JORNADA DE PESCA Nº 528
Jornada de “training day” para mi amigo Francisco Romero, al que los conocidos llamamos “Indiana Jones”, o simplemente “Jones”, que volvía a coger la caña más de un año después de su última visita al rio, y que terminó saliendo del rio precipitadamente, y antes de lo previsto, debido a una tormenta que nos dejó calados hasta los huesos.
Casi el total de la primera hora en el rio, no fue de acción de pesca, sino de entrenamiento a mi amigo Jones, para refrescarle la memoria de algunos conceptos que tenía olvidados, y enseñarle a mover el tándem de seca y ninfa con un mínimo de éxito, con un bajo de línea que confeccioné especialmente para la ocasión.
El rio bajaba con un estupendo nivel de agua, el óptimo para un cómodo vadeo, y la estupenda mañana de verano, vaticinaba un dia de diversión y capturas.
Así pues, y para no estorbar y dejar a mi amigo que fuera posando aparejos, intentando pescar y sacando sus propias conclusiones (previo un rápido repaso de nudos básicos, por si tenía que rehacer el bajo de linea), le dejé un largo trecho de rio para el sólo, y yo marché a otro sector a pescar, o por lo menos intentarlo.
La primera hora efectiva de pesca, con muy buenos apostaderos y posturas querenciosas bien prospectadas, me rindió sólo una miserable picada a la seca, que además no estuve acertado a clavar. Daba la impresión de que las truchas estaban muy paradas, o bien el tramo de rio muy machacado por otros pescadores, a los que no había visto ni oído, y los peces, por ello, muy resabiados y atemorizados.
Fue al llegar a unas corrientes muy vivas, cuando en los espumeríos y por sorpresa, la ninfa “matadora” comenzó a recibir picadas. Algunas, resueltas en ensalabrada, y otras en un simple revolcón.
El pico de actividad, llegó sobre el mediodía solar (las dos de la tarde), y el trico de fantasía, travestido de Royal Coachman, volvió a darme una buena alegría en forma e buena pintona, que la atacó franca en una corriente.
En lo que iba de jornada, la pesca en las corrientes ganaba por goleada a los parados de agua y pozas. De cinco truchas, sólo una la había pescado en aguas casi paradas. Por eso, y visto lo visto, decidí salir del rio para evitar una zona de pozas y aguas paradas, e ir a pescar a unas corrientes rio arriba.
Fue entonces, al atravesar el bosque cuando oí un lejano trueno, sólo un rumor, pero al levantar la cabeza, vi todo el horizonte cercano completamente pintado de gris plomo, rozando el negro: el color de las grandes tormentas de verano.
Al llegar a las corrientes que pensaba pescar, arreció ese viento molesto que siempre precede a las tormentas, lanzando muchas hojas de árboles al agua. El ambiente se volvió sumamente bochornoso, y los truenos sonaban con fuerza, precedidos por relámpagos cada vez más cercanos. En algunas ocasiones, en momentos así, las truchas entras en un pico de actividad, pero este sábado no fue así. Nada más comenzaron a caer las primeras gotas, cesó toda actividad: ni una picada.
La llegada del aguacero que pilló (como suele suceder) muy lejos del coche. Como auténtico recalcitrante de la pesca a toda costa que soy, aposté (como siempre), por buscar refugio entre la espesura del bosque, para minimizar el remojón, y con la caña bien lejos, para que la fibra de carbono no atraiga ningún rayo sobre mi cabeza, esperar a ver si el chaparrón fuese breve, y seguir pescando.
Sin embargo, también esta vez mi apuesta fue a caballo perdedor, o a Selección Francesa, pues tras una hora laaaaaarggggaaaaaa, de estar camuflado entre la espesura, duchado con la ropa puesta y ¡lo peor! sin poder fumar, el rio trocó su cristalino color en el marrón de las escorrantías, y el nivel del agua comenzó a subir.
Retirada pues, bajo la lluvia. Mi amigo Jones me esperaba desde hacía rato, refugiado en las ruinas del antiguó apeadero de Riotort-St.a Cecilia de Gabarrós, muy cerca de donde habíamos dejado el coche. Estaba muy contento, porque por lo menos había clavado una trucha, aunque no consiguió llevarla al salabre.
Con la ropa completamente mojada, y viendo que no paraba de llover, nos montamos en el coche y fuimos bajando, primero por la carretera, y luego por la autovía, en busca de un sitio en donde no lloviera, para cambiarnos y ponernos la ropa de recambio seca. Sin embargo, la tormenta se empeñaba en perseguirnos, y así lo hizo hasta casi Gironella, en cuyas afueras ¡por fin! Encontramos un sitio y tuvimos finalmente tiempo para cambiarnos.
El verano ya está aquí: tiempo de gran actividad de las truchas, pero también de grandes tormentas de tarde. Para “asegurar el tiro”, y no estar a expensas de un sereno siempre incierto, la mejor apuesta (aparte de por la Selección Española), es siempre estar bien pronto en el rio, y aprovechar la mañana y el mediodia al máximo posible... y siempre tener la parabólica puesta, para detectar el más mínimo trueno, por lejano que suene, y aunque nos parezca el retumbar de un camión sobre la carretera.
TEMPORADA 2.009 - 2.010 - Nº 31
Sábado, 26 de Junio de 2.010
TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.010 Nº 14
Coto Guardiola de Berguedà-1
Rios Llobregat y Bastareny
(pesca sólo en el Llobregat en esta jornada)
Capturas: 4 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca
Pescadores : Francisco Romero “Jones” y Ferran RUBINSTEIN
Capturas por pescadores:
Francisco Romero “Jones” 0
Ferran Rubisntein: 4 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca
Climatología: mañana: soleado y caluroso, tarde: tormenta, con chaparrón y bochorno.
Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.
Hora finalización jornada: 16,15 h.
La música de hoy:
En esta jornada no hubo sesionesde música clásica, y de ninguna otra, tanto en el viaje de ida, como en el de vuelta, pues el tiempo de viaje estuvo ocupado por conversaciones con mi amigo Jones, mayormente sobre la crisis económica, la Selección Española en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica y, como no, de pesca a mosca,
Lineas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.
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