"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

domingo, 29 de mayo de 2011

JP-569. COTO DE BONABÉ, S. M.


















JORNADA DE PESCA Nº 569


Antes de empezar con la crónica de esta jornada, desearía aprovechar estas páginas virtuales para agradecer de corazón a mi amigo y compañero de pesca Francesc Bernal, el hombre que siempre pesca a seca, y si no, no pesca, el haberme llevado a conocer un lugar tan maravilloso como es Bonabé. Posiblemente, sea uno de los paisajes fluviales más bonitos en los que he pescado.
Durante muchos años de mi vida, he recorrido las cumbres de los pirineos triscando por rocas y neveros. Gracias a la pesca con mosca, he vuelto a revivir mi pasión por la montaña, todo y que ahora vivida desde las emociones de las corrientes y las subidas de las truchas salvajes a la mosca, en vez de la lucha contra la fatiga en la pendiente, y contra la gravedad y el vértigo aferrado a la roca.
Este dia, aparte de la maravillosa experiencia de pescar en un lugar tan bello, lo voy a recordar siempre como la jornada de pesca en que vivimos deprisa y trepidántemente, pues ¡mire usted que casualidad! el dia en que decidimos hacer un largo viaje de cerca de doscientos sesenta kilómetros, con el terrible madrugón correspondiente, era el dia de la gran final de la Champions League, y el Barça iba a enfrentarse con el Manchester United, con la posibilidad de ganar la cuarta Copa de Europa de su historia.
Como tanto Francesc como yo somos culés, este partido no nos lo podíamos perder, así que, ¡con un buen par...! y ¡lo queremos todo!: pesca y fútbol. Por tanto: madrugón, viaje exprés, pesca sólo hasta antes de las cuatro de la tarde, y viaje de vuelta bajo el sol implacable de una tarde ya casi de verano, para estar, con un poco de suerte, en casa a la hora que el colegiado pite el inicio del partido... ¡quién dijo miedo!
El madrugón fue de órdago, pero respetuoso como soy con los nuevos (y viejos) límites de velocidad, y adicto a los “coffee and pis breaks” com soy, no me importó mucho salir a las cuatro de la mañana, rumbo al Pantano de Terradets, en donde me había citado con Francesc a las siete de la mañana.
Dejamos mi coche en Terradets, y continuamos los dos en el de mi amigo rumbo a más allá de Alós de Isil. Pasado la Pobla de Segur, el sorprendente paisaje rocoso del Congost de Collegats, da paso ya al verdor de las tierras puramente pirenaicas. Esto y el frescor de una mañana de la alta primavera, me ha traído una infinidad de recuerdos de un tiempo en que era mucho más montañero de pescador, de viajes heróicos en coches limitados, por carreteras que hoy otro nuevo asfalto ha engullido, hacia esa montaña en donde nos esperaban a mi y a mis amigos tantas aventuras, y en donde derramábamos tanto sudor y tanta adrenalina en un gran ambiente de amistad y camaradería. Como no, también he recordado aventuras de pesca en el Cardós, en la Vall Ferrera, en la Vall de Boí...
Nací a escasos metros del mar, pero siempre he sido un hombre de montaña. Cierro los ojos, y pienso en tantos veranos de mi juventud, y me veo en una pradera atravesada por un rio rumoroso, con el telón de fondo de unas montañas de formas caóticas en las que aún queda nieve. Es primera hora de la tarde, y todos los grillos y saltamontes del mundo cantan entre la hierba alta...en mi espalda siento el peso de una mochila que arrastro por collados y tarteras desde hace dias, y mi boca es pura piedra suplicando por un trago de agua. Pese a todo, no quisiera estar en ese momento en otro sitio que no fuera ese...
Mis ensoñaciones terminaron con la vertiginosa serie de curvas que hay para subir de Alós de Isil a la entrada del Parque Natural. ¡La hora del gran desafío estaba cerca!.
Pocos minutos antes de las diez, Francesc y yo ya estábamos en el rio, en plena acción de pesca: una orilla para Francesc, pescando largo a seca, y la otra para mi, con mi tándem de seca y ninfa en un aparejo “al hilo”.
El rio bajaba limpio y cristalino, aunque algo altito. Ideal para tanto para la seca, cuando quisiesen subir, como para la ninfa, tal y como quedó claro con el hecho de que al poco de empezar ya llevaba tres truchas en el haber de mi terrible ninfa de uni-yarn naranja, que previamente había triunfado en Ordina y en el Bastareny.
Sin embargo, no todo iba a ser tan fácil. Es más el dia se complicó bastante, como veremos a continuación. Pero ahora, dejadme deciros que la Guardería si cumplió, y que el guardia, el señor José Abril nos visitó, cumplió con su obligación, y nos obsequió con una estupenda, aunque corta, charla de pesca, rica en información sobre el rio. ¡Que gran placer que existan guardias tan amables! Es un hombre “del país”, y que ama los rios de su tierra... ¡quién si no, para vigilar con dedicación tan rico capital natural!.
La primera complicación, aunque previsible, fue que aún no era mediodia, que el rio ya había aumentado considerablemente el caudal, debido al deshielo. No deja de ser que en estas latitudes de alta montaña, la temporada se abrió sólo hace una semana. Para Francesc, que se había pertrechado con un bastón de vadeo, esto no supuso mayor problema, pero para mi, poco amante de aventuras vadeísticas, a base de remojones y trompazos, supuso el verme relegado a una orilla, o a salirme de ella, para avanzar terreno fuera del rio, en caso de encontrar algún obstáculo.
Sin embargo, fue la segunda complicación la que marcó sensiblmente el transcurso y el resultado de la jornada, y esta no fue otra que el viento. Un vendaval molesto, el principal enemigo de la pesca a mosca, que se levantó sobre el mediodia del reloj (media mañana solar), y que no cesó hasta que nos fuimos.
Si para Francesc era difícil lanzar, con varios metros de linea fuera del carrete, imagináos yo, con un aparejo que era todo hilo. La fuerza del viento apenas permitía el posado, y todo era un continuo desenredar nudos de viento en la puntera de la caña. Sin embargo, por mi parte, casi cada vez que conseguía poner el tándem en el agua, conseguía una picada, otra cosa es que se materializase en un clavada. Curiosamente, Francesc consiguió empezar a capturar truchas, justo cuando el viento más arreciaba.
Desde un primer momento, no pude dejar de admirar la enorme belleza de las truchas salvajes de este rio de cabecera, animales preciosos y de una terrible bravura en la pelea. Lo mejor, y un tanto contra pronóstico, a tenor de lo que me había contado Francesc, de sus experiencias anteriores en este mismo sitio, es que no sólo daba la cara trucha pequeña. De hecho capturé tres de más de treinta centímetros, de entre las diez que tuve en mis manos, y perdí en el combaté a una trucha realmente enorme (y potente, como un torpedo atómico), que fue la única que se interesó por mi tricóptero en vez de por la ninfa anaranjada. Una trucha lista, que en vez de entretenerme con saltos y cabriolas antes de entrar en el salabre, decidió pegar un par de cabezazos corriente arriba y corriente abajo, para ir midiendo fuerzas, antes de liberarse al más puro estilo de las carpas, o sea, restregandose el hocico con un tronco sumergido, que fue lo que recuperé, con mi tándem enredado en el mismo, en vez de a la trucha. ¡Cuánto me divierten, y cuanto admiro a los peces!.
A las tres y media de la tarde, y con gran pesar. Francesc y yo “levantamos el campamento”. De hecho, Francesc ya quería recoger trastos y volver al coche a eso de las tres, pero fui yo quien insistí, como una crio, en “venga, cinco minutos más”, “venga, esa correntita y nos vamos”.
El resultado final de la jornada fue muy positivo, a pesar del tremendo inconveniente de bregar con un enemigo tan despiadado de la pesca con mosca como es el viento. Diez truchas a ninfa, y cinco a seca, com múltiples tomadas y rechazos más, todo esto en un dia ventoso, y con el rio todavía alto y con el agua bastante fria, dan una buena idea del potencial pesquero del mismo. Intentaremos volver más adelante. Seguramente avanzado el verano. Para entonces, y si no hay viento, el rio bajará justito de agua. Entonces, el principal enemigo a batir seremos nosotros mismos, pues nuestro éxito en la pesca vendrá dado, como suele ser habitual en esa estación, y en este tipo de escenarios, de lo muy discretos que seamos a la hora de entrar en el rio, y de lo muy cuidadas que hagamos las presentaciones ante una trucha que, no lo olvidemos nunca, es nativa del rio, y que con un rio manso, ambable y perezoso, se vuelve aún más selectiva, pues detecta los engaños con mucha más facilidad.
De vuelta la coche, a una hora tan inusual, y bajo un sol de justicia, cuyo calor no podía mitigar el viento, encontramos a dos pescadores que se estaban cambiando para la acción de pesca. Ellos no tenían ninguna prisa por volver a casa a ver la final de la Champions, pues eran dos jóvenes de Zaragoza, que iban a hacer una “segunda manga” contra el viento, tras haber hecho ya una primera parte de su jornada por la mañana. Eso si, nos desearon a los culés la mejor de las suertes para la final.
Como el mundo es un pañuelo, resultó que Alfonso y Sergio, los pescadores maños, eran aparte de Conmosqueros, seguidores de mi blog. Es para mi un gran placer ser leído también en ese Aragón que tanto quiero, y en donde he vivido también tantas aventuras en sus altas, agrestes y sorprendentes montañas, y con más placer por mi parte si cabe, si mis historias lo son por pescadores de élite como es en este caso. ¡Un abrazo, mañicos!
De vuelta hacia casa, tras haber hecho una rápida merienda antes de despedirme de Francesc, y de darle las gracias por haberme llevado a conocer Bonabé, tocó conducir bajo la luz inusual de una hora en que a buen seguro estaría todavía en el rio pescando, de haber ido a otro lugar mas cerca de casa. Esta vez no hubo rollitos de nata en La Panadella, le orderné y luego supliqué a mi vejiga urinaria que tuviera paciencia, y apuré el despósito de gasolina al máximo para no repostar: la final de la Champions, bien vale unos pequeños sacrificios.
Finalmente, y lo digo porque escribo este artículo el dia después, los pequeños sacrificios de los que hablaba en el párrafo anterior, valieron la pena, pues tras un partido que pasará a la historia como la quintaesencia de buen fútbol y la deportividad en una gran final, por parte de ambos contendientes, el Barça es ya el Campeón de la Champions League 2011, conquistando así, la cuarta Copa de Europa de su historia.
















TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 28
Sábado, 28 de Mayo de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 11

Coto de Bonabé, sin muerte

Rio Noguera Pallaresa
(aguas de alta montaña)

Capturas: 10 truchas fario a ninfa y 5 truchas fario a mosca seca.

Pescadores: Francesc Bernal y Ferran RUBINSTEIN

Capturas por pescadores:

Francesc Bernal: 5 truchas fario a mosca seca.
Ferran RUBINSTEIN: 10 truchas fario a ninfa


Climatología: soleado y caluroso, con viento.


Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.


Hora finalización jornada: 15,30 h.


La música de hoy:


Viaje de ida:
(sólo hasta el Pantano de Terradets)

Sinfonía nº 3
Sonata para piano nº 1
Sonata para piano nº 2

Anton Rubinstein

Rapsodia para violín y orquesta nº 1
Rapsodia para violín y orquesta nº 2

Béla Bartók
Viaje de ida:
(desde el Pantano de Terradets)

Sinfonía nº 2
Salmo nº 23

Alexander Von Zemlinsky

“La Canción del Héroe”

Anton Dvorák



Lineas Tensas!


















































sábado, 21 de mayo de 2011

JP-568. COTO GUARDIOLA DE BERGUEDÀ-1




JORNADA DE PESCA Nº 567

Este sábado, y dentro de las posibilidades que ofrece el Coto de Guardiola de Berguedà-1, he elegido pescar en el Bastareny, en las cercanías de Bagà.

Este hermano pequeño del Llobregat, bajaba hoy alegre y cantarín, gracias a las fuertes precipitciones del pasado fin de semana, y con el agua clara, bastante a diferencia de su hermano mayor.

Por lo menos en lo que respecta al tramo incluído en el coto arriba mencionado, el Bastareny es un rio amable, que pese a discurrir por los arrabales de Guardiola y de Bagà, con su cinturón de huertos y prados, casitas y barracas hortelanas, y obras de aprovechamiento hidráulico diverso, esconde entre su denso bosque de ribera paisajes fluviales en nada inferiores a rios de postín del noble Pirineo de otras provincias, siempre presididos por la imponente y abrupta sierra del Moixerò a la que levantamos la vista.

Es la combinación entre la obra de la mano del hombre, en una época ya muy lejana en que los caminos del rio eran más transitados, y la reconquista inexorable de la naturaleza del terreno que el hombre ha dejado de usar, lo que hace que sea tan excitante para los sentidos el moverse por este tramo de río, y aprovechar para no tan sólo eso tan tópico de “disfrutar de la naturaleza”, sino también para advertir –en el caso de ayer, entre una increíble paleta de verdes de la floresta primaveral- el inexorable paso del tiempo, y la decadencia de la huella de lo humano, al quedar sometida al paso del mismo. Eso si, siempre y cuando seais pescadores de los que de vez en cuando levantáis la cabeza del rio, y os toméis unos momentos para gozar del entorno que os rodea. Por si alguno quiere que le de un ejemplo práctico de lo anteriormente expuesto, sólo le diré que se fije en la pasarela colgante con tablones de madera, muchos a fecha de hoy bastante carcomidos, o de la barandilla metálica, hoy totalmente oxidada y retorcida por el embate de alguna riada, que protegía un camino en el margen del rio, que hoy apenas se intuye.

Pero antes incluso de calzarse el vadeador para entrar en el río, hay que viajar y, a veces incluso, desayunar. Hoy ha venido conmigo Pep, ese amigo mio que no pesca, y que aprovecha mis salidas mosqueras para darse un buen paseo campestre, leer una novela o el “Sport” a la vera del río , o a escuchar música mientras hace un poco de senderismo.

Estábamos terminando nuestro desayuno en un bar de Gironella, habitual kilómetro cero de mis aventuras de pesca por el Berguedà, cuando a mi espalda alguien me ha saludado de un modo muy peculiar:

- Senyor Ferran. ¡Mossega´l Roc!

¡Como no! Era mi amigo Xavi Prat “Pampu”, al que hacía tiempo que no veía.

Xavi ha sido muchos años pescador de mosca de élite, y yo era uno de sus clientes en los tiempos en que regentaba la tienda de pesca de Can Bassacs, con su mascota el loro “Roc”. ¡Cuán grato ha sido volver a conversar un rato con Xavi! Y cuantos recuerdos me ha traído de esa época en que, decidido ya a desertar del gusano y la cucharilla, andaba dando muchos palos de ciego en esto de la mosca, cuando Xavi siempre estuvo allí para asesorarme y resolver mis dudas. Como no, tuvimos un “momento nostalgia” al recordar no tan sólo el gran ambiente de la tienda, en sábados como éste, pero de hace ya muchos años atrás , sino también ese pasado glorioso de Gironella como destino de pesca, y es más, de pesca de calidad, y en el que se movía tanta gente, negocio e ilusiones en torno a la pesca en toda la comarca del Berguedà. Ojalá vuelvan esos tiempos algún dia, pero para eso, se necesitará unos gestores con menos soberbia, y que sepan valorar la pesca de otra manera.

Tras el grato, pero breve, encuentro con Xavi, partimos hacia Bagà, y es aquí en donde dejo de martirizaros, queridos lectores, con tanto onanismo mental, y paso ya ha hablar de pesca, que creo que ya toca.

Como ya he dicho, el rio bajaba alegre y generoso de agua, en una mañana radiante y soleada cuando empecé a pescar justo por encima de la presa que hay aguas abajo de la pasarela colgante. Sin embargo, fue durante la calurosa mañana cuando las truchas estuvieron menos activas, pasando a picar con mucha decisión a la pequeña ninfa del tándem a medida que retumbaba el trueno en la lejanía y el cielo se cubría trocando el azul por el gris, y llegando a un clímax de actividad, siempre por debajo del agua, a medida que se iniciaba una débil llovizna, que me acompañó hasta casi media hora antes de terminar la jornada, para dar paso a una tarde soleada, y decididamente estival. El resultado de nueve truchas en mano, es bastante engañoso, pues fueron en realidad quince las truchas clavadas y peleadas. Sin embargo, una cosa es pelearlas, y otra ganar en el combate, y de estas quince truchas, seis se fueron corriente abajo, como siempre debido a mi mala gestión del combate, unido a la fiereza de los peces por recobrar su libertad.

De las nueve en mano, tres fueron truchas de cerca de treinta y cinco centímetros, grandes farios para lo que es este rio pero... totalmente de repoblación, con sus aletas poco desarrolladas, y su librea bastante feota. Peces que pese a su buen porte, me dieron poca pelea, ni tan sólo aprovechando el factor de ventaja que supuso, en un par de casos, llegar a posicionarse corriente abajo.

Sin embargo, con la bella y vigorosa trucha nacida en el rio, la cosa fue harina de otro costal: saltos, cabriolas... un combate excitante, pese a ser peces de tamaño bastante contenido, que rondarían o excederían por poco la talla legal.

A diferencia de la semana pasada, y a tenor de lo que me contó un amigo que estuvo pescando este mismo tramo horas antes de las tormentas, las truchas no han estado hoy para nada activas en superficie. Quizás el aporte extra de caudal les ha lastrado de nuevo un poco, o dada la época del año que es tienen mucha comida dentro del agua, espcialmente larvas de tricópteros, y no le hacen todavía mucho caso a lo que vuela por ahí. El caso, es que sólo vi cuatro cebas, muy esporádicas a lo largo del dia, una de ellas la de una trucha que subió al trico de mi tándem, pero cuya clavada fallé.

Ya bien entrada la tarde, que como he dicho pasada la tormenta devino en veraniega total, Pep y yo fuimos a buscar nuestra merienda a la pastelería de Gironella, y a ver en el bar un rato del intrascendente Málaga-Barça, mientras una sonada, multitudinaria y divertida despedida de soltero amenizaba las calles del pueblo.


TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 27

Sábado, 21 de Mayo de 2011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 10

Coto Guardiola de Berguedà-1

Rios Llobregat, Bastareny y Saldes

(pesca sólo en el Bastareny en esta jornada)

Capturas: 9 truchas fario a ninfa.

(Truchas clavadas : 15, truchas en la sacadera: 9)

Pescador : Ferran RUBINSTEIN

Climatología: soleado y caluroso por la mañana, nublado, con amenaza de tormente y débil llovizna ocasional hasta el fin de la jornada.

Hora de inicio de la jornada: 10,45 h.

Hora finalización jornada: 17,00 h.

La música de hoy:

Hoy no han habido sesiones de audición de música clásica, debido a que ha venido de viaje conmigo mi amigo Pep, y hemos dedicado el tiempo de viaje a conversar sobre temas diversos, y en especial sobre la situación política, las elecciones, y, como no, sobre el Barça. Todo y así, he puesto como música de fondo los Conciertos para Piano y Orquesta nºs 3 y 4 de Carl Reinecke, durante el viaje de ida, y el Concierto para Piano y Orquesta en “LA” menor de Ignacy Paderewski, durante el viaje de vuelta.

Lineas Tensas!

Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 14 de mayo de 2011

MINIJORNADA DE PESCA 14/05/2011. ELISENDA YA SABE COMO ES UN PEZ DE VERDAD.







Hola Kamaradas:

Hoy ha sido un gran dia para mi, como padre y como pescador, pues mi hija Elisenda, de cuatro años, ya sabe lo que es tocar un pez de verdad, un alburno en este caso. Tras la caricia, llena de curiosidad y respeto, que no temor, hemos devuelto al alburno al agua, en este caso la del Pantano de Sant Ponç.
Más que una mini-jornada, esta ha sido una jornada relámpago: visto y no visto. Tras terminar de recoger los trastos del picnic, y con unas nubes de tormenta que se acercaban cada vez más, y con los truenos retumbando en la distancia, he tenido tan sólo tres cuartos de hora escasos para montar un tándem de seca-ninfa, com imitaciones muy pequeñas -especial alburnos y minitallas-, llevar a la señora y a la niña a dar un paseo por la orilla, capturar 8 alburnos (6 a seca y 2 a ninfa), hacer unas cuantas fotos y... salir por patas, pues se ha puesto a diluviar.
Sin embargo, las emociones que he vivido en esos tres cuartos de hora escasos, han sido tan intensas como en algunas de las jornadas de pesca más gloriosas, en pos de los imperiales peces de la librea de pintas.
Abrazos para todos, y tanto de bueno sintáis, si no la habeis sentido ya, una emoción similar.
Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

lunes, 9 de mayo de 2011

RIPOLL, BRESSOL DE CATALUNYA. EPISODIO 7. DE TRICOS, MOSCAS AHOGADAS Y CORRIENTES RÁPIDAS.

A propósito de mi reencuentro con los Cotos de Ripoll de este fin de semana, voy a ir rescatando para los lectores de Rubinsteinfishing, una serie de partes de pesca publicados en "Conmosca" durante el bienio 2.005-2.006, época en la cual dichos centraban gran parte de mi atención durante la Temporada Oficial de Salmónidos.

RIPOLL, BRESSOL DE CATALUNYA. EPISODIO 7. DE TRICOS, MOSCAS AHOGADAS Y CORRIENTES RÁPIDAS.

Hola amigos:

Por fin llegó el Verano, y con el las terracitas, los tangas, la “canción del verano”, las birras fresquitas, los mosquitos y... por supuesto los resultados en capturas de dos dígitos y la tan esperada pesca rápida en corrientes con tricópteros.
El pasado Jueves, nuevamente en dia de asuntos propios, volví a disfrutar de un dia para el recuerdo en el sin muerte de Ripoll, consiguiendo además mi mejor resultado hasta ahora en ese coto: 18 truchas.
La protagonista de la jornada fue la pesca en corrientes rápidas. Primero con ninfas ligeras, luego con tricópteros y finalmente con moscas ahogadas.
Durante la soleada mañana entraron muy bien las truchas a un tándem de pequeñas ninfas pescando las corrientes muy en corto. De tal manera que conseguí siete en un tramo que no pasaría de 50 metros.
A primera hora de la tarde, y con un cielo que se iba cubriendo por momentos, pasé a pescar otra corriente rápida y aún menos profunda que la anterior con tricópteros muy pequeños. El resultado no pudo ser más alentador: otras siete truchas hasta la hora de ir a la terraza del “Bar Sayol” a tomarme el cortado.
A eso de las tres y media, con los truenos retumbando en la lejanía, me fuí a las aguas paradas de la “Tolla de Banzuzu” a tentar a los buenos “torpedos” que no paraban de moscardear, pero....¡ay! se levanto un fuerte viento, preludio de la tormenta, y no había manera de hacer una posada decente, y lo máximo que conseguí fue una tomada muy rápida que teminó en clavada fallida.
Viendo que no había manera de pescar en una zona tan expuesta al viento, me dirigí a otras corrientes, para pescarlas con trico. Sin embargo, y una vez allí, me pasó por la cabeza el poner en práctica un experimento ¿porqué no con ahogadas aguas abajo?. Así, además, me queda una mano libre para poder fumar mientras espero la picada. La verdad es que las truchas tampoco me dejaron fumar muy tranquilo, pues a la segunda varada, ya tenía una enganchada. Fueron momentos de locura, pues todo era dejar derivar el tándem de ahogadas por encima de una “zona caliente” se producía una picada. Lo malo es que se me desclavaron más de las que al final ensalabré (o sea cuatro), pues ganaban la lbertad con facilidad gracias a la fuerza de la corriente y el anzuelo sin muerte a su favor.
De repente, y bajo un concierto de truenos y rayos (y yo en el rio, con la caña de carbono en la mano ¡Dios mio, que inconsciente!), cayó el chaparrón y me fui a refugiar debajo del puente más cercano.
Fue allí, guarecido de un breve diluvio de intensidad tropical cuando me dí cuenta que eran las seis y media de la tarde y que me dolían la espalda y las lumbares a rabiar.
Hora pues, de recoger bártulos una vez terminado el jarreo, y de volver al coche con la sonrisa de oreja a oreja, pues como quien no quiere la cosa, había batido mi record de truchas pescadas en el sin muerte de Ripoll. 18 truchas en un coto que tan sólo hace dos temporadas me producía miedo de tan sólo pensar en lo difícil que era sacar una trucha en él.
Como ayer Sábado fue San Juan y nos acostamos muy tarde debido a la verbena, decidí darle un descanso a las truchas y cambié el vadeador por el bañador, para darle una alegría a la señora e ir a la playa. Y allí estuvimos, zampándonos la tortilla de patatas bajo la sombrilla y muy felices de que el verano, por fin, ya está aquí.

==================================================
===

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.006

Jornada nº 16
Jueves, 22 de Junio de 2.006

Coto Font Viva sin muerte (Ripoll).
Rios Ter y Freser.

Climatología :mañana: soleado y caluroso. Tarde: tormenta.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN.

Capturas: 7 truchas fario a mosca seca, 7 trucha fario a ninfa y 4 truchas fario a mosca ahogada..

=====================================================

Y recordad, en los cotos sin muerte, siempre anzuelos sin muerte.
Buena Pesca y Lineas Tensas!

Ferran RUBINSTEIN.

Mosquero por elección, pero ante todo pescador por devoción.

sábado, 7 de mayo de 2011

JP-567. COTO DE ORDINA - RIPOLL.







JORNADA DE PESCA Nº 567

En el Coto de Ordina de Ripoll, viven las “ordinetas”, preciosas y simpáticas truchas del pais, que a diferencia de sus hermanas de los valles de Ribes y Camprodón, habitan en un entorno suburbano.

Hace años, los cotos de Ripoll eran para mi escenario habitual de muchas jornadas de pesca, y especialmente durante la mitad de la década pasada (2.001 – 2.010), cuando un ciclo climatológico seco (2.003 – 2.007), con inviernos de poca innivación y primaveras de corto deshielo, permitían pescar con comodidad y productividad el sistema Ter-Freser muy temprado durante la temporada.

Sin embargo, la afortunada conversión de todo el Valle de Ribes, lugar pintoresco y de singular belleza paisajística, en territorio sin muerte, y la facilidad para poder obtener permisos de pesca por via telemática, en cotos antes terriblemente restrictivos en cuanto a aforo de pescadores, han sido factores determinantes para que estos últimos años haya ido dejando de un tanto de lado los cotos de Ripoll, tanto Ordina, el coto tradicional sobre el rio Freser, como el sin muerte Font Viva, totalmente urbano y mayomente sobre el rio Ter, aunque con un pequeño tramo sobre el Freser.

A priori, la jornada no pintaba muy bien. La climatología no parecía buena, y bajo un cielo gris, chispeando una ligera llovizna y –como no- escuchando los últimos compases del Concierto para Piano y Orquesta nº 2 de Alexander Glazunov, llegué finalmente a Ripoll, bastante resignado a simplemente pasar el dia, y de “tocar escama”... ya veremos.

Pero como ya sabréis por experiencia propia, en pesca, los pronósticos están para ser incumplidos. Y así como hay dias de sol radiante y paisaje de postal, que han generado grandes expectativas de pescatas de dos dígitos, y suelen terminar en aburridos paseos por el rio preguntándonos si en el mismo aún hay truchas, los hay de grises y húmedos, en un paisaje suburbano (que no deja de tener su encanto, por otro lado), que contra todo pronóstico nos deparan un dia de pesca divertido. Este último fue el caso de ayer en Ordina, todo y que –los que sigan mis habituales artículos en “Conmosca”, lo saben de hace tiempo- este no es precisamente uno de los cotos fáciles para mi (y para lo que a mucha más gente le gustaría admitir).

Cambiandome de ropa, en el aparcamiento público, junto a la Comisaría de los Mossos d´Esquadra, empezó a lloviznar nuevamente, pero hasta el momento no se había arrancado a llover decididamente: ni en Ripoll, ni –afortunadamente- más arriba, pues el rio presentaba sus mejores galas: casi terminado el deshielo, con un caudal excelente, tanto para la pesca a seca como a ninfa, y muy cómodo y seguro para el vadeo.

El que el dia iba a ser excepcional, me quedó confirmado nada más empezar, cuando en las corrientes del primer tramo del coto, por su parte baja, saqué tres truchas en muy poco tiempo. Eso fué una buena señal, pues en este tramo el coto siempre ha sido muy tacaño conmigo, o yo muy lerdo para leer el rio correctamente, que eso es otra cuestión.

Cerca de la salida de aguas del canal, he tenido el placer de saludar y hacer un rato de amigable tertulia con Santi Medina, un gran campeón de la pesca a mosca en su vertiente de deporte de competición, que hoy estaba entrenando en Ordina. Un placer y un privilegio el poder coincidir con tan buenos deportistas.

Tras el encuentro con Santi, he optado por ir a pescar el tramo que queda tras el muro de la factoría “Conforsa”. Sin embargo, tenía un señor delante, y he tenido que esperar un rato a que avanzara, para salir del rio sin pisárselo. Todo y así, pescando a escasa distancia de él, pero por detrás, he capturado la primera de dos a seca del dia: una buena trucha que ha sucumbido a los encantos del trico de pelo de ciervo del tándem. Ha sido un lance muy bonito, pues ya había hecho intención de subir una vez, pero se lo ha pensado mejor, y sin embargo, cuatro pasadas de trico después, se ha decidido.

Ha arreciado la lluvia cuando he llegado al area de picnic de la Font de Tòtil. Allí me he despedido de Santi, que estaba de charla con el guardia, al que hacía poco yo le había enseñado los papeles. ¡Que bien, la guardería cumple!.

En el tramo desde el area de picnic y hasta la presa, he aguantado uno de los dos intérvalos de lluvia un tanto más intensa del dia, y sólo he pescado una trucha, pero esta ha sido la mejor de la jornada, tanto por tamaño, como por la emocionante pelea que me ha dado. Fijáos que al principio, creí que había enrocado la ninfa del tándem. Curiosamente, el animalito llevaba una visible cicatriz a tocar de su ojo derecho, fruto del ataque de algún pajarraco depredador, tal como podéis observar en la foto de más arriba.

Puede que muchos crean que la presa es el fin del coto, pero no es así. Aún queda casi un kilómetro para el fin del mismo. Lo que pasa es que este azud es un obstáculo que impone, y de muy mal pasar. Para los que no quieran encaramarse al mismo “por las bravas”, con el consiguiente riesgo de tener un accidenrte, les diré que por el lado izquierdo de la marcha pueden sortearlo saliendo del rio y ganando altura hasta un prado que va paralelo al mismo. En el margen del prado con el bosque, hay un bajador. Está un tanto abandonado y no es fácil encontrarlo, pero lo hay, y es tremendamente útil, pues otra opción (la de abordar la presa por su lado derecho), es tremendamente complicada, y en caso de decidir dar un largo rodeo, tendríamos que ir a buscar el coche para plantarnos en el aparcamiento de la factoría S&P, en donde hay otro bajador, el cual además de no ser fácil de encontrar, nos deja a mitad del tramo superior, y no al principio.

La llegada al inicio de tramo superior, tras la aventura de encontrar un camino para evitar la presa, se vió saludada por la salida del sol, que tuvo uno escaso cuarto de hora de gloria, antes de que volviese a llover, y arreciase al poco de terminar de pescar este sector. Esto, quizás activo a las truchas, pues me estrené en el mismo con tres de seguidas, y un par más de desclavadas.

Durante un corto tramo, es en esta parte del coto, cuando uno cree estar pescando en la montaña, pues hay bosque en ambas márgenes del rio. Sin embargo, un poco más arriba, y hasta el final del mismo, la orilla derecha siempre está cerrada por muros de fábricas, con curiosas señales triangulares de tráfico fijadas en los mismos, que anuncian “precaución, cambios súbitos de caudal”, o por el talud del aparcamiento de la factoría S&P .

A partir del arriba mencionado talud, predominan las corrientes, alguna de ellas bastante vivas. Territorio trico, sobre todo en verano. Esta vez, el uso de la mosca bailarina volvió a ser productivo, pues otra trucha lo atacó con saña y por sorpresa, antes de terminar en mi sacadera. Por todo lo demás, otro par de truchas a ninfa han completado el balance del tramo, que ha sido muy productivo, pero no ha dado trucha muy grande: poco más de la talla legal , y alguna “palmera” que otra.

Con once truchas en mi haber, y muy contentas de seguir nadando en el rio, creía que a las cuatro menos cuatro de la tarde había terminado la jornada, pero no fue así.

Primero había que salir del rio. Esta vez no fue tan complicado, pues una escalerilla cerca de la siguiente presa, que es de una minicentral hidroeléctrica, te lleva a un paso por encima de una enorme tubería de color verde, y a atravesar un puentecito sobre un canal, y de allí sales por otra escalerita a una calle en una colonia que está casi en la entrada de Campdevànol.

De vuelta por la carretera, camino de Ripoll, no me dedicí a plegar la caña, pues algo me decía que el partido aún no había terminado. Poco antes de la rotonda de entrada a Ripoll, atajé por la pasarela que hay frente a la salida del canal, y volví a hacer un mini-periplo por algunos puntos “calientes” de mis recuerdos de este coto, y que me reportaron una estupenda trucha más, y la pelea con otra, un tanto más grande y afortunada.

Por cierto, dos detalles que corroboran que ayer era un dia de suerte: el primero, aunque no excepcional (sería algo así como la “Ley de Murphy”, pero al revés). Es que media hora antes de volver al coche paró de llover, con lo cual tuve la enorme suerte de poder cambiarme de ropa sin hacer contorsionismo dentro de mi vehículo. Por lo que hace al segundo, este ya es muy inusual, pues a mi no me ha pasado muchas veces, y la última haga quizás años: con las mismas moscas (trico y ninfa) con las que monté el aparejo al principio de la jornada, terminé de pescar. O sea, que por un dia tuve perdidas de material cero.

Para celebrar tan buen dia de pesca, y que los pronósticos están para ser desmentidos, fui a merendar a Can Junyent, una pastelería que me trae recuerdos de hace años atrás, en ese tiempo en que los cotos de Ripoll acaparaban gran parte de mi actividad pesquera durante la temporada.

TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 26


Sábado, 2 de Abril de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 9

Coto de Ordina - Ripoll

Rio Freser

Capturas: 10 truchas fario a ninfa y 2 truchas fario a mosca seca.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: nublado y templado, con llovizna.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.

Hora finalización jornada: 17,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta en “DO” menor

Joachim Raff

Concierto para piano y orquesta nº 2

Alexander Glazunov

Salmo nº 83

Alexander Von Zemlinsky

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 2 “En estilo húngaro”

Joseph Joachim

“Andante” (Op. 69, Nº 2)

Giuseppe Martucci

“Cortejo Solemne”, Op. 91

“Cortejo Solemne”, Op. 50

Alexander Glazunov

Lineas Tensas!

Ferran RUBINSTEIN.

jueves, 5 de mayo de 2011

SOY UN PESCADOR DE SÁBADOS.






Hola Kamaradas,

Soy un pescador de sábados. Ni tan solo puedo serlo de fines de semana completos.
Formo parte de esa legión de pescadores anónimos, un gran porcentaje del colectivo, diría yo, que tenemos un solo dia a la semana -y gracias- para poder practicar esa afición que tanto nos gusta. Y esto en el mejor de los casos, siempre y cuando las muchas obligaciones de la vida profesional y familiar, no se extiendan también al fin de semana. Y aún así creedme: es un privilegio ser pescador de sábados, máxime cuando otros pescadores esa periodicidad la ven trocada por la ocasionalidad más esporádica, debido a que su pareja no entiende esa pasión, o lo considera algo trivial y secundario, o reclama para si el disfrute de un tiempo en común, muchas veces dedicado al tópico, el aburrimiento y la socialización, por encima de permitir a su compañero o compañera un tiempo de asueto practicando el muy noble arte de la pesca.
En mi caso particular, todo y ser un hombre "envidiado" por no tener excesivos problemas por pescar un dia a la semana, os he de confesar que el terrible esfuerzo de una semana laboral vivida a un ritmo trepidante, y complementada por otra segunda jornada, y esta no remunerada, para atender obligaciones domésticas y familiares, hace que al llegar el tan ansiado dia de pesca, en vez de sentir una terrible excitación, sienta las más de las veces un profundo agotamiento, y tenga que recurrir a toda mi fuerza de voluntad para madrugar con el fin de emprender viaje hacia el rio.
Por si fuera poco, el que llegue el tan ansiado dia de volver al rio, no quiere decir que vaya a ser un dia de pesca de esos de video-catálogo de agencia de viajes. Mirad, si lleváis muchos años en esto de la pesca, sabréis que a la larga, lo de menos es pescar mucho , poco o nada. Lo realmente importante es estar en el rio, sentirse libre por un momento, y sentir que en la vida, en comunión con esa naturaleza que tanto nos gusta (seguramente porque no tiene opinión sobre nosotros, como dijo Nietzsche), hay algo más que trabajo, obligaciones, vocerío y compartir tiempo y esfuerzos con personas que, las más de las veces, nos son indiferentes, cuando no poco gratas. Sin embargo, ya suele suceder que en ese dia, precisamente ESE, tenemos grandes probabilidades de que llueva a cántaros, lleguemos y el rio baje desbordado y enfangado, o suceda cualquier acontecimiento poco propicio para la práctica de la pesca, ocasionado por algún que otro meteoro. Entonces, conscientes de que hemos de apurar nuestras posibilidades, algunos no nos rendiremos, y buscaremos en donde pescar alternativamente, y alguna que otra vez, terminaremos en algún embalse y pescando peces que no constituían nuestro principal objetivo, pero pescando al fin y al cabo.
También he de confesaros, que la ansiedad provocada tamnto por el ritmo de vida semanal, como por la ansiedad de que nada se complique para poder ir al rio, a mi particularmente me genera un gran malestar, frecuentemente traducido en dolores de cabeza, malestar intestinal, o ambas cosas a la vez. Esto hace que no suela compartir muchas de mis jornadas de pesca con otros compañeros, o que lo haga muy esporádicamente. Es un esfuerzo añadido, a los muchos que ya hago durante la semana, el tener que socializar cuando no te encuentras demasiado bien, ni anímica, ni físicamente, y más cuando , por motivos laborales, ya pasas más de un tercio de tu vida teniendo que socializar y obligado a comportante civilizadamente, con mucha gente con la cual no compartes mas que espacio físico y bastantes malos rollos.
Por otra parte, para poder llegar al lugar en donde practicar, en ese único dia, mi tan preciada afición, me espera siempre un largo viaje, sobre todo de ida, cuando, frecuentemente bajo el manto de las estrellas, tengo que vencer el cansancio provocado por el gran déficit de sueño semanal. Ciertamente, hay muchos pescadores que tienen la suerte de tener el rio a pocos minutos de su casa, o a tiro de piedra de su pueblo, pero no es mi caso. Yo vivo en un entorno urbano, densamente poblado, y mis posibilidades de pescar en un rio, para practicar el tipo de pesca que a mi me gustan, pasan por conducir un centenar de kilómetros, como mínimo, y en el mejor de los casos.
Pese a todo, mi afición a la pesca, y mi voluntad de poder tener un mínimo espacio en mi vida para esa afición, me lleva a luchar, con uñas y dientes, por poder mantener este requicio de libertad, entendida como hacer algo que beneficiándome a mi, no perjudique a nadie más.
Esta convicción tiene muchas recompensas. Cada sábado, o dia que pueda escaparme a pescar, tiene muchas, pero os voy a contar una en concreto:
Un dia, peleando una trucha en el coto sin muerte de Font Viva, en Ripoll, el pez de desprendió en un salto, y recobró su libertad con un gran chapuzón, en cuyas gotas en suspensión, y gracias a la posición del sol en ese momento, brillo un muy efímero, pero increíblemente bello pequeño arco-iris, y lo hizo sólo un momento, pero tmabién sólo para mi. Ese arco-iris, fué para mi mejor regalo, que haber capturado y soltado una trucha más...


Ferran RUBINSTEIN.