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sábado, 12 de diciembre de 2015

JP-776. EN "FORT ANGLÈS" NO SE OYE AL TAMBORILERO RAPHAELIANO, NI SE VEN BURRAS CARGADAS DE CHOCOLATE. Sábado, 12/12/2015.



Esta fue la trucha de mejor porte, en una jornada marcada por las capturas de ejemplares "palmeros" de truchas juveniles.


¡¡Sardinillas!! Estas truchas "palmeras" fueron las protagonistas de una jornada de ambiente pre-navideño. Quizás las grandes farios e irisadas se habían ido de compras al centro comercial más cercano, o estaban cargando de chocolate a una burra que tenía que ir a Belén (rin, rin, yo me remendaba, yo me remendé)  




JORNADA DE PESCA Nº 776



De nuevo, estoy escribiendo acerca de una jornada de pesca que queda ya bastante lejana en el tiempo con respecto a un presente en donde estoy sentado frente ordenador, en una tarde soleada aunque fría de primeros de marzo, a muy pocos días de que se desvede la trucha aquí, en Catalunya, mientras escucho con auténtico deleite esa pequeña maravilla musical que es el Concierto para piano y orquesta en SOL menor de Jozef Wieniawski.
El invierno, que aún no había llegado el día de pesca que os voy a contar, ha sido duro en lo que a pesca se refiere: otro año más me he enfrentado a la soledad y dificultad de esas zonas libres sin muerte que, al estar fuera de aguas trucheras, se pueden pescar todo el año, en las cuales es posible pillar alguna trucha a base de mucha fe y de mucha paciencia. Por suerte, este invierno se me ha hecho corto, ya que he alternado los días de pesca con excursiones de senderismo, junto con mis amigos del club excursionista del que soy socio desde hace cerca de treinta años. En definitiva, nada que no venga haciendo cada otoño e invierno, con la salvedad de que, de unos años a esta parte, el declive de los intensivos de repoblación, que antes tanto animaban el tiempo de veda, hace que cada año, durante los meses más fríos, me aventure más en pescas menos especulativas, todo y que mas arriesgadas.
Pero esas aventuras de sufrida pesca invernal, mencionadas en el párrafo anterior,  ya os las contaré cuando llegue el momento. Ahora toca volver al corazón del mes de diciembre, a esos compases finales del otoño caracterizados por las pocas horas de luz solar y las largas noches. Vísperas de Santa Lucía, el día de la mínima luz diurna, y tiempo pre-navideño de vorágine consumista, villancicos aflamencados y machacones y un parecer que se acabe el mundo en casi todos los trabajos que terminan con un balance anual.
La jornada que nos ocupa, tuvo lugar en uno de esos sábados lánguidos y tristones, tan propios de las cercanías de las fiestas navideñas. De nuevo, en "Magic Anglès", aunque el coto estaba bastante irreconocible de la poca gente que había pescando. Supongo que las ferias navideñas y los centros comerciales debieron ser, en gran medida, los responsables de la poca afluencia de pescadores. En fin, mejor para los que preferimos estar en remojo y pasando frío antes que soportar la histeria colectiva del consumo compulsivo, esta vez salpimentado por los tópicos villancicos y sus letras absurdas e incluso surrealistas (mulas cargadas de chocolate -rin, rin-, peces que beben en el río y tamborileros raphaelianos mas incansables que el conejo de las pilas Duracell).      
El día amaneció con niebla y temperaturas ligeramente negativas, y siguió así hasta cerca del mediodía horario cuando, poco a poco, se fueron abriendo claros que permitieron disfrutar un poco de un sol tardo-otoñal que hizo subir levemente el mercurio.
Otra semana más, aguas abajo de la presa del Pasteral, el caudal del Ter seguía secuestrado por "la mano que acciona la compuerta", que lo mantenía con los mismos miserables y ecológicamente insostenibles 5 m3/seg., caudal raquítico este, que ha sido la tónica dominante en esta gran arteria fluvial catalana desde el final de pasado verano, tal y como habéis podido leer en los artículos precedentes de este blog.
Por suerte, ya que hasta los caudales mínimos pueden tener alguna cosa buena, el estado del río no estaba para otra cosa que pesca larga, lo más ligera posible (o "jogo bonito", valga el símil balonpédico), así que pude disfrutar de un día entero sin recurrir a improvisadas pescas a algo que se parece vagamente a la pesca "al hilo", o a encomendarme a San Tungsteno Glorioso, patrón de las ninfas abisales de las pozas profundas y corrientes fragorosas, esas que de caerle al pez en la cabeza, a buen seguro le hacen un voluminoso chichón.
Armado con los excelentes y bien calibrados bajos de línea "hand made" de mi amigo Alfredo C, de La Rioja, pude disfrutar de un día de pesca de los de no parar de sacar linea del carrete por la puntera de la caña, usando tanto ninfas ligeras, como moscas secas a palo seco, valga la redundancia.
Los primeros compases de la jornada, transcurrieron infructuosamente prospectando una tabla de aguas casi paradas. Poco después, me aventuré un poco más arriba, también escenario tipo tabla, pero con algunas vetas ligeras de corriente. Entre allí y el final de las mismas, el bullir del agua en el pequeño salto de agua que hace una fractura del lecho del río, tuve tema para todo el día. Apenas doscientos metros, o quizás incluso menos, a los que saqué todo el jugo, dentro de esa estrategia, tan típica tanto de Ánglés, como de la pesca invernal que se llama "defender el fuerte", o lo que es lo mismo, apalancarte en una postura determinada, a sabiendas de que siempre suele haber actividad en la misma, y no salir de ella aunque te estés meando encima, no sea que venga otro pescador y se la haga suya.        
A pesar de que la jornada fue divertida y de que no faltaron las capturas, la verdad es que el tamaño de las mismas dejó mucho que desear. Curiosamente, en esta ocasión tuve la impresión de que los grandes e incluso medianos ejemplares de farios e irisadas se habían ido de vacaciones, o estarían cargando de chocolate la mula que tenía que ir a Belén.    
La única trucha con un porte decente, un ejemplar de fario atlántica de unos 35 cms. fue la primera captura del día, al sucumbir a los encantos de un ligerísimo perdigón de color rojo chillón.
Al entrar en el territorio de las aguas batidas, comencé a tener picadas de ejemplares de trucha juvenil, cuya captura fue la tónica dominante de la jornada: tres casi seguidas, también con el mismo perdigón, en el bullir mismo del pequeño salto de agua.
En el remanso de la corriente, al alejarse del escalón, comenzaron a cebarse peces, que no dudé en tentar n primero con una imitación de emergente de bétido generalista, y luego con una de subímago de la misma mosca, una pequeña efémera olivácea, que era la que estaba eclosionando, aunque de un modo tímido, en ese momento. Tuve la impresión de que debían de estar muy pinchadas, pues no se interesaban lo más mínimo por mis imitaciones, hasta que tomó el subimago una fario de considerable tamaño, que hubiera podido ser la mejor captura del día con diferencia, pero que perdí por desclavamiento a los primeros tiras y aflojas.  
Como siempre que uno está enfrascado en un desafío divertido, el tiempo pasó volando y llegaron las dos de la tarde como quien no quiere la cosa. Viendo que me estaba estrellando contra un muro, intentando hacer picar unas truchas que hacía rato ni se miraban mis moscas, intenté ir a probar suerte a otro lugar, en concreto a otra tabla que hay a escasa distancia río arriba, todo y el riesgo de abandonar el fuerte. Cuando no había avanzado ni unos metros, andando por el mismo río, vi a lo lejos que otro pescador ya estaba ocupando esa postura, así que volví raudo sobre mis pasos para volver a ocupar la fortaleza que, por suerte, ningún otro contendiente en la batalla del río había reclamado para si.
Izada de nuevo la bandera "Rubinsteinfishiniana", salí del río un rato, bien visible en la orilla (¡alto!¡quien vive!¡santo y seña!), eso si, para tomar una lata de te con limón y fumar uno de mis sempiternos "Fortuna". Mientras fumaba, pude observar como en el remanso de la orilla contrario (estaba en la del pequeño salto de agua) se estaban cebando con decisión varias truchas.    
Costo poco engañar a un par de ellas y hacerlas llegar al salabre; solo tuve que usar uno de esos "plumeritos" que tan bien van en las aguas casi paradas como son las emergentes de CDC. Sin embargo... el tamaño de las truchas seguía siendo poco de desear: de nuevo truchitas de palmo y poco más.
Tal como vino la actividad, se desvaneció, y por mas que fui paseando la mosca, buscando picadas "al agua" no volví a ver ninguna ceba. 
Visto lo visto, y que ya eran pasadas largas las tres de la tarde, pasé a enfilar la recta final de la jornada pescando toda la postura "da capo" con una sola ninfa (de nuevo el mini-perdigón rojillo), obteniendo en esta manga cuatro más de esos jaramugos tan bonitos, como de escaso porte.
Con la tarde, habían vuelto las nubes. Olía a humo de leña y de quema de rastrojos. Tan pronto, relativamente, como a las cuatro y media de la tarde y ya oscurecía. Un cuadro típicamente otoñal, de un día de pesca más "Magic Anglès", a rematar con una buena merienda.
Gran invento (si se usa con buen tino, como todos los inventos) esto del Whatsapp. Mientras merendaba con calma y leía la prensa del día, recibí uno de esos mensajes de mi buen amigo Dmitriy G., que había estado pescando, hacía pocas horas, a spinning en la zona libre sin muerte del Ter, unos cuantos kilómetros mas abajo de Anglès. Había capturado y soltado unos quince truchas pero... también todas pequeñas, excepto una que quizás rondaría los 35 cms, O sea, una jornada de resultados bastante parecidos a la mía. Por lo visto, en este sábado pre-navideño las truchas pequeñas se habían adueñado del río. Quizás, las grandes tenían ya dolor de cabeza de tanto escuchar villancicos.   



JORNADA DE PESCA Nº 776


Sábado, 12 de Diciembre de 2015

Temporada 2015 - 2016 - Nº 11
Temporada de Cotos Intensivos de Salmónidos 2015 - 2016 - Nº 10

Coto Intensivo de Anglès - El Pasteral S. M. - TE015
Río Ter

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 8 truchas fario a ninfa y 2 truchas fario a mosca seca

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT-Four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Sage 4550

Climatología: mañana nublada y fría; mediodía y tarde soleados, con el paso de nubes altas, con temperatura templada.

Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad, siendo recomendable el uso del bastón de vadeo

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3 "Trágica"
Félix Draeseke

Sinfonía nº 4 (1ª parte)
Emilie Mayer

"Danzas de Maroszék"
Zoltan Kodály

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 5
August Klughardt

Sinfonía nº 4 (2ª parte)
Emilie Mayer


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

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