Una imagen bucólica del "dulce noviembre" en Anglès que, por supuesto, no refleja para nada lo muy resabiadas que estaban las truchas en esta jornada de pesca |
JORNADA DE PESCA Nº 771
Con esta, comienzan las crónicas de un "dulce noviembre" a nivel pesca, aunque contadas desde la distancia en el tiempo que da el estar escribiéndolas bien entrado enero, dada la acumulación de artículos del blog que tengo pendientes de redactar debido al poco tiempo del que dispongo, por motivos profesionales y familiares, para hacerlo.
Casi siempre, el mes de noviembre marca ese punto de inflexión en que el otoño deja de ser un "varanillo", para convertirse en el preludio del frío invierno. Así pues, noviembre suele ser el mes de las hojas marchitas ya en el suelo, formando tupidas alfombras. La dorada y plácida melancolía de las hojas doradas en los árboles de octubre, se troca avanzado este mes en alfombra marrón de materia vegetal, que al alba platea la helada.
Salvo al urbanita recalcitrante, a nadie se le escapa que las escarchas de noviembre matan las setas de octubre. Y si estamos más avezados a aventurarnos allende de los senderos, seguramente sabremos que en octubre, los elfos todavía vigilan las noches húmedas de los bosques; pero en noviembre, cuando sopla el viento gélido de las primeras nieves, trolls y orcos acechan a aquel que se aventura a cruzar las florestas en la oscuridad. Por regla general, octubre todavía es croar de ranas en la charca y cantar de grillos en el matorral, mientras que en noviembre el aullido del lobo, no tan lejano como sería de desear, nos recuerda que los días cortos dan paso a largas noches en las que es mejor estar a la vera de la chimenea, con la puerta de casa debidamente atrancada.
Sin embargo, el del año 2015 ha sido un mes de noviembre totalmente atípico. Los más de los días del mismo hemos estado, en casi todas las comarcas del Principado, disfrutando de un tiempo benigno, con temperaturas entre cinco y diez grados por encima de lo que es habitual en este mes de pleno otoño. Siguiendo con la tónica de poca precipitación de este año, este noviembre ha sido también el de menos lluvia de lo que llevamos de siglo, y no tan solo en Catalunya, sino también en el resto de España, e incluso en gran parte de Europa Occidental y Central.
Esta bonanza meteorológica, ha marcado el "dulce noviembre" de 2015, manteniendo las truchas activas más horas, y ha supuesto un plus de confort adicional para aquellos que hemos seguido pescando, allí donde la ley lo permite, una vez terminada la temporada oficial. En el transcurso de este mes, y como ejemplo en el parte de pesca que nos ocupa, ha sido fácil comenzar a pescar con cuello alto, y terminar haciéndolo en camiseta en las horas centrales del día.
Esta jornada de pesca, coincidió con el sábado de la semana de San Martín, fechas en las que suele haber un último repunte de altas temperaturas, conocido como "Veranillo de San Martín", antes de que lleguen los primeros fríos. En el caso que nos ocupa, se cumplieron de sobra las expectativas, y este segundo sábado de noviembre fue no tan solo uno de los más calurosos del pasado otoño, sino también un día de temperaturas positivas record para este mes en toda España.
Aparte de encontrarme con mucha gente pescando en "Magic Anglès", creo que otros dos factores determinantes para que el día de pesca fuese pobre en capturas, fueron tanto el calor de las horas centrales del día, como el bajo caudal del río Ter, esos miserables 5 m3/seg. que apenas pueden considerarse como un mínimo ecológico.
El hecho de que, nada más comenzar a pescar clavase, a mosca seca, una trucha que se me escapó a las primeras de cambio, sin llegar al fondo de mi salabre, fue un puro espejismo, El día fue realmente duro, de los de hacerte cruces de lo que llegan a pasar las truchas de tus moscas, y terminó con la captura de tan solo tres pintonas de tamaño mediano, tras largas horas de ver actividad en superficie y no saber como sacar partido de la situación.
Las eclosiones mayoritarias, en los ratos y lugares del río en que las hubo, fueron claramente de ignitas, pero ni una de las tres capturas que logré, a base de insistir y cambiar de imitaciones, se debió a un patrón de esta ephemerella, ni en fase emergente ni en fase adulta. Pese a la presencia de dipterines, sobre todo quironómidos, tampoco el empleo de dichas moscas, ni tan solo en tamaño tan "mini" como
el de un anzuelo del 20 consiguieron picadas. De un modo paradójico, casi absurdo, las tres capturas se debieron a moscas que entrarían en el terreno más de lo generalista que de lo concreto: dos con el típico "plumero" ( o sea, emergente de CDC) y una con una imitación de bétido en parachute. De hecho, la única trucha que picó a la imitación de ignita fue la que se me escapó a las primeras de cambio nada más comenzar a pescar, hecho que ya he comentado en el párrafo anterior.
Centrándonos en el terreno de las capturas efectivas, las dos primeras no tuvieron lugar hasta bien pasado el mediodía, y ambas fueron en un mismo parado de aguas, en donde había buscado relativo refugio ante el hecho de estar las corrientes abarrotadas de gente pescado a ninfa. Las muy puñeteras picaron aguas abajo, a la emergente de CDC. La tercera captura no llegó hasta bien pasadas las tres de la tarde, en una corriente moderada que ya había sido bien zurrada por una pareja de pescadores a ninfa que me precedieron. Para mayor sorpresa, la mosca no fue tomada por ninguna de las truchas que se cebaban en aquel momento y que estaban en mi punto de mira, sino por otra que, por sorpresa, salió de la nada tomando la mosca casi cuando ya estaba a punto de iniciar el siguiente lance.
Por descontado que no tan solo me dediqué a pescar a seca. También lo hice con el tándem, e incluso a ninfa, aunque con una sola de poco peso y lanzando lejos, ya que el calado del río no daba como para mucho tungsteno.
Y no os engañaréis, si estáis pensando en que rehice mi bajo de línea varias veces a lo largo del día, en algunas ocasiones para intentar mejores presentaciones, y en otras, sobre todo cuando más avanzaba la jornada, porque al ponerme nervioso comencé a perder un tanto los papeles, y con la falta de atención y el aflojamiento de muñeca vinieron los "cascotazos" y los nudos de viento. Y ya se sabe, que cuando terminas con el bajo de línea hecho un amasijo de dichos nudos, no soplando ni una mínima brisa, es señal de que... ¡estás lanzando fatal!.
Por suerte, todas las tribulaciones de esta jornada tan aciaga, me llevaron a reflexionar primero, y a sacar la conclusión después, de que mis bajos presentaban las moscas de un modo muy deficiente, por lo que decidí ponerme, tan pronto fuera posible, en manos de un auténtico especialista en pesca fina a mosca seca, mi amigo Alfredo C., de La Rioja, quien unos días después, con la amabilidad que le caracteriza, me abrió los ojos sobre otros conceptos de longitud y elasticidad en bajos de línea Pero esto, es otra historia que ya contaré a su debido momento.
Con muchas o pocas capturas, o con más o menos calentamientos de cabeza, lo que no perdono nunca es la merienda después de pescar. Lo reconozco, soy así de ermitaño: me gustan bien poco los largos desayunos que terminan en reunión social, con exhibiciones de montajes incluidas, y me pierdo por una buena merienda sin prisas, con la sensación de faena hecha para bien o para mal, preludio de una buena sesión de música clásica, durante la que tienes tiempo de recrear en tu mente las emociones del día de pesca.
JORNADA DE PESCA Nº 771
Sábado, 14 de noviembre de 2015
Temporada 2015 - 2016 - Nº 6
Temporada de Cotos Intensivos de Salmónidos 2015 - 2016 - Nº 6
Coto Intensivo de Anglès - El Pasteral S. M. - TE015
Río Ter
Pescador: Ferran RUBINSTEIN
Capturas: 3 truchas fario a mosca seca
Equipo de pesca a mosca:
Caña: Vision GT-Four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Sage 4550
Climatología: soleado e inusualmente caluroso para la época del año, con temperatura de 21 º C a primera hora de la tarde.
Caudal: bajo
Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad, no siendo preciso el uso del bastón de vadeo.
Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 17,00 h.
La música de hoy:
Viaje de ida:
Doble concierto para violín, violoncello y orquesta
Johannes Brahms
"Lo que escuché en la montaña" (o "Sinfonía de Montaña")
Franz Liszt
Viaje de vuelta:
Sinfonía en "SI" bemol menor
"Viviane"
Poema para violín y orquesta
Ernest Chausson
Concierto para violín y orquesta en "RE" mayor
Erich W. Korngold
Líneas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.
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