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jueves, 14 de agosto de 2014

JP-708. RÍO CAUDALOSO Y PESCA DE TODO UN POCO EN LA PATAGONIA CATALANA - Jueves, 31/07/2014

Los ciprínidos lucharon por ser los protagonistas, en detrimento de las truchas, de una de las más divertidas jornadas de pesca de este verano, de nuevo en Oliana. 

Todo y verme obligado a faenar en un río con un caudal de cerca de 50 m3/seg., mi propia orilla me ofreció diversión suficiente, por lo menos por la mañana.

La protagonista indiscutible de la tarde de esta jornada de verano fue la gran poza del puente de Tragó, en donde siempre se amortigua un poco el efecto del aluvión de agua, y en donde los ciprínidos se erigieron como protagonistas. 

Las truchas fario de repoblación fueron las protagonistas de la mañana, en la parte alta del coto, en donde el alto caudal me obligó a pescar apenas poco más que mi propia orilla.

Los gardis (o bermejuelas) han irrumpido en Oliana al igual que las luciopercas y otras especies que han aprovechado que la cola del pantano de Rialb (que está rebosar de agua desde hace meses, y no da visos de dejar  de estarlo) invade grna parte de la parte baja del coto.




JORNADA DE PESCA Nº 708


Tenía mucha ganas de compartir con mis lectores los azares de esta jornada de pesca en particular, pero sólo llegué a colgar el resumen de la misma en el grupo de Facebook que sigue este blog, Rubinsteinfishing y amigos, pues estaba en pleno ajetreo de preparar el equipaje para irme de vacaciones. Hoy, por fin, encuentro un hueco en este ejercicio de cambio de rutinas que se llama "estar de vacaciones", para poder retomar el contacto con lo seguidores del blog, y contarles lo que fue una jornada de pesca atípica, fechada el pasado 31 de julio, y en este caso escribiendo desde mi ordenador portátil en Isla (Cantabria), en donde llevo ya más de una semana y media de vacaciones con la familia.
Lo que hace tan excepcional esta jornada, es que en la misma llegué a capturar hasta cinco especies de peces diferentes, entre salmónidos y ciprínidos. Y a esta fiesta pudo haberse sumado una enorme lucioperca, que perdí en el combate. Faltó la guinda al pastel, en forma de pez vampírico, pero el mismo estuvo trufado de muchos sabores. A falta de la enorme lucioperca (digno ejemplar "pantanero", en esta ocasión traslocado a un río por arte de birlibirloque), el protagonista de la función fue un potente, atlético y muscular barbo, de pasado el medio metro de longitud, que me hizo sudar auténtica tinta de calamar para sacarlo del agua. Para sorpresa mía, capturé una estupenda bermejuela (1), muy rolliza ella, siendo la segunda que capturo a mosca (2) y en un río (la primera, en Ponts en octubre de 2006). Otra sorpresa positiva fue la captura de una bagra (3), pez que he notado en regresión, pero que en veranos de otros años no faltaba a la hora de remontar el río desde el pantano. A toda esta variedad, y estando en verano, y en un río entre embalses, no podrían faltar los sempiternos alburnos, de los cuales acabé capturando cuatro, todo y que se me soltaron unos cuantos mas en sus sempiternos ataques suicidas a todo lo que se menea en el agua. Finalmente, y tratándose de  un coto truchero, intensivo pero truchero al fin y al cabo, también capturé truchas, en este caso nueve farios, claramente de repoblación, en mano.
Aparte de la variedad de las capturas, la jornada estuvo marcada, y sobre todo condicionada, por el enorme caudal que bajaba por el Segre, con origen en el pantano de Oliana: un aluvión de agua con picos de más de 50 m3/seg., que hacía suicida el vadeo, incluso en las zonas de menor profundidad, y que no remitió en todo el día, ni aflojó un ápice con el paso de las horas: se ve que en este día tocaba  mover turbina. Así pues, y por lo menos en la primera parte de la jornada, en la parte alta del coto, me vi limitado a pescar mi propia orilla y poco más. Todo y así, las truchas, protagonistas absolutas de esta primera parte de la jornada, desde su inicio a las diez y cuarto de la mañana, estuvieron muy activas, y pescando a ratos a tándem de seca y ninfa, o bien con un par de perdigones, no necesariamente de excesivo gramaje, conseguí capturar seis truchas (una a mosca seca y cinco con los perdigones), perder tres más, y no consegui evitar el ataque de tres alburnos, que picaron consecutivamente uno detrás de otro.
A eso de las dos de la tarde, daba por bueno el resultado de la jornada, sin saber que, con la decisión de bajar río abajo a pescar la poza del puente de Tragó, la misma iba a dar un vuelco espectacular.
Fue en ese momento, al dejar de estar estrictamente enfrascado en la pesca, arrimado a la orilla con sombra, cuando me di cuenta de lo terriblemente caluroso del día: treinta y cuatro grados marcaba el termómetro de mi coche, cuando lo consulté mientras aprovechaba a tomar uno de mis sempiternos tes con limón de mi nevera portátil.
Al entrar en los dominios de la poza del puente de Tragó, fui bien consciente de  que iba a por todo, fueran truchas o no, y así, obrando en consecuencia, puse en mi terminal un par de ninfas de mayor entidad y peso, y bastante de fantasía, tanto para  ganar profundidad, como para atraer picadas de peces oportunistas.
Tras intentar tentar a la pequeñas lucioperccas de dos semanas atrás (4), usando la ninfa pompom como improvisado streamer, tardé un tanto en obtener alguna picada, hasta que clavé una bagra, pez muy abundante antaño, pero que en este verano en concreto me ha dado la impresión de estar en regresión. Un ejemplar de unos veinte centímetros. Bueno es, para demostrar al menos, que las bagras siguen remontando el río en la  estación más calurosa del año.
Tras clavar un pequeño alburno, y recibir varias picadas no identificadas, tuve una de las capturas más sorpredentes del día y de la temporada: una hermosa y rolliza bermejuela, pez que, a mosca es casi una novedad para mi, tal y como os he comentado unos párrafos más arriba.
A medida que me aproximaba a la entrada de las corrientes a la poza, noté que la actividad de los peces se activaba cada vez más: cebas esporádicas, carreras y huidas de pequeños pececillos, sombras a trasluz bajo el agua... fue en uno de los lances de este episodio cuando trabé a la enorme lucioperca, pez con el que tuve una buena batalla, y que perdí, de un modo visto y no visto, cuando ya la tenía entregándose casi panza arriba, y estaba alucinando de como iba a meter tamaño bicho en el salabre: era una lucioperca imperial, digna de los grandes ejemplares, de rangos de entre tres y cinco kilogramos, que había pescado a spinning en el pantano de La Baells en los años 90. Al no aparecer la ninfa de la que iba prendida, supongo que tuvo la fortuna de serrar el hilo con los dientes: lamento que el vampiro tamaño trofeo tuviera que irse con una ninfa a modo de piercing en la boca. Espero que se le caiga pronto, pero si alguien pilla una lucioperca descomunal con una phesant tail de color verde y bola del 2 en la boca, que sepa que a ese fiera le tocó el morro previamente Ferran Rubinstein.
Aún no había terminado de lamentarme por la pérdida de la lucioperca, cuando trabé combate con algo que parecía  que hubiera enganchado una locomotora en marcha. Nuevamente, volvía al combate con los grandes ciprínidos, nuevamente tenía a un enorme barbo en la otra punta de la línea. De nuevo, volvía a un combate heróico y agotador por ambas partes, y que en esta ocasión terminó con la victoria del pescador, consistente en la captura, fotografía y liberación del bigotudo.
Seguí faenando, con el empeño de pescar otro de estos grandes ciprínidos, pero terminé metiéndome en el dominio de las impetuosas y desbocadas corrientes, y allí, pescando de nuevo mi propia orilla volví a capturar otra trucha fario, con una sola ninfa, pues la pequeña del combo la había perdido en una enganchada roquera, y no la había repuesto.
Hasta los últimos lances del día fueron sorprendentes: para apurar la última media hora de la jornada me puse a pecar, con una sola ninfa  y el señalizador de picada (formato bolita de plastilina) en la calma, todo y que en esta ocasión crecida, tabla que hay justo debajo del puente.  Hasta tres veces subió una trucha al señalizador de picada, y al final tuve que descontar una captura por haber venido prendida por el lomo, antes de capturar la última trucha del día. Otra fario de repoblación. Como no.
En fin, uno de lo días más sorprendentes de lo que llevamos de temporada, de una temporada de salmónidos que, al menos este año, está resultando rica en capturas de otros peces distintos a las truchas.

Isla (Cantabria), 14 de agosto de 2014.


(1) Bermejuela, en Catalunya se conoce este pez como gardi, o gardó.
(2) A cebo, y pescando en pantanos, había capturado muchos de estos peces, sobre todo en los años 90, y especialmente en el pantano de La Baells.
(3) En castellano, cacho.
(4) Leer el artículo Jornada de Pesca nº 705, en este blog.


JORNADA DE PESCA Nº 708

Jueves, 31 de julio de 2014

Coto Intensivo de Oliana S. M. - SE08
Río Segre

Temporada 2013 - 2014 - Nº 36
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº 20

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 8 truchas fario a ninfa, 1 trucha fario a mosca seca, 1 barbo a ninfa, 1 bermejuela a ninfa, 1 bagra a ninfa y 4 alburnos a ninfa.

Climatología: soleado y caluroso.

Caudal: alto (aproximadamente 50 m3/seg.)
Condiciones de vadeo: vadeo muy peligroso y no recomendado, ni aún usando bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 17,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

"Te Deum"
Anton Bruckner

Sinfonía nº 3
Anton Dvorák

"Encuentro" (Fantasía para violoncello y pìano)
Joachim Raff

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1
Sergei Rachmaninov

Concierto para piano y orquesta nº 4
Anton Rubinstein

Fantasía Sinfónica sobre temas de la ópera "La Mujer sin Sombra"
Richard Strauss

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

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