JORNADA DE PESCA Nº 550
Mucho frio y poca pesca este primer sábado de Diciembre en Oliana. Pero como suele suceder en el “Camí de l´Oliva”, que es como la Administración denomina al Coto de Oliana sin muerte, la poca pesca suele serlo de peces de auténtica envergadura.
Pese a que en el calendario todavía es otoño, el invierno real, ese de las heladas matinales que hacen gotear la nariz, los jerseys de cuello alto que pican y las gorras con orejeras que tanto se agradecen, se ha presentado este año para el Puente de la Inmaculada, para gran regocijo de la parroquia esquiadora, que este sábado se desplazaba en aluvión hacia las estaciones de esquí catalanas y andorranas, también via Ponts y Oliana.
Una vez más, en poco tiempo, mi cámara de fotos ha vuelto a fallar. Seguramente tiene la batería dañada. El caso, es que muchos pensarán de que es casi un sacrilegio ir a la “Patagonia Catalana” sin una cámara de fotos, para hacerse la oportuna instantánea con las fario atlántica de morro de gancho de 70 cms., o la iris “barra de pan” de turno.
Sin embargo, y debido a que ya es de dominio público que hay grandes peces en este coto, que le han hecho ganar el apodo de “Patagonicus”, no era mi interés específico el haber hecho fotos a los peces (de hecho ya he puclicado alguna), sino el haber podido captar la belleza de esa madrugada fria, de esos jirones de niebla sobre el rio al salir el sol, o de ese atardecer tan singularmente estético que se puede apreciar en Oliana, cuando la puesta de un sol invernal muy bajo en el horizonte, colorea de casi rojo encendido las enormes paredes de roca entre las que se encañona el rio, aguas arriba del coto.
El salir del calor del interior del coche, para cambiarse y montar aparejos no fue tarea fácil, y requirió enorme fuerza de voluntad. Hay que tener en consideración de que a las nueve y cuarto de la mañana, la temperatura era de cinco grados bajo cero, y la niebla, que tardó un buen rato en desvanecerse, incrementaba aún más la sensación de frio.
No llevaba ni un cuarto de hora pescando, mientras el sol intentaba imponerse, y se formaban remolinos de vapor sobre la superficie del agua, por el contraste de temperatura, que una fuerte picada me alertó de que quizás los “monstruos olianeros” no estaban tan aletargados como era de suponer. Lo que fuera, dio un par de embestidas, y a la tercera se llevó mis ninfas (no una, las dos), a modo de trofeo. Bueno, buena señal, por lo menos están.
Diez minutos después, y solo unos metros corriente arriba, otra picada brutal, otra carrera desesperada corriente abajo, y yo que no estaba ya dispuesto a perder peces en el combate, pues este nuevo desafío era la gran oportunidad de cumplir uno de los, a priori, objetivos de la jornada: el testar mi Guideline Fario 10 pies para linea 4 en una pelea con un gran pez. Hay que considerar que llevo el carrete cargado con una seda paralela sintética, y el terminal al que el bicho “patagónico” era un fino 0,14. Así pues, tuve a bien arriesgarme a seguir los siempre buenos consejos de un amigo mio que es pescador de competición, y en vez de dominar al animal con el arco de la caña levantada, hundí la puntera de la misma ligeramente bajo el agua, y le fui dando linea, y recogiendo como si fuera un streamer gigantesco, hasta que casi quince minutos después, una iris de cincuenta y ocho centímetros, entraba exhausta en la sacadera.
Pasó no tan solo mucho rato, sino casi dos horas, con muchos cambios de postura en el rio, para que tuviera de nuevo otra picada, y con ella viniera una nueva pelea titánica de “Big Fish vs. Light Rod”. Quiso la suerte, o la casualidad que, aparte de picar a la misma ninfa – una “pompom”, la gran clásica de las atractoras para iris tanto de repoblación como asilvestradas- , esta vez otra iris enorme (62 cms.) presentara batalla en aguas paradas. En un principio, esto podía pensarse que me daba cierta ventaja, pero en realidad me hizo aún estar más tenso, debido a que el poco calado de la postura permitiría al pez alcanzar algunas ramas hundidas que incluso estaba yo viendo gracias a la polarización de mis gafas, y enredar en ellas el aparejo, o restregarse el morro con las piedras de un fondo que tenía casi a tocar de aleta. Por suerte, tanto linea, como nudos, como caña aguantaron bien otro de esos combates que te dejan el brazo pidiendo “reflex” a gritos, pues el monstruo fluvial no se digno a entrar mansamente en el salabre hasta casi los veinte minutos después de la clavada.
Tras ese episodio, se terminó la jornada, o al menos se acabó en lo que concernía a tocar de nuevo escama. El resto, hasta el final, fue un amable paseo por el rio en una soleada tarde de invierno, probando ocasionalmente suerte en alguna postura, e intentando atisbar algún signo de actividad que no se produjo. Como mucho, vi a unos pescadores situados en una zona de corrientes que lo estaban probando a streamer, y estaban teniendo alguna que otra picada. De todas maneras, poca gente pescando había este sábado en Oliana, y esto aumentaba aún más la sensación de confort y libertad del dia de pesca. Cuando más mayor me hago, más detesto los “mogollones”. Fuera del caso de un coto de repoblación, para mi dos en una misma postura del rio ya son multitud, y tres o más una auténtica manifestación de las “subversivas y no autorizadas por la autoridad competente”.
De vuelta a casa, feliz por haber pescado de nuevo en la “Patagonia Catalana”, y sobre todo de disfrutar de ese viaje bajo el cielo tachonado de estrellas, con ese aroma de leña en la chimenea que ocasionalmente se huele al atravesar algún pueblo, en el cual ya parpadean alegres las luces de colores de Navidad.
TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 9
Sábado, 4 de Diciembre de 2010
TEMPORADA COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 10-11 Nº 9
Coto Camí de l´Oliva – Oliana. Intensivo sin muerte.
Rio Segre
Capturas: 2 truchas arco-iris a ninfa
Pescador : Ferran RUBINSTEIN
Climatología: soleado y frio
Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.
Hora finalización jornada: 16,45 h.
La música de hoy:
Viaje de ida:
Sinfonía nº 6
Sonata para piano nº 1
de Anton Rubinstein
Rapsodia para violín nº 1
Rapsodia para violín nº 2
De Béla Bartók
Viaje de vuelta:
“Marcha Triunfal Americana”
“Balada, Op. 78”
Obertura sobre temas griegos nº 1
Obertura sobre temas griegos nº 2
De Alexander Glazunov
Sinfonía nº 8
De Franz Lachner
Lineas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.
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