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sábado, 2 de abril de 2011

JP-562. COTO "EL FRESER-1" - CAMPDEVÀNOL.







JORNADA DE PESCA Nº 562


Baja todavía mucho agua porel Freser, esa agua verdosa y fria, procedente de la mucha nieve aún acumulada, y eso puede propiciar la inactividad de unas truchas que, seguramente estarán muy cómodas pegadas al fondo del rio, por lo que las posibilidades de un bolo, o de una jornada muy parca en capturas son muy altas...¿y que?.

De nada han servido estas reflexiones, sabias y bien ponderadas, cuando el vaticinio de un sábado soleado y bonancible ha encendido en la parte emocional de mi cerebro, esa misma de la que las mujeres están tan orgullosas y atribuyen al “eterno femenino”, y que los hombres, no menos orgullosos, denominamos “instinto primario de predador”, el irrefrenable triple deseo de escuchar el Concierto para Piano y Orquesta nº 2 de Glazunov de camino entre La Gleva y Ripoll, echar la caña en el Freser, o en el Ter, a partir de Ripoll e ir a merendar la famosa “boina de Can Nasiet” al terminar de pescar o por lo menos intentarlo. Definitivamente, la primavera ha encendido en mi el desatado instinto de ir al Ripollès.

Claro está que los principios de Temporada, si han dado jornadas productivas en capturas en los rios de esta comarca, pero siempre han sido en ese interludio de dias frios, pero rios muy bajos de caudal, que suele producirse recién estrenada la Temporada, en el mes de marzo. Precisamente esta pasada semana, estuve revisitando un parte de pesca mio publicado en Conmosa en marzo de 2.007, y que os paso a continuación, para que, antes de continuar con el relato de hoy, que ya os adelanto ha sido un dia muy pobre en capturas (eso, ya lo sabía de antemano), los que no sepan de lo mucho que pueden variar las circunstancias según el caudal del rio, puedan salir de dudas:

“Ayer por la mañana, llegué a Ripoll, como en tantas otras ocasiones, con los últimos compases del Concierto para Piano y Orquesta nº 2 de Alexander Glazunov. Sin embargo, en esta oportunidad, no fuí recibido por una radiante mañana de la Primavera avanzada. Ayer, la naturaleza aún vestía de invierno riguroso en Ripoll, y prueba de ello era que un manto blanco cubría tanto el Taga como la Sierra de Sant Amanç.

Por lo visto, el “General Invierno”, cuyos ejercitos de frio, lluvia y nieve no han dado la cara en serio hasta ahora, ha decidido, a la desesperada, lanzar una “Ofensiva de las Ardenas” en Semana Santa, cosa por otro lado nada inusual, si se certifica el cumplimiento de las leyes de ese extraño sujeto de mal agüero llamado Murphy.

Ansioso como estaba por volver a Ripoll, decidí adelantar mi “premier” Ripollense este año a comienzos de temporada, cuando lo usual es que no empiece a pescar los cotos de dicha ciudad y sus dos rios hasta pasado Sant Jordi.

Y ya puestos, pues como que tenia tantas ganas que, para esta primera jornada decidí pescar los dos cotos de la ciudad el uno –Font Viva sin muerte- por la mañana, y el otro –Ordina, con muerte- por la tarde.

La mañana en el sin muerte fue muy grata, y la climatología se comporto: nubes y claros, con ratos de sol muy agradables, que se empeñaban en recordarnos que realmente estamos en Primavera, aunque nubarrones muy negros y amenzadores se acercaban desde el norte.

La pesca rápida en corrientes, con un tándem de ninfas muy ligeras me deparó tres capturas casi seguidas nada más comenzar. Luego, estuve presentándoles moscas a un grupo de “muy selectivas”, por lo menos por el espacio de una hora, hasta que finalmente conseguí ensalabrar a una. Más tarde, en otro repaso ninfero por otras corientes, conseguí la quinta y última trucha de la “primera manga”.

Antes de cambiar de escenario, tuve el placer de encontrarme con mi amigo, y contertulio de estos foros, Oso, con quien estuve un rato intercambiando opiniones. Muchas gracias, amigo Oso, por tu quiromónido “hand made”. Lo guardaré como “oro en paño”, y prometo usarlo con honor, y no mancillarlo en la captura de cualquier muñona.

Por la tarde, en Ordina, el General Invierno desató la gran ofensiva, y pesqué tres largas horas bajo un intenso y frio chaparrón que, en ocasiones varió su formato líquido por el sólido del granizo.

Antes de que comenzase a llover con intensidad, hice una captura a seca. Luego, pasé –dadas las húmedas circunstancias- a pescar de nuevo a ninfa.

Lo más increible era que, cuando más arreciaba el chaparrón, más picadas tenía a la ninfa, y en especial a una del nº 16, enteramente en color rojo, confeccionada con uni-yarn y bolita dorada. Las tres truchas más que tuve en mano no hacen justicia a la mucha actividad por debajo el agua, pues se me desclavaron nada menos que cuatro.

En fin, todo un dia lleno de emociones, como suele acontecer cuando voy a pescar a Ripoll. Y luego, el gran incentivo: la merienda pastelera en la Pastisseria Junyent ¡llevaba desde Septiembre pasado esperándola!·.

Como habéis podido leer, en dias más desapacibles meteorológicamente, puede haber mejor pesca, siempre que no baje el rio desbordado por el deshielo. El año 2.007 fue el último de un “ciclo seco” de muy poca precipitación e innivación que duró casi una década, y que conllevó incluso una crisis hídrica y política. Esta situación, se revirtió en 2.008, y ahora estamos viviendo una época de “vacas gordas” en materia de agua embalsada, tras dos inviernos, los de los años 9 y 10, excepcionales en nieve y lluvia.

Satisfecho el primer deseo irracional e irrefrenable, de escuchar el Concierto para Piano y Orquesta nº 2 de Alexander Glazunov entre La Gleva y Ripoll, y medio satisfecho el tercero, al dejar ya encargada la merienda en la pastelería, nada más llegar a Campdevànol, quedaba el segundo, que siempre es más difícil de cumplir, pues ya no depende enteramente de nosotros, y que es el de pescar.

El rio Freser, tal y como ya preveía, bajaba con mucha alegría, y teñido con el color gris verdoso del agua que baja de la nieve. Sin embargo, estaba perfectamente pescable, sobre todo a ninfa.

Aunque dejé el coche en las cercanías del helipuerto, bajé a pie casi un kilómetro para comenzar a pescar, subiendo rio arriba, desde el puente de la fábrica Comforsa. Al llegar allí ¡sorpresa! Habían más pescadores en el rio. Cinco en concreto, y creía ver que pescaba en dos grupos, uno de tres pescadores más adelante, y otro de dos un poco más atrás.

Como creo que dos pescadores en un rio son multitud, y tres una manifestación subversiva, decidí esperar un buen rato a que su acción de pesca les fuera llevando rio arriba. Una vez me separó del último de los grupos una distancia holgada, entré en el rio dispuesto a pescarlo a ninfa todo lo despacio e insistemtemente que pudiera.

El calor del dia, con un sol que hacía pensar a ratos los rigores del verano, si no fuera por algún intervalo de fresca brisa, contrastaba vivamente con lo fria que estaba el agua.

La fuerza del rio siempre mi impone, por lo que esta vez me autobligué a evitar todo vadeo, y más con el nefasto recuerdo del chapuzón en el Cardener de hace dos semanas atrás, por lo que centré mi estrategia, en pescar sólo mi orilla, y sobre todo peinar bien con las ninfas las “voreres” o laterales de la misma.

Otra limitación con la que me encontré, fue la de no pescar con las pocas ninfas muy pesadas que quedan en mi caja de mosca, pues por más bien que profundicen, propician enganches, y en una jornada larga de pesca, pueden estos enganches pueden acarrear una auténtica escabechina de material, y esto, para mi, es un gran inconveniente, dado que mi tiempo de montaje es muy limitado, y según el planning de obligaciones de entre semana, puede llegar a ser nulo.

Evidentemente, con este cúmulo de limitaciones: agua del deshielo, rio muy pisado, miedo al vadeo y no poder usar ninfas de profundidad, estaba cantado que la pesca iba a ser muy, pero que muy pobre, e incluso otros se huibieran marchado a otro sitio.

Sin embargo, ¡que carallo! brilla el sol, estoy donde he querido venir con tantas ganas, y tengo mi Guideline en la mano, activa tras la “reposición exprés” del tramo que se rompió la semana pasada, así que...¡a pescar!.

A eso de las cinco de la tarde llegaba al coche exhausto. La tarde era “de película” con su sol y su temperatura primaverales, pero tenía las lumbares molidas y las rodillas soberecargadas...¡que dolor! No es la primera vez que me pasa. Me temo que los años, y una vida de actividad física muy intensa, lejos de ser beneficiosa para la salud, me están empezando a pasar factura.

El bagaje de capturas, tal y como era de esperar, había sido muy magro: solo dos truchas en mano, y encima no muy grandes, algo más de un palmo. Eran “palmeras” de esas que –en esto no me equivoqué- suelen ponerse en los blandos de corriente de los márgenes del rio, cuando este baja con fuerza. En uno de los caos, picó nada más caer la ninfa a menos de un palmo de la vegetación de la orilla. Para más mala suere, la tercera trucha que clavé en todo el dia –esta si era una señora trucha- la perdí cuando la tenía a tiro de sacadera al destensarse la linea al tocar la puntera del caña la típicamente jodida rama del árbol que “Murphy” (el de la teoría de la tostada y la mantequilla) debió de plantar allí, circunstancia que –todo sea dicho de paso- suele suceder cuando haces una pesca tan ceñida a los orillas.

Tras la precepetiva embadurnada de manos con “Brummel”, raudo a complir mi tercer deseo del dia, el más sabroso: disfrutar de la fresca nata de esa “boina” que me reservaban, y que me comí con tanto placer como la estupenda porción de tarta Sacher con la que complementé tan exquisita merienda post-pesca.

TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 21


Sábado, 2 de Abril de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 4

Coto El Freser-1 - Campdevànol

Rio Freser

Capturas: 2 truchas fario a ninfa.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Climatología: soleado y caluroso.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.

Hora finalización jornada: 16,45 h.


La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta en “DO” menor

Joachim Raff

Concierto para piano y orquesta nº 2

Alexander Glazunov

Salmo nº 83

Alexander Von Zemlinsky


Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 12 “El Año 1.917”

Dmitri Shostakovich

Sinfonía nº 5

Alexander Glazunov


Lineas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

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