"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

martes, 29 de marzo de 2016

JP-785. UN CURIOSO PRINCIPIO DE TEMPORADA, VOLVIENDO A UN "CUARTEL DE INVIERNO". Sábado, 19/03/2016



Bueno, pues ¡por fin! ya tengo en mis manos a la primera trucha fario de la Temporada de Salmónidos 2016.


Suele ser en días nublados, cuando se mueven más las truchas de cierto porte en algunos tramos concretos del cauce medio del Ter.   



Como es habitual, predominan en la zona libre del Ter ejemplares descendientes de trucha fario atlántica, procedentes de repoblaciones masivas del Coto Intensivo de Anglès que, con los años, han colonizado extensos tramos de río, con la ayuda de la red de canales que va paralela al curso del mismo. 



La pesca con ninfas muy ligeras e indicador de picada, proyectados ambos elementos con la cola de rata, es  tan productiva o más que la hipervalorada "pesca al hilo", con la diferencia de que el uso obligado de la línea para lanzar, mantiene está opción dentro de los márgenes del  auténtico fly-fishing.





JORNADA DE PESCA Nº 785



El verano está pronto a empezar. De hecho, ya hace días que vivimos, por lo menos en Catalunya, un estupendo preludio del estío en forma de días soleados, todo y que todavía con temperaturas bastante suaves, que se alternan con algún que otro episodio puntual de tormentas, las cuales ayudan a mantener un buen caudal en las cabeceras de los ríos y un óptimo volumen de agua embalsada   
Cuesta mucho pues, ahora a las puertas del verano, ponerse a hablar de una jornada de pesca que transcurrió en un  húmedo, ventoso y desapacible sábado de mediados de marzo. Es lo que tiene el que hayan pasado casi tres meses desde aquel día, pero mi tiempo para poder atender a las actualizaciones de este, nuestro blog, es poco y limitado, Todo y así, la fidelidad de los lectores y seguidores siempre compensa los esfuerzos de robar horas al montaje e incluso al sueño. Además, en esta ocasión, cuento con el aliciente de poder celebrar la capturas de las primeras farios de la Temporada de Salmónidos 2016, inaugurada justo la jornada de pesca de la semana anterior a la que voy a reportar en breve.
Tras dos jornadas previas realmente decepcionantes (1), no estaba muy entusiasmado a la hora de ir a probar suerte a cualquier coto de temporada, más que nada porque las perspectivas meteorológicas tampoco eran precisamente buenas. Dicho sea de paso, el concepto "temporada" es poco significativo para mi, dado que pesco todo el año allí donde la ley lo permite. Así pues, todo y a estar recién desvedada la trucha, elegí para esta segunda salida de pesca de la presente temporada oficial, volver a la zona libre sin muerte del Ter, que no deja de ser uno de mis "cuarteles de invierno".
Dentro del amplio abanico de sectores que ofrece esta zona libre sin muerte del Ter, que creo es la mayor longitud de Catalunya, decidí volver al mismo tramo de mi última visita, que a la vez fue la azarosa última jornada de pesca del pasado año natural; la misma en la que me dí un tremendo golpe en las costillas saliendo del río. Esta contusión, todo y no tener fatales consecuencias, me tuvo dolorido los dos primeros meses del presente año (2).    
Como he mencionado, de pasada, unos párrafos más arriba, el día de pesca fue bastante desapacible en lo referente a la meteorología, pero pudo haber sido peor si se hubiesen cumplido las previsiones iniciales, que vaticinaban lluvia desde primera hora de la mañana. Esta vez, los modernos y mediáticos del tiempo se equivocaron, o por lo menos lo hicieron sus previsiones para la provincia de Girona, quedando restringida toda precipitación a un corto episodio de llovizna a primera hora de la tarde. Por todo lo demás, el cielo se coloreó con una amplia gama de grises hasta casi el mediodía, momento en el cual se levantó viento, propiciando tanto una ligera bajada de temperatura, que hasta ese momento se había mantenido suave, como una apertura esporádica de claros, por los que asomó un sol más bien invernal.
Al igual que en mi última visita al tramo medio del Ter, de finales del pasado Diciembre, el caudal el río seguía igual de bajo, tónica esta habitual desde el otoño, y a lo largo de todo el invierno, dadas las escasas precipitaciones acumuladas desde el final del pasado verano.
Como suele ser habitual en mi, sobre todo de unos años a esta parte, a la que voy a pescar a un río con una considerable lámina de agua, la acción de pesca se suele ceñir a un escenario concreto, al que exprimo como un limón, prospectando todas las posturas posibles con paciencia, siempre en espera de que mas pronto o mas tarde se acaben activando los peces. Es lo que de bueno tienen los grandes ríos, como el Ter o como el Segre: dependen poco o nada de que alguien te haya pisado antes el río y, además, la gran cantidad  y variedad de peces, unido a la exigencia del dominio del lance para poner las moscas a su alcance, les hace mucho más atractivos para pescar, en mi humilde opinión, que no los pequeños arroyos y regatos de la siempre sobrevalorada alta montaña, en donde algunos se dejan las rodillas y las lumbares en pos de sardinetas con pintas, a las que se le supone una gran pureza genética. No amigos, no. A mi que me den ríos en donde pueda lanzar sacando algo más de medio metro de línea fuera del carrete, que me den pintonas todo lo bastardas que sus mil leches permitan, pero que tensen líneas con convicción. A mi, que me den grandes irisadas asilvetradas, capaces de poner en jaque según que equipos con certificados pomposos de "testado en competición". Que me den barbos trompeteros y carpas ceporronas. Que me den bagras agresivas y gardones con mala leche.  Que me den todo eso, aunque tenga que ver, desde el río, la nave industrial de un almacén de embutidos, aunque tenga que oler a granja de cerdo y evitar la dentellada del perro suelto del huerto, o aunque tenga que ver a la juventud descarriada de algún pueblo hacer el botellón y fumar porros debajo de un puente.
La acción de pesca de esta jornada no fue una excepción, dentro de mis hábitos a la hora de pescar ríos grandes. Me bastó y sobró con faenar un tramo concreto, de menos de doscientos metros, para estar ocupado pescando desde las diez menos cuarto de la mañana hasta las cuatro y media de la tarde. No se dió mal la cosa, en esta ocasión: capturé siete estupendas truchas fario de buen porte, seis de ellas de entre 30 y 35 cms., y una que quedó entre los 25 y 30 cms. Lo mejor de todo, no fue tan solo las muy dignas peleas, sino el poder pescarlas lo mas ligero posible: cuatro truchas fueron víctimas de la microninfa proyectada con cola de rata, y tres más dieron cancha a un divertido interludio de pesca a mosca seca en la parte central de la jornada. Adicionalmente, tuve la mala suerte de perder en la batalla, como siempre por una mala gestión en la pelea por mi parte, dos auténticos "torpedos con pintas",  de esos que tanta fama han dado a esta zona libre sin muerte en las redes sociales.
El escenario tan profusamente prospectado, consiste en dos posturas que van, seguidas una de otra, río abajo en el siguiente orden. Primero, a la salida de una corta curva, casi en ángulo recto, una fractura en el lecho del río ocasiona un pequeño salto de agua, y la turbulencia provocada por este pequeño desnivel expande la corriente hacia  un blando lateral. Esta, sería la primera  postura: el pequeño salto de agua, la corriente que forma la turbulencia y el blando lateral de la orilla de enfrente. A continuación la corriente vuelve a tomar la dirección que llevaba el río antes de la curva, entrando en una tabla y perdiendo velocidad enseguida, hasta hacerse lenta e incluso muy lenta cuando mas hacia abajo avanza, todo y que en ningún momento llega a estancarse. Esta otra, sería la segunda postura: la larga tabla, de escasa profundidad, en la que, pescando de abajo a arriba iremos encontrando cada vez más vetas de corriente. Por supuesto, toda esta lectura del río esta supeditada al caudal. Evidentemente, con más metros cúbicos por segundo bajando, la lectura sería otra, así como, a buen seguro, la estrategia a seguir para pescar con éxito.  
Dado que la orilla norte (o sea, la del lado derecho según se avanza río arriba) esta repleta de vegetación y árboles, principalmente alisos, que tocan con sus ramas la superficie del agua, lo mejor para pescar ambas posturas contiguas es cruzar el río (en esta ocasión en un vadeo sin dificultad, aunque puede ser de utilidad un bastón de vadeo, por lo resbaladizo de las rocas cubiertas de algas) y ganar la orilla sur, por la que incluso se puede transitar sin problemas, debido a que incluso tiene una pequeña pradera, que suele quedar sumergida cuando el río crece. Finalizado este vadeo, quedaremos situados en una posición muy cómoda para tentar, en lances medios y largos, tanto el salto de agua como la tabla, ya que no tendremos obstáculos a nuestras espaldas.
La acción de pesca estrella del día, que ocupó casi toda la jornada, excepto un moderadamente productivo paréntesis de pesca a mosca seca pasado el mediodía, no fue otra que la ninfa con señalizador de picada aguas arriba, proyectando tanto señuelo como indicador con la cola de rata. En esta ocasión, la facilidad de poder mover todo el conjunto con lances por encima del hombro, dada la ausencia de obstáculos detrás de mi, motivó que tuviera que adaptar un tanto el bajo de línea. Como es obvio, no es lo mismo lanzar y posar una mosca seca que una ninfa, pues por pequeña que esta sea siempre tiene algo de peso. En todo caso, para mover mayormente perdigones en un anzuelo del 15 con una bola de tungsteno del 1 y con una caña de 9 pies para linea 5, basta con un bajo de línea de la longitud de la caña (no más), y no llegar a bajar tanto el tippet como para llegar a un 0,10, so pena de enviar la ninfa a Antofagasta por vía aérea. Con un 0,12 hay terminal de sobras. En mi caso, a la hora de mover ninfas en lances por encima del hombro, siempre cuento con la ayuda adicional de una linea de un número por encima al que indica la caña, o sea trabajo con una linea 6 para conseguir mas potencia. De hecho, ya hace mucho tiempo que incluso pesco a mosca seca con una linea 6, cosa la cual, pese a hacer mucho mas brusca la caída de la línea en el agua, imprime una potencia adicional al lance, muy de agradecer pescando en ríos grandes.
Esperando que, si habían subir a comer en superficie sería allí y mas avanzado el día, dejé la pesca en la tabla para mas tarde, y comencé pescando a ninfa la caida de agua y el remanso adyacente. De hecho, hice tres veces "da capo" la postura, siempre pescando desde el escalón y buscando primero las picada paralelas al mismo, para luego ir abriéndome en abanico hacia la derecha, hasta llegar a pescar de frente la  orilla contraria. 
Tardaron mucho en producirse las picadas, pero llegaron, y sobre el mediodía horario ya había capturado, con un perdigón rojo chillón, tres preciosas farios, y se me habían escapado dos brutales "barras de pan".   
Poco después del mediodía horario, algunas truchas se animaron a comer en superficie, coincidiendo con una eclosión de bétidos de color gris claro. Sin embargo, las cebas no se produjeron allí donde me esperaba (o sea, en la tabla) sino en el blando de la orilla de enfrente del salto de agua, lo que implicaba pescar el río de un modo transversal y ligeramente aguas abajo de mi posición. Quizás de modo un tanto precipitado, sin rectificar el bajo de línea, ni estudiarme demasiado la estrategia a seguir, intenté hacer picar alguna de esas truchas con una emergente generalista, pero el bajo demasiado corto y el inmediato arrastre de la linea impedían presentaciones decentes, así que decidí tomármelo con calma, salir del río, hacer las correccciones que fueran oportunas al bajo de línea y, de paso, aprovechar para hacer pis y moverme un poco río abajo para encarar las cebas.    
Ya puestos, aprovechando que estaba con los pies en seco y comodamente instalado en una orilla libre de  una auténtica maraña de vegetación, aproveché para cambiar el bajo de chichinabo que llevaba, sustituyéndolo por uno de los que elabora, con gran maestría, mi amigo Alfredo C., de La Rioja, y que son ideales para pescar a mosca seca.
Por suerte, todo y el tiempo que me llevó prepararme para la nueva acción de pesca, las truchas no habían cesado en su actividad de comer en superficie. Incluso, por suerte para mi, lo hacían en una postura en la que el reflujo de la corriente del salto de agua me ofrecía cierta ventaja para enmascarar presentaciones defectuosas, pues en el rato en que había estado ocupado haciendo manualidades, se habían desplazado del blando lateral a la corriente.
Estaba claro, que las truchas seguían cebándose a la misma mosca de antes: la efémera de color gris claro (¿Baetis Muticus?), pero esta vez se veían muchos más lomos que bocas, cosa la cual me hizo pensar en que estaban tomando sus presas antes incluso de poder salir a la superficie a desplegar las alas. Nada, pues a pescar con emergente, que además la mia era gris (con exhuvia beige, eso si).
Costó más de lo que pensaba hacerlas picar. Siempre tengo la impresión de que cuando se ponen a las emergentes la cosa siempre se complica aún más. Cuestión de paciencia, y de fe tanto en la mosca, como en el bien calilbrado bajo de línea de mi amigo riojano. Todo y aguantar un buen rato de llovizna, acabaron picando otras tres farios más. No es un resultado como para echar cohetes, pero hay que tener siempre muy en cuenta de que la pesca en una zona libre sin muerte tiene esto: las truchas están muy hechas al río, la inmensa mayoría nacidas en el mismo, y no se comen lo primero que baja por la corriente.
El encanto y la magia de la pesca a mosca seca, sobre ceba vista, se esfumó tan pronto dejó de llover y comenzó a hacer viento. Un aire frío, de componente norte, que sirvió tanto para desactivar las truchas, como para complicar la vida al lanzador, empeñado en posar un bajo largo.
Como las dos y poco de la tarde es una hora demasiado temprana, para mi gusto, para dar por finalizada una jornada de pesca, preferí apurarla un poco más, antes que volver al coche a una hora más propia de la comida que de la merienda.
Vuelta de nuevo, al bajo corto y a la pesca con microninfa,  pero esta vez usando lances rodados cada vez que el viento arreciaba demasiado. De todas maneras, la magia del día parecía haber pasado, y apenas volvió. Las dos últimas horas de esta jornada fueron "de auténtico relleno", paseando perdigones y pequeñas pheasant tails tanto por los dominios del salto de agua, como por las amplitudes de la tabla, sin obtener más resultado que la única captura de la que sería tanto la última trucha del día, como la más pequeña de entre las que consiguí pescar: una fario a la que le faltaba poco para llegar a los 25 cms. 
Supongo, que a estas alturas del parte, habrá más de algunos de esos pescadores vagos y oportunistas (por suerte una pequeña minoría del colectivo) y algún que otro "ciber-furtivo", que ya se estarán frotando las manos de pensar en localizar el escenario descrito en el Google-Maps, dada la exhaustiva descripción del mismo en este relato. Lamento decepcionarles: basta con usar la ampliación de la vista por satélite de dicha herramienta, para darse cuenta que el detalle de ligera curva, salto de agua y tabla subsguiente se repite al menos nueve veces, en los cerca de veinte kilometros que van de las ciudad de Girona al puente de Sant Julià de Llor en Anglès... todo esto, presuponiendo que esta jornada de pesca realmente transcurriera emtre esos dos límites pues, al fin y al cabo, esta zona libre sin muerte tiene aproximadamente 60 kms. desde la desembocadura del río en el mar hasta el inicio del coto intensivo de Anglès.     
Por suerte, en esta ocasión mi salida del río fue totalmente plácida, en comparación con la de finales de Diciembre pasado. Sin mas incidentes y moderadamente satisfecho, fui a dar buena cuenta de la merienda, en la que no faltaron pasteles, en un pueblo de cuyo nombre no puedo, ahora mismo, acordarme, je, je, je.



(1) Ver los artículos Jornada de Pesca nº 783, de 5 de marzo de 2016, y Jornada de Pesca nº 784, de 12 de marzo de 2016, en este blog.
(2) Ver el artículo Jornada de Pesca nº 777, de 27 de Diciembre de 2015, en este blog
  






JORNADA DE PESCA Nº 785


Sábado, 19 de marzo de 2016

Temporada 2015 - 2016 - Nº 20
Temporada de Salmónidos 2016 - Nº 2

Zona libre sin muerte del Ter (Gironès-La Selva)
Río Ter

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 4 truchas fario a ninfa y 3 truchas fario a mosca seca

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT-Four  - 9 pìes . línea 6
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Sage 4550

Climatología: alternancia de nubes y claros, a lo largo de la jornada, con temperatura templada y episodios de viento y un pequeño episodio de llovizna a primera hora de la tarde.

Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: sin dificultad y sin ser preciso el bastón de vadeo, todo y que hay que tener cuidado por lo resbaladizo de las rocas.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h..


La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3 "Trágica"
Felix Draeseke

"Oda a la Primavera"
Joachim Raff

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 6
Johann Wenzel Kalliwoda

"En Bohemia"
"Obertura sobre un tema de marcha militar española"
Mily Balakirev


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN

martes, 22 de marzo de 2016

JP-784 (SEGUNDA PARTE). TRISTE APERTURA, EN EL PEDRET DE LAS BARRERAS. Sábado, 12/03/2016.


¡Como son las cosas! Si hubiese escrito y publicado este artículo justo después de la jornada a la que hace referencia,  me habría dejado llevar por la tristeza y la depresión.  Sin embargo, casi tres meses después, la esperanza ha vuelto a la vida de muchos pescadores (yo, el primero) gracias a la Plataforma en Defensa de la Pesca, una organización dispuesta a luchar por nuestra afición, y contra las injusticias que contra la misma se perpetran, hasta las últimas consecuencias. Nunca tendré palabras suficientes de agradecimiento para mi amigo Agustí Albiol, por haberse puesto al frente de esta iniciativa, poniendo tanto tiempo y aportando tantos recursos de su parte.





JORNADA DE PESCA Nº 784 (SEGUNDA PARTE)



Nota preliminar: de un modo excepcional, dada la mucha información a compartir a través de este artículo, con mis queridos lectores y seguidores, decidí fraccionar el mismo en dos partes, siendo la presente la segunda. En caso de no haber podido leer la primera, se puede acceder a la misma a través del archivo del blog (JP-784 - Primera Parte).



PREÁMBULO A LA SEGUNDA PARTE DE ESTE ARTÍCULO.


Ya hace mucho tiempo, concretamente desde el verano del año pasado, que debido al poco tiempo libre del que dispongo, allende de mis obligaciones laborales y familiares, el tiempo real en que escribo los artículos de este blog no coincide con la fecha en que la acción de los mismos tiene lugar.  Esto, tiene la ventaja de que permite ver las cosas desde una perspectiva distinta, a tal como las veríamos nada más terminar de escribir el artículo y publicarlo.
La primera parte de esta entrada, se redactó unos días antes de la manifestación del 5 de Junio en Madrid, en defensa de la pesca y contra el RDL de especies alóctonas. Antes de pasar a continuar con el artículo en el punto en que lo dejé, debo felicitar a todos los compañeros pescadores, coordinados por la Plataforma en Defensa de la Pesca y la Federación Española de Pesca y Casting, que hicieron realidad el sueño de que los pescadores, junto con los cazadores y otros usuarios de la naturaleza, pudiesemos hacernos oír con fuerza ante la sociedad. Si, amigos, la manifestación contra el ecologismo radical y trasnochado fue un gran éxito, todo y que el Ayuntamiento de Madrid, en donde los progresistas son tan rehenes de la minoría de eco-iluminados como en todas partes, intentó torpedear la manifestación, previamente autorizada por la Delegación del Gobierno. El grito de rabia exigiendo justicia, por parte de los pescadores, ha sonado alto y contundente. Sin embargo, mucho poder e influencia ha de tener el ecologismo radical, en todos los ámbitos de la política y la comunicación, cuando en las principales cadenas de televisión de nuestro país, y comenzando por la que pagamos todos los españoles -o sea, la Primera- se omitió toda información sobre nuestra exitosa manifestación, prefiriendo algunos noticiarios dar incluso cobertura a mini-manifestaciones ecologistas, como la que se autorizó en favor del lobo, que apenas si agruparon a cuatrocientas personas. En la prensa escrita y digital, el silencio y el ninguneo también fue notorio: los más de los breves artículos, informando de nuestra manifestación, se publicaron en diarios regionales. Quizás, de los pocos medios de información general, de ámbito estatal, que conozco dedicaran un artículo al tema, fue La Vanguardia.
Como no, algunos partidos políticos, viendo la tremenda fuerza de convocatoria de pescadores y cazadores, se han apresurado a acercarse a estos colectivos, con todo tipo de promesas (incluída la derogación del polémico RDL), para asegurarse un buen número de votos. Tengamos mucho cuidado, amigos y camaradas en lucha: ni el partido que manda hoy, ni el que gobernó antaño, han hecho nada significativo por la pesca o por la caza. Lo que si han hecho, los unos y los otros, ha sido siempre subvencionar a organizaciones ecologistas, las más de las cuales llevan más de veinte años sangrando, , las arcas públicas (1). No, amigos míos, no me fío tampoco de esos grandes partidos que prometen el oro y el moro, pero que siguen y seguirán financiando al ecologismo radical. Lo he dicho repetidas veces en las redes sociales, y lo repito aquí y ahora: si queremos que nuestros intereses sean debidamente defendidos y nuestro colectivo respetado, debemos crear nuestro propio partido político.
Y ahora, voy a predicar con el ejemplo: como muchos ya sabéis y otros intuís, mi ideal político es plenamente de izquierdas, más a la izquierda de la socialdemocracia. Sin embargo, no pienso votar a ninguno de los grandes partidos de esta tendencia dado el apoyo que dan a los grupos ecologistas radicales, que han propiciado una monstruosidad como la aprobación del RDL de las especies invasoras.Y no volveré a votarlos, hasta que hagan entrar en razón a sus socios presuntamente ecologistas, y les devuelvan a los márgenes de un ecologismo razonable, que no  limite el libre  acceso del pueblo a la naturaleza, no exija el exterminio de animales inocentes, no cuestione aficiones ancestrales y no ocasione pérdidas económicas y destrucción de puestos de trabajo.


(...Viene del artículo anterior, JP-784 - Primera Parte)

 Como complemento informativo a lo expuesto en el apartado 1 de "Hechos constables", acerca de las barreras que limitan el acceso rodado al Pedret, estos últimos días, mientras estaba redactando este escrito, a través de los comentarios al enlace, en Facebook, con la primera parte del presente artículo, unos compañeros pescadores denunciaron haber sido expulsados de la pista, a la que habían accedido en el coche de uno de ellos, con malos modos por parte de los vigilantes que, lejos de estar pendientes de si en el río se furtiveaba o no, ponían todo su celo en que nadie circulase por la vía verde en vehículo a motor, no haciendo caso de los argumentos de estos compañeros, que manifestaron haber obtenido una de las llaves de acceso en uno de los comercios que las custodian, exhibiendo además, ante la autoridad, sus preceptivos permisos y licencias. Es más, los agentes de la autoridad manifestaron que ellos no tenían ningún conocimiento del acceso de vehículos de pescadores al río, y que tenían órdenes, (se supone que de alguna autoridad competente),  de impedir el acceso de coches a cualquiera que no fuera vecino con derecho de paso.  


2 - Acerca de la modificación de tramos con y sin muerte del coto (de acuerdo con la Resolución ARP/28/2016 de 4 de enero)

La creación, aprobación y entrada en vigor, de un gran tramo sin muerte, dentro de los límites del coto intensivo de Pedret, que abarca más de la mitad de la superficie hábil de la zona de pesca controlada y en el que solo se puede pescar a mosca, es un claro agravio hacia los pescadores de otras modalidades y, de modo especial, hacia aquellos pescadores de lance ligero, que han hecho grandes esfuerzos y notable desembolso económico en adaptar sus señuelos al requisito de tener un solo anzuelo sin arpón.   
Esta discriminación, se hace más notable en tanto en cuanto la zona de pesca libre sin muerte contigua al coto, aguas abajo del mismo, también se ha restringido, a partir de la entrada en vigor de la Resolución arriba mencionada, a la pesca solo con mosca, por lo que los aficionados al lance ligero sin muerte, indistintamente que lo practiquen con señuelos o con moscas proyectadas con una boya, quedan injustamente excluidos de espacios de pesca en los que, desde siempre, nunca habían tenido problemas para pescar capturando y soltando.
La nueva distribución, relega a los pescadores de pesca tradicional, con cupo diario de capturas sacrificables, a poco menos de una escasa cuarta parte de lo que antes era la totalidad del coto intensivo. O sea, un auténtico ghetto, con el agravio añadido de que los pescadores con equipos de mosca (evidentemente con anzuelo sin muerte), puedan faenar también en su escaso tramo, aumentando aún más la presión de pesca.     
La superficie real de repoblación del tramo sin muerte, sobre el papel y con la resolución en la mano, no se corresponde en absoluto con la realidad de la distribución de la misma, ya que más allá de la palanca del puente derruido del ferrocarril (o sea, casi un kilómetro antes del límite superior del coto: la presa del pantano de La Baells), dado lo abrupto de la orografía, la inexistencia de una pista para vehículos y el mal estado del camino, es prácticamente imposible acceder al río para llevar a cabo labores de repoblación.
Para mayor desaguisado, la nueva zona con muerte incluye la desembocadura de la riera Demetge en el Llobregat, siendo este afluente uno de los pocos en los que queda algo de trucha autóctona de esta cuenca y que ahora, con la ley en la mano, podrá ser impunemente sacrificada.
Confieso que, en un principio, no me pareció mal la nueva ubicación del tramo sin muerte. Pero eso se debió a un mal entendido. Cuando leí que el tramo comprendería desde la presa Benjach (o de "Carburos") hasta el "primer tunel de la vía verde", entendí que ese era el primero de los túneles EN SENTIDO ASCENDENTE y que, por lo tanto, el nuevo sin muerte tenía como mucho medio kilómetro y poco más. Sin embargo, mi sorpresa vino cuando el primer túnel del que habla la Resolución, es el que se encuentra el transeunte en SENTIDO DESCENDENTE, por lo que, en realidad, aunque parezca que (sobre el plano) ambos tramos tienen longitud similar, el sin muerte solo a mosca con cola de rata tiene ¡casi más de la mitad! que el destinado tanto a pescadores tradicionales, como a practicantes del lance ligero sin muerte.
Queda claro, también como hecho constatable, que una minoría de pescadores recibe un trato de privilegio por parte de la Administración.  Algunos se preguntarán ¿que hace un mosquero, como Ferran Rubinstein, quejándose de que a los suyos les otorguen tantos privilegios? Pues muy sencillo, lo que hago es eso...quejarme, y lo hago porque antes que mosquero soy, ante todo, pescador y como tal tengo por mis compañeros, e iguales, a todos aquellos que pesquen respetando la Ley, practiquen la modalidad que practiquen. Aparte de esto,  no me gustan los privilegios para nadie, y aún menos para mi.
Defiendo y defenderé la pesca sin muerte a ultranza. Es más, creo que ese es el futuro de nuestra afición. Sin embargo, la plena pesca sin sacrificio ha de llegar como fruto de una acción pedagógica y educativa, nunca como una imposición y menos a golpe de decreto, pues con esta actitud lo único que se consigue es humillar y soliviantar, sin ninguna necesidad y con el riesgo de obtener reacciones viscerales adversas,  al colectivo que todavía opta por la pesca tradicional.
Personalmente, creo que hay grupos reducidos, dentro del colectivo del sedal pesado a los que "se les ha subido la mosca a la cabeza".  Visto desde fuera, algunos profanos podrían creer que el mundo de la pesca a mosca es una especie de Nirvana, poblado por caballeros andantes de la Orden del Río. Nada más erróneo. Como todo colectivo formado por personas, está repleto de virtudes y defectos. O sea, es humano, completamente humano. 
Todo y que el colectivo mosquero de Catalunya, lugar donde vivo y pesco, y por tanto solo puedo tomar como referencia, está poblado por una inmensa mayoría de gente estupenda, que pesca y deja pescar a los demás, no es de recibo que ha sido desde dentro de la parroquia mosquera de donde han salido personajes y organizaciones decididas, desde hace muchos años, a excluir a los pescadores de otras modalidades del río, utilizando para ello todo el bombardeo mediático e influencia que han podido. De entre esta minoría, que desacredita al colectivo  mosquero y tan mala imagen da de él,  he conocido individuos tanto del tipo de los que están fírmemente convencidos, tan grande es su ego como su ignorancia, de que han "reinventado" la pesca a mosca, como del tipo que creen ser los dueños absolutos de tal o cual río porque "solo ellos (y sus amiguetes, claro), saben pescarlo de un modo no lesivo para los peces". Es más, lo peor de todo es que he conocido algunos que incluso se han aliado con el ecologismo más radical con tal de salirse con la suya, que no es otra que reducir la pesca a entretenimiento para una élite privilegiada, iluminada y poseedora de la verdad absoluta (la suya, claro está).     
Incluso el "boom" de la afiliación a la pesca a mosca, que se viene registrando de un tiempo a esta parte, es un hecho más que cuestionable. Lejos de ser fruto de la atracción por una estética distinta, unas sensaciones diferentes y una técnica compleja que requiere de voluntad para el dominio de su práctica, se basa más en el resultadismo que muchos recién llegados han visto ligado a sucedáneos del fly-fishing,  como puede ser la tan sobrevalorada "pesca al hilo", submodalidad, esta última, que en el fondo no es poco más que la la pesca "al toque" de toda la vida, solo que practicada con una caña que aparentemente parece de mosca (y unas 10 veces más cara que una telescópica de fibra de vidrio)  y con unas imitaciones que se utilizan también para la pesca con cola de rata, los más de ellos puramente atractoras, en sustitución de la tradicional lombriz.  Huelga decir, todos los sabemos, que esta pesca es muy efectiva en cuanto a resultados, o sea capturas, y esto ha atraído, como moscas a un panal de rica miel, a no pocos de entre aquellos que piensan que la pesca se reduce a capturar el máximo número de peces posibles y a posturear en redes sociales. En este caso, el hecho constatable no sería otro que la conversión a la "nueva religión de la mosca" no se debe a motivos éticos o estéticos, sino a pura y simple especulación. Este, es otro motivo más por el que la Administración tendría que pensárselo dos veces, antes de hacer un traje a medida para los practicantes de la modalidad, mientras deja desnudos a los de las demás: al fin y al cabo, hay mucha más sinceridad en aquellos que siguen pescando a spinning, adaptándose a hacerlo con señuelos sin muerte, que en los conversos de conveniencia a la mosca reinventada.  Además, la historia siempre acaba poniendo a cada cual en su sitio, y a mi no me gustaría que a la larga el colectivo mosquero, del que hace cerca de veinte años formo parte, fuera señalado como el génesis de lo que fue una edad oscura, de restricciones y prohibicionismo hacia el libre ejercicio de la pesca.

Bueno amigos, tras los hechos constatables y las oportunas reflexiones, de los mismos derivadas, ya va siendo hora de que se hable algo de acción de pesca en este artículo. No es que esta jornada da apertura diera mucho de que hablar, por lo menos a lo que a pesca se refiere, pero algo si que hubo, así que pasado el momento de la indignación vamos a situarnos, casi al final del artículo,  a pie de río.
La jornada de apertura de la temporada truchera, por lo menos este año y en la comarca del Berguedà, tuvo lugar en un día soleado y frío, típico de los albores de la primavera. La temperatura fue negativa de madrugada, pero a partir de media mañana comenzó a subir, para situarse entre los quince y los dieciocho grados a media tarde.
El caudal del Llobregat seguía tan bajo, a su paso por el Pedret, como lo dejé en la última visita a este coto intensivo, a finales de octubre del año pasado. Eso si, con el agua muy limpia, dada la ausencia de precipitaciones que fue la tónica meteorológica dominante del pasado invierno y del inicio de la primavera.
Dado lo fría del agua y la escasa oportunidad de encontrar truchas activas en superficie, opté por pescar con un combo de ninfas tan tradicionales como pesadas, no esperándome precisamente encontrar truchas en tablas y bajíos, o no por lo menos hasta que el sol estuviese alto en el horizonte y calentase un poco.   
Ni hubo una miserable picada, ni tan solo un indicio de actividad de peces, en el mucho rato en que estuve probando, de aquí y de allí, posturas en el tramo estrictamente sin muerte. Nada que no fuese de esperar, ya que para los primeros compases de la temporada no hubo repoblación alguna de este tramo, el cual como cada año, queda arrasado por toda suerte de furtivos a la que cesan las repoblaciones y la vigilancia deja de aparecer, aún menos de lo que aparece, por el río.
Pasado el tramo sin muerte, en el que solo vi a otro pescador (un señor al que no conocía de nada, pescaba amosca y me dijo no haber tenido ni una picada), me adentré en el tramo con muerte, y este estaba...¡simplemente abarrotado!. Una cantidad ingente de pescadores se concentraba en esta especie de "ghetto", alguno de ellos indignado por no poder pescar tramos querenciosos del coto, a los que había tenido acceso sin problemas desde hacía muchos años. La verdad, es ue con mi caña de mosca, me sentí allí casi como un intruso, e incluso me acecharon sentimientos de culpabilidad.
Las únicas dos capturas de esta tan poco flamante apertura, consistieron en dos truchas irisadas decididamente feas y muñonas, capturadas con la ninfa de rastro (una pheasant tail morada) de mi aparejo, en dos de las muy pocas posturas que quedaron libres de pescadores faenándolas casi por turnos.
Para hacerme una idea de la situación del coto, con miras a escribir el oportuno artículo en el que ahora mismo estoy enfrascado, anduve muchos kilómetros en este primer día de temporada. De hecho, fuí desde la misma Colonia Rosal hasta la pasarela del puente derruido, en la zona con muerte, muy por arriba del puente románico. Aparte de intentar pescar, el caminar por la flamante pista de tierra recién acondicionada para ciclistas y senderistas, se llevó gran parte de mi tiempo. Como el calzado que llevaba no es que fuera el más adecuado para caminatas fuera del río, el esfuerzo de hacer casi diez kilómetros a pie resultó francamente agotador. Por suerte, nada que no pueda solucionar, todavía a mi edad, una buena merienda. Y más si para la misma uno se puede proveer de una de esas cocas "enrrollables" de cabello de ángel, tan ricas, que venden en el popular colmado  "Queviures Elvira" (2) de Cal Rosal.

¡Como son las cosas! Si hubiese escrito y publicado este artículo justo después de la jornada a la que hace referencia,  me habría dejado llevar por la tristeza y la depresión. Sin embargo, casi tres meses después, la esperanza ha vuelto a la vida de muchos pescadores (yo, el primero) gracias a la Plataforma en Defensa de la Pesca, una organización dispuesta a luchar por nuestra afición, y contra las injusticias que contra la misma se perpetran, hasta las últimas consecuencias. Nunca tendré palabras suficientes de agradecimiento para mi amigo Agustí Albiol, por haberse puesto al frente de esta iniciativa, poniendo tanto tiempo y aportando tantos recursos de su parte.




  
(1) Os recomiendo leer el artículo publicado en "Cuaderno de Caza" en Marca.com, "Los cazadores se intresan por los fondos públicos destinados a grupos ecologistas", escrito por Leonardo de la Fuente, en donde se detalla una recopilación de datos económicos, por parte de la Federación Andaluza de Caza, que demostraría la ingente cantidad de subvenciones que han recibido, a lo largo de años, algunas de las mismas organizaciones ecologistas redicales favorables al RDL de esepcies invasoras, por parte de la Junta de Andalucía.

(2) "Queviures", en catalán, se traduce en castellano como "comestibles". 




JORNADA DE PESCA Nº 784


Sábado, 12 de marzo de 2016

Temporada 2015 - 2016 - Nº 19
Temporada de Salmónidos 2016 - Nº 1

Coto Intensivo del Pedret - LL03 A/B
Río Llobregat
Modalidad del ticket: sin muerte

Pescador Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 2 truchas arco-iris a ninfa


Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT Four - 9 pies - linea5
Línea: Adams WF 6 F
Carrete: Sage 4550

Climatología: soleado y frío, con temperatura negativa a primera hora de la mañana; mediodía y tarde soleados con temperatura primaveral.

Caudal: bajo.

Condiciones de vadeo: sin dificultad y sin ser preciso el bastón de vadeo, todo y que hay que tener cuidado con la acumulación de lodo en el lecho del río.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 17,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una fiesta eslava"
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1
Felix Draeseke

Concierto para violoncello y orquesta en "DO" mayor
Eugen d´Albert

Obertura sobre un tema de marcha militar española
Mily Balakirev

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN





jueves, 17 de marzo de 2016

JP-784 (PRIMERA PARTE). TRISTE APERTURA, EN EL PEDRET DE LAS BARRERAS. Sábado, 12/03/2016.


La barrera de la "Vía Verde" del Pedret es un nuevo desprecio de la Administración hacia los pescadores. 






JORNADA DE PESCA Nº 784 (PRIMERA PARTE)



Nota preliminar: de un modo excepcional, dada la mucha información que tengo que compartir a través de este artículo, con mis queridos lectores y seguidores, he decidido fraccionar el mismo en dos partes.




A la hora de ponerme a escribir este artículo, acerca de la jornada de pesca correspondiente a la inauguración de la Temporada de Salmónidos 2016 (este año el segundo sábado de marzo), con la distancia en el tiempo de más de dos meses desde esa fecha, tenía la esperanza de que se me hubiera calmado la indignación por lo visto y vivido ese día . ¡Vana ilusión!. Por contra de lo que pensaba, todo ha sido sentarme al teclado y volverme a hervir la sangre, con una ebullición tal que no ha hecho bajar ni la audición de la placentera Sonata para violín en Fa menor de Mendelssohn.
Lo que ha vuelto a dar alas a mi indignación, a echar más gasolina al fuego de la ignominia sufrida, no es otra cosa que la gran oportunidad de clamar contra tantas injusticias que nos va a brindar, en breves días, la gran manifestación de pescadores, convocada en Madrid por la Plataforma en Defensa de la Pesca.
Tengo mucha fe en que, gracias a esta demostración de fuerza por parte de los aficionados de toda España, los pescadores deportivos seamos ¡por fin y de nuevo! escuchados por la sociedad de la que formamos parte, por los políticos que nos han ignorado hasta ahora, e incluso por la minoría de presuntos ecologistas, tan radicales como equivocados, que no han parado de atentar contra nuestra afición desde hace muchos años.
Vaya por delante que, aunque por motivos familiares no voy a poder asistir a la manifestación en Madrid, he apoyado con mis escritos, apoyo con el presente, y apoyaré totalmente, con los que pueda escribir en un futuro, las reivindicaciones de la Plataforma en Defensa de la Pesca, las cuales he compartido tanto en este, nuestro blog, como en la extensión del mismo en Facebook, el grupo "Rubinsteinfishing y amigos".
Como os podéis imaginar, todo y lo exitosa que pueda resultar la manifestación la lucha no terminará con recoger pancartas y volver a casa. Esto va para largo, amigos, y lo es más importante que nunca el que nuestro colectivo siga unido y combativo, hasta la victoria final.    

Vuelvo a ese doce de marzo, fecha de la apertura de la Temporada de Salmónidos de este año. Como  otras, de unos pocos años a esta parte, este día fue algo así como una especie de fiesta mediática, compartida con inmediatez en las redes sociales. En la inauguración del año pasado, un dron con cámara de video sobrevolaba la Noguera Pallaresa, a la altura de la localidad de Sort. En la del presente, una productora audiovisual hizo incluso un video, a pie de río, en Ripoll. Todo muy bonito, muy digno de "likes" y comentarios entusiásticos. Sin embargo, todo ello una imagen bastante irreal de como están las cosas, por lo menos en Catalunya, en esto de la pesca. Para darse cuenta de lo mal que estamos, tan solo hay que ir a pescar, o por lo menos a intentarlo, al coto intensivo de Pedret, en el río Llobregat.
Consciente de que el verdadero barómetro de la situación de la pesca recreativa en este país y a fecha de hoy (o por lo menos la visión menos autocomplaciente de la misma), estaría en el sitio más polémico, allí donde se vieran afectados los intereses de pescadores de todas las modalidades y no solo del colectivo mosquero, no dudé en emprender viaje hacia El Berguedà, para comprobar como iba a afectar a los usuarios del intensivo más pescado de Catalunya, tanto el cierre al tráfico rodado de la pista paralela al río, debida a la puesta en servicio de la "via verde", como la nueva distribución de los tramos con y sin muerte.
Aunque, en un principio, ambos temas parezcan disociados, la verdad es que han resultado estar, no se si a propósito o no, totalmente ligados. Ya sabéis: "a perro flaco, todo son pulgas".
Con el fin de poder hacerme cargo de la situación del modo más realista posible, decidí renunciar a obtener una de las tres llaves que abren las barreras, que pude haber obtenido en un bar de Cal Rosal, para así cubrir a pie el trayecto que tiene que andar cualquier pescador,  a fecha de hoy, en caso de no haber llaves disponibles. A pie, aprovechando mi buena forma física, resultado de años de montañismo, y de paso pescando, he podido finalmente hacerme una situación de conjunto, para  recopilar para vosotros, queridos lectores, los siguientes

HECHOS CONSTATABLES.

1 - Acerca de las barreras.

Ambas barreras, tanto la norte (situada a unos 100 metros de la caseta de pescadores), como la sur (situada a medio kilómetro de Cal Rosal) son un grave impedimento al acceso al coto, en concreto al nuevo tramo sin muerte, por parte de los pescadores.
En teoría, solo hay tres juegos llaves disponibles, repartidos entre dos comercios de Berga y un bar de Cal Rosal (o sea, nueve llaves). En todos los casos, el pescador está supeditado a los horarios de apertura y cierre de dichos establecimientos, así como a la buena voluntad de ser atendido en los mismos para una gestión que no les es propia (en esto, volvemos a lo peor -o sea, el mendigar favores- del antiguo sistema de compra de tickets presencial). Además, el pescador debe volver a los mismos al terminar la jornada (viva o no en Berga o en Cal Rosal), para librar de vuelta las llaves, y encima dejar disponible un número de móvil.
Esta gestión de entrega de (unas pocas) llaves, a fecha de escribir este artículo (finales de mayo), ha sido un fracaso absoluto. Por lo menos, en las subsiguientes ocasiones en que he ido a pescar a Pedret tras la apertura, las llaves disponibles en Cal Rosal no me han podido ser entregadas porque...¡no fueron devueltas por los usuarios que se las llevaron!, por lo que no de descartar que hayan podido ser clonadas para hacer mal uso de las mismas.
Todo y así, no he visto trafico rodado de vehículos de pescadores las veces que he vuelto a Pedret (2), aunque si de vecinos con lógico derecho de paso y de alguna explotación forestal. En sucesivas visitas, siempre he encontrado la barrera sur cerrada pero sin el candado bloqueándola. Supongo que muchos pescadores ni se plantean acceder al coto con su coche, ante el riesgo de que algún vecino de cierre el candado con su llave (cosa lógica y normal) y puedan verse en un gran aprieto, con el coche atrapado y lejos de cualquier núcleo habitado.
El inicio del tramo sin muerte (presa Benjach o "de Carburos") se encuentra a dos kilómetros a pie de Cal Rosal, y a uno y medio de la barrera sur. La barrera norte, impide el acceso rodado tanto a una cuarta parte de la zona de pesca tradicional (con muerte) del coto, como a la parte del tramo sin muerte que limita con el puente del antiguo ferrocarril, que está aproximadamente a setecientos metros de la misma. En el caso de querer pescar el tramo sin muerte, que de la presa del canal "de Carburos" hasta el tercer túnel del antiguo ferrocarril es de, aproximadamente, tres kilómetros...¡imaginad la paliza física que se lleva el pescador al que no le quede otra que ir a pie!. A día de hoy, gracias a Dios, pronto a cumplir 53 años todavía me puedo permitir estas largas caminatas (todo y que con un equipo no hecho para andar por caminos y pistas, sino por el río, que es cosa muy distinta), pero no quiero pensar en la exclusión que puede suponer, esta exigencia de forma física, para pescadores de edad avanzada, o que simplemente no tengan tiempo, por motivos familiares, laborables o simplemente por que no les da la gana, que en su derecho están, de machacarse yendo a correr o al gimnasio.

(CONTINUARÁ...)





JORNADA DE PESCA Nº 784


Sábado, 12 de marzo de 2016

Temporada 2015 - 2016 - Nº 19
Temporada de Salmónidos 2016 - Nº 1

Coto Intensivo del Pedret - LL03 A/B
Río Llobregat
Modalidad del ticket: sin muerte

Pescador Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 2 truchas arco-iris a ninfa


Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT Four - 9 pies - linea5
Línea: Adams WF 6 F
Carrete: Sage 4550

Climatología: soleado y frío, con temperatura negativa a primera hora de la mañana; mediodía y tarde soleados con temperatura primaveral.

Caudal: bajo.

Condiciones de vadeo: sin dificultad y sin ser preciso el bastón de vadeo, todo y que hay que tener cuidado con la acumulación de lodo en el lecho del río.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 17,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una fiesta eslava"
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1
Felix Draeseke

Concierto para violoncello y orquesta en "DO" mayor
Eugen d´Albert

Obertura sobre un tema de marcha militar española
Mily Balakirev

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN




.


martes, 8 de marzo de 2016

JP-783. UNA JORNADA PRÓLOGO DE LA NUEVA TEMPORADA, QUE NO RESPONDIÓ A MIS EXPECTATIVAS. Sábado, 05/03/2016



JORNADA DE PESCA Nº 783



La apertura de la peculiar temporada del coto intensivo de Ponts, en el Río Segre  (que se veda cada año el 1 de noviembre, sin dejar la alternativa de pescarlo sin muerte), suele ser un acontecimiento que muchos pescadores, mayormente los entusiastas de la pesca tradicional con cupos de truchas sacrificables, pero también bastantes pescadores partidarios de la pesca sin muerte,  ven como el prólogo de una nueva temporada que, por regla general, suele comenzar una, o como mucho dos, semanas después.
Como cada año, por estas fechas, hay muchas ganas acumuladas de pesca, sobre todo entre los que plegaron cañas y guardaron bártulos en el armario a finales del verano pasado o, como mucho, a mitad del otoño. Todo y que yo sigo yendo al río, principalmente a pescar truchas, todo el año (allí donde la Ley lo permite), entiendo perfectamente la pasión que se siente por volver a meterse en el río, y veo completamente normal que las aperturas de cotos intensivos y, sobre todo, las inauguraciones de las temporadas, se conviertan en todo un acontecimiento que, superando lo meramente deportivo y recreativo, deviene en todo un evento social que, de hecho es toda una tradición profundamente arraigada en nuestra cultura.
Todo y que soy de los que gustan de pescar con poca o ninguna compañía, la verdad es que me alegra mucho el ver tanta gente faenando en el río. Siempre he pensado que, lejos de ser una competencia no deseada, los demás pescadores son compañeros de afición, y cuantos más seamos practicándola (eso si, dentro de la Ley y con racionalidad) la misma nunca morirá.
Aunque lo que voy a decir ahora puede no gustar, o incluso levantar ampollas, lo voy a manifestar: creo que nunca estaremos, por lo menos en Catalunya, lo suficientemente agradecidos a lo mucho en positivo que han aportado los cotos intensivos a la pesca en nuestra Comunidad Autónoma. Y, sobre todo, los cotos intensivos con muerte.
De paso, y pese a quien pese, deberíamos estar igual o más de agradecidos a la existencia de la trucha arco-iris en nuestras aguas, pues la repoblación de las zonas de pesca intensiva, aparte de otras de pesca controlada en consorcio con ejemplares de esta especie, ha sido un factor clave para convertir, por lo menos hasta hace pocos años, Catalunya en un tan estupendo, como envidiable destino de pesca.
Los cotos intensivos han ofrecido, a lo largo de años, un marco inmejorable para que mucha gente se aficionase a la pesca deportiva de salmónidos sin necesidad de costosos desplazamientos, habida cuenta de que fueron ubicados fuera de las comarcas de alta montaña, esas que alguien ha definido como "trucheras",  en donde se intenta proteger a las "trucha fario autóctona". La existencia de estos escenarios, repoblados generalmente con truchas irisadas, aunque a veces también con farios de genética atlántica, no tan solo ha permitido acercar la pesca de la trucha a las clases populares, sino que también ha servido de revulsivo económico para algunas comarcas poco afortunadas como destinos turísticos, en las cuales la gran afluencia de pescadores ha revitalizado tanto la hostelería, como el comercio de artículos de pesca.
De un modo especial, los intensivos con muerte han servido para que, sobre todo por comodidad, un buen número de recalcitrantes de la pesca con coscorrón incluido se haya ceñido a predar de la cuba periódica, evitando así que hayan esquilmado, todo y contar con el beneplácito de la Ley, escenarios en ríos más sensibles a los efectos de la pesca con muerte, como pueden ser los cotos de temporada de las cabeceras de los ríos.
Además, por si fuera poco, dado la generosidad de las repoblaciones a lo largo de décadas, una gran parte de las truchas de los intensivos comenzó a colonizar tramos bajos de ríos, asilvestrándose y llegando a prosperar en los mismos, por lo que a fecha de hoy tenemos tanto zonas libres sin muerte, como cotos que, en teoría, son de ciprínidos, repletos tanto de truchas fario de tamaño trofeo, como de bravas irisadas que semejan a los míticos "Steelheads" (1), y todo ello sin tener que gastar una fortuna para pescar peces de tan majestuoso porte en destinos tan lejanos como Eslovenia, Patagonia o Khamchatka. Ya es bien curioso que, entre los detractores de la trucha irisada, hasta tal nivel de animadversión como para pedir su exterminio de nuestras aguas, se encuentren ciertos personajes, atrincherados en un ecologismo tan radical como hecho a medida de su conveniencia,  que se atreven a autodefinirse como "pescadores", los cuales van a pescar truchas de repoblación, generalmente arco-iris, fuera de nuestro país, mientras que aquí quieren impedir que los que no nos podemos permitir carísimos viajes podamos pescarlas.
Definitivamente, el declive de la pesca, la desafección de muchos pescadores hacia su afición, y la progesiva ruína de muchas de las actividades económicas que derivaban de ella, comenzó el día en que las autoridades, mal asesoradas por sectores del ecologismo radical, comenzaron a cargar tanto contra los cotos intensivos, como contra las repoblaciones con truchas arco-iris.
Si tenéis memoria, la primera vuelta de tuerca aquí en Catalunya, no ya a los intensivos, sino a todo el colectivo de pescadores, la tuvimos que soportar, tragando sapos y culebras con resignación, el día en que impusieron de un modo unilateral, por "ordeno y mando" (muy de acuerdo con la famosa "tradición democrática" de que tanto alardean nuestro país y sus respectivas Autonomías), la expedición de tickets exclusivamente por Internet, hecho este que motivó que muchos pescadores, sobre todo del colectivo de la "tercera edad", dejasen de pescar, completamente asqueados ante la imposición de tener que depender tanto de disponer de una máquina (ordenador) que posiblemente no tenían ningún interés en ni tan solo aprender a usar, como de depender de un programa informático de solicitud y pago de permisos farragoso, que a día de hoy sigue dando problemas y no pocos, que no entendían... por no hablar de un modo de pago monopolizado por un proveedor concreto de la banca, a través de un medio (tarjeta de  crédito) que despierta recelos por la facilidad con la que puede hacer al usuario, sobre todo a las personas mayores, víctima de pirateos y fraudes.
Envalentonados con el caso que les han hecho las autoridades en estos últimos años (las de Catalunya, desgraciadamente han sido pioneras en hacer caso a pijo-progres y ecologistas de salón), ahora los enemigos de la pesca, por muy travestidos de pescadores que algunos vayan, osan pedir la erradicación de las otras especies que, junto con la trucha arco-iris, forman parte de la columna vertebral de la pesca deportiva de nuestro país: la carpa y el black-bass. Y lo hacen, nada más y nada menos que con la famosa excusa de que son "especies alóctonas e invasoras" (ya veis, sobre todo la carpa, que lleva en nuestras aguas continentales desde los tiempos del Imperio Romano). Veamos, señores listillos, puestos a pedir que se pongan las cosas en su sitio, entonces, y por poner solo unos casos de eliminación de especies animales o vegetales invasoras, ¡démosle escopeta a los osos eslovenos introducidos en el Pirineo, y de paso a los lobos que han traído también de fuera!, ¡arranquemos de cuajo todos los eucaliptus de la Cornisa Cantábrica, pues provienen de Australia!, o ¡renunciemos al cultivo y comercialización del maíz, la patata y el chocolate por su origen Americano!. De seguir así, es probable que incluso la ONU tenga que hacerse cargo de las quejas de los indígenas del Nuevo Mundo, por los daños y perjuicios que los europeos les pudieron causar por introducir el caballo al otro lado del Océano Atlántico.    
Bien, queridos amigos. Finalizada mi indignada filípica inserta en este artículo, creo que ya es hora de ir hablando de pesca, todo y que en esta ocasión no es que tenga mucho de lo que hablaros.
Si de alguna manera tuviese que definir esta "jornada prólogo" de la temporada, esta sería de azarosa y "digna de olvidar". No eran ni las cuatro de la tarde y ya estaba cambiado de ropa y listo para ir a merendar. La jornada terminó, de un modo inesperado, cuando tuve el percance de resbalar en el río y darme un buen chapuzón, de los de gran magnitud: de esos que te mojas toda la ropa, hasta la interior, incluido el chaleco, terminando el mismo con todos sus bolsillos completamente inundados . Por suerte, esta vez (ya sabéis que soy muy proclive a darme chapuzones fluviales no deseados) tenía el coche a menos de cinco minutos de donde estaba ¿pescando?¿bañándome?, y eso me libró de pillar una buena galipandria.
Los muy buenos resultados, cuantificados en una notable pescata de hermosas truchas fario, de la última jornada en que visité el coto intensivo de Ponts, a finales de octubre del año pasado (2), me hicieron concebir muchas esperanzas de repetirlos en esta "apertura". Sin embargo, la cosa quedó en escasas capturas (tres truchas arco-iris de repoblación), repartidas irregularmente a lo largo de un día muy aciago en el que tuve que bregar con factores tan adversos como la masificación de pescadores, el caudal alto y un viento tremendamente molesto, sobre todo para el ejercicio de la pesca a mosca.
Pese a que el día anterior la información de los aforos en río del SAIH-Ebro daban para la salida del canal de Ponts unos escasos 4 m3/seg., nada más llegar de buena mañana y antes de cambiarme de ropa, los señores de la Confederación Hidrográfica abrieron el grifo y el Segre comenzó a subir hasta los 9 m3/seg. Este caudal, muy pescable y con el agua muy limpia, fue el que me encontré nada más comenzar a pescar, pero a lo largo de la mañana el caudal fue subiendo progresivamente hasta situarse en un pico de 18 m3/seg. sobre las dos de la tarde. Supongo que aquellos que comenzaron a pescar bien de mañana se debieron poner las botas a capturar truchas recién repobladas, pero lo que ya empezamos con la subida de caudal lo fuimos teniendo cada vez más complicado.
El día amaneció frío pero apacible. Todo hacía augurar una jornada plácida de sol y temperaturas ya primaverales, pero a eso de las once de la mañana se giró un viento de componente norte muy molesto, con ráfagas entre moderadas  y fuertes, que no cesó hasta bien entrada la tarde. Por añadidura, el viento trajo consigo gruesos nubarrones, que llegaron a cubrir completamente el cielo entre el mediodía y primera hora de la tarde (todo y que no llego a llover ni una gota), para llevárselos después y quedar una tarde soleada aunque todavía con demasiado aire como para pescar a gusto.
Descartado el pescar en la zona central del coto, entre las instalaciones de los kayaks  y la salida del canal, más que nada por la gran cantidad de gente que había pescando, me fui directamente a la desembocadura del Llobregós en el Segre, a ver si allí se gozaba de una relativa soledad. Al principio fue así, pero a medida que avanzaba el día incluso esa parte baja de la zona central del coto se fue llenando de pescadores, seguramente impelidos hacia abajo al estar abarrotado el tramo inmediatamente superior en donde, según comentan las "malas lenguas",  se limita la repoblación semanal.
La acción de pesca fue perdiendo tanto calidad como interés con el paso de las horas,  a medida que aumentaba el caudal e incrementaba el viento. Al principio, gozando de unas primeras horas de la mañana casi primaverales y con río amable, no dudé en pescar lo más ligero posible, lanzando una sola ninfa con la ayuda de la cola de rata, en espera de poder practicar más "jogo bonito" (tándem, mosca seca) hacia el mediodía. Sin embargo, la subida de nivel del agua y el viento me fueron obligando a echar mano de una acción de pesca cada vez más mas pesada y monótona, para terminar pescando lo más "al hilo" posible con dos ninfas ultrapesadas, con el fin de evitar que el viento me impidiera posarlas, o me dejase el bajo de linea hecho unos zorros de tantos enredos y nudos de viento.
El tema de las capturas también fue gris y anodino. Todavía pescaba ligero, nada más iniciar la acción de pesca, cuando ya capturé una irisada de las tan normalitas como muñonas que se suelen meter en la cuba para repoblar el río. A partir de aquí, pasaron casi cinco horas del más  absoluto aburrimiento hasta que, en poco menos de diez minutos picasen dos truchas más de la misma guisa, que acabaron en el salabre. Tras este corto episodio de actividad vino otra vez el mutismo de los habitantes del río, pero esta vez añadiéndose al tedio el tener que aguantar un auténtico vendaval.
Mi torpeza, seguramente fruto de una exceso de confianza , hizo que resbalase sobre una roca del fondo del río, demasiado lisa incluso para mis botas con amplias y gruesas placas metálicas, cuando estaba pescando con el agua casi por la cintura. Así pues, terminé literalmente arrastrado por el río; un accidente que hubiera podido tener no muy buenas consecuencias, de no ser que el mismo reflujo de la corriente me echó hacia la orilla, hacia la que pude escapar, en una tan ridícula como cómica postura entre el chapoteo y el gateo.
Como he dicho anteriormente, tuve la gran suerte de tener en ese momento mi coche a menos de cinco minutos del lugar de la inesperada inmersión. Apenas eran las tres y media de la tarde y dí la jornada por afortunadamente terminada, no sin agradecerme a mi mismo el ser  tan previsor como para llevar siempre en el maletero del coche un kit de ropa de repuesto, calzoncillos incluidos.
Mientras me quedaba casi en cueros en medio de la pista, y me secaba con una toalla vieja (incluida en el kit antes mencionado), reparé en un curioso detalle: colgando de una rama de un aliso se mecían, al fuerte viento de una tarde desapacible, un par de botas de vadeo que alguien debió de lanzar a la arboleda atadas, la una a la otra, por sus respectivos cordones. ¡Vaya! ¡que mal que está la pesca en estos últimos tiempos!. Hasta los hay quienes, asqueados de tantas trabas a nuestra afición, han decidido colgar las botas.    

   


(1) Reos de trucha arco-iris, o sea truchas migratorias de las cuencas del Océano Pacífico.
(2) Ver el artículo JP-766 del 17/10/2015, en este blog.





JORNADA DE PESCA Nº 783



Sábado, 5 de marzo de 2016

Temporada de 2015 - 2016 - Nº 18
Temporada de cotos intensivos de salmónidos  2015 - 2016 - Nº 12

Coto Intensivo de Ponts - Torreblanca S. M. - SE12 A/B
Río Segre
Modalidad del ticket: sin muerte

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 3 truchas arco-iris a ninfa

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Scott A2 - 10 pies - linea 6
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología: alternancia de nubes y claros, con ráfagas de viento entre moderado y fuerte; temperatura matinal fría, con aumento progresivo de la misma a partir del mediodía, aunque sin sobrepasar los 15 º C.

Caudal: medio-alto (18 m3/seg.)

Condiciones de vadeo: vadeo complicado, incluso con el uso de bastón..

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 15,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta, Op. 3
Moritz Moszkowski

"En Bohemia"
Obertura sobre un tema de marcha militar española
Mily Balakirev

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta en "DO" mayor
Carl Czerny

Concierto para violín y orquesta en "SOL" menor
Carl Reinecke



Ferran RUBINSTEIN



Líneas Tensas!