"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

domingo, 27 de mayo de 2012

JP-609. COTO DE GUARDIOLA DE BERGUEDÀ - LA POBLA DE LILLET S. M. - LL-01B. Sábado, 26/05/2012







JORNADA DE PESCA Nº 609.

Tras la euforia futbolera de la final de la Copa del Rey del viernes por la noche, y tras celebrar el catorceavo título del Barça de Pep Guardiola en menos de cuatro años (busque, compare, y si encuentra algo mejor ¡fichelo para su banquillo!), vino un sábado de pesca en que casi nada se ajustó al guión que para el mismo tenía escrito en mi cabeza, y en el que tuve que improvisar y tomar decisiones sobre la marcha. Nuevamente, se cumplió la regla no escrita de que estos dáas, en los que se le desbaratan a uno los planes, terminan por devenir en jornadas de pesca muy divertidas, e incluso excelentes.
Todavía con el buen recuerdo de mi última sesión de pesca en el Llobregat de la semana pasada, y por el excelente estado de caudal y calidad del agua del río, había previsto para este sábado pescar el tramo que va desde la estación del "Tren del Ciment" hasta el mismo casco urbano de La Pobla de Lillet.
Sin embargo, se ve que la semana ha sido rica en tormentas vespertinas, algunas de ellas de gran intensidad y notable precipitación, y al llegar a Guardiola de Berguedà me he encontrado con un Llobregat embravecido y chocolateado que en nada se parecía al amable río del que me despedí la semana pasada, cuando fuí a enseñárselo a mi hija -"mira Elisenda, aquí pesca el papa"- tras nuestro viaje en el trenecito turístico.
Por suerte, y como no es la primera vez que me sucede esto de encontrarme con esta circunstancia en la cuenca alta del  Llobregat, siempre queda el Bastareny, un río más humilde, pero entrañable y simpático, que ayer, y debido también al régimen de precipitaciones de la semana, bajaba "Imperial", pero como es costumbre en él con el agua menos turbia que su hermano mayor del que es tributario.
También, a tenor de la semana de altas temperaturas y cielos despejados, y todo y haber chupado "Tomás Molina Show" a diario, me había hecho el onanismo mental de disfrutar de una jornada de pesca bajo un tórrido sol africano, tentando las truchas a seca a eso del mediodía. Por supuesto, tuve que adaptarme a las circunstancias, llegando incluso a tirar de tungsteno ninfero en un (casi) siempre amable Bastareny, del que tuve que salir por patas a eso de las cuatro de la tarde, bajo una cortina de agua, que terminó en granizada.
Mi periplo habitual por el Bastareny, se vio ampliado en su parte superior, llegando hasta el Pont de la Vila, esto es al principio del antiguo coto sin muerte de Bargà, al haber comenzado a pescar un tanto más arriba de lo que es habitual, o sea, en la poza que hay unos 50 metros aguas abajo de la pasarela colgante de tablones, que por cierto están cada día más podridos.
La amplitud de la lámina de agua, y el tiro de la corriente, me obligaron a trabajar con un tándem menos habitual, de tricóptero de pelo de ciervo para hacer de señalizador de picada de una ninfa con cabeza de tungsteno del 2. Sólo en los últimos lances de la jornada, y dadas unas circunstancias excepcionales que contaré más adelante, pesqué con un par de moscas ahogadas.
Esta semana, se movió trucha más grande en el Bastareny. Cinco de las nueve que capturé y solté, pasaban holgadamente de los treinta centímetros, llegando dos de ellas a sobrepasar los treinta y cinco. Las restantes cuatro no eran precisamente "sardinillas"; oscilaron entre los veinte y veinticinco centímetros.
No faltaron a su cita, como suele ser habitual en este tramo de río, las truchas arco-iris esas que constituyen un auténtico "fenómeno paranormal" de tipo fluvial, pero que están ahí. Esta vez fué sólo una, capturada tras  una picada espectacular, al salir de debajo de un árbol caído para tomar con saña la ninfa que estaba ya recogiendo a tirones en la deriva baja. Un trucha muy fiera, que me regaló cinco saltos seguidos. Todo un prodigio de fuerza para un pez que rondaría los treinta y tantos centímetros y cuyas bien formadas aletas desmentían que pudiera proceder de cuba alguna.
¿De donde salen estas truchas arco-iris del Bastareny? Pues de repoblaciones recientes desde luego que no. Mi teoría es que las supervivientes de antiguas repoblaciones con este tipo de trucha, anteriores a la mitad de la década pasada, se asilvestraron y colonizaron este tramo de río. Mi prueba para afirmar esta teoría es que el verano pasado hice una buena pescata de truchitas arco-iris "palmeras" (ver en este blog el artículo JP-579 de Agosto de 2011: http://rubinsteinfishing.blogspot.com.es/2011/08/jp-579-coto-guardiola-de-bergueda-1.html) , algunas de ellas con una librea tan ambigua que no es descartable la hibridación con truchas fario, y otras de una soprendente librea tan plateada y con tan pocas pintas, que me hicieron pensar en haber clavado una bagra antes de llevarlas a mi salabre.
Nubes y claros, con alguna llovizna esporádica, y ratos de un calor bochornoso y sofocante fueron la tónica del día hasta que, con siete truchas capturadas llegué al puente viejo de Bagà, el "Pont de la Vila". Allí había un señor pescando, el único pescador que vi en toda la jornada, y decidí no molestarle, y mucho menos pisándole el río situandome por delante suyo, y emprender camino de vuelta al coche, para hacer unos cuantes lances un el único sitio en donde había visto alguna actividad en superficie en mi viaje de ida. Mucho tiempo no iba a tener para probarlo, pues retumbaban ya los truenos en la lejanía.  
En esta postura concreta, tuvo ya lugar por la mañana la captura de dos truchas a ninfa. Es uno de esos sitios del río en los que el minimalismo de la pesca con mosca en ríos pequeños adquiere su máxima expresión. Se trata de pescar un estrecho pasillo de agua encajonado entre la vegetación enmarañada de zarzas, cañas y sauces, y un el largo muro de un canal, y terminado en un arbol semisumergido.
Ni cuatro metros de largo, por menos de metro y medio de ancho de un agua que está casi parada.¡Mandan narices, que las únicas truchas que he visto moscardear en todo el día estén allí! y encima bien arrimadas o al muro, o al arbol sumergido. Por la mañana, y pescando a ballesta con la ninfa, había conseguido dos truchas casi seguidas en este sitio, pero no eran las que moscardeaban, y para terminar mi jornada se me había metido en la cabeza conseguir pescar truchas que subiesen y encima con el mayor "jogo bonito" posible.
Tuve que rehacer el bajo de linea para adaptarlo a pescar en tan corto espacio, y pasé a hacerlo con mosca seca con resultado totalmente infructuoso: las truchas no le hacían ni caso mis moscas, pero seguían comiendo, esta vez bajo la llovizna.
Llovía ya, pero estaba bien protegido bajo la vegetación, cuando rehice mi bajo de línea para pescar con un tandem de moscas ahogadas. Esta vez si: raro es que las truchas que comen emergentes no se pirren por una ahogada leonesa, tanto bien empapada aguas arriba, como bailando la polka aguas abajo. Dos truchas casi seguidas llevadas al salabre me recordaron que siempre hay que llevar un buen surtido de moscas ahogadas en la caja de imitaciones, sobre todo cuando las "señoritas del río" están muy caprichosas, o eso es lo que pensamos, antes de admitir que estamos pescando a un nivel de la lámina de agua que no es precisamente en donde el pez está comiendo en esos momentos.
Se puso a llover en serio, y tuve que salir del río so pena de terminar empapado. Tenía aún el coche lejos, por lo que tuve que buscar refugio bajo las marquesinas del aparcamiento de una fábrica cercana al río. Y allí estuve, tomando un refresco de mi bolso-nevera portátil y fumando uno, dos, tres cigarrillos mientras lejos de parar de llover, el chaparrón se tornaba tremendo aguacero, y el río duplicaba, y luego triplicaba el caudal a la vez que se chocolateaba definitivamente, por lo menos para lo que quedaba de día.
En una brevísima pausa de la tormenta, salí pies en polvorosa hacia el coche, en rauda carrera con la caña ya plegada, y apenas tuve tiempo de meter los aparejos de cualquier manera dentro del vehículo cuando arrancó a precipitar otra vez, pero en esta ocasión no ya agua, sino granizo.
Bajo la intensa granizada, con la ropa mojada,  pero feliz por tan divertida jornada de pesca, atravesé Guardiola de Berguedà, y seguí conduciendo carretera abajo, huyendo de una tormenta que no cesaba de perseguirme, hasta que la perdí de vista pasada la central térmica de Cercs. Finalmente, dejé de huir de la tormenta en Cal Rosal, ya en el Baix Berguedà, en donde me cambié en la esplanada de entrada a Pedret bajo un tórrido sol que es preludio de ese verano que tenemos a la vuelta de la esquina. Verano, veranito: chicas guapas tomando el sol en top-less, música petarda para acompañar el cuba-libre en la terracita, y tormentas apocalípticas de tarde, para echar al sufrido pescador del río cuando mejor se lo está pasando.            


JORNADA DE PESCA Nº 609.


Sábado, 26 de Mayo de 2012

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet S. M.

Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes.
(Pesca solo en el Bastareny en esta jornada)

Tramo pescado:

Desde 50 m. antes de la pasarela colgante de madera, en la entrada de Bagà, hasta el Pont de la Vila, en Bagà.

Capturas:

6 truchas fario a ninfa, 1 trucha arco-iris a ninfas y 2 truchas fario con mosca ahogada.

Climatología: nuebes y claros con llovizna esporádica, hasta la tormenta de lluvia y granizo que puso fin a la jornada.

Hora de inicio de la jornada: 09,30 h.

Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 2
Sinfonía nº 4
Joachim Raff

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 3 "Lírica"
Salmo nº 83
Alexander Von Zemlinsky

Concierto para violoncello y orquesta nº 2
Anton Rubinstein.

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 19 de mayo de 2012

JP-608. COTO DE GUARDIOLA DE BERGUEDÀ - LA POBLA DE LILLET S. M. - LL01B. Viernes, 18/05/2012









JORNADA DE PESCA Nº 608

El dia de pesca se trasladó esta semana al viernes, aprovechando un dia de libre disposición en el trabajo, pues el sábado disfrutamos de una divertida excursión familiar a La Pobla de Lillet, con viaje en el "Tren del Ciment" incluído, y posterior visita a la exposición de locomotoras de vía estrecha y material ferroviario diverso, ubicada en un hangar anexo a la estación inferior de la linea.
Curiosamente, el viernes terminé mi periplo por el río justo enfrente de la estación del trenecito. Eso quiere decir que volví nuevamente al Coto de Guardiola de B.- La Pobla de L. S. M., el cual ya acumula seis de las nueve salidas de pesca de la presente temporada. Supongo que alguno se preguntará si no estoy un tanto
saturado de tanto visitarlo; pero todo aquel que lleve algún tiempo pescando sabe muy bien que unos dominios pescables de más de 20 kms. repartidos en tres ríos, dan mucho de si. Además, ni que fuesen solo de una cuarta parte de esa longitud, el río es un entorno tremendamente cambiante, y en primavera aún más, convirtiéndose cada jornada de pesca en una historia completamente diferente.
A propósito de la primavera, ni que decir tiene que es la estación con mayor variabilidad climatológica del año, y más aun en un país de agreste orografía y variados microclimas como el nuestro. Esto conlleva que los pescadores nos hemos de adaptar a continuos cambios, sobre todo de caudal del río, con las obvias consecuencias sobre la conducta de los peces que eso conlleva, si es que queremos pescar y no desesperarnos en el intento.
Supongo que a todos les gustaría pescar en un dia de esos "de postal", bajo un sol radiante y en un río con un caudal y una temperatura del agua propicios para pesca a seca todo el día. Sin embargo, más la mitad
de la mitad de la temporada de salmónidos esta ubicada en la siempre cambiante y caprichosa primavera, y no hay más cera que la que arde.
Para que de muestra sirva un botón, el viernes mismo comencé a pescar bajo un amenazador cielo gris, y enfundado en el inpermeable, para evitar males mayores, dado que hacía rato que caía una llovizna húmeda y fría. No habían pasado ni un par de horas, que tuve que embutir a presión el chubasquero  en el bolsillo trasero del chaleco, pues al abrirse claros el sol hizo subir rápidamente la temperatura. Hacia primera hora de la tarde cayó un exiguo chaparrón, tan ligero que la misma cobertura del follaje del bosque de ribera me ahorró el tener que desenfundar de nuevo la prenda para la lluvia. Y a partir de ese momento... se terminó de abrir el día, y se impuso un tórrido sol africano hasta la hora de recoger bártulos, y que me hizo terminar con avidez mis provisiones de te con limón y sudar la gota gorda, a la hora de volver al coche,  en esos dos kilómetros largos que me separaban del mismo.  
El río me sorprendió de buen principio no tan solo por la claridad del agua, pasada ya la turbidez aportada por un deshielo que, por lo menos en el Llobregat, ya ha terminado, sino también por el óptimo caudal que me permitió no tan solo un seguro y confortable vadeo, además de retornar al "jogo bonito" de la pesca ligera con tándem de seca y ninfa, cuya práctica en este coto sólo había podido llevar a cabo las dos primeras salidas al mismo de la presente temporada.
Las capturas no tardaron en llegar. Esta semana, al igual que la anterior, de truchas de bastante mejor porte que en los primeros días de la temporada. Podríamos decir que fué un dia bastante rentable, pues de once picadas logré llevar ocho truchas al salabre, y además mi única pérdida de material fué la de una ninfa, por lo que me puedo también dar por satisfecho de no tener que quemar mucha vista ante el torno la presente semana.
Además de las truchas, y todo y que no los reseño como capturas, tuve que desclavar de mi ninfa e incluso del tricóptero que llevaba como señalizador de picada unos diez piscardos o vairones, algunos de ellos con una llamativa tripita de color naranja. Un hecho habitual en cada poza de relativa profundidad que pesqué.
No hubo actividad por arriba, pero por abajo las fario estuvieron bastante activas, aunque localizadas sobre todo en blandos de corriente laterales, pequeñas pozas y oquedades, grietas y huecos en el lecho del río que a menudo pasan desapercibidos por estar por debajo del tiro de la corriente. Están tardado todavía en atacar tricos, que algunos hay ya, supongo porque este año todo justo acaba de finalizar un inusual deshielo tardío. Sin embargo, no hay que dejar de peinar los espumeríos, pues tarde o temprano las truchas los frecuentarán en busca de la frescura y oxigenación del bullir del agua, sobre todo en las largas tardes de sol que se avecinan, y en las cuales la pesca "espumosa" con trico saltón será opción casi obligada, dado que las truchas que se ubiquen en otras localizaciones estarán apáticas, durmiendo la siesta estival, hasta la hora de un sereno que, por imperativos de horarios hipotecados a compromisos familiares, me suelo perder.
   

JORNADA DE PESCA Nº 608

Viernes, 18 de Mayo de 2012.

Coto de Guardiola de Berguedà - La Pobla de Lillet S. M. - LL01B

Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes (pesca solo en el Llobregat en esta jornada)

Tramo pescado:

Del segundo viaducto de la carretera de Guardiola de Berguedà a La Pobla de Lillet (Km. 6), hasta la estación del "Tren del Ciment" (pasado el Km. 8).

Capturas: 8 truchas fario a ninfa.

Climatología: mañana, nublado con llovizna y fresco; mediodía, nubes y claros, templado; tarde, soleado y caluroso.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

 La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para violín y orquesta nº 1
Joachim Raff

Concierto para violoncello y orquesta en "LA" menor
Robert Volkmann

Concierto para piano y orquesta nº 2
Alexander Glazunov

"Andante" (Op. 69 - Nº 2)
Giuseppe Martucci

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta en "DO" menor
Obertura-Concierto en "FA" mayor
Joachim Raff

Concierto para piano y orquesta nº 3
Xaver Scharwenka

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

domingo, 13 de mayo de 2012

JP-607. COTO DE GUARDIOLA DE BERGUEDÀ - LA POBLA DE LILLET S. M. E INSPECCIÓN FLUVIAL: COTO DE GIRONELLA-PUIG-REIG (TRAMO DE GIRONELLA). Sábado, 12/05/2012






JORNADA DE PESCA Nº 607.

INTRODUCCIÓN.

Hace ya tiempo que acariciaba la idea de ir a ver, con mis propios ojos, el estado en que está el antiguo coto de salmonidos del Baix Berguedà, y con más motivo desde que este año ha sido convertido en un coto de ciprinidos de dos tramos, con una zona libre sin muerte de por medio.
Sin embargo, mi día a día dista mucho de ser el de una persona a la que le sobre el tiempo, y para cualquier actividad relacionada con subirme al coche para ir a pescar, o algo que se le parezca, es imperativo que llegue el fin de semana, siempre que no se tuerzan las cosas, cosa la cual saben muy bien aquellos que como yo son padres de familia.
Quizás algún día tenga tiempo suficiente para estas inspecciones fluviales. Tampoco me entusiasma pensar en la jubilación, pues eso equivaldrá a que tengo entre 65 y 67 años, y ahora mismo aún no he cumplido los 50 y ya me agobia la idea de tener esa edad; ya os podéis imaginaros lo que pienso de tener esa misma edad y entre 15 y 17 años más de propina.
Claro está que hay jubilados, entre ellos más de algún lector de este blog, que están muy en forma y siguen disfrutando de la pesca a mosca más allá de su merecido retiro laboral. Sin embargo, estas apuestas de futuro son arriesgadas. Queda mucho para darle la patada definitiva al despertador, y pueden pasarme muchas cosas. Creemos ser los amos absolutos de nuestro destino, pero las más de las veces somos actores de reparto de una tragicomedia que ha escrito algún guionista sádico y cruel. He vivido lo suficiente, como para haber conocido gente que ha terminado "en la estantería" por algún lamentable problema de salud al poco de jubilarse, e incluso cuando faltaba bien poco.
Es por ello que, no me queda más remedio que sacrificar algo de mi escaso tiempo de acción real de pesca, si es que quiero inspeccionar ríos. Sacrificio enorme para alguien tan ansioso como yo, y que vive con tanta intensidad la pesca, y cada día más en tanto en cuanto muchas otras diversiones que me ha ofrecido la vida han ido quedando aparcadas por el camino.
Este sábado, ha tocado sacrificar parte de una jornada de pesca, para poder satisfacer la curiosidad. Pese a todo, ya os adelanto que ha valido la pena.  
  

EN ACCIÓN DE PESCA: COTO DE GUARDIOLA DE BERGUEDÀ - LA POBLA DE LILLET S. M.

A la hora de comenzar a pescar, a eso de las 9,30 de la mañana, ya hacía un tremendo calor bajo el cielo encapotado y gris, y la sensación de bochorno ya me había hecho sudar, de tan solo andar un breve trecho desde donde habia aparcado hasta la primera de las posturas que había elegido probar.
Con un poco menos de caudal que la semana pasada, pero todavía lo suficientemente alto como para exigir prudencia y cautela en el vadeo, el río ofrecía un aspecto vigoroso y primaveral.
De comienzo, y para un tramo rico en corrientes, equipé un aparejo consistente en una ninfa de medio peso (bola de tungsteno del 2), y una mosca ahogada 50 centímetros más arriba, sobre todo para hacerla bailar en las derivas corriente abajo, dado que el agua ya no está tan fria, y tenía la esperanza de que alguna trucha se animase a moscardear.
Sin embargo, y pese al invento para aprovechar una supuesta actividad, este primer tramo de mi jornada de pesca, desde el puente del kilometro 2 de la carretera de La Pobla de Lillet hasta la vertical del desvío de Can Companyó, resultó frustrantemente infructuoso. No tuve ni una picada en muchas de las posturas que en esta parte del río suelen dar truchas, y las dos únicos peces que revolqué los perdí sin ni siquire poder combatirlos... más tarde, me dí cuenta de que se había roto el anzuelo de la ninfa desde la misma curvatura, seguramente al desengancharlo tras alguna enrocada, por lo que había estado pescando un buen rato con un anzuelo mutilado sin darme cuenta.
Cuando estaba ya un tanto cansado de tanto zurrar el agua sin obtener a cambio emoción alguna, vi a mis espaldas, esto es río abajo,  dos pescadores más, que finalmente fueron los únicos que vi en todo el día. Como supuse que estando tan cerca mío terminarían por adelantarme, y pisarían bastante el río por delante de mi, preferí dejárselo todo para ellos, e ir a probar a otra parte, a poder ser bien lejos, a ver si en otros lares había más diversión. A menudo, la diversión va por barrios, y en el que estaba en ese momento, había menos animación que en un polígono industrial un domingo por la tarde. Hice un gesto de saludo a la pareja de pescadores, y salí del río por donde pude. Espero que les fuera mejor que a mi, en esta parte baja del tramo de coto correspondiente al Llobregat.
Muchas veces, los cambios radicales de escenario, suelen traer consigo capturas, o por lo menos emociones. Sin embargo, este no fué lo que sucedió en el caso que nos ocupa, pues todo y la salida del sol entre la gruesa capa de nubes, las corrientes hechas a pala de excavadora que hay justo antes del viaducto, se mostraron totalmente baldías, muy al contrario que la semana pasada, cuando capturé en las mismas las dos últimas truchas de la jornada en dicho escenario y en menos de 10 minutos de acción de pesca.
Sin embargo, los pescadores curtidos en bolos, remojones e insolaciones, somos inasequibles al desaliento, así que aproveché la ocasión de tener que rehacer el aparejo, por enganchada en sauce cabroncete, para seguir con una ninfa del mismo patrón y peso, pero haciendo bailar por encima de ella un suculento, tupido y flotón tricóptero de pelo de rebeco, que me regaló la semana pasada mi amigo Carles V.
La intención era pescar un rato esa parte del río, y si llegaba a la curva donde termina el largo viaducto (en esta parte el río forma dos meandros y cambia bruscametne de dirección dos veces), pues ya vería si volvía a mudarme a otra parte del coto.
Tras capturar dos minúsculos vairones (escama es escama, aunque poca), las truchas empezaron a dar la cara precisamente en una parte del río que ha sido tradicionalmente rácana conmigo; siempre hay una primera vez en todo, y por años que lleves visitando un coto, jamás debes desdeñar posturas que te han negado el pan y la sal a lo largo de tu existencia.
De aquí hasta el final de la jornada, casi tres horas después, hubo diversión, pero como dicen los modernos "me lo tuve que currar mucho". Valió la pena, pues salieron, por primera vez en esta temporada y en este coto, truchas de muy buen porte, y con ganas auténticas de luchar como una trucha "de raza", a golpe de saltos y cabriolas.
Cuatro truchas sucumbieron a la tentación de la ninfa tungstenizada, tres en blandos laterales de corriente, y una en el centro mismo de una corriente, aunque de escaso tiro. Una quinta trucha, que en realidad fué la segunda en orden cronológico, atacó con saña el trico en pleno espumerío, alli donde la corriente bulle en el pedregal antes de amansarse en una poza; una captura "al estilo estival", justo en el momento en el que descargó un brevísimo chaparrón que hizo aumentar aún más la sensación de bochorno.
El tiempo transcurrió rápido y ameno, y al llegar al antiguo límite de los cotos de Guardiola y La Pobla, a eso de las cuatro menos cuarto de la tarde, estuve tentado por un momento de aplazar mis planes iniciales, para seguir pescando, pero finalmente la tentación de ir a curiosear a un coto que hace años que ni piso, y sobre todo tener muy cerca la merienda, me hizo dar por finalizada la jornada.
La vuelta al coche fué breve;  por suerte, por largo que sea el recorrido por el río, la carretera hace curvas y no meandros, y en esta ocasión llegué al vehículo a cambiarme en menos de un cuarto de hora. Afortunadamente, pues hacía un calor autétnicamente de verano. Una vez cambiado, esta vez con un poco más de presteza, el termómetro del coche marcaba 31 grados, claro está que llevaba bastante rato al sol.
También prescindí de mi habitual café de fin de jornada en Guardiola de Berguedà en esta ocasión. Tiempo tendría después de la inspección fluvial por el Baix Berguedà. No apremiaba el reloj, pero unas nubes muy oscuras y de aspecto no muy amigable se acercaban desde el Solsonès, y estaba claro que no iba a acabar la tarde sin caer un buen chaparrón.             
          

INSPECCIÓN FLUVIAL: ZONA LIBRE SIN MUERTE DE CAN BASSACS Y COTO DE CIPRÍNIDOS DE GIRONELLA.

El bochornoso calor de la tarde, me obligó, por primera vez este año, a activar el aire acondicionado del coche. El corto viaje desde Guardiola a Gironella me dió ocasión de repasar mentalmente los lances más divertidos de esta inusualmente corta jornada de pesca. Ahora comenzaba una "jornada de inspección", pero a tenor de lo negro que se estaba poniendo el cielo, no tenía muchas esperanzas de que fuera muy larga, ni que diera mucho de si.
Al llegar al puente de Can Bassacs, el rio bajaba muy crecido, señal inequívoca de que habían abierto las compuertas del pantano de La Baells, ante el temor de que, estando casi al 98% de suy capacidad, una nueva tormenta lo desbordase, y su muro terminase pareciendo algo así como las "Cataratas del Berfguedà".
De no ser por esta circunstancia, y en una tarde de calor pero con el río bajito, quizás me hubiese animado a sacar por el móvil un ticket, para intentar pescar alguna carpa o algún barbo en lo que hoy es una zona libre sin muerte de ciprínidos, aunque antaño fuera parte de uno de los cotos de temporada que más tickets vendía durante la misma. Sin embargo, no estaba la tarde para muchos experimentos, por lo que opté por no marear más la perdiz, y no volver ni a enfundarme el váder, ni ha montar de nuevo la caña.
Creo que fué hace la friolera de once años atrás la última vez que pesqué  este tramo del entoces Coto Baix Berguedà LL-008. Era el año 2001, y llevaba solo dos temporados liado con la mosca, y no fué hasta el año 2003 cuando dejé de alternar modalidades dentro de una jornada de pesca. Así pues, creo recordar que aquel día, si mal no me acuerdo de finales de Marzo, ni tan sólo monté mi primera caña de mosca,  e hice más o menos el mismo periplo que este sábado de inspección, pescando ¡a cebo con gusano! De acuerdo con mis registros, la pesca fué bastante pobre, sólo dos truchas arco-iris.
Descendí un poco menos de medio kilómetro por el camino que va paralelo a la orilla del río, en dirección a Viladomiu Nou, y que hoy en dia está marcado como Sendero PR (concretamente la "Ruta de las Colonias del Llobregat"), para luego ir observando el río hasta el Parque Fluvial de Gironella, otra de las muchas actuaciones urbanísticas que no existía en 2001.
Las entradas al río están muy abandonadas, y hay que atravesar una pequeña selva de maleza, mayormente de ortigas urticariantes, y también de zarzas "pinchas vaders", para poder acceder a la orilla. Tengamos en cuenta que estamos en plena zona libre sin muerte, o sea que aquí no hay provecho económico ninguno derivado del uso para la pesca de la misma, y si ya es difícil transitar en zonas acotadas, imaginémonos ya lo que va a ser en zonas libres.
Antaño, recuerdo que había mucho barro acumulado en esta zona, formando auténticas ventosas succionantes. Sin embargo, a simple vista y pese a la turbidez del agua, logré vislumbrar en algunas entradas a las que accedí con suma precaución, nada más ni nada menos que piedras en el fondo, por lo que igual algún "golpe de río" se ha llevado parte del fango, tal y como ha sucedido de un par de años a esta parte en Pedret.
Mejor acceso al río hay por debajo del puente de Can Bassacs, allí donde en la salida de la corriente de un angosto estrecho entre rocas limadas por años de erosión, se crea una tabla que supongo antaño hizo las delicias de los pescadores de serenos a seca. Sin embargo, el acceso a las rocas, para pescar el encajonamiento del río están realmente perdidas de maleza, sobre todo de afiladas zarzas. Recuerdo el acceso a las mismas mucho más despejado, y en ellas había, en el lejano día en que pesqué por última vez encima de las mismas, varias personas tentando a las truchas con aparejos fondeados de lombriz.
Poco antes de la presa de Can Bassacs, incluso hay varios puntos en donde poder entrar con comodidad al río. Son unas corrientes con muy buena pinta para la pesca con ninfa. Inmediatamente por encima de la presa, un cartel indica que allí acaba la zona libre sin muerte. Entremos pues, en el sector de Gironella del Coto de Ciprínidos de Gironella-Puig-reig, antes Coto de Salmónidos Baix Berguedà con muerte, y desde 2006, Coto Intensivo Baix Berguedà.
El Parque Fluvial de Gironella, con una amable urbanización de bancos y puentecitos sobre un canal, permite un acceso más cómodo al río, comodidad esta que se mantiene, tanto para transitar por la orilla, como para acceder al río, hasta el salto de agua que hay  un poco antes del puente anterior al puente viejo.
Quizás quí se pudieran instalar puestos típicamente "carperos", para pescas estáticas tipo boloñesa o inglesa, aunque mayormente son corrientes de poca profundidad. Un dato positivo, es que se ven las piedras del fondo; esto, unido al fácil acceso, pude facilitar mucho la acción de pesca a mosca, aunque no sean las truchas el objetivo final de nuestros artificiales.
Al llegar al puente, el cielo estaba ya casi negro, cruzado cada vez más por un seguicio de rayos precediendo al retumbar de los truenos. Tarde de tormenta en el Berguedà, algo muy típico del mes de Mayo, rico siempre en chaparrones torrenciales y desbordamientos puntuales de ríos y rieras.
Llegado a este punto, y tras tomar varias fotos, emprendí una rápida retirada hacia el amparo del coche, sudando la gota gorda debido al intenso bochorno. Esta vez, me fue de un pelo, pelo evité el remojón al llegar, de puro milagro, al vehículo instantes antes de que comenzase a llover a cántaros.
Curiosamente, y más dado que estaba en el mismo termino municipal de Gironella, no terminé merendando en dicho pueblo, ni visitando la pastelería de mi amiga Ramona. Como uno es así de iluso, tenía la esperanza de que la tormenta pasase rápido, así que me fui a Puig-reig, para ver si después de la lluvia volvía a salir el sol, y así dedicarme a inspeccionar el tramo de Can Pons del mismo coto, allí en donde creo todavía están las barbacoas que en su dia instaló la Societat de Pescadors Esportius Baix Berguedà, que sigue siendo la que entidad que gestiona el coto, aunque ahora sea de ciprínidos.  
Como la tormenta, lejos de amainar, se intensificó, finalmente me quedé a merendar en Puig-reig. Tras apagar el hambre y la sed, tuve el placer de volver a casa bajo la tormenta, que avanzaba casi al mismo ritmo que mi coche, y de escuchar la poderosa Sinfonía nº 1 de William Walton bajo una auténtica cortina de agua, viendo como un arco-iris doble enmarcaba un cielo de plomo, surcado a cortos intervalos por un cáos de relámpagos.
En conclusión, parece que aliviar el exceso de agua del pantano va a llevar su tiempo, por lo que espero poder volver a este coto el próximo otoño, cuando baje menos agua. La presente temporada de salmonidos será historia, y alguna que otra jornada de pesca se puede dedicar a este coto, bien sea para medir fuerzas con poderosas carpas, barbos de vertiginosa carrera, o para engañar a alguna de las truchas que a buen seguro deben quedar, tras años de repoblaciones tan seguidas.
       

 

JORNADA DE PESCA Nº 607.

Sábado, 12 de Mayo de 2012

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2012 - Nº 8

Coto de Guardiola de Berguedà y La Pobla de Lillet S: M. - LL01B

Ríos Llobregat, Bastareny y Saldes
(pesca solo en el Llobregat en esta jornada)

Tramos pescados:

Tramo 1: Desde el puente del Kilometro 2 de la carretera de La Pobla de Llillet, hasta la vertical del desvío de Can Companyó.

Tramo 2: Desde el viaducto de la carretera de La Pobla de Lillet (Km. 6), hasta el limite de los antiguos cotos de Guardiola de B. y La Pobla de L.

Capturas: 4 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca (tramo 1: 0, tramo 2: 5).

Climatología: nubes y claros con calor e intensa humedad

Hora de inicio de la jornada: 09,30 h.

Hora de finalización de la jornada: 15,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una Fiesta Eslava"
Alexander Glazunov

Concierto para violoncello y orquesta en "DO" mayor
Eugen d´Albert

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1
William Walton

"La Canción el Héroe"
Anton Dvorák

"La Batalla de los Hunos"
Franz Liszt

"Encuentro", fantasía para violoncello y piano
Joachim Raff

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

domingo, 6 de mayo de 2012

JP-606. COTO DE GUARDIOLA DE BERGUEDÀ - LA POBLA DE LILLET S. M. - LL01B. Sábado, 05/05/2012.







JORNADA DE PESCA Nº 606


Permitidme, por una vez y sin que sirva de precedente, empezar por el final la crónica de esta jornada de pesca del primer sábado de Mayo, pues aunque el dia no fué malo, y la pescata más que aceptable dadas las circunstáncias, lo mejor vino a partir del momento en que me puse a recoger los bártulos, y gracias a una serie de encuentros con seguidores de este blog.
Como os decía en el párrafo anterior, estaba casi a punto de embadurnar mis manos con Brummel y a partir raudo a merendar a Gironella, cuando tuve el inmenso placer de conocer a Carles V., un fiel seguidor de este nuestro blog.
Carles V., fué en su día un reputado escritor acerca de temas de pesca a mosca en revistas punteras del sector, y es uno de los pescadores a mosca que hace más tiempo practica esta modalidad: nada menos que desde los ya muy lejanos años 80. Quizás, junto con el bien conocido, admirado y respetado Piguillem de Cal Rosal, debe ser de los mosqueroscon más años de experiencia en esto de la pesca con sedal pesado en Catalunya.
Para mi, es todo un privilegio que un hombre con tantos años de pesca a sus espaldas, y con tantos kilómetros de ríos pateados en sus botas, en España y en el extranjero, sea uno de los más fieles seguidores de mi blog, y que por escrito y antes de conocernos en persona, me haya destinado no tan solo elogios, sino también críticas muy constructivas que he tenido muy en cuenta, y agradecido mucho, para ir mejorando en mi gran asignatura pendiente, que no es otra que ganar en claridad a la hora de comunicar mis pensamientos a los lectores.
Lo más sorprendente de este gran pescador, es la simplicidad y sencillez de sus aparejos y montajes, inversamente proporcional a ssu enormes conocimientos sobre limnología, ictiología y entomología. Hoy en dia, representa una enorme boacanada de aire fresco el poder centrar una conversación de pesca con alguien que conoce tanto el río y la vida de sus pobladores, máxime cuando cada día los temas parecen centrarse más, supongo debido a la presión del merchandising, a materiales, cañas, lineas, accesorios, ropa, y en ddefitiva, todo aquello que puebla las estanterías de las tiendas, que no las orillas, cauces y corrientes de nuestros ríos.
Además, Carles me enseño un auténtico museo ambulante que lleva consigo, y pude ver y tocar cañas que son autétnicas leyendas, incluído un modelo de Orvis del año 1992, y que ya no se fabrica.
Dejé a Carles de destino a un rincón del río para hacer algo así como un "sereno", y me dirigí a Gironella para una rápida merienda pastelera antes de volver a casa. En el bar en donde suelo desayunar y merendar en mis andanzas de pesca por El Berguedà, tuve la fortuna de compartir tiempo de merienda con Xavi "Pampu", otro gran pescador, y amigo mío desde hace muchos años.
Como siempre que tenemos ocasión de cruzar nuestros caminos, Xavi y yo estuvimos recordando gratamente y con mucha añoranza, los tiempos en los que él regentaba una tienda de pesca en Can Bassacs, que llegó a convertirse en uno de los "puntos neurálgicos" de la actividad mosquera de la comarca. Aún recuerdo lo mucho que me ayudo Xavi en mis primeros tiempos con el montaje de moscas, y la enorme diversión que suponía ir a sacarse el ticket a su tienda, hablar largo rato del río y del pantano, y hacer cabrear un rato a su mascota, el loro "Roc".
Es una lástima la terrible decadencia del Coto de Gironella, que había sido un referente de tal magnitud durante la decada de los 90 y los primeros años de la pasada, que incluso había llamado la atención de la prensa especializada, sobre todo por la calidad y cantidad de trucha que había.
Según Xavi, la agonía del coto comenzó con la construcción de la central eléctrica en La Baells, y a las continuas sueltas de fango que se han ido repitiendo a lo largo de años tras la puesta en funcionamiento de la misma. La pérdida de calidad del agua, propició el rápido crecimiento de un alga que antes ni existía en la parta alta del Llobregat, y a partir de aquí los desastres se han ido sucediendo uno detrás de otro, sobre todo a nivel administrativo, cuando el coto pasó a ser intensivo, o sea de ticket caro, pero bajo un régimen de repoblaciones ínfimo, lo que ha ocasionado la deserción final de los pocos acólitos que le quedaban a lo que antes fuera uno de los mejores cotos de temporada de toda Catalunya.
Tiempo de nostalgia pues, pero también de risas e historias jocosas. Y es que Xavi es un hombre emprendedor y optimista, y al igual que yo, aún creemos en milagros, y entre ellos, el de la resurrección del Coto de Gironella. Nunca olvidaremos lo que fué, sobre todo para Xavi, quien incluso emprendió en su día una aventura empresarial para aprovechar el tirón del éxito de este coto. Seguiremos luchando, y nunca arrojaremos la toalla, para devolver a Gironella el lugar de honor que le corresponde dentro de la pesca de salmónidos de nuestra Comunidad Autónoma.
Tras despedirme de Xavi, y aprovechando un momento para ir al servicio antes de ponerme al volante, aún pude tener la ocasión de saludar a otro Xavi de Gironella, en este casa a Casadesús, que estaba de copas con familia y amigos en un salón interior del bar. Lamento no poder haber tenido tiempo de hablar más con él, pero el tiempo ya me apremiaba. Sin embargo, por su cara deduje que había ido a pescar. Ojalá estuviera en lo cierto, y que la pesca le hubiera ido bien.
En fin, os ruego que me disculpéis por tan largo preambulo, pero muchos de vosotros sois sabedores de que la pasión por la pesca a mosca pone en nuestro camino toda suerte de personas, y en mi caso, he de deciros que la inmensa mayoría de ellas, son excelentes.
Este sábado, al llegar al río, me encontré con un panorama muy de primavera: río alto, con agua ligeramente tomada y fria. Nada que no sea habitual en el mes de Mayo, que precisamente se caracteriza por ser uno de los de mayor caudal debido al deshielo, y también a las abundantes tormentas de tarde, factor este último también muy estacional.
Tocó pues, si la intención era tocar escama, decirle adiós al "jogo bonito", por lo menos por esta jornada. Estas oscilaciones de nivel del agua, retraen mucho a la trucha a la hora de buscar comida arriba, todo y que ya comienza a verse, aparte de efémeras olivas, alguna que otra rhodani, plecópteros e incluso ¡algún trico!, o sea, mosca grande toda ella.
Haciendo de tripas corazón, puse un convencional combo de ninfas, y procedí a pescar "pesado", pero tampoco sin pasarme: al fin y al cabo no hay necesidad de ir dragando el fondo del río, y menos cuando la trucha ya se ha desperezado del letargo invernal, ni tampoco la hay de ir perdiendo material a base de enrocadas. Para la ocasión, ya me fue bien un combo de dos ninfas, alternando verdes y naranjas arriba y abajo, y marcando la pauta de los cambios de color la necesidad de poner nuevas ninfas debido a enganches, que los hubo y bastantes. Respecto a la bolas de tungsteno, la de fondo del calibre 2, y la de la superior un 1. En cuanto a los anzuelos, un 12 para esa ninfa "morcillona" que va rascando las piedras, y un 17 para esa ninfita que deriva a medias aguas.  
 Tardaron mucho en llegar las capturas, y cuando lo hicieron no fue nada apoteosico, ni triunfal, ni tan solo continuado. Fue más bien un ir haciendo a lo largo de una jornada larga y de un tramo extenso, del que repetí dos veces el sector comprendido entre la desembocadura del Gabarrós y el vado del apeadero de  Santa Cecilia -Riutort. Un dia de esos de tener mucha paciencia y pescar con mucha fe.
La mayoría de las truchas picaron a la ninfa de abajo (4 de 7), lo cual ya es habitual para un dia en que el río bajaba algo más que alegre. Tampoco hubo picadas seguidas. Quizás las menos espaciadas en tiempo fueron las dos últimas, en los últimos diez minutos de "partido", justo en la recta que supongo fue en su dia obra de excavadora, situada justo antes de llegar al viaducto de la carretera de La Pobla de Lillet.
En todo esto de la pesca con ninfa, hay bastante menos mística de la que creemos, o esa es por lo menos mi humilde opinión. Así como en la pesca a mosca seca la gente se preocupa muchísimo del diseño o patrón de la imitación, y descuida en grado sumo la presentación y la deriva, en la pesca con ninfa pasa casi lo mismo, pero en otro plano o dimensión del agua: muchos se entestan en montar ninfas hiperrealistas, pero olvidan hacerlas profundizar o moverse allí donde la trucha está.
En una jornada así de larga, y con la actividad tan espaciada, uno va ocupando el tiempo en otros menesteres para ir pasando el rato, mientras no deja de vigilar la linea, el indicador de picada si es que lo lleva, y por supuesto el río por si hubiese muestras de actividad por arriba. En mi caso estuve repasando mentalmente el excelente Concierto para Violoncello y Orquesta de Robert Volkmann, que estuve escuchando en el coche durante el  viaje de ida hacia Guardiola de Berguedà, y también recordando pasajes de "Tormenta de Espadas", el tercer volumen de "Canción de Hielo y Fuego", la saga de literatura fantástica de George R. R. Martin a la que estoy enganchado desde hace meses, y que mucha gente conoce con el erróneo nombre del primero de sus volúmenes: "Juego de Tronos".
Como de un modo excepcional del final de la jornada ya he hablado al principio de esta crónica, sólo me queda despedirme de mis lectores, para acto seguido ir a doblar la espalda un rato en mi cuchitril de montaje, en donde a la luz del flexo, quemaré un rato mi ya de por si maltrecha vista haciendo unas cuantas ninfas, para reponer las que perdí este sábado. Es lo que tiene pescar a fondo. Y además, no estaba el río para muchos vadeos, ni para arriesgarse a un remojón en el ejercicio de ir a salvar imitaciones enganchadas en rocas o troncos sumergidos.



JORNADA DE PESCA Nº 606

Sábado, 5 de Mayo de 2012

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2012 - Nº 7

Coto de Guardiola de Berguedà-La Pobla de Lillet S. M. - 01B

Ríos Llobregat, Bastareny y Riera de Saldes
(pesca solo en el Llobregat en esta jornada)

Tramo pescado: desde la Mina de Petróleo (confluencia con el Gabarrós), hasta el viaducto de la Carretera de La Pobla de Lillet. El tramo de la Mina de Petróleo al vado del Aperadero de Sta. Cecília - Gabarrós fué pescado dos veces seguidas).

Capturas : 7 truchas fario a ninfa.

Climatología: nubles y claros, templado.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 17,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para violín y orquesta nº 1
Joachim Raff

Concierto para violoncello y oquesta en "LA" menor
Robert Volkmann

"Andante" (Op. 69 - Nº 2)
Giuseppe Martucci

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 8
Obertura sobre temas griegos nº 1
Obertura "Solemne"
Alexander Glazunov

Líneas Tenss!


Ferran RUBINSTEIN.