del pantano de La Baells siempre retiene el aluvión de agua, y esto convierte a este coto intensivo en un valor seguro, a la hora de pescar con el agua más o menos limpia en días en que las tormentas han embarrado los ríos.
Todo y que tenía muchas ganas de volver a pescar en el Freser, y más en vista de los aceptables resultados de la jornada de pesca anterior en Ripoll, mi remordimiento por no ir Campdevànol, traicionando mis planes inciales, duró bien poco, pues pocas excusas me bastan para volver a Pedret, coto que con su cercanía a mi casa me permite llevar un ritmo de jornada más relajado, conducir menos  y quedarme incluso un rato más pescar si el día se da bien.
Este sábado, la sensación era de que el invierno había vuelto, a traición y suplantando a una prematura primavera que apenas hemos llegado a gozar,  con toda su crudeza. La mañana, con sus solo 3 grados de temperatura a la hora de cambiarme de ropa a pie de río y su cielo gris y amenazador, fue de puro invierno. Hacia mediodía se abrieron claros e incluso a primera hora de la tarde lució el sol, pero para nada dio la sensación de estar en el mes de abril. Volvió a nublarse por la tarde y la temperatura volvió a ser de todo menos confortable. Cuando arrancaba el coche para ir a merendar a Gironella, el termómetro del coche marcaba sólo 9 grados, temperatura muy normal en una tarde de enero o febrero. Por suerte, no llovió en todo el día: toda una novedad desde hace una quincena a esta parte.
Lo primero que llamó mi atención al llegar al río, fue lo muy bajo de su caudal. Incluso menos que en el día de la inauguración de la temporada hace tres semanas (leer JP-644 en este blog). Aguas abajo del embalse de La Baells, el Llobregat sigue sufriendo continuas oscilaciones de caudal debido a desembalses nocturnos. La prueba de los mismos es que las marcas que quedan en las rocas después de la bajada brusca del nivel del agua estaban todavía húmedas. Según se comenta, estos desembalses se hacen para erradicar la plaga del mejillón cebra. (?¡) El caso, es que el caudal diurno es realmente muy bajo, pero no menos que en otros años en los que ha habido la consigna de embalsar agua como fuera. Desde 2008 hemos vivido un ciclo de abundancia en las cuencas internas de Catalunya, que se rompió el año pasado, pero también recuerdo otras temporadas en Pedret, pescando sino con un río tan bajo como el de ayer si con caudales muy alejados de los generosos aluviones de estos últimos cuatro años. De todas maneras, fuera de temporada es muy normal encontrarse con el río tan bajo como el de ayer, sobre todo en invierno, estación en la que por motivos de ausencia de regadíos las compuertas de todos los pantanos suelen estar cerradas a cal y canto.
Para mi gusto, el río estaba "de vicio" para pescarlo a seca. Truchas habían (por lo menos, 150 kgs. de irisadas repobladas, si Medi Natural no miente, más las supervivientes de otras repoblaciones y las farios del mismo río, que como "las meigas, que haberlas haylas"), el día aunque frío no era insoportablemente glaciar y tampoco soplaba viento. Sin embargo,  lo segundo, o más bien primero ex-aequo, que llamó también mi atención a la hora de llegar a Pedret fue la enorme cantidad de gente que había pescando, más incluso que en el día de la inauguración de la temporada. Mientras me cambiaba de ropa y montaba la caña a eso de las nueve y media de la mañana, y más o menos en la parte media del coto, no paraba de ver coches bajando por la pista. Al final le pregunté a unos que tal iba la cosa, y me dijeron, aparte de lo tan consabido de "fatal, las truchas pican poco y mal", o de lo tan trillado como "no hay truchas, no han echado", que marchaban de la parte de arriba debido a la gran cantidad de gente que había allí pescando. Paciencia, esto no es nada nuevo en Pedret. Como en otras ocasiones, tuve que esperar hasta bien entrada la tarde para tener un rato de paz y tranquilidad, de esos que aprecian tanto los peces, como los que de entre los pescadores  no gustamos de convertir la jornada de pesca en una romería o en una fiesta campestre.
Pese a todo, el día no fue tan mal como pintaba en un principio. Todo y el mogollón de gente, y todo y tener que andar mucho para buscar no ya la deseada soledad, sino también el no molestar a los demás, pude pescar, y pude hacerlo del modo más ligero posible, usando en casi toda la acción de pesca un tándem de ninfita perdigón más mosca ahogada (ahogada de bolita de collarín, un diseño del genial montador y pescador FX Mauri) que funcionó la mar de bien. Un balance final de siete truchas arco-iris (cinco capturadas y soltadas con diversas microninfas y dos más con la mosca ahogada) no está nada mal para un día con tanta gente zurrando los peces desde primerísima hora de la mañana.
Por cierto, nada de fotos de truchas en el presente artículo, pues no soy partidario de dedicar imágenes  a truchas  de repoblaciones recientes. Son demasiado "clonicas" y no les veo nada excepcional como para irles haciendo fotos. Las de ayer, todo y parecer cortadas por el mismo patrón, tenían un tamaño muy generoso, todas de entre 30 y 35 cms, y sólo una era muñona, teniendo las otras las aletas en diversos grados de desarrollo. No presentaron batallas titánicas, pero si que me alegraron el breve combate con una buena exhibición de saltos acrobáticos fuera del agua, actitud esta que he observado suele ser muy habitual en truchas arco-iris de repoblación.
Cuando ya faltaba poco para dar por terminada la jornada, y al igual que hace dos semanas en Guardiola de Berguedà, algunas truchas se activaron y comenzaron de repente a comer arriba, cebándose en una escasa y puntual eclosión de rhodanis. Al igual que hace dos semanas los peces parecieron salir de la nada, pues como un "poltergeist fluvial"  se habían materializado en unas aguas someras que llevaba rato observando sin ver ni atisbo de vida. A diferencia de dos semanas atrás, esta vez las truchas me dieron julepe, y tuve que plegar la caña sin haberlas podido meter en mi sacadera. Todo y disponer de mi Vision GT Four, una caña de 9 pies ideal para lanzar sin esfuerzo, todo y tomarme la molestia de rehacer el bajo de linea para adaptarlo mejor a mosca seca y todo y terminar abordando las cebas tanto desde aguas abajo como desde aguas arriba, lo máximo que conseguí fué "hacer probar el hierro" a dos de ellas, a las que dí un revolcón antes de desclavarse; en un caso usando mi sempiterna efémera de CDC y en el otro la mosca ahogada del maestro Mauri, y en ambos pescando "a la française", o sea aguas abajo. En fin: truchas juegan y ganan, pero el que pierde al menos se va para el coche muy satisfecho de haber pasado no ya un rato entretenido, sino de saber que el río sigue conservando su magia y sus misterios, incluso en un lugar en donde apenas horas antes había habido, a buen seguro, gente pidiendo tanda para pescar la postura.
Como decía al principio de este artículo, pocos argumentos y aún menos excusas necesito para volver con asiduidad a Pedret. Uno de los principales alicientes es volver a Gironella a la hora de merendar tras la jornada de pesca. Allí siempre tengo ocasión de hacer algo de amena tertulia con mis amigos de la Pastisseria El Globus, y de encontrarme caras conocidas como la de Xavier Casadesús, un gran pescador del Berguedà, al que ayer tuve ocasión de saludar y explicarle un poco mis aventuras del día. Y es que entre pescadores, cualquier momento es bueno para ponerse ha hablar del río y de lo que el sucede,  deja de suceder, sucederá o puede que suceda.      
                               
  

JORNADA DE PESCA Nº 647

Sábado, 6 de abril de 2013

Coto Intensivo del Pedret S. M. - LL03B
Río Llobregat

Temporada de pesca 2012 - 2013 - Nº 20
Temporada de Salmónidos 2013 - Nº 4

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN.

Capturas:
5 truchas arco-iris a ninfa y 2 truchas arco-iris con mosca ahogada

Climatología: nublado y frío con apertura de claros ocasional.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 17,30 h.

La  música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
"Variaciones sobre un tema de Haydn"
Johannes Brahms

Rapsodias húngaras nºs 4 y 6 (versiones orquestales)
Franz Liszt

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 6
Obertura "Los Husitas"
Anton Dvorák

Preludio del Acto Iº de "Lohengrin"
Richard Wagner

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.


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