"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

miércoles, 29 de diciembre de 2010

JP 552 - COTO DE ANGLÈS-PASTERAL S. M.




JORNADA DE PESCA Nº 552.

Antes de entrar en materia, y pasar a narrar como fué esta jornada de pesca -de nuevo en compañía de mi amigo Francesc Bernal- dejadme contaros que ayer, nuevamente, fuí protagonista de una de esas escenas dignas de programas de televisión del tipo "Videos de Primera", en las que un pobre diablo hace reir con ganas a la audiencia con algún desafortunado percance. Ayer, y emulando a mi amigo el Kamarada Dani "Riverboy", otro gran adicto a los percances jocosos en jornadas de pesca, hubo remojón fluvial en Anglès, y además un chapuzón de esos de magnitud 8 en la escala de remojones en combate, dado que fué del tipo caida de bruces con inmersión frontal y entrada de agua váder adentro hasta los calzoncillos, vulgo "gayumbos" añadido a los engorrosos contratiempos colaterales tales como invasión de agua en cajas de moscas no estancas y (¡esto si que es terrible!) deterioro total del paquete de cigarrillos e inutilización a tiempo parcial de mechero.
¿Imprudencia?¿accidente de vadeo? ¡Que va! la caída al agua fué como para rodarla y ver como los epectadores se preguntan poco antes de verme caer ¿que c... está haciendo ese tio? El caso, es que había clavado mi segunda trucha de la jornada, y la estaba peleando, cuando decidí apoyar mi rodilla derecha en una piedra que sobresalía del agua, con el fin buscar un mínimo de confort. Hasta aquí todo muy normal excepto...¡que no había ninguna piedra! El caso es que estaba tan enfrascado con el combate con la pintona, que creí a pies juntillas que justo a tocar de mis piernas tenía una roca. Ya os podeis imaginar la terrible sorpresa que me llevé cuando, de un modo súbito y totalmente inesperado, me dí de morros con el agua.
Por suerte, uno es muy rápido de reflejos, y en ningún momento solté la caña. Pude ponerme en pie enseguida, y recuperando la trucha, que seguía prendida del anzuelo, la ensalabré para rápidamente soltarla. Después, vinieron las consabidas maldiciones y juramentos, sólo aplacados por el consuelo de que en la bolsa estanca en donde guardo la documentación y el ticket de pesca, estaban a salvo del agua también un paquete de "Fortuna" y un mechero de reserva.
Lo más paradójico, es que mi amigo Francesc ¡ni se enteró del percance!, pues estaba concentradisimo tentando a una trucha que le había hecho cambiar ya cuatro veces de mosca. Fijaros pues, si llega a ser alto el nivel de concentración y abstracción cuando nos ponemos a pescar. En cuanto alguna trucha nos dá julepe un par de veces, nos entra tal frenesí que nos pasaría desapercibida incluso una concentración de Cheerleaders en topless en la orilla de enfrente.
En fin, tras contaros un nuevo episodio de mis diarios de un pescador patoso, rebobino y paso a contaros acerca de la jornada de ayer, curiosamente Dia de los Santos Inocentes, en un orden más cronológico.
Esta vez, la noche estrellada y fria propició una audición aún más emotiva de la "Balada" (Op. 78) de Glazunov. La llegada a Anglès fué también digna de figurar en un "Libro de mis mejores recuerdos de Anglès", con la muy sentimental y sensible "pièce de salon" "La Canción del Trovador", también de Glazunov, en este caso en su versión para violoncello y orquesta.
La baja temperatura y fuerte sensación de frio, hizo que nos demorásemos un poco más desayunando. Realmente, en esta época el año es bastante una tontería presentarse a primeras horas de la mañana en el rio, cuando generalmente la actividad no empieza, en el mejor de los casos, hasta un poco antes del mediodía en el mejor de los casos. Todo y así, sigo madrugando y llegando pronto a Anglès: escuchar la "Balada" de Glazunov antes del amanecer, no tiene precio, como tampoco lo tiene el poder charlar de pesca con un buen amigo, sin ser esclavos del tirano de los tic-tacs, que atado a nuestra muñeca nos recuerda que el tiempo, como el campo, también está parcelado, frecuentemente en minifundios placenteros y en latifundios de trabajos y obligaciones.
Por suerte, a partir de las once de la mañana, el sol comenzó a calentar, y el estar a pie de rio se hizo un poco más confortable.
Al poco de comenzar, tuve la suerte de tentar a una típica "trucha de poza" en una idem, ofreciéndole un buen bistec, o sea, una apetitosa y regordeta ninfa tungstenizada. Fué tan tempranera la primera captura, que Francesc aún estaba estirando y limpiando la linea, como debe ser en un buen elfo pescador, y no como un servidor, que en este aspecto estoy hecho un auténtico orco de la Torre de Saruman, y no limpio ni engraso la linea hasta que la fricción con las anillas de la caña suene como el violín de Paganini.
Como en la primera postura no se decidían a dar la cara por arriba, Francesc y yo cambiamos de aires, en busca de uno de esos sitios en donde las truchas acostumbran a estar activas por malo que sea el dia, cosa en Anglès harto probable, pues por eso ha ganado el adjetivo de "mágico".
Por lo visto, la fama de "mágico" que tiene este coto intensivo sin muerte, esta propagándose bien sea por la via del "boca-oreja", o por medios más multimedia, pues ayer, para ser laborable, había muchísima gente pescando, sobre todo en los tramos medios y altos del coto. Lo que más me llamó la atención, fué un tropel de ¡6 pescadores!, pescando todos la vez en el mismo sitio. Esto me horrorizó, pues ya sabeis que para mi 2 pescadores junto son multitud, y 3 pescando, aunque sea a turnos, una manifestación subversiva, toda vez que la manera más fácil de mantener el salabre vacío. Por cierto, creí oir, desde lejos, hablar en francés, por lo que no sería descabellado el pensar que la fama de "Magic Anglès" ha trascendido fronteras, y más de algún pescador de las comarcas más meridionales del país vecino haya aprovechado las Vacaciones de Navidad para comprobar "in situ" sobre tal magia.
Tuvimos suerte, mi amigo y yo, y llegamos a una de esas posturas del rio en las que hay actividad todo el dia, y en la que pudimos hacernos un hueco antes de que la competencia nos pisase el rio. Al igual que la semana pasada, los peces estaban activos, pero terriblemente resabiados. Había truchas, tanto fario como arco-iris comiendo por todas partes, algunas con pautas bien claras, otras de un modo erràtico, y un buen montón coleteando, señal inequívoca de que estaban poniéndose moradas de emergentes.
Mi segunda trucha, fué la fario con la que tuve que pelear durante el episodio del remojón. Fué la única que pude clavar a seca, y lo hizo de un modo inesperado, pues la mosca derivaba ya decididamente aguas abajo, tras no haber obtenido ninguna respuesta de la destinataria original del engaño, unos metros aguas más arriba.
Visto que estaban por emergentes, y no deseando poner tantas cajas de secas patas arriba como mi amigo Francesc, que en ese momento llevaba dos preciosas farios en su haber, a costa de dejar asaeteado el borrego de su chaleco, me propuse probar una microninfa con cabeza de bola de collarín de colorines, que había estado montado unos dias antes, previendo verme en una situación similar. Al ser una ninfa diminuta y casi sin peso, y al ir justo debajo de la película superficial del agua, podría ser tomada por alguna trucha encegada a emergentes.
Nada más ponerla en el agua, enmedio de una corriente que me venía de cara, ya obtuve una fuerte picada de "algo" que se me desclavó. Empezamos bien. El siguiente objetivo, fué pasearla por el blando de la corriente, muy atento a la mosca de CDC que me hacía de señalizador. Na tardé ni dos paseos en notar otra violenta picada, y en tenérmelas que ver con una arco-iris de gran tamaño, que terminó en la sacadera, antes de volver al agua. Quiso la suerte, que mientras la peleaba, Francesc consiguiera engañar a su tercera trucha...¡otra fario!.
Nada más ocultarse el sol tras la arboleda, comencé a tiritar, debido a la ropa mojada, así que ya no demoré mas mi salida del rio, todo y que aún quedaban truchas comiendo, pero cada vez más terriblemente selectivas.
Aproveché el final, un tanto anticipado por causas de fuerza mayor, para que Francesc probara mi nueva caña, la Guideline Fario, con la que ya llevo casi dos meses pescando muy a gusto. A mi amigo le pareció una herramienta la mar de práctica, y sobre todo confortable de manejar. Quizás, en su opinión, le gustaría más haberla probado con una linea 4, en vez de la seda paralela que uso últimamente, y con una bajo de linea menos largo de los que uso, pero en eso ya sabemos que cada pescador tiene sus propios hábitos, incluyendo en los mismos el de terminar -como también fué el caso de ayer- celebrando un dia estupendo de pesca (y payasos en remojo) con una buena merienda de pastelería.
TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 11

Martes, 28 de Diciembre de 2.010

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 2.010 - 2.011 Nº 11

Coto Anglès-Pasteral sin muerte
Rio Ter

Capturas :
Pescador. Francesc Bernal: 3 truchas fario a mosca seca.
Pescador: Ferran RUBINSTEIN: 2 truchas arco-iris a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca.

Climatología: Mañana: soleado y frio. Tarde: soleado y templado.

Hora de inicio jornada: 10,45 h.

Hora de finalización de la jornada: 16,00 h.

La música de hoy:

Viaje de Ida:

"Balada", Op. 78
"Obertura nº 1 sobre temas griegos"
"A la Memoria de un Héroe"
"La Canción del Trovador"
"Marcha Triunfal Americana"
De Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 2
De Giuseppe Martucci

"Hungaria"
De Franz Liszt.
Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO.


Rubinsteinfishing desea a sus apreciados lectores Feliz Navidad, y que los peces tensen, aún más si cabe, vuestras líneas en este año nuevo que está a punto de empezar.
Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 18 de diciembre de 2010

JP-551. COTO DE ANGLÈS-PASTERAL S. M.






JORNADA DE PESCA Nº 551


En este gélido y desapacible sábado de Diciembre, mi amigo Francesc Bernal si que volvió a su casa en Reus, convencido de que "Magic" Anglès es un gran destino de pesca, y después de haber disfrutado de una jornada repleta de peleas con grandes peces, siempre a seca, como es su deseo y el estilo al que es fiel desde siempre, hasta tal punto de no querer pescar a mosca de otra manera que en su vertiente más ortodoxa.
Camino de Anglès, la madrugada húmeda y encapotada no devino el mejor escenario para disfrutar de la Balada (Op. 78) de Alexander Glazunov, pues tradicionalmente la asocio más a cielos oscuros repletos de estrellas mientras apenas despunta el alba, en un ambiente aún más frio, glacial dijéramos. De todas maneras, esta pieza no deja de conmoverme por más veces que la escuche.
En mi retorno Anglès, tras tantos meses de ausencia, si que ví cumplido uno de mis deseos: llegar en una mañana "rusa", o sea temperatura bajo cero bajo un cielo gris plomizo, y escuchando "A la Memoria de un Héroe", también de Alexander Glazunov. Por el rabillo del ojo, constaté que había actividad en la Pastelería Piferrer: las cocas que pensábamos comer para la merienda, seguramente estaban siendo ya preparadas.
Como, desafortunadamente, viene siendo costumbre en Anglès en estos últimos tiempos, decidimos cambiarnos en una aparcamiento del mismo casco urbano, para prevenir posibles robos a nuestros vehículos, hecho desgraciadamente demasiado frecuente últimamente en los aledaños suburbanos del rio.
Una vez en el rio, concretamente en la parte baja del acotado, llevé a Francesc a una de esas posturas en las que "está cantado" que subirán a la seca tarde o temprano, y yo me dirigí con mis ninfas a remontar unas corrientes, pescándolas de un modo más aleatorio y especulativo.
Si bien no para Francesc, como veremos más adelante, la jornada de ayer, para mi, se dividió en dos partes, que en realidad fueron como si hubiera hecho dos jornadas muy distintas: la una, hasta primera hora de la tarde, prospectando corrientes a ninfa, que resultó no tan sólo aburrida y tediosa, sino también en la que me sentí terriblemente incómodo en acción de pesca. La otra, a partir de cambiar de escenario e irnos a la zona de los polígonos, y pescando sólo a seca, francamente divertida.
No sé si era por el frio, o por la llovizna que era casi aguanieve, o bien por el enorme cansancio físico y los madrugones diarios en época invernal, que a lo largo de la mañana y el mediodía anduve pescando sin ganas ni convicción: hasta el simple hecho de rehacer el aparejo me resultaba un esfuerzo insoportable. El continuo y baldío batir de corrientes con las ninfas, tampoco me resultaba de gran ayuda para levantar mi ánimo. La única captura de este, pesado y aburrido, tramo de jornada fue una trucha arco-iris de tamaño más bien comedido, puramente de repoblación, tal como si estuviera pescando en Alfarràs o en Ponts, en vez de estar en el mágico Anglès de los "torpedos atómicos podolios" y las "barras de pan de cuatro kilos".
Cuando me reencontré con Francesc, éste estaba pasándoselo de vicio pescando a seca, aunque ya sabía lo que es probar la dura medicina de Anglès: tres enormes truchas fario clavadas, peleadas… y que se llevaron la mosca como piercing en vez de entrar dentro del salabre. Viendo el "borrego" de su chaleco, deduje que se había visto forzado a múltiples cambios de mosca hasta encontrar lo que Sus Majestades querían, y que no era otra cosa que ¡un tricóptero negro! En un anzuelo del 21. Tal y como reflexionamos, seguramente el ínfimo tamaño del trico, sugería más a las pintonas un pequeño dipterín, de los que son abundantes en aguas paradas y semiparadas, como en las que estaba pescando mi amigo.
El sol salió y calentó un tanto el ambiente mientras andábamos camino de un nuevo escenario. Quizás esto sirvió para levantar un poco mi decaído ánimo, y seguramente fue el motivo por el cual, cuando llegamos a otro de esos puntos del rio en donde raro es que no suban, lo estaban haciendo con verdaderas ganas. ¡Que suerte! Llegamos en la hora mágica del mosquito.
Francesc y un servidor, tomamos posiciones, y rehicimos aparejos. A las primeras de cambio, el reusense perdió su último mini-trico negro en la boca de otra pintona de muy buen tamaño, que de nuevo le partió el bajo.
A partir de aquí, Francesc se conjuró para no perder ni una solo trucha más, y obligado por las circunstancias, pasó a pescar con CDCs muy pequeños (anzuelo del 19), obteniendo como recompensa a su perseverancia tres hermosísimas farios de muy buen porte, que esta vez si, entraron en el salabre.
Por mi parte, recurrí (como no) a mis CDCs habituales para Anglès, o sea, con un número más que para Alfarràs (anzuelo del 17), y un "buen penacho", pero en color sandy dun en vez de gris medio. El resultado, fue el de poder entablar combate con dos "barras de pan" arco iris, que sin ser de las mayores que he pescado en este coto, dieron unas buenas batallas, en las que tuve que usar una gran dosis de paciencia para cansar a los monstruos irisados y poder ensalabrarlos sin partir el delgado hilo de 12 con el que estaba pescando. En la segunda trucha, me obligué, como ejercicio de paciencia y entrenamiento de dominio en el combate hombre-pez, a sentarme en una piedra y fumarme lentamente un cigarrillo, mientras con la puntera de la caña bajo el agua, mantenía al pez firmemente sujeto y soportaba sus embestidas, recuperando oportunamente línea cada vez que se cansaba, como si de un streamer gigantesco se tratase.
Poco después de las cuatro, el sol se puso por detrás de la Sierra de Les Guilleríes, y el termómetro cayó en picado. La actividad, si bien no cesó del todo, se ralentizó, y las truchas se pusieron tremendamente selectivas. Francesc, aún le pudo, aunque fuera, tocar el morro a una trucha más, con una mosca de CDC del famoso montador Pablo Castro Pinos. Por mi parte, probé sin éxito suerte con una efémera en parachute, y una emergente mixta de CDC y hackle de gallo, sin obtener resultado alguno.
Un rato después, tras el oportuno cambio de ropa, recogida de bártulos y artilugios de pesca y, en mi caso, embadurnado de manos con Brummel, estábamos mi amigo y yo comprando nuestra merienda en la Pastelería Piferrer. Este año, como novedad, la Sra. Mercè ha puesto a disposición de sus clientes chocolate caliente al instante, y unos churros realmente divinos. Francesc dio buena cuenta de una ración de ellos. Por mi parte, yo me incliné por las cocas de crema: valores seguros en este establecimiento, tanto en su versión fina y crujiente, con cobertura de almendras y relleno de crema, como en la tradicional coca esponjosa con la crema como recubrimiento.
De vuelta a casa, mi estado de ánimo había mejorado ostensiblemente: me hacía muy feliz el hecho de que mi amigo no hubiera hecho un largo viaje en balde, y que además volviera a casa sabiendo porque algunos, cuando hablamos de este coto intensivo sin muerte de Anglés, le ponemos delante el adjetivo "mágico".
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TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 10

Sábado, 18 de Diciembre de 2010

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 2.010-2.011 Nº 10

Coto Anglès-Pasteral sin muerte.
Rio Ter

Capturas:
Pescador : Francesc Bernal: 3 truchas fario a mosca seca.
Pescador : Ferran RUBINSTEIN: 2 truchas arco-iris a mosca seca y 1 trucha arco-iris con ninfa.

Climatología: Mañana: nublado y frio con llovizna. Tarde: soleado y frio.

Hora de inicio de la jornada: 10,45 h.

Hora finalización jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

"Balada", Op. 78
"Marcha Triunfal Americana"
Obertura nº 1 sobre temas griegos
Obertura nº 2 sobre temas griegos

De Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 2

De Robert Füchs
Concierto para piano y orquesta nº 3

De Xaver Scharwenka


Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

viernes, 10 de diciembre de 2010

GALERIA DE FOTOS. RECORDANDO EL COTO "EL FRESER-2" SIN MUERTE DE CAMPDEVÀNOL.











Con la llegada del frio, y quedando aún una auténtica eternidad para el inicio de la Temporada próxima, uno no deja de recordar los gratos momentos vividos a pie de rio este pasado verano: el agradecido frescor de la mañana, los mediodias de tricópteros y el bochorno previo a la tormenta de la tarde, momento de gran actividdad de insectos y peces a la vez . En este caso, me permito evocar en este, vuestro blog amigo, las divertidas y productivas jornadas que disfruté en Junio u Julio pasados en el coto sin muerte "El Freser-2" de Campdevànol. ¡Que ganas tengo de volver! Y no solo por sus estupendas truchas autóctonas... las exquisitas "boines de Can Nasiet", esperan a que algún ávido y exhausto pescador les hinque el diente...

domingo, 5 de diciembre de 2010

JP-550. COTO CAMÍ DE L´OLIVA - OLIANA.

JORNADA DE PESCA Nº 550


Mucho frio y poca pesca este primer sábado de Diciembre en Oliana. Pero como suele suceder en el “Camí de l´Oliva”, que es como la Administración denomina al Coto de Oliana sin muerte, la poca pesca suele serlo de peces de auténtica envergadura.
Pese a que en el calendario todavía es otoño, el invierno real, ese de las heladas matinales que hacen gotear la nariz, los jerseys de cuello alto que pican y las gorras con orejeras que tanto se agradecen, se ha presentado este año para el Puente de la Inmaculada, para gran regocijo de la parroquia esquiadora, que este sábado se desplazaba en aluvión hacia las estaciones de esquí catalanas y andorranas, también via Ponts y Oliana.
Una vez más, en poco tiempo, mi cámara de fotos ha vuelto a fallar. Seguramente tiene la batería dañada. El caso, es que muchos pensarán de que es casi un sacrilegio ir a la “Patagonia Catalana” sin una cámara de fotos, para hacerse la oportuna instantánea con las fario atlántica de morro de gancho de 70 cms., o la iris “barra de pan” de turno.
Sin embargo, y debido a que ya es de dominio público que hay grandes peces en este coto, que le han hecho ganar el apodo de “Patagonicus”, no era mi interés específico el haber hecho fotos a los peces (de hecho ya he puclicado alguna), sino el haber podido captar la belleza de esa madrugada fria, de esos jirones de niebla sobre el rio al salir el sol, o de ese atardecer tan singularmente estético que se puede apreciar en Oliana, cuando la puesta de un sol invernal muy bajo en el horizonte, colorea de casi rojo encendido las enormes paredes de roca entre las que se encañona el rio, aguas arriba del coto.
El salir del calor del interior del coche, para cambiarse y montar aparejos no fue tarea fácil, y requirió enorme fuerza de voluntad. Hay que tener en consideración de que a las nueve y cuarto de la mañana, la temperatura era de cinco grados bajo cero, y la niebla, que tardó un buen rato en desvanecerse, incrementaba aún más la sensación de frio.
No llevaba ni un cuarto de hora pescando, mientras el sol intentaba imponerse, y se formaban remolinos de vapor sobre la superficie del agua, por el contraste de temperatura, que una fuerte picada me alertó de que quizás los “monstruos olianeros” no estaban tan aletargados como era de suponer. Lo que fuera, dio un par de embestidas, y a la tercera se llevó mis ninfas (no una, las dos), a modo de trofeo. Bueno, buena señal, por lo menos están.
Diez minutos después, y solo unos metros corriente arriba, otra picada brutal, otra carrera desesperada corriente abajo, y yo que no estaba ya dispuesto a perder peces en el combate, pues este nuevo desafío era la gran oportunidad de cumplir uno de los, a priori, objetivos de la jornada: el testar mi Guideline Fario 10 pies para linea 4 en una pelea con un gran pez. Hay que considerar que llevo el carrete cargado con una seda paralela sintética, y el terminal al que el bicho “patagónico” era un fino 0,14. Así pues, tuve a bien arriesgarme a seguir los siempre buenos consejos de un amigo mio que es pescador de competición, y en vez de dominar al animal con el arco de la caña levantada, hundí la puntera de la misma ligeramente bajo el agua, y le fui dando linea, y recogiendo como si fuera un streamer gigantesco, hasta que casi quince minutos después, una iris de cincuenta y ocho centímetros, entraba exhausta en la sacadera.
Pasó no tan solo mucho rato, sino casi dos horas, con muchos cambios de postura en el rio, para que tuviera de nuevo otra picada, y con ella viniera una nueva pelea titánica de “Big Fish vs. Light Rod”. Quiso la suerte, o la casualidad que, aparte de picar a la misma ninfa – una “pompom”, la gran clásica de las atractoras para iris tanto de repoblación como asilvestradas- , esta vez otra iris enorme (62 cms.) presentara batalla en aguas paradas. En un principio, esto podía pensarse que me daba cierta ventaja, pero en realidad me hizo aún estar más tenso, debido a que el poco calado de la postura permitiría al pez alcanzar algunas ramas hundidas que incluso estaba yo viendo gracias a la polarización de mis gafas, y enredar en ellas el aparejo, o restregarse el morro con las piedras de un fondo que tenía casi a tocar de aleta. Por suerte, tanto linea, como nudos, como caña aguantaron bien otro de esos combates que te dejan el brazo pidiendo “reflex” a gritos, pues el monstruo fluvial no se digno a entrar mansamente en el salabre hasta casi los veinte minutos después de la clavada.
Tras ese episodio, se terminó la jornada, o al menos se acabó en lo que concernía a tocar de nuevo escama. El resto, hasta el final, fue un amable paseo por el rio en una soleada tarde de invierno, probando ocasionalmente suerte en alguna postura, e intentando atisbar algún signo de actividad que no se produjo. Como mucho, vi a unos pescadores situados en una zona de corrientes que lo estaban probando a streamer, y estaban teniendo alguna que otra picada. De todas maneras, poca gente pescando había este sábado en Oliana, y esto aumentaba aún más la sensación de confort y libertad del dia de pesca. Cuando más mayor me hago, más detesto los “mogollones”. Fuera del caso de un coto de repoblación, para mi dos en una misma postura del rio ya son multitud, y tres o más una auténtica manifestación de las “subversivas y no autorizadas por la autoridad competente”.
De vuelta a casa, feliz por haber pescado de nuevo en la “Patagonia Catalana”, y sobre todo de disfrutar de ese viaje bajo el cielo tachonado de estrellas, con ese aroma de leña en la chimenea que ocasionalmente se huele al atravesar algún pueblo, en el cual ya parpadean alegres las luces de colores de Navidad.


TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 9


Sábado, 4 de Diciembre de 2010

TEMPORADA COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 10-11 Nº 9

Coto Camí de l´Oliva – Oliana. Intensivo sin muerte.
Rio Segre

Capturas: 2 truchas arco-iris a ninfa

Pescador : Ferran RUBINSTEIN

Climatología: soleado y frio

Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.

Hora finalización jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
Sonata para piano nº 1
de Anton Rubinstein

Rapsodia para violín nº 1
Rapsodia para violín nº 2
De Béla Bartók

Viaje de vuelta:

“Marcha Triunfal Americana”
“Balada, Op. 78”
Obertura sobre temas griegos nº 1
Obertura sobre temas griegos nº 2
De Alexander Glazunov

Sinfonía nº 8
De Franz Lachner

Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.