JORNADA DE PESCA Nº 566
Este ha sido una jornada de pesca decepcionante, cuantitativamente hablando, para las expectativas con las que había decidido repetir visita al Coto de Guardiola de Berguedà-1, y basadas en la buena pesca del pasado Jueves Santo.
Han sido sólo tres truchas en el salabre, y tres más que se me han escapado, pero vistas las similitudes con la jornada anterior: que en la presente el rio estaba en las mismas buenas condiciones de pescable caudal y cómodo vadeo, que la climatología ha sido, a grandes rasgos, la misma, y encima contando con el factor añadido –igual que la semana pasada- de ausencia total de otros pescadores, creo que las truchas o bien se han ido de vacaciones de Semana Santa con retardo, o bien han tenido uno de esos dias “tontos”, que todo pescador, con algunos años de río en sus botas, conoce bien.
Existen muchas teorías para intentar explicar estas jornadas pobres, en dias que a priori parecen buenos para pescar: lluvias torrenciales durante los dias previos, brusco descenso de la presión atmosférica por avecinarse una tormenta, estar pescando un tramo arrasado por furtivos, bandadas de cormoranes al más puro estilo pelicula de Hitchcock, legiones de nutrias y visones engullendo peces a todo tren, elección de señuelos inapropiados por no haber hecho el cuerpo de Gütermann o el hackle de pluma de gallo salvaje de las selvas de Borneo, y sobre todo la más socorrida: que el pescador no da más de si. Sin embargo, yo también quiero aportar la mia, veréis: a la inmensa mayoría de truchas les gusta el fútbol, y con tanto “Clásico” entre el Barça y el Real Madrid, están ya estresadas y sobreexcitadas, y sólo piensan en el partido de Champions League del martes. Es otra teoría más, a sumar al elenco de las anteriormente mencionadas, y las que aún se podrían añadir a la lista.
Las primeras dos horas y media, de una mañana soleada y bonancible, han transcurrido en un permanente y estéril zurrar el agua con el tándem de seca y ninfa, en la parte alta del brazo del Llobregat de este coto, desde el viaducto hasta el límite con el Coto con muerte de La Pobla de Lillet. No he tenido ni una picada, ni he visto ni una sola trucha.
Visto lo visto, he decidido cambiar radicalmetne de zona, y me he dado una buena pateada de más de dos kilómetros carretera abajo, para reemprender la acción de pesca un poco antes del vado de Santa Cecilia-Gabarrós, con la intención de ir pescando rio arriba hasta el viaducto. He pasado por delante de mi coche, pero lo he dejado allí, aparcado, para encontrármelo bien cerquita en cuanto terminase el periplo, y evitar otra caminata.
Coincidiendo con el cambio de zona, e incluso de tiempo, pues se nubló y cayeron cuatro gotas mal contadas, las truchas empezaron a picar, y lo hicieron por un breve espacio de tiempo, y en un tramo muy concreto del rio: las corrientes que hay justo aguas abajo del vado; lugar que también la semana pasada resultó muy productivo.
Suele suceder (“la suerte va por barrios”, dicen) que un cambio radical de zona dentro del rio puede significar la diferencia entre la miseria y la abundacia. O si más no en este caso, entre la nada y el algo. Y si no, para muestra un botón: primer lance, primera trucha, y además una “treintañera” pero... por la forma de las aletas diría que procedente de alguna repoblación.
Ahora, no os riáis, por favor: segundo lance ¡segunda trucha! En este caso, ya no tan grande pero autóctona. Ya me frotaba yo las manos, pensado en que habían entrado en actividad y que la pescata iba a ser de escándalo.
Apenas había avanzado unos metros más, en medio de la corriente, otra trucha sube rápida al trico del tándem y ¡fallo la clavada! Uuuuuuyyyyyyyyy.
Cinco metros más, en el espumerío de un pequeño salto de agua, desaparece el trico-señalizador, y ¡trucha al salabre!. Otra autóctona de justita la talla legal.
Viendo lo productivo del tramo, y queriendo especular, a la vista de que no lo había pisado casi (este tramo lo suelo pescar siempre desde la orilla, o pegado a la misma, debido a que es de muy mal tránsito por medio del rio), he vuelto sobre mis pasos, y lo he repetido hasta tres veces, pero esta vez la suerte ha sido esquiva conmigo, pues las tres truchas que se han interesado por la ninfa, me han ganado la pelea antes de entrar en la sacadera... pero por lo menos me han dado una bonita batalla.
Todo ha sido cruzar el vado, y meterse por las angosturas de más allá del mismo, que la actividad ha vuelto a parar, y así ha sido a lo largo de una tarde loca en lo climatológico: ahora se cubre el cielo y parece que vaya a caer el diluvio, ahora de repente se despeja y hace un sol que funde las piedras, y hasta que a las cuatro y media de la tarde, con el brazo y las lumbares banstante cansados, y la boca desencajada de tanto bostezar, he decidido no tentar más a la suerte y salir del rio para cambiarme de ropa en seco, antes de que arrancase a llover en serio, para así poder bajar a merendar a Gironella.
Lo dicho anteriormente: tanto fútbol, me está estresando las truchas...
TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 25
Sábado, 30 de Abril de 2011
TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 8
Coto Guardiola de Berguedà-1
Rios Llobregat, Bastareny y Saldes
(pesca sólo en el Llobregat en esta jornada)
Capturas: 3 truchas fario a ninfa.
Pescador : Ferran RUBINSTEIN
Climatología: soleado y caluroso por la mañana, nublado, con débil llovizna ocasional al mediodia, y nubes y claros hasta el fin de la jornada.
Hora de inicio de la jornada: 09,30 h.
Hora finalización jornada: 16,30 h.
La música de hoy:
Viaje de ida:
Sinfonía nº 6
“Una Fiesta Eslava”
“El Bosque”
Alexander Glazunov
Viaje de vuelta:
Concieto para piano y orquesta nº 2
Xaver Scharwenka
Sonata para piano nº 4
Anton Rubinstein
Lineas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.