"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 31 de mayo de 2014

JP-698. MAGIC ANGLÈS, PRIMAVERA EN ESTADO PURO: UN POCO DE TODO, Y UN MUCHO DE BUENA GENTE. Sábado, 31/05/2014.

En esta jornada, he tenido el placer de conocer a los amigos y seguidores de este, nuestro blog, Jonathan y José, y he compartido un rato de pesca y tertulia con ellos. Aquí vemos a Jonathan dando ejemplo de lo que es "tensar líneas".

Aprovechando la presencia de Jonathan y José, me he tomado esta foto para que los seguidores de este, nuestro blog, comprueben que, con la edad, mi cara cada día se parece más a la del que mató a Manolete. 

La pesca a mosca seca en aguas (casi)  paradas ha tenido un gran protagonismo en esta jornada. La verdad es que poder pescar en este entorno, y en este río, es como verse inmerso en un óleo de un gran pintor paisajista.

Las pequeñas truchas fario han sido las protagonistas de la mayoría de los ataques a la mosca seca. 

Tras una semana de tormentas continuas, en la Comarca de La Selva, el río bajaba en esta jornada, contra pronóstico, con muy poco caudal, y con el agua muy limpia.  

En esta ocasión, las ninfas han conseguido las capturas de mayor porte,  en especial las Pheasant Tails; los perdigones han sido del interés de truchas fario más pequeñas, y de las tres truchas arco-iris capturadas este día.   

JORNADA DE PESCA Nº 698

En esta última jornada de pesca el mes de mayo, tenía previsto pescar en Anglès con mi buen amigo Francesc B., de Reus, ese hombre tranquilo y afable, que solo pesca a  mosca seca, y del que os he hablado en muchos de los artículos de este blog. Sin embargo, imprevistos de índole laboral de última hora, le impidieron reunirse conmigo para compartir lances. Fue una lástima, pues incluso había declinado la invitación a una master class de pesca de ciprínidos a mosca, que iban a impartir dos reputados especialistas en una "barbería" (1) sorpresa. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, y mi día de pesca en solitario en "Magic Anglès" me permitió tener el privilegio de conocer en persona a Jonathan C., un jóven y entusiasta pescador a mosca, que es seguidor de este, nuestro blog, y de paso también a su amigo José, con quienes pude, casi al final de la jornada, compartir un rato de tertulia e incluso de acción de pesca, con capturas incluidas.
Tras una semana de gran variabilidad meteorológica, y de abundantes tormentas, repartidas de un modo irregular por la geografía del Principado, temía encontrar el río desbordado y turbio. Para mi sorpresa, cuando fui a inspeccionarlo antes de ir a desayunar, el Ter, a su paso por La Cellera, bajaba con un caudal tan bajo como suele ser ocasional en invierno, cuando no abren compuertas para el regadío, y con el agua de una prístina claridad.
El episodio de inestabilidad atmosférica de esta última semana de mayo terminaba, según la mayoría de partes meteorológicos, este sábado, y estaba previsto que fuese un día de extrema variabilidad, muy típico de la primavera, y en concreto del mes de mayo. En eso no se equivocaron: las soleadas primeras horas de la mañana cedieron paso al tránsito de nubes altas, que terminaron encapotando el cielo pasado el mediodía, para dar paso a un breve episodio de débil precipitación a primera hora de la tarde, tras el cual volvió a lucir un sol radiante de una torridez africana. Tiempo muy "truchero" vaya, de ese que tanto gusta a nuestras amigas, tanto a las pintonas como a las mikiis, todo y que fueron las primeras las que más activas estuvieron en esta jornada que proclama ya la llegada, en breve, del verano.
Por si alguien no lo sabía, han vuelto a repoblar en "Magic Anglès", además con profusión y sobre todo con trucha fario. Supongo que más de alguno incluso de indignará y exclamará, ante este derroche de abundancia ¡será que no había truchas!. Por mi parte, bienvenidas sean. Al fin y al cabo, esto es un coto intensivo, y esta "intensividad" traducida al pago de un permiso más caro, se ha de notar en algo. A los partidarios de ejemplares más asilvestrados, siempre pueden recurrir a  ir unos kilometros río abajo, a la "dimensión de las truchas difíciles", y  los de la pureza racial de la fauna íctica siempre pueden recurrir a deslomarse y pelar rodilleras en los arroyos de las Reservas Genéticas. Además, hay que mantener el río bien superpoblado, y que haya peces suficientes para que cuando hacen masters y otros magnos eventos los muy ilustres invitados a los mismos puedan lucirse, sobre todo ante la prensa especializada, no fuera el caso que por falta de peces repoblados se las tuvieran que ver con los nativos del río, y el ego de más de alguno sufriera una herida mortal. Y por supuesto, hay que dar proteínas a la mesa de los furtivos, como los cuatro que pillaron in fraganti mis amigos Jonathan y José, pescando con rapalas, y que lejos de irse encima les chulearon e increparon. Inútil llamar a los Agentes Rurales: una vez Jonathan lo hizo, y tardaron más de una hora en venir, por lo que los furtivos ya estarían en su casa, precalentando el horno para cocinar las truchas con patatas panadera.
En lo referente a acción de pesca, el día se dividió en tres mangas, protagonizadas por acciones de pesca diferentes, de duraciones desiguales, pero de mucha diversión todas ellas.
Por la mañana, pesca con ninfas ligeras en corrientes y blandos de corriente. Como anécdota divertida os diré que esta debe de ser una de las muy pocas jornadas de pesca de toda mi vida en que el bolo se evita con tanta rapidez: con el primer lance, o sea en menos de un minuto. Lanzar y nada más profundizar la ninfa... trucha prendida en la misma. "Vini, vidi, vinci", que dijo Julio César (2). Para frenar la euforia, es de justicia reconocerlo, la fario que picó era de contenido tamaño, como bastantes de las que capturaría a lo largo del día, sobre todo más tarde pescando a mosca seca.
La pesca a ninfa, primero con dos de ellas, y luego con un tándem de mosca ahogada y ninfa, ha sido bastante productiva, y la pheasant tail, que he mantenido invariablemente de rastro del aparejo, ha capturado las truchas de mayor porte y combatividad. Cuando he dado por finalizada esta primera manga, llevaba capturadas ocho truchas: tres farios pequeñas, dos de pasados los treinta centímetros, y tres arco-iris de esas tan peculiares, con la librea atigrada y las aletas rojizas, de no gran tamaño pero si gran belleza, a las que suelo apodar "iris tigre", y que seguramente son truchas irisadas nacidas en el mismo río. La verdad es que no se las ve en todo el invierno, pero todo es llegar el buen tiempo y comenzar a aparecer como por arte de magia. Misterios de los ríos; también me he fijado es muy frecuente pescarlas en la zona de los polígonos de La Cellera de Ter, que es en donde se ha desarrollado toda la acción de pesca de este día, mientras que su presencia es muy esporádica, testimonial o incluso nula en otros tramos de este coto.    
Al mediodía y hasta primera hora de la tarde, he hecho una segunda manga, pescando exclusivamente a mosca seca en una larga tabla de aguas paradas. Pesca relajante y placentera, a veces sobre ceba vista, y otras "al agua", que me ha terminado reportando cinco truchas fario más, toda ellas de talla bastante contenida, todo sea dicho. 
Para ser truchas pequeñas, tenían muy bien formadas las aletas, y desplegaron bastante vigor en la pelea, lo que me hace pensar que, posiblemente, fueran ejemplares nacidos en el mismo río. Costó engañarlas al principio, y no respondieron bien ni a la efémera ni al siempre socorrido quironómido. Al final sucumbieron a una emergente de esas que tienen un buen plumero de dubbing, de color vede claro a mode de exhuvia.
Al final de la tabla, faenaba un par de pescadores, capturando alguna trucha de vez en cuando. Por sus lances deduje que estaban pescando también a mosca seca. Al terminar su acción de pesca, uno de ellos se acercó a mi posición para preguntarme si era el tal " Sr. Rubinstein del blog", y hecha la identificación oportuna presentarse como Jonathan, un fiel seguidor de este, nuestro blog,  y además miembro de "Rubinsteinfishing y amigos", embajada de los seguidores del mismo en Facebook.
Fuera ya del río, y satisfechas tanto las necesidades de micción como de reposición de líquidos, fui dando un paseo a ver si podía pescar algunas posturas siempre querenciosas de la zona de las choperas, pero todas estaban ocupadas por otros pescadores, por lo que decidí volver sobre mis pasos, para volver a "repasar" algunas posturas de la zona de los polígonos. En una de ellas, todavía tuve la suerte de capturar otra fario pequeña más, con la misma mosca seca, que ya no quité de mi aparejo en lo que quedaba de jornada, mientras volvía a pescar un blando de corriente que ya había pescado a ninfa por la mañana.  
Fue ya bien entrada la tarde cuando volví a encontrarme con Jonathan, quien aprovechó para presentarme a su amigo y compañero de pesca José, y cuando compartimos un rato de tertulia e incluso de acción de pesca juntos, después de que me informaran de su desagradable encuentro con los furtivos.
Es aquí cuando he de hacer alabanza, aparte de la simpatía y buen rollo que desprenden ambos pescadores, de su excelente buena educación y cortesía. Al igual que mi amigo Dmitriy cuando, hace poco, me conoció en persona, me trataban de usted, supongo porque con mi pelo blanco les debo parecer muy mayor. Como no soy nada partidario de la unción con lociones anti canas, ya me ha pasado alguna vez que acompañando a mi hija, que a fecha de hoy tiene siete años, que alguien me pregunta si es mi nieta: inconvenientes de haber sido padre ya bien pasados los cuarenta.
En este tiempo de pesca juntos, breve pero intenso, aproveché para explicarles a ambos mi forma de pescar a ninfa, bastante más tradicional que las nuevas tendencias de pesca al hilo con caña larga: nada nuevo bajo el sol, en definitiva, pues eso de usar la cola de rata para lanzar imitaciones que no sean moscas secas es algo que viene de muy lejos, desde tiempos del mítico Skues, creo, que sigue practicándose en otros países como modo preferente de pescar a ninfa (sobre todo los que cuentan con grandes ríos trucheros, de amplia lámina de agua, especialmente los Estados Unidos) y que siguen practicando muchos pescadores a fecha de hoy (más en América que en Europa, eso si). Aprovechando que las cañas de ambos compañeros de pesca son de 9 pies para lineas 4 y 5, les invité a probar el experimento, y les monté un bajo de linea, para un combo de dos ninfas no muy pesadas, con el que poder pescar tanto como si fuese al hilo en la distancia corta, como para lanzar largo con la ayuda de la cola de rata. La verdad es que el experimento funcionó a la primera, pues a la que Jonathan hizo el primer lance a mediana distancia, cuidando de no traccionar el hilo ni con la puntera de la caña, ni con la panza de la cola de rata en el agua, pilló una de las mejores y más grandes truchas, fario como no,. de toda la jornada.          
Pescando y charlando con mis nuevos amigos, aún tuve tiempo de capturar un par de truchas mas, una fario de buena talla a mosca seca y otra fario pequeña a ninfa, que picó mientras pescaba con la caña de José, para explicarle mi punto de vista del manejo de imitaciones que trabajan por debajo del agua.
Dejé a mis nuevos amigos en una postura repleta de truchas activas, y en una preciosa tarde de sol de las que presagian la llegada del estío. Para mi, las cuatro y media de la tarde suele ser, habitualmente, una hora muy tardía, y para mis siempre doloridas lumbares aún más, por lo que feliz y contento, tanto por las capturas del día,como por conocer a dos pescadores tan entusiastas, me retire como siempre, sin prisa pero sin pausa, en busca de mi merienda pastelera habitual.

(1) Río abundante en barbos.
(2) Frase de Julio César al terminar su tan aplastante, como extraordinariamente rápida, victoria sobre las tropas de Farnaces II Rey del Ponto, en la batalla de Zela (47 A. C.) 

JORNADA DE PESCA Nº 698

Sábado, 31 de mayo de 2014

Temporada 2013 - 2014 - Nº 26
Temporada de salmónidos 2014 - Nº 10

Coto Intensivo de Ang`lès - El Pasteral S. M.- TE15
Río Ter

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN.

Capturas: 6 truchas fario con mosca seca, 6 truchas fario a ninfa y 3 truchas arco-iris a ninfa.

Climatología: muy variable, por la mañana predominio del sol con nubes altas; por la tade, nublado con un episodio de llovizna y apertura de claros.

Caudal: bajo
Condiciones de vadeo: vadeable sin dificultad, y sin ayuda del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 4
Johannes Brahms

"Introducción y Allegro"
Edward Elgar

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta nº 3
Concierto para piano y orquesta nº 4
Carl Reinecke

Obertura para un Festival Académico
Johannes Brahms

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 24 de mayo de 2014

JP-697. LA ILUSIÓN DE LA JUVENTUD A ORILLAS DEL FRESER. Sábado, 24/05/2014

En esta jornada tuve el gran placer de conocer a Bruno, un joven pescador de Campdevànol, que me hizo de improvisado guía de pesca, y de paso aprovechó para tomarme esta instantánea, para que las lectoras de este blog no sufran: Ferran Rubinstein sigue tan guapo y atractivo como siempre, je, je. je... 

El Freser baja con un caudal alegre y cantarín a su paso por Campdevànol.  Un río perfecto para pescar, todo y que ayer las truchas no estaban muy por la labor, y la pescata fue mas bien discreta. 

El día fue gris y tristón, con varios episodios de llovizna esporádica. Todo y así, el sol intento imponerse a las nubes, a eso del mediodía, pero no lo consiguió. Por suerte, tampoco terminó lloviendo decididamente, y al menos ni tuve que enfundarme el impermeable, ni que terminar la jornada haciendo contorsionismo dentro del coche para cambiarme.   

A media tarde, de vuelta hacia el coche, me encontré con un gran jolgorio por las calles de Campdevànol: un encuentro de Gigantes y Cabezudos de varias localidades de Catalunya. Quizás la música de tambores y grallas hubiese activado a las truchas, pero para mi había llegado ya la hora de una merecida merienda. 


Preciosa trucha fario, pescada durante la jornada de pesca del lunes pasado en una zona libre sin muerte, que estuve explorando con mis amigos y pescadores de lance ligero Dmitriy G. y David D.  Por falta de tiempo, no he podido reportar esta jornada, y es que entre semana la faena se me acumula una barbaridad. 


JORNADA DE PESCA Nº 697

Se me acumula la faena... se me acumula y mucho. Tantas fueron las obligaciones laborales y familiares durante la semana pasada que al final no tuve tiempo para reportar la salida de pesca del pasado Lunes, 19 de mayo, en que disfruté de un día  de libre disposición en mi trabajo, y que dediqué a explorar una zona libre sin muerte con mis amigos Dmitriy G. y David D., ambos pescadores de lance ligero con cucharillas con un solo anzuelo sin arponcillo.
A "grosso modo", os diré que no fue un día muy confortable para estar en el río, pues nos tuvimos que enfrentar a un viento muy desagradable y a una auténtica nevada del polen de los árboles, pero truchas haberlas las había, y prueba de ello fueron las cinco que pescó mi amigo ruso, o las dos que capturó mi otro amigo, que es tan "del país" como el que suscribe. Por mi parte, y pescando a ninfa, capturé un par de truchas, tan farios como las que pescaron mis colegas, por la mañana, mientras que por la tarde peleando con ciprínidos no estuve muy acertado, pero todo y así se me escapó, a las primeras de cambio, un barbo que, de haberlo clavado bien, igual me hubiera partido la caña.
Supongo que para muchos "Ayatollas" de la pesca a mosca es un sacrilegio eso de compartir jornada en una zona libre sin muerte con pescadores de lance ligero. La verdad es que yo ya comienzo a estar un tanto cansado de tanta gilipollez y tanta intransigencia, sobre todo por parte de conversos recientes a la fe de la mosca, que no paran de conspirar para expulsar del río a los pescadores de otras modalidades. Sepan señores, que si voy a pescar con pescadores de lance ligero es sobre todo porque tienen el mismo derecho a hacerlo que nosotros, los que lo hacemos a mosca. Es más, encuentro abusivo y discriminatorio que se hable en ciertos círculos de acotar más ríos para uso exclusivo de pescadores a mosca, máxime cuando a lance ligero, y con las modernas cucharillas, el captura y suelta está tan garantizado como pescando a mosca.
Por esta vez, me he quedado con las ganas, por falta de tiempo, de hacer un extenso reportaje, pero me he sentido en la obligación de pedir disculpas a mis amigos por no poderles dedicar un artículo. Quizás en otra ocasión escriba uno  sobre esta zona... o no, pues ya veo que sigo siendo de los muy pocos, incluso entre la mayoría de gente que tanto les gusta nuestro grupo de Facebook, que sigue poniendo información de donde pesca, sin recibir -salvo contadas excepciones- otra información pública a cambio. Cada cual es muy libre de escribir y publicar lo que quiera, faltaría más, pero como dice el Doctor Lecter en "El Silencio de los Corderos"; "quid pro quo, Clarice".   
Hechas las reflexiones sobre esta jornada no reportada, paso a escribir el artículo de la de este sábado, 24 de mayo.
En esta jornada he vuelto a pescar en Campdevànol, en el Río Freser, en un día gris y tristón, y en el que las truchas no han estado lo que se dice precisamente activas. Sin embargo, EN esta jornada de pesca bastante anodina en lo que a resultados se refiere, he podido conocer en persona  a Bruno, un muy joven pescador de esta localidad, que a su vez es un fiel seguidor y lector de este nuestro blog.
De nuevo, y al igual que hace dos semanas en Guardiola de Berguedà, me ha acompañado durante los viajes de ida y vuelta al Ripollès mi amigo Pep, quien en esta ocasión ha aprovechado para hacer un poco de senderismo por los alrededores de Campdevànol y Ripoll. Como es habitual, hemos desayunado y merendado juntos, y dedicado nuestras conversaciones sobre todo al fútbol y a la política.
Como viene siendo habitual en mis visitas a Campdevànol, lo primero que hemos hecho ha sido reservar las pertinentes "boinas" en la pastelería de Can Nasiet, para no quedarnos sin ellas a la hora de la merienda. No es la primera vez que se agotan a lo largo del día, cosa que no me extraña, dado lo sabrosos que son estos pastelitos. Una vez cumplido este imprescindible requisito, me he acercado al río, y he comprobado que los informes que me había facilitado Bruno por Whatsapp el día antes seguían cumpliendose: el río bajaba límpio y con un caudal medio excelente para pescar.     
Ha sido un enorme placer tanto conocer como compartir tiempo de pesca con Bruno, todo y que ha tenido que marchar poco después del mediodía, para comer en familia. Las horas que hemos compartido juntos han sido, de largo, las mejores de este día, no ya porque las mejores de las pocas truchas capturadas lo han sido en este intervalo de tiempo, sino también y sobre todo, por el entusiasmo y la pasión por pescar de alguien tan jóven como que todavía va al instituto, y que es totalmente contagiosa, pues me recuerda a mi mismo a su edad, cuando cualquiera de mis humildes días de pesca, en el rompeolas, en el pantano de Vallvidrera y más excepcionalmente en Monistrol de Montserrat, se convertía en una aventura extraordinaria.
En esto, Bruno es más afortunado de lo que yo lo fuí en los lejanos primeros años ochenta; vive en un pueblo de una de las comarcas con un entorno natural más atractivo de nuestra geografía, El Ripollès, y tiene a tocar de su casa un río truchero, por lo que cada día que legalmente es hábil para pescar en el mismo, puede acercarse unas horas a practicar esta bendita locura, ajena a edades y condiciones sociales, que se llama pesca a mosca. Además, me consta que es una afición que comparte con su padre, quien le ha hecho el gran favor de llevarle a otros ríos para que pueda ampliar horizontes y vivir experiencias diferentes.
Como dije antes, Bruno pesca muchos días de la temporada el tramo de su pueblo del coto de Ripoll-Campdevànol, concretamente en los que antes fueron cotos independientes de Campdevànol (El Freser-1, tradicional, y El  Freser-2, sin muerte), y se ha ofrecido ha hacer para mi de improvisado guia de pesca. Todo y que hace muchos años que pesco los cotos de este pueblo, Bruno me ha sorpendido llevándome a un rincón del antiguo coto sin muerte que hacía muchos años por el que no me acercaba, y luego me ha brindado su particular visión del río, permitiendome ese grato ejercicio de leer el río tal como lo interpreta otra persona, y la verdad es que la lectura ha sido muy acertada, pues las mejores capturas de truchas fario nativas del río las hemos hecho pescando juntos y siguiendo las recomendaciones de mi joven amigo, y pescando como el ha dicho, o sea con un tandem de ninfas, todo y que el más tendente a usar los tan de moda perdigones, y yo más fiel a los patrones de "pheasant tail" de siempre.
Al final de nuestra "media jornada" de pesca juntos, habíamos capturado tres truchas cada uno. Tanto Bruno  como un servidor coincidimos en que eran poca recompensa, y el resultado respondía poco a las expectativas que teníamos al comenzar, máxime viendo el impecable estado y óptimo caudal del río. Pero la pesca es así, y este día iba a terminar siendo uno de esos en que los peces están muy poco receptivos: seguramente porque notaban un brusco descenso del barómetro, todo y que otras explicaciones plausibles para esta apatía bien podrían ser que las pintonas ripollenses estaban excitadas por la final de la Champions League, o en plena jornada de reflexión de cara a las Elecciones Europeas....¡vayan ustedes a saber!.
Mietras pescábamos juntos, por el camino paralelo al río y montado en bicicleta, nos fue siguiendo Josep, un amigo de Bruno al que también le encanta pescar, pero que en esta ocasión no se había animado a coger la caña. Cuando ya me disponía a despedirme de ambos, Bruno se dió cuenta de que me faltaba mi sempiterna bolsa-nevera, en donde guardo mis latas de te con limón para aplacar la sed. Ambos, muy amables y solícitos fueron a buscarla, pues recordaban en donde la había dejado olvidada, y fue Josep quien en una rápida pedalada me la hizo llegar a donde estaba pescando. Ya dicen que "quien no tiene cabeza, ha de tener piernas", y en este caso las de mis jóvenes amigos me evitaron una buena caminata río abajo, y una nueva pateada río arriba...¡muchas gracias a los dos, de nuevo!.   
Justo tras despedirme de Bruno y de Josep, capturé la cuarta trucha, la más pequeña de la jornada, y la única que picó al perdigón de mi combo de dos ninfas. A partir de allí, el día fue perdiendo encanto, y la pesca ralentizándose. Aunque la mañana comenzó soleada, a la hora en que llegaba a Campdevànol y me disponía a desayunar, el cielo se nubló considerablemente nada más empezar a pescar, y tras un par de amagos por parte del sol para imponerse sobre las nubes, al final se encapotó del todo, e incluso llegó a haber algún que otro episodio esporádico de llovizna, todo y que esta vez tuve suerte y no llegó a llover decididamente en ningún momento, evitando así tener que enfundarme el impermeable y tener que cambiarme de ropa haciendo contorsionismo dentro del coche.
Quizás el último repunte de actividad estuvo bien aprovechado, de dos a tres de la tarde, cuando con paciencia y lanzando largo una sola ninfa con indicador de picada, aun tuve la suerte de capturar tres truchas más, que tampoco fueron nada extraordinario ni en tamaño ni en ganas de pelear, pero para eso tuve que cambiar de zona y plantarme un poco más río arriba, en el puente de la fábrica Conforsa, del tramo que antaño era el coto tradicional de Campdevànol. 
La última hora y media de la jornada fue de puro relleno, un estar en el río por estar, o más bien para hacer tiempo de que abriesen la pastelería para ir a merendar. Bajo el cielo gris y plúmbeo se acabó de golpe la magia, se cerraron esos caminos de agua del río, por donde los pescadores vemos transitar las truchas, las ilusiones y a veces a nosotros mismos, y como en tantas otras ocasiones, una fría ráfaga de aire o el retumbar lejano de algún trueno me trajo a la cabeza el recuerdo de la famosa  frase de mi amigo y gran pescador Joan Navarro: "ja s´ha fet fosc" (1). Ocaso de la jornada de pesca, por lo menos para mi y por este día: un buen momento de aprovechar para cambiarme de ropa "en seco", avisar a mi amigo Pep via Whatsapp e irnos juntos a probar las delicias de una nata que, de solo lamerla, nos promete imágenes de vacas lecheras de dibujos animados paciendo en prados de postal.
De camino al coche, atravesando el casco urbano del pueblo, música de grallas y tambores, y algarabía de niños y mayores: los gigantes y cabezudos desfilaban por la villa, no uno, ni dos, sino muchos de ellos. Este sábado hubo una concentración de "Gegants i Capgrossos" (2) de varias localidades de Catalunya, precisamente en Campdevànol. Igual con el festejo, y el batir de la percusión, las truchas se animaron, pero yo ya estaba muy gratamente ocupado, con la nata en la boca, como para volver al río a comprobarlo.


(1) Traducido del Catalán: "ya ha oscurecido".
(2) Traducido del Catalán: "Gigantes  y Cabezudos".     

JORNADA DE PESCA Nº 697

Sábado, 24 de mayo de 2014

Temporada 2013 - 2014 - Nº 25
Temporada de salmónidos 2014 - Nº 9

Coto de Ripoll-Campdevànol S. M. - TE09B
Ríos Ter y Freser
(pesca solo en el Freser en esta jornada)

Pescadores:

Bruno C.
Ferran RUBINSTEIN

Capturas:

Bruno C. (media jornada, de 08,45 h. a 12,30 h.): 3 truchas fario a ninfa.
Ferran RUBINSTEIN (jornada completa, de 09,45 h. a 16,30 h.): 7 truchas fario a ninfa

Climatología: nublado y fresco, con episodios esporádicos de llovizna débil.

Caudal: medio.
Condiciones de vadeo: vadeable con precaución, y mejor con la ayuda del bastón de vadeo.

La música de hoy:

Hoy no han vuelto a haber audiciones de Música Clásica, pues de nuevo ha venido conmigo mi amigo Pep, quien ha aprovechado para hacer un poco de senderismo por El Ripollès. En esta ocasión hemos estado hablando de temas de rabiosa actualidad, como la final de la Copa de Europa, en la que se enfrentan el Real Madrid y el Atlético de Madrid, y de las Elecciones al Parlamento Europeo.Todo y así, hemos escuchado de fondo obras de Glazunov, Raff, Elgar y Brahms durante los viajes de ida y vuelta.

domingo, 11 de mayo de 2014

JP-696. UN DÍA DE ALGO DE "FISHING", Y POCO DE "FLY", EN GUARDIOLA DE BERGUEDÀ TRAS EL DESHIELO. Sábado, 10/05/2014

Mi primer día de pesca en Guardiola de Berguedà en la presente temporada ha tenido algo de "fishing" y muy poco de "fly", cosa habitual en este coto, como podréis leer en el siguiente artículo. En esta ocasión, y entre otras torpezas, me dejé la cámara de fotos en casa, sí que he puesto esta imagen de archivo, del verano de 2009, en la que aparezco pescando en una de las posturas de ayer, más que nada para amenizar y dar un poco de colorido al parte de pesca. 


JORNADA DE PESCA Nº 696

¡Por fin he podido volver a pescar en el Coto de Guardiola de Berguedà- La Pobla de Lillet1. Esta ha sido mi primera visita a esta zona de pesca controlada en la presente temporada. En este sábado más estival que no primaveral, he contado con la compañía de mi amigo Pep, al que los asiduos lectores recordarán, de otras ocasiones, como un senderista que aprovecha, mientras pesco, para hacer sus pequeñas exploraciones por el territorio, y con el que he compartido, de nuevo, grata y amena tertulia en los viajes de ida y vuelta, y durante el desayuno y la merienda.
La presente jornada ha sido, al igual que muchas de las que dedico a pescar este coto en concreto, de algún "fishing" y más bien poco "fly". A ver si me explico; de algún "fishing" porque capturas bien que las ha habido, pero de poco, realmente muy poco, "fly" porque la línea apenas si ha salido del carrete, bien porque ningún pez ha forzado su salida del mismo, o bien porque (y esto es lo primordial) escasamente ha volado por el aire.
En mi primer día de esta temporada en Guardiola, decidí hacer uno de mis periplos más clásicos de entre los que hago en el brazo del Llobregat, pescando desde la desembocadura del Gabarrós en el mismo hasta el moderno viaducto del kilómetro 6 de la carretera que va a La Pobla de Lillet. Este tramo de río no es ni más ni menos emboscado que las mayoría de tramos en este coto, teniendo en cuenta que los del pequeño río Bastareny, en Bagà, aún lo son mas. Efectivamente, aguas arriba de Guardiola el Llobregat, para bien o para mal es si no un río de alta montaña, si un río de "alta  cuenca", o sea lo que en otras latitudes, en donde hay realmente grandes ríos en territorio de montaña considerarían poco menos que un arroyo, y en donde es realmente difícil lanzar tanto en el tradicional "over-head cast", debido al follaje del bosque de ribera, y tanto más hacer "roll cast", pues el río es lo bastante pequeño para que no puedas sacar suficiente cola de rata para ganar tracción, el bullir de la corriente batida suele dificultar el anclado de la mosca pescando a seca, e incluso las ramas que caen de los árboles en muchos casos no te dejan ni ganar el ángulo de puntera suficiente para formar una "D" lo bastante abierta para poder lanzar. Toca pues, por lo menos para los que no somos unos magos del lance de precisión, pescar a golpe de muñeca, al estilo "checo-polaco", e incluso de vez en cuando hacer algún que otro "lance de ballesta". En definitiva, toca pescar con moscas, usando una caña de mosca, todo y que esto es voluntario, pues podríamos pescar igual con cualquier caña larga, por ejemplo una "Garbolino" telescópica,  pero no nos olvidemos que esto bien poco tiene que ver con el "fly-fishng" cuya esencia distintiva, más aún que el uso de imitaciones artificiales de insectos, es el manejo de un látigo para posar las mismas. Por lo que a mi respecta, ningún problema en pescar a golpe de muñeca este y otros muchos ríos. No es el tipo de acción de pesca que me gusta, pero en estos escenarios "es lo que hay". Al fin y al cabo, soy el primero que reconoce que el título de mosquero a mi me queda muy grande. Vamos a dejarlo en "señor que va al río a pescar, usando una caña de mosca, proyectando más que lanzando moscas, y que de vez en cuando incluso captura algún pez".
El deshielo, de rabiosa actualidad hidrológica en casi todas las cuencas catalanas, ha terminado hace ya un par de semanas en la pequeña cabecera del Llobregat. En esta primera jornada en Guardiola de Berguedà, ya a mediados de mayo, me he encontrado el río con un caudal bajo, más propio de principios del verano, que de mediados de la primavera. Espero que llueva, o que por lo menos no falte típica la tormenta de las tardes, tan propia de las comarcas de alta montaña, en estos próximos meses, pues de lo contrario el stress hídrico va a ser importante, y pescar este río con un caudal inferior al metro cúbico por segundo una auténtica quimera a la que apriete el calor.
A nivel capturas, no fué esta jornada de grandes emociones, y desde luego la tensión de líneas tuvo poca fuerza. Truchas haberlas, haylas; entre pitos y flautas le llegué a tocar los morros nada menos que a quince, todo y que contando capturas en mano solo pude contabilizar ocho como capturadas y soltadas, todas ellas farios de muy poco porte, escasa longitud y magro peso. Farios muy bonitas, con las aletas muy bien formadas, y que bien pueden ser tanto fruto de repoblaciones, que han progresado, como tratarse de peces que se siguen reproduciendo en el río (en muchos rincones se ven alevines). En definitiva, pesca de "sardinillas", entretenida y divertida, pero nada nuevo bajo el sol a la hora de pescar este coto.
A nivel meteorológico, el día se movió en una alternancia de nubes altas y claros de sol, con una temperatura más bien alta, y una fuerte sensación de bochorno.  
Quizás algunos lectores, habiendo leído el parte de pesca de la exitosa jornada anterior en la Zona Libre del Ter, con sus grandes y coloristas farios y con los grandes ciprínidos como invitados, pescando casi siempre largo y dándole faena al freno del carrete hasta sacarle humo, tiendan a pensar que ha sido decepcionante el volver a un río pequeño para pescar "sardinillas" a golpe de muñeca. Nada más alejado de la realidad, por lo menos para mi. Cada día de pesca es, en mi opinión, un libro abierto, un marcador que empieza de cero, un melón que catar, un bombón que desenvolver del celofán colorido, y en esta ocasión ha tocado volver a Guardiola, y lo he vivido con tanta ilusión, y he pescado con tantas ganas, como en cualquier otro escenario. Máxime cuando el pescar en este río, con su entorno natural privilegiado y sus paisajes fluviales que no desmerecen otros de más renombre y "glamour" de la cordillera pirenáica, es todo un privilegio, y un placer para los sentidos.
En acción de pesca, bastó el uso de un par de pequeñas ninfas primero, y de un tándem de ninfa y mosca ahogada después. Las picadas a las ninfas fueron todas la veces dirigidas a la de más abajo, posición en la que siempre tuve una imitación tipo pheasant tail  de color verde con efecto brillante, en un anzuelo del 15 con bola del 1 en color azul. El perdigón con anzuelo del 17 (en este caso en color amarillo claro, en anzuelo del 17 y bola del 0) no obtuvo ni una picada. La mosca ahogada, un modelo leonés para buldó "verde aceituna" se cobró una captura.
La inmensa mayoría de las picadas, y cinco de las ocho capturas efectivas, se obtuvieron en el siempre valor seguro de los blandos laterales de la corriente, incluyendo la única captura con mosca ahogada. En las badinas, o pequeñas pozas, hubo menos actividad de la que me esperaba, y conseguí solo una picada que pude materializar en captura. Con un tiempo casi veraniego, raro sería que alguna trucha no se fuera a refrescar en el espumerío de las corrientes más rápidas, y de ese bullir del agua obtuve un par de capturas.
Todo y el buen tiempo, no vi ni una ceba en todo el día, limitándome siempre a ir "pescando al agua". Todo un desperdicio del gran desfile de manjar que desfiló por el río, sobre todo al mediodía y a primera hora de la tarde, compuesto principalmente de mosca pequeña (efémeras oliva), y también, pero en menos cantidad, de mosca un tanto más grande (creo que eran Baetis Rhodani). Lo que si que no vi fueron tricópteros: ni uno, todo y que ya es época en que se les comienza a ver. Por lo menos, en el tramo en que estuve pescando no vi bajo el agua ni tan solo los canutillos de las larvas.
El día fue muy ameno, todo y la poca tensión en las líneas, por lo menos hasta las dos y media de la tarde. A partir de esa hora, y como sucede a menudo en ese tramo central del Llobregat, la actividad cesó de golpe, y no volví a tener ni una picada hasta el final de la jornada, a las cuatro y cuarto. Es más, el único pez que vi fue una trucha, no muy grande por cierto, que salió espantada de debajo de mis pies, en un momento de mal ejercicio de vadeo.
Fin del partido. A seguir con el fútbol y la política con mi amigo Pep, temas que no dejamos ni para ir saludar a nuestros amigos de la pastelería "El Globus", ni para deleitarnos con la merienda. Tras la misma, camino de casa, con Jethro Tull y su flauta como fondo musical, el viaje se me hizo muy corto, y el tiempo pasó tan rápido como suele suceder cuando te lo estás pasando bien en buena compañía.                  

JORNADA DE PESCA Nº 696

Sábado, 10 de mayo de 2014

Temporada 2013 - 2014 - Nº 24
Temporada de Salmónidos 2014 - Nº  8

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet  S. M. - LL01B
Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes (pesca solo en el Llobregat en esta jornada).

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN.

Capturas:
7 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca ahogada

Climatología: alternancia de nubes altas y sol, con temperatura alta.

Caudal: bajo.

Condiciones de vadeo: fácil, sin necesidad de usar bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,15 h.

La música de hoy:

Hoy no han habido audiciones de Música Clásica, debido a que ha venido de viaje mi amigo Pep, y hemos estado hablando principalmente de fútbol, y también de historia y política. Todo y así, como música de fondo han sonado obras de Alexander Glazunov y Eugen d´Albert en el viaje de ida, y un recopilatorio de Jethro Tull a la vuelta.

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 3 de mayo de 2014

JP-695. RIVERBOY Y RUBINSTEIN SE REENCUENTRAN, REVIVEN AVENTURAS Y TRIUNFAN EN LA DIMENSIÓN DE LAS TRUCHAS DIFÍCILES. Sábado, 03/05/2014

El día del reencuentro de Riverboy y Rubinstein ha sido uno de los mejores de los últimos tiempos: se han pescado peces realmente "de dibujos animados" y ambos amigos han compartido un día de libertad y aventuras en un río que no tiene nada que envidiar a muchos destinos de pesca a lugares de renombre.

Hasta los carpas e han querido sumar a la fiesta de reencuentro de los veteranos de la antigua "Fábrica de Sueños". En la foto, el ciprínido es el que no lleva gorra.

Preciosa fario de entre las que salieron a ninfa en las corrientes.

Esta fario, de la " otra dimensión en la que no se paga ticket", sucumbió a una ahogada al más puro estilo León, mosca de boya muy denostada por las tendencias mosqueras actuales, y que sin embargo sigue dándonos a los "anticuados" muchas alegrías. 

Os presento a Fariela Baremboim, directora de la Sinfónica Fario-Orquesta del Ter.

La virtuosa y brillante directora vuelve al río, tras saludar pesonalmente al público, para dirigir una nueva sinfonía fluvial.  



JORNADA DE PESCA Nº 695

El dia en que Riverboy y Rubinstein se reencontraron volvieron a revivir tiempos gloriosos, de su pasado en una "Fabrica de Sueños" de pesca, vivieron de nuevo grandes aventuras en el planeta del río y pescaron peces de auténticos dibujos animados. Ese día, el río fue una fiesta, por lo menos para ambos amigos, una farra más del estilo "pesca de la trucha jornada tras jornada", a la que -por una vez, y sin que sirva de excepción- también se sumaron los ciprínidos. Queridos lectores y seguidores, pasad y leed. Acomodaros bien, pues aquí comienza un episodio más de las aventuras de Riverboy y Rubinstein.
¡Por fin! después de mucho, mucho tiempo sin pescar en compañía de mi amigo Daniel García "Riveboy" al final hemos encontrado un hueco en nuestras agendas para regalarnos compañía mutua. Para mi, Daniel es y será siempre "Riverboy", aquel chaval que a principios de la década pasada conocí a través unos foros de pesca y cuya vitalidad y entusiasmo se sorprendieron gratamente desde el primer momento. Al poco de conocernos, se presentó en el Alfarràs de aquellos tiempos gloriosos, cuando muchos conocían ese intensivo por el apelativo de la "Fábrica de Sueños" dada su enorme calidad, con una caña de cucharilla y otra de mosca, y en compañía de su novia de aquel entonces (también caña de cucharilla en mano), y nos dijo a los habituales "quiero ser mosquero". A partir de ese día, "Riverboy" lo tuvo claro, se puso las pilas, como dicen ahora, y no paró de aprender y aprender, y practicar y practicar, hasta ver convertido su sueño,de manera que a fecha de hoy, todavía joven pues apenas ha pasado la treintena, no tan solo pesca a mosca de un modo solvente y con gran éxito, sino que incluso lo ha hecho en países lejanos y en escenarios muy distintos a los nuestros habituales. Mi única pena es de lo poco que le fui de ayuda en ese tiempo, ya un tanto lejano, en que nos conocimos, pues yo todavía estaba en mi infancia como pescador a mosca. Como mucho, le animé a vivir la pesca, fuera cual fuera la modalidad, como una filosofía y no como un deporte de competición, y al menos tuve la suerte de poder compartir con el muchos y muy divertidos días de aquella "Fábrica de Sueños", en la que tanto y tanto aprendimos del muy noble arte de la pesca a mosca.
Para celebrar nuestro reencuentro, hemos pescado diversos tramos de la extensísima zona libre sin muerte del río Ter, que va desde las afueras de Girona hasta el puente de Sant Julià de Llor, justo donde comienza el coto intensivo de Anglès. Si, si, estáis en lo cierto los que me seguís desde hace años tanto en el blog como en Conmosca: esta es la famosa "dimensión de las truchas difíciles", una zona libre en donde, sobre el papel, no tendría porque haber truchas, pero que haberlas haylas -como As Meigas en Galicia- y no pocas. Lo único que pasa es que no son precisamente fáciles de pescar, y menos en un río que para nada responde a los parámetros de "rio truchero", como lo es el Ter en su tramo medio: un río de llanura con una lámina de agua enorme, pozas profundísimas y exensos dominios de las aguas paradas, o sea un auténtico imperio de los ciprínidos, en el cual se han autoinvitado desde ya hace mucho las truchas, y en donde han ido estableciendo primero pequeñas y muy localizadas colonias, y después auténticas repúblicas que, mal les pese a los ecologistas de salón y pedantes medioambientales varios, conviven en armonía con el reino de los peces pastadores. En definitva, un tramo de río extensísimo en el que pescar de todo, y encima sin pagar ticket, siempre y cuando se observe la ley, y esta dictamina que sea un sin muerte estricto.
Personalmente, y debido a mi conservadurismo natural y a mi tendencia a enquistarme en rutinas, no me prodigo demasiado pescando esta zona, en la cual y hasta la fecha de hoy siempre he obtenido resultados muy discretos y algún bolo de vez en cuando. Sin embargo, Riverboy es no tan solo un gran asiduo sino también un profundo conocedor de todo este "Mississipí comarcal", y fue el prcisamente quien se ofreció como guia altruista, sin cobrar ni un duro, para hacerme un "tour de pesca" por el mismo, y encima garantizarme que pescaría. Por mi parte, en esta ocasión y a diferencias de otras visitas, solo he tenido que adoptar el papel de "cliente con morro", je, je, je y no preocuparme de nada más que de pescar; fijáos si es excelente guía Riverboy, y hasta que punto disfruta no tan solo de pescar, sino también de ver pescar a los demás, que se ha pasado gran parte de la jornada sin ni tan solo lanzar para que yo pudiera esplayarme a gusto en las posturas que el me iba recomendando. Asi pues, ha renunciado a pescar más de media jornada, para permitir que un amigo disfrutase de unos escenarios que otros considerarían sus "paraísos particulares", o utilizarían para darle una "clase magistral" al pardillo que se deja acompañar de buena fe a un lugar poco conocido. Quien tiene un compañero de pesca como Riverboy tiene un tesoro, ya os lo digo yo, y es por eso que no me cabe en la cabeza toda una sarta de difamaciones que se han hecho contra su persona en algunos foros de pesca a mosca, y que no son más que la rabieta de gente mediocre y limitada, y que responden en cierta manera al mismo rasero de mentes estrechas y caciquiles, como las que de uvas a peras todavía pierden el tiempo poniéndome mensajes privados, o comentarios en el blog, para amenazarme o insultarme porque "hablo de su río", o mi blog se ha convertido en el "BOF"  (Boletín Oficial del Furtivo).    
Aun para más fortuna, nuestro reencuentro ha tenido lugar en un soleado y apacible día de primavera, de esos que anuncian ya los calores del verano. Un día hecho que ni a propósito para las actividades al aire libre. Todo y así, cada estación del año tiene sus peculiaridades, sus pros y sus contras, y es en este intervalo medio de la estación primaveral cuando la borra del chopo, la famosa "nieve de mayo" está en pleno apogeo, y esta auténtica nevada de pelusilla blanca ha imposibilitado la pesca de grandes parados de agua, que parecían realmente espumeríos de cerveza. Por suerte, hay corrientes en todo el río para dar y vender, y en las mismas la pelusilla no se estanca, por lo que escenarios para pescar hemos tenido de sobras.
Todo y que el caudal del río permanece bajo (aun no ha comenzado la temporada de regadíos, y todavía no sueltan agua desde la presa del Pasteral) , no hay que olvidar que este detalle es muy engañoso en un gran río de llanura, y que en su cauce medio y bajo los ríos llevan mucha agua, más incluso de los que parece a simple vista, y por lo tanto a la hora de transitar por el río en estas latitudes del mismo no tan solo es últil un bastón de vadeo, sino que también se deben evitar riesgos como cruzar por orillas que parecen tierra firme y son, en realidad, grandes burbujas de barro al mas puro estilo arenas movedizas. Sobre todo, aviso para navegantes, mucha precaución, y si puede ser ir acompañado de un buen conocedor del río, mucho mejor. En caso de ir solos, mejor pensárselo dos veces antes de vadear, incluso con el caudal bajo. Precisamente, en una de las aventuras de este día, nos emperramos en sorprender por la retaguardia a unas truchas que se estaban cebando descaradamente, más que nada para que no nos vieran llegar a la orilla como Atila y su caballo, y al calcular mal la profundidad del río tuvimos que aproximarnos a través de la enfangada maleza de la ribera, para terminar haciendo un vadeo de riesgo con el agua hasta bastante más arriba de la cintura; todo para nada, pues en ese episodio en concreto las truchas nos dieron julepe, pero por ilusión de intentar capturarlas con el más bonito de los "jogos bonitos", o sea a seca sobre ceba vista, que no quede.
El día de pesca, en lo que a capturas se refiere, fue muy productivo, todo y que el total de capturas (dieciocho entre los dos) es realamente engañoso; si hubiéramos "apretado el gas" seguramente habríamos pescado mucho más, sobre todo a ninfa, pero para nada nos dedicamos a pescar con ansia; antes al contrario, nos dejamos llevar por la paz y el sosiego del día, disfrutando de las capturas a tope, y ensalabrando varias truchas de cerca de cuarenta centímetros con unas libreas de grandes y ostentosas pintas negras y rojas, y vientre y aletas de un amarillo intenso como la piel del un limón: farios sin duda de genética atlántica que proceden de descendientes de repoblaciones del coto de Anglès, que poco a poco han ido colonizando el río, y que seguramente se reproducen ya en el mismo. Entre tanta fario, es destacable el hecho de que Riverboy capturó una estupenda trucha arco-iris, con las aletas muy bien desarrolladas. Por lo visto, no tan solo las farios se descuelgan río abajo, pero el hecho de que haya tantas pintonas y tan pocas irisadas (hecho constatado por Riverboy como asiduo de esta zona libre sin muerte) da que pensar que quizás las fario han encontrado el modo de criar en el río..  
En acción de pesca, la verdad es que no nos complicamos para nada. Un combo de un par de ninfas, de lo más normal (pheasant tails y perdigones) en las corrientes más fuertes fue todo lo que necesitamos para capturar trece truchas (y entre ellas tres de las cuatro mayores), combo el cual tanto Riverboy como yo manejamos con una caña de 9 pies (el con linea 4 y yo con linea 5) sin necesidad de recurrir a lanzas de falangistas macedonios, pescas al hilo kilométrico, ni otros estilos de pesca que dudosamente pueden calificarse de fly-fishing.
El tandem de seca y ninfa, se cobró al menos dos capturas más (picadas a la microninfa), e incluso tuvo éxito la siempre denostada por el "mosquerío fino"  mosca ahogada leonesa, el rato que la tuve en tandem con una ninfa, pues capturó la que quizás fue la segunda trucha mas grande del día, de entre las cuatro que superaron de largo los cuarenta centímetros.
En lo que no estuvimos tan finos fue pescando a mosca seca, y eso que le dedicamos un par de buenos y largos ratos. Solo Riverboy consiguió sorprender a una trucha, en uno de los pocos parados de agua sin acumulación excesiva de borra de chopo, con una efemera oliva en CDC de tamaño pequeño (un anzuelo de 18, creo).
En una jornada de pesca apacible, salpicada con algunas gotas de adrenalina por la pelea con grandes truchas a primera hora de la tarde, la anécdota simpática del día vino cuando los ciprínidos se apuntaron a la fiesta a última hora. Estaba pescando el chorro de corriente de entrada a una tan grande como profunda balsa, cuando divisé a mis pies un buen rebaño de carpas y barbos hociqueando el fondo del río. Probar por probar, me puse a pasearles por sus bigotudos morros el tándem que llevaba en ese momento (mosca ahogada y ninfa) y de repente me dio la sensación de haber trabado un carro blindado de esos que algunos agoreros dicen mandarán a Catalunya si declara de modo unilateral la independencia. Tensión a tope, y adrenalina a chorros. Tardé más de cinco minutos en ver que lo que llevaba enganchado al otro lado de mi fino tippet del 0,14 era una señora carpa, que además había picado a la ninfa. Con paciencia, y sobre todo gracias a la excelente acción progresiva de mi carrete Sage, pude ir dominando sus embestidas de "miura acuático" y tras casi un cuarto de hora de tiras y aflojas terminó entrando en el salabre de Riveboy, que ejercía de ganchero para la ocasión. Fotos y muchas risas. Olor a barro en las manos. Un colofón divertido y excitante para un día de pesca que quedará por siempre grabado entre mis mejores recuerdos del río, y que no dudaré en explicar, a modo de batallita, a todo el que me quiera oír cuando acabe con mis huesos en un geriátrico.
Hubiéramos podido pescar mucho más, pues la tarde daba todavía mucho de si, y los peces estaban activos, pero aquel casi adolescente Riverboy que nos desbordaba a todos, con su hiperactividad y sus ansias por pescar, ha devenido hoy en un gran pescador, con sus mejores virtudes, y entre las que se cuenta el saber el momento de decir "ya tengo bastante por hoy", más que nada porque compartir merienda y tertulia con un viejo amigo también forma parte del encanto de un día de pesca. Yo, por mi parte, no tengo otro límite que la hora en que mis lumbares dicen basta, y cada día se quejan más pronto, todo y que en esta ocasión cuando lo han hecho estaba realmente ahíto de felicidad, y con ganas de plegar bártulos para ir a merendar con Riverboy y celebrar un buen montón de cosas: mi reencuentro con él, las truchas de "dibujos animados" que habíamos pescado, y la simpática irrupción de los ciprínidos en nuestra fiesta.   
Ahora, solo queda esperar a que no pase tanto tiempo para que Riverboy y Rubinstein vuelvan a pescar juntos. Amigos y seguidores de este blog, os mantendremos informados de nuestras aventuras.   
Por cierto, seguramente os habéis dado cuenta de que en este parte no sale ninguna referencia de sitio exacto en donde estuvimos pescando en el contexto de tan extensa zona libre de pesca sin muerte. Sois sabedores de  que no existen secretos entre nosotros, pero también es mi deseo el no fomentar la pereza intelectual del pescador, y mucho menos habituar al mismo a darle la faena medio hecha. Hay que probar, hay que experimentar y hay que arriesgarse. O eso, o como en mi caso, tener un buen amigo como Riverboy que te haga de guía sin cobrar. Ya sabéis "quien tiene un amigo, tiene un tesoro".           


JORNADA DE PESCA Nº 695

Sábado, 3 de mayo de 2014

Temporada 2013 - 2014 -Nº 23
Temporada de salmónidos 2014 - Nº 7

Zona libre sin muerte del Ter (Gironès - La Selva) ZLLSM-TE29
Río Ter

Pescadores:

Daniel García "Riverboy"
Ferran RUBINSTEIN

Capturas:

Daniel García "Riverboy" (pescando y haciendo funciones de guía altruista): 5 truchas fario a ninfa, 1 trucha fario a mosca seca y 1 trucha arco-iris a ninfa.
Ferran RUBINSTEIN (pescando y haciendo funciones de cliente "por el morro", je, je, je): 9 truchas fario a ninfa, 1 trucha fario a mosca ahogada y 1 carpa a ninfa.

Climatología: soleado y caluroso.

Caudal: bajo, pero engañoso; baja mas agua de la que parece.

Condiciones de vadeo: al tratarse de un río grande, en su curso medio, es recomendable el uso de bastón de vadeo, vadear con precaución y mejor hacerlo con la ayuda de un compañero de pesca.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta en "DO" menor
Obertura-Concierto en "FA" mayor
Joachim Raff

Concierto para piano y orquesta nº 2
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta
Scherzo para orquesta
Hans Pfintzer

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.