"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 13 de junio de 2015

JP-746. REVIVIENDO LOS VERANOS DE ANTAÑO EN FONT VIVA. Sábado, 13/06/2015


La mayor parte de mis jornadas de pesca en Ripoll, son intentos inconscientes de revivir los tiempos dorados del antiguo coto sin muerte de Font Viva.

Pescando a mosca, la acción de pesca de esta jornada estuve protagonizada por truchas muy activas en las corrientes, que no dieron tregua al tandem de seca y ninfa triunfador del día: tricóptero de pelo de ciervo y perdigón rojo encendido.
En el exiguo tramo del Freser, del que antaño fuera el coto sin muerte de Font Viva, fue donde se concentró la mayor parte de mi acción de pesca en esta jornada, en la que la pesca en corrientes, recibiendo la mayoría de las picadas en las derivas aguas abajo de mi posición, fue la gran protagonista.



JORNADA DE PESCA Nº 746


En esta segunda jornada de pesca del mes de junio, plenamente estival, todo y que la llegada del verano astronómico está aún a casi dos semanas vista, he tenido la suerte de compartir río y peces en Ripoll con mi amigo Dmitriy Girshin, ese excelente pescador ruso de lance ligero, con el que hemos formado una sociedad mixta de aventuras de pesca a mosca y spinning, a la que hemos bautizado jocosamente "Forel Kommando" (1). Para Dmitriy, Ripoll y sus dos ríos (el Ter y el Freser) son sinónimos de pesca tan productiva como divertida, siendo tanto el coto de Ripoll-Campdevànol, como la zona libre de Ripoll unos de sus escenarios de temporada favoritos. Por mi parte, siendo como soy un hombre siempre anclado en la nostalgia y el pasado, cada dia estoy mas convencido de que mis jornadas de pesca en los ríos de esta ciudad, cuna de Catalunya y puerta de entrada principal al Pirineo Oriental, son, cada día más, intentos inconscientes de revivir las fabulosas jornadas del antiguo coto sin muerte de Font Viva, hoy en dia desaparecido, y que fue, a lo largo de los años centrales de la década pasada, uno de mis cotos de temporada predilectos, en donde tuve la suerte de vivir jornadas de pesca simplemente gloriosas, tanto en abundancia y calidad de capturas, como en emociones
Este verano anticipado y desubicado en el calendario astronómico, sigue su curso sin visos de retornar a una situación climatológica primaveral. De hecho, a las altas temperaturas que venimos soportando desde principios del pasado mes de mayo, se ha unido un fenómeno tan veraniego como es el de las tormentas. A lo largo de la semana pasada, han caído auténticos diluvios de agua y granizo en algunas localidades de la zona Pirenáica y de la Catalunya Central (los más destacables, los más de 100 l/m2 en Berga y Olot). Sin embargo, y de un modo también típicamente estival, esta actividad tormentosa ha sido, a la vez, de corta duración y de distribución muy irregular, de tal manera que mientras en algunas localidades los bomberos no han dado abasto a achicar agua de bajos y garajes, en otras situadas a apenas diez kilómetros de distancia no ha caído ni una gota. Este fue el caso de Ripoll y de los valles de la cabecera del Ter ydel Freser, en donde apenas si cayó algún breve chaparrón, mientras que en otras poblaciones pirenaicas se desbordaron torrentes y arroyos. Quizás, fue por esta peculiaridad en la distribución de las lluvias, que nos encontramos los dos ríos que confluyen en Ripoll con un caudal muy bajo (2), pero de agua muy limpia, prueba de que por lo menos en las anteriores veinticuatro horas apenas si hubo precipitación superior a las décimas de litro por metro cuadrado. 
Siguiendo la tónica de la semana, a nivel meteorológico, este día de pesca en la capital del Ripollés obedeció a lo caótico y errático de la climatología veraniega. Llegamos a Ripoll  con amenaza de lluvia y temperatura fresca, pero al poco de comenzar a pescar salió el sol y la temperatura subió rápidamente. A primera hora de la tarde, los nubarrones, que en esta ocasión venían de Osona, en dirección sur, cubrieron el cielo y hubo un gran concierto de truenos acompañado de un poco de aparato eléctrico. Mucho ruido, y pocas nueces, pues apenas si cayeron cuatro gotas mal contadas antes de que la nubosidad pasara rápidamente, saliera de nuevo el sol, y al ascenso de la temperatura se sumase una fuerte sensación de bochorno.
Justo acababan de abrir la pastelería de enfrente del famoso Monasterio de Santa María, que Dmitriy y yo ya estábamos desayunando croissants y ensaimadas de nata, y era un poco más de las nueve que acabábamos de montar aparejos y nos íbamos para el río.
En esta ocasión, Dmitriy decidió pescar las zonas más meridionales del coto, en las afueras de la ciudad, comenzando la acción de pesca cerca de la Colonia Santa María, y subiendo hacia el casco urbano por la Colonia Agafallops y puente del Castell de l´Adrall. Por el contrario, yo preferí quedarme en los límites de lo que fue mi querido y añorado coto sin muerte de Font Viva, pescando primero un corto tramo de la zona libre sin muerte del Ter, para pasar después a hacerlo la mayor parte de la jornada en el exiguo tramo del coto del Freser, que queda entre el jardín botánico y el puente del paso a nivel.
La elección de Dmitriy resultó excelente, pues acabó haciendo una muy buena pescata, y no solo de truchas: 24 pintonas de diversos tamaños, 1 bagra y 1 barbo colirrojo. Tampoco voy a entrar en detalles de lo que fue el devenir de su jornada de pesca, pues lo podéis leer en su blog "A Spinning por España" (todo y que está en ruso, siempre podéis utilizar un traductor automático de entre los que están disponibles en Internet) La mía, a priori puede parecer que no fue tan buena, dado que no capture tantos peces (11 truchas fario, en salabre), pero la verdad es que la jornada resultó muy entretenida, y me permitió darme el gusto de viajar a un pasado del que tengo muy gratos recuerdos.
De todas maneras. y si os he de ser sinceros, el hecho de que los resultados, en forma de capturas, de Dmitriy casi tripliquen los míos no se debe a que el spinning sea más productivo que la mosca; se deben fundamentalmente a que Dmitriy es muy buen pescador de lance ligero, mientras que yo, como mosquero, soy bastante mediocre, por decirlo de una manera bastante piadosa.      
El hecho de que ambos ríos bajasen muy magros de caudal, exigió una pesca lo más ligera posible. Esto, unido a que la mayor parte de tramos tienen anchura suficiente, y no hay demasiados sectores emboscados, permitió que me pasase la mayor parte del día lanzando (bien fueran tandems o moscas secas), en vez de condenarme a una aburrida pesca al hilo a golpe de muñeca, disfrutando así de la esencia misma de la pesca a mosca, del hecho que la hace realmente tan diferente de otras modaliades, y que no es otro que el fly-casting.
Como de antemano sabía que ir en verano a Ripoll es sinónimo de pesca a mosca ligera, y sabedor también de que el recurso del tandem de seca y ninfa iba a ser muy utilizado, como así fue, equipé mi caña Vision GT Four con una línea del 6, en vez de la del 5 para la cual está diseñada, lo que me permitió lanzar secas voluminosas y tandems, con incluso mayor solvencia que con la linea original (hechos los oportunos ajustes al bajo de línea, claro está). Al igual que sucede con otra de mis cañas de línea 5, la Grauvell Titanium, creo que el modelo que tengo de Vision lanza mucho mejor, más lejos y con menos esfuerzo con una línea un calibre por encima del indicado por el fabricante.
El principio del día no fue nada fácil, pues en la zona en que probé, para comenzar, no tuve ni una picada a la ninfa en las corrientes. Más pronto de lo que esperaba, en un gran parado de agua, hubieron cebas esporádicas, y lo intenté a seca, también sin éxito. Creo que le dediqué un tiempo excesivo a esas truchas resabiadas y difíciles, pues a las diez y media aun no había tenido ni una picada. Momento de recapacitar, de tragarse el orgullo, y de cambiar de zona para probar suerte en otro lado, que el día es muy largo, y peces hay en el río. Además, sabed que la historia de los bolos más crueles está llena de pescadores que creían saber demasiado, y de sus asedios cansinos e infructuosos a las fortalezas líquidas de truchas que se han empeñado en comer algo que no está en su caja de moscas.
No fue hasta cambiar de zona, e incluso de río, cuando mi suerte comenzó a cambiar, y no fue hasta que comencé a pescar del modo menos ortodoxo posible que no comencé a capturar peces. Viendo que no había manera de obtener picadas pescando de cara a la corriente, pasé a hacerlo a la française, o sea lanzando el tandem aguas abajo. Y fue en esa deriva baja cuando las truchas se interesaron por un combinado de imitaciones que hizo estragos: un simple tricóptero de pelo de ciervo, y una pequeña ninfa de tipo "perdigón¨" de color rojo encendido. En la deriva baja, todo lo que antes, pescando de un modo más "convencional" era apatía, o como mucho algún ataque esporádico y sin convicción, se transformó en furia y agresividad: las pintonas de las corrientes se volvían locas por la danza del tricóptero y el perdigón dando saltos y dragando descaradamente en la lámina superficial de agua. La apatía ante una deriva lógica y ordenada, en un tempo rayano al Andante o, como mucho, al Allegro Moderato, terminó tan pronto las imitaciones se pusieron a bailar una alocada polka schnell digna de los Strauss vieneses. 
Quizás la peor decisión que tomé a lo largo de la jornada, fue el no volver a darle un repaso a las vigorosas corrientes de los tres puentes (ferrocarril, calle del paso a nivel y peatonal), pues seguro que hubiese capturado más peces. En vez de esa apuesta por lo seguro, preferí gastar la última hora y media tentando, de nuevo a mosca seca, las truchas del parado de agua de la zona libre sin muerte del Ter, en donde había comenzado a pescar por la mañana. 
Sinceramente, no se ni lo que comían, porque no fui capaz de de ver emergencia de mosca acuática alguna. Como mucho, y como suele ser habitual en las aguas paradas con cierto nivel de sedimento, pululaban unos dipterines a los que identifiqué como quironómidos. 
Me dieron julepe, esas truchas, y me lo dieron bien dado, pues ni con la imitación de la pequeña mosquita, ni con imitaciones de emergentes varias conseguí mas que una picada, tan rápida que no me dio tiempo a clavar... y nada más.
Justo cuando había divisado una insolente carpa nadando tranquilamente casi a tocar de mis pies, llegó Dmitriy y me sorprendió en mis infructuosos intentos de pescar a ceba vista. El hombre estaba muy cansado, tras una larga caminada remontando río bajo el sol, y decidimos que ya era momento de reponer fuerzas con otra visita a la pastelería.
Antes de salir del agua, Dmitriy me dejó su caña de spinning e hice unos cuantos lances para ver si me acordaba de pescar a cucharilla. La verdad es que me tuvo que llamar la atención por dejar demasiado hilo suelto antes de lanzar. Mi mano izquierda siempre anduvo buscando algo que era distinto (una linea que traccionar, en vez de la manivela del carrete). Además, fue de un pelo que no envío su cucharilla ondulante "Daiga", de fabricación ucraniana, a los árboles de la orilla de enfrente, pues la de Dmitriy es una muy buena caña de spinning, de las que lanza señuelos muy ligeros con el mínimo esfuerzo. Esta visto que si algún día me da por pescar a lance ligero, bien sea con cucharillas o con buldó, necesitaré un pequeño curso de reciclaje. De momento, no tengo planes de hacerlo para pescar en el río, pero... otra cosa es en  el mar, a donde espero volver a pescar, tras una larga ausencia, este verano. Y para pescar allí, en el Reino de Neptuno, no pienso invertir en ningún equipo de mosca específico adicional, teniendo como tengo, muertos de risa en mi armario trastero pero en perfecto estado de conservación, cañas, carretes y señuelos de mi época de pescador de black-bass, que piden a gritos que les den una oportunidad, ni que sea llenándose de sal, además de una estupenda caña Adams de 9 pies para línea ocho que está loca por lanzar streamers contra las olas.     



PD - Por si no lo habéis notado, vuelvo a disponer de cámara de fotos. A ver cuanto me dura esta.



(1) En ruso, "Comando Fario"
(2) Aguas abajo del aforo de Ripoll, con el Freser ya desembocado en el Ter, según datos del ACA bajaban 8 m3/seg este sábado 13/06/2013.



Mi amigo Dmitriy Girshin, un excelente pescador de lance ligero ruso, disfrutó al máximo de las truchas activas de Ripoll, e hizo una pescata escandalosa, que triplicó en resultados a la mía, que tampoco fue nada mala. No es que el lance ligero, como modalidad, sea mejor o peor que la pesca a mosca; simplemente Dmitriy es un muy buen pescador de spinning, y yo soy un mosquero poco menos que mediocre, por decirlo de un modo piadoso.


Tras la merienda, de pastelería por supuesto, siempre viene bien dar un paseito, y mas en una ciudad con tanto encanto como Ripoll.




JORNADA DE PESCA Nº 746


Sábado, 13 de junio de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 27
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 12

Coto de Ripoll - Campdevànol S. M.
Ríos Ter y Freser

Pescadores:
Dmitriy Girshin
Ferran RUBINSTEIN

Capturas:
Dmitriy Girshin: 24 truchas fario con cucharilla, 1 barbo colirrojo con cucharilla y 1 bagra con cucharilla.
Ferran RUBINSTEIN: 6 truchas fario a ninfa, 4 truchas fario a mosca seca y 1 trucha fario con mosca ahogada.

Equipo de pesca a mosca (solo Ferran RUBINSTEIN)

Caña: Vision GT four - 9 pies - linea 5
Linea: Adams 6 WF  - flotante
Carrete: Adams

Climatología: muy variable, con alternancia de sol y nubes e incluso un amago de tormenta, sin apenas precipitación, a primera hora de la tarde; temperatura fresca a primera hora de la mañana, y calurosa con fuerte sensación de bochorno a partir del mediodía.

Caudal: bajo (8 m3/seg., según datos del ACA, aforo de Ripoll aguas abajo de la desembocadura del Freser en el Ter).

Condiciones de vadeo: vadeable sin dificultad, y sin ser necesario el uso del bastón de vadeo, aunque si recomendable.

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Hora de finalización de la jornada; 17,00 h.

La música de hoy:

Sin audiciones, debido a que Dmitriy y yo hemos aprovechado los viajes de ida y vuelta para hablar, sobre todo de pesca. Todo y así, han sonado como música de fondo obras de Raff, Glazunov y Reinecke.


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN..

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