"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 18 de septiembre de 2010

JP-540. COTO DEL PEDRET.

JORNADA DE PESCA Nº 540

Nota preliminar: en esta jornada no he podido tomar fotografías, pues se me ha mojado la cámara. A ver si se seca, y consigo hacerla funcionar. Espero que no se haya estropeado. Ruego disculpeis la falta de fotos.

Hay dias de esos de postal y foto de catálogo de agencia de viajes de pesca en los que, con la climatología a favor, sol brillante e inmaculado cielo azul, obtenemos resultados muy mediocres en nuestra jornada de pesca.
Sin embargo, y esto lo sabrán bien los pescadores veteranos, hay otros dias en los que con un cielo gris, la lluvia mojando nuestra vestimenta y cuerpo, y el rio enturbiado hasta el punto de hacer incierto y peligroso el vadeo, resultan ser divertidos, productivos e incluso excitantes.
Este sábado, se inscribe dentro de la anterior categoría: un dia aciago e ingrato, que termina, contra todo pronóstico siendo productivo y divertido. Y eso que no pudo empezar peor: a las ocho de la mañana estaba yo en Súria, viendo como el Cardener bajaba marrón. Mal dia para ir a pescar a Malagarriga, coto que no visito desde 1.999, y al cual me había decidido a intentar pescar a última hora.
Cuando se acumula la lluvia de un par de dias, y los rios bajan chocolateados por toda la geografía, uno de los pocos sitios en los cuales es posible pescar es el Coto del Pedret, debido a que el aporte continua de agua limpia del Pantano de La Baells, y la ausencia de afluentes de considerable caudal, hacen que el agua, si más no limpia, baje de un aceptable color verdoso.
Tras el desayuno en Súria, cambio de planes, y pequeño rally bajo la lluvia por la carretera de curvas que lleva a Balsareny, y de allí a Cal Rosal, en donde paré un momento para tomar un café rapido y llamar al 012 para entendérmelas con la burocracia inherente a los tickets de pesca.
El rio, más arriba del canal de carburos, bajaba si no limpio, al menos pescable, y al menos habia dejado de llover, todo y que el color plomizo del cielo presagiaba una nueva descarga de agua.
Los primeros lances, rastreando con ninfas, fueron baldíos, hasta que, a la hora larga de pescar, me dí cuenta de que ¡subían!. Caramba, y tanto... estaban subiendo a comer, y no era de extrañar, pues volaban, y derivaban por la corriente gran cantidad de efémeras. Ni corto ni perezoso, cambié el aparejo, y me puse a pescar a trucha vista, con lo que en menos de un cuarto de hora, habia pescado cinco truchas arco-iris seguidas, todas menos una con la aletas bien desarroladas y de un aceptable tamaño por encima de los treinta centímetros.
Enfrascado como estaba pescando, casi no me dí cuenta de que lloviznaba, y que de repente había empezado a arreciar. Estaba muy feliz y contento, y dándo por buena la jornada, y viendo lo desapacible del tiempo me fuí al coche, con la intención de esperar a que pasase la tormenta, y marchar para casa antes de la una del mediodia.
Sin embargo, el intenso chaparrón apenas duró unos veinte minutos, así que para cuando había terminado de tomarme un te con limón y fumando un par de cigarrillos, había dejado de llover. Segunda oportunidad ¿te irás ahora, que puede que sigan comiendo?. Ni corto ni perezoso, volví al mismo lugar en donde habia estado sacando truchas hacía ni media hora y... ¡bingo! allí estaban, subiendo, más esporádicamente si, pero subiendo.
Fallé un par de clavadas, nada más empezar esta "segunda manga", pero a la tercera, estalló un relámapago dorado, en vez de plateado, en donde estaba mi efémera de parachute... ¡pez grande, y como tira! Tras una pelea intensa, con unos cuantos saltos y cabriolas de por medio, conseguí ensalabrar, tal y como el color del relámpago acuático me había hecho preveer, una hermosa fario de más de treinta centímetros...¡vaya! y luego dicen que se han extinguido las farios en el Pedret. Me dispuse ha hacerle una foto para el blog, pero... ¡con la lluvia se me había empapado la cámara, y no funcionaba! Mala suerte tengo con los remojones. La semana pasada, me metí en el rio más allá de las posibilidades de mi estatura, y se me mojaron todos los cigarrilos. Esta semana, me quedo con la cámara KO por habérseme remojado con la lluvia ... y con esta preciosa trucha esperándo en mi salabre su liberación. En fin ¡p.. Ley de Murphy!
Tras soltar a la preciosa fario, aún tuve tiempo de que otra arco-iris se prendiera de mi efémera de parachute (gracias Kamarada Ramón Terricabras, era una de las que me regalaste en nuestra salida de Mayo pasado al Tordera), antes de que volviera a arreciar la lluvia, y volviera por segunda vez a buscar refugio en mi coche, que por cierto, y afortunadamente, no tenía muy lejos de allí.
Transcurrido este segundo interludio a cubierto, aunque con la ropa mojada, dentro del coche, opté por cambiar de escenario, temiendo que las truchas del que había estado pescando con tanto éxito me tuvieran ya un poco visto. Así que, marché a uno de esos rincones del rio donde sé positivamente que es muy raro que no suban, y para no variar, comenzaron a asomar el morro, aunque timidamente, mientras rehacía mi bajo de linea. Nada más comenzar, tuve un par de rechazos seguidos, lo que me obligó, visto que se cebaban en aguas casi paradas, a afinar un poco más con la mosca y el hilo. Así susituí el 14 final por un discreto 12, y la efémera en parachute, por un cul de canard, debido a que bajaban efémeras desplegando sus alas a modo de veleros nada más eclosionar. La elección fué de lo más acertado, pues a las pocas varadas, clavé ¡otra fario! esta vez de unos veinte centímetros, y de librea tan preciosa como la de antes.
Intermedio forzado, pues me estaba a punto de orinar dentro del váder, y aproveché para fumar un cigarrillo relajadamente. Otra trucha, se estaba dando un festín, pero esta vez me vería forzado a pescar mucho más largo. Tras varias posadas fuera del territorio de caza del pez, debido a que se había levantado aire, conseguí poner por fin la "culipato" en la trayectoria correcta, y la picada fué tan instantánea como brutal... un par de cabezazos, y un misil que sale disparado dándo volteretas por el aire: ¡otra fario más!¡y esta es de las gordas!. Ciertamente me dió trabajo, pero el pescar con una caña con un pie más de lo que acostumbro, me ofreció una ayuda adicional para sujetar bien a la fiera, que una vez en la sacadera resultó ser una fario de cerca de 40 cms.
Liberada la pintona, y lamentando nuevamente el contratiempo de la cámara de fotos (intenté encenderla de nuevo, pero no hubo manera), me quedé reflexionando acerca de las capturas que llevaba. Al parecer, lo que estaba asomando el morro en ese dia tan desapacible, y en que no había nadie más pescando en el coto (por lo menos que yo viese), eran o bien truchas fario, ¿nacidas en el rio?¿supervivientes de antiguas repoblaciones?, o bien truchas arco-iris que ya llevaban tiempo en el rio. La auténtica pena de no haber podido hacer una foto a las farios que llevaba pescadas, era que no podría pedir la ayuda de ningún biólogo experto de entre los que leen Conmosca, para que me diga su procedencia. De todas maneras, y si sirve de algo, les diré que para nada eran las fario muy plateadas y con escasas pintas, que son las autóctonas del Llobregat. Estas que yo pesqué eran de un marrón clarito, con un ligero reflejo verdoso, y con unas pintas rojas muy grandes, de una tonalidad más próxima al naranja que al rojo proiamente dicho, mientras que las pintas negras eran menos abundantes y mucho más pequeñas, pesentándose mayormente cerca del lomo, mientras que las otras lo hacían en los flancos.
Una sensación de frio me sacó de mis reflexiones. El aire me hizo darme cuenta de que llevaba la ropa completamente empapada, y que estaba tiritando. ¿momento de dejarlo ya, cambiarse de ropa e ir a merendar? Si, quizás, pero antes... una pequeña y rápida visita al lugar en que pesqué a última hora del Sábado pasado, cuando ví que una colonia de farios estaban por la labor de comer, pero -salvo dos revolcones que no se tradujeron en capturas- no por picar, por lo menos a mis moscas. ¿Estarían aún allí?
Por supuesto, disfrutando de una tarde gris y de la ausencia de orcos y elfos en el rio, allí estaban Sus Majestades (Maestro Xaica, dixit). Eran ya cerca de las cinco y cuarto de la tarde, y estaba mojado y cansado. Esta vez tenía que ser "Vedi, Vine, Vince", o nada. Los primeros lances, hicieron pasar la mosca por donde había habido una secuencia de hasta tres cebas seguidas, sin obtener respuesta. Poco después, alejada de la correntita, en pleno parado de aguas, una trucha subió leeeeeentaaaaa y mejestuosa, a tomar con parsimonia una efémera de entre varias... ¡encima selectiva la Princesa! Cosa curiosa, todo fué tocar mi imitación el agua (esta vez, otra efémera en parachute), y la trucha volvió a subir con meyestática lentitud, y la engullió como remilgado gourment que explora la creación gastronómica de un chef innovador. Mi clavada fué en consonancia, lenta y sin violencia, no fuera que fallase y terminase con el aparejo enredado en el árbol que tenía justo encima de mi cabeza. ¡Dios salve a la Reina! ¡Que otra Majestad de trucha fario! Visto que no podría hacerle el retrato que merecía, rauda de vuelta al rio, y un tanto escarmentada: la próxima vez aún subirá más despacio, y con más cautela, pues no todo bicho que vuela es de fiar en el mundo fluvial.
Últimos lances, ya más allá de lo razonable que era tocar retirada, con los escalofríos que tenía, y finalmente la pérdida de la mosca, enganchada en una rama, me devolvió a la cordura, y de paso al coche, en donde por fin pude ponerme ropa seca.
De vuelta a casa, tras la consabida merienda pastelera en Gironella, me invadió una extraña sensación de euforia contenida, esa que se siente cuando contra todos los pronósticos has conseguido no tan sólo pescar, sino hacerlo de un modo divertido, y capturando peces de excelente calidad deportiva, en un sitio que muchos creen arrasado por una mala gestión de repoblaciones. Ciertamente, tal y como hemos comentado muchas veces con mi amigo Tonipintor, en los rios hay muchos más peces de los que a priori pensamos que hay. Lo que sucede, es que ni somos tan buenos pescando como creemos, ni estos peces -veteranos y acostumbrados a un entorno salvaje, que los hace desconfiados por naturaleza- suelen dar la cara, cuando merced al buen tiempo, pulula tanto tropel de pescadores y pescateros pisando el rio.

TEMPORADA 2.009 - 2.010 - Nº 43
Sábado, 18 de Septiembre de 2.010

TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 2.009-2.010 Nº 19

Coto del Pedret

Rio Llobregat

Capturas: 6 truchas arco-iris a mosca seca y 4 truchas fario a mosca seca.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: nublado, lluvioso, fresco, con intervalos de tormenta.

Hora de inicio de la jornada: 11,30 h.


Hora finalización jornada: 17,30 h.


La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 2

De Vasily S. Kalinnikov

“El Ideal”

De Franz Liszt

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta nº 2 “En estilo Húngaro”

De Joseph Joachim

“Andante” (Op. 69 – Nº 2)

de Giuseppe Martucci

“Cortejo Solemne”, Op. 91

“Cortejo Solemne”, Op. 50

De Alexander Glazunov.


Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.

3 comentarios:

  1. Ferran de modo que encontrastes las Farios del Pedred,las farios que hay en el rio son las que soltaron, cuando la Generalitat, les obligo a dejar la piscifactoria que la sociedad tenia en Gosol, las repartieron entre el rio de Gosol y el Pedred, y echaron machos y hembras y el resultado tu lo as podido comprobar.La suerte es que repoblan con iris y son las que mas pronto entran y son las que se llevan los que ban a llenar la nevera, en fin eso es lo que hay en un coto que habia sido la envidia por sus truchas y su entorno.Prueba con una hormiga roja con alas en culipato marron en el cañaveral de la tabla que hay poco antes de la salida del canal de hidrocarburos ya me dias el resultado que te da, a y hay muchas mas zonas que tienen farios. De Victor el de Leon nos encontramos en Guardiola este mes de Agosto

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  2. Buenas Ferran lastima lo de la camara haber si se arregla,este invierno visitare otra ver este coto.El año pasado cuando nos vimos la verdad es que saque mucho pez y sobretodo fario espero que este invierno este igual.

    Saludos tonipintor.

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  3. El que hayan farios en Pedret no es nngún secreto. Pero todo y así, siguen habiendo "primadonnas" y "vacas sagradas" que le niegan el pan y la sal a este coto, porque no se creen tan sólo que las haya. Y es que la fario de Pedret, se ha asilvestrado, y sólo asoma morro o aleta cuando el rio está tranquilo.
    Gracias Kamaradas Victor y Toni. Pedret, semper fidelis!
    Un abrazo para los dos,

    Ferran.

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