JORNADA DE PESCA Nº 642.
Hace cerca de diez años, en el verano del año 2003, visité por primera y única vez el coto de Alós de Balaguer, en el río Segre, con mi amigo Francesc. Aquel día nos hinchamos de pescar, sobre todo a mosca seca. Según los datos de mis diarios de pesca, hice 54 capturas, y Francesc aún más. En aquella jornada calurosa y en un río bajo mínimos de agua nos pusimos las botas de pescar bagras, pero de truchas ni vimos ni capturamos.
Se ha hablado y se habla poco de este coto intensivo de poniente, eclipsado siempre, en tierras del Segre, por la poderosa sombra de Oliana y Alfarràs, pero recientemente ha vuelto a suscitar el interés de la parroquia mosquera a raíz de una serie de vídeos que una productora de reportajes sobre pesca ha realizado sobre el mismo y sus "truchas trofeo".
Finalmente, picado por la curiosidad, y espoleado por las buenas referencias sobre este escenario aportadas por mi amigo Carles Vivé, que suele visitarlo con frecuencia y pesca con asiduidad este tramo del Segre desde hace más de veinte años, decidí darle una nueva oportunidad este sábado.
Febrero, suele ser para mi mes de bolos. De hecho, el último en mi haber fue tal mes pero del año pasado, todo y que aquel me lo gané a pulso, yendo a pescar a un Pedret sin repoblación alguna a 4 grados bajo cero. Mirando estadísticas de años anteriores y viajando hacia atrás en el tiempo, este corto mes suele ser, por lo menos para mi, uno de los peores para pescar de siempre.
Tarde o temprano tenía que llegar, tras haber rozado el desastre en Alfarràs a finales de Diciembre, y haber salvado un par de jornadas tristes en Anglès al encontrar libre el "rincón de siempre suben". Este sábado he ido a hacer el bolo en mi retorno a Alós de Balaguer, por lo que diez años después sigo sin haber podido tocarles las escamas a alguna de sus enormes y preciosas truchas, a fe de lo que se ve en los vídeos.
No soy nunca partidario de buscar excusas de mal pagador, pero si existe algún consuelo al bolo de ayer, todo y que lo lamento, es que no fue en solitario. Mi amigo Carles también lo padeció en sus propias carnes. Y ya os digo que un día de pesca ha de ser muy malo, las condiciones han de ser muy adversas y las truchas estar muy apáticas para que Carles, uno de los mejores y más experimentados pescadores de truchas a mosca que conozco, se quede sin ensalabrar una pieza.
Todo y la persistente niebla matinal, que no se disipó hasta bien pasadas las diez de la mañana, y aparte del paso de alguna nube alta ocasional antes del mediodía horario, las jornada fue soleada aunque decididamente fría. A las una y media de la tarde, o sea pasada media hora del mediodía solar, Carles hizo una lectura de temperaturas: la del ambiente 9º C, la del agua 3º C.
Nada más llegar al río, pertrechado para el ejercicio de la pesca, a eso de las diez y cuarto de la mañana, tuve bien claro que iba a ser un día de pesa muy difícil y que nada iba a ir según lo que me esperaba: en vez de encontrarme con un amable río de bajo caudal, todo y tratarse del siempre poderoso Segre, bajaba un buen aluvión de agua, y bastante fría, por cierto. A lo largo del día, el caudal del río sufrió un par de oscilaciones más: a media mañana bajó sensiblemente, pero hacia las dos de la tarde volvió a subir cerca de los niveles de la mañana, para volver a descender a eso de las cuatro. O sea, que "la mano que maneja la compuerta" volvió a hacer de las suyas como viene siendo habitual de un tiempo a esta parte Oliana.
Mi amigo Carles se unió a la acción de pesca pasadas las doce del mediodía, dado que había aprovechado el viaje para ir a desayunar con unos amigos suyos de Agramunt. Nada más ver el río, ya tuvo la misma impresión que yo: que iba a ser muy difícil tocar escama. Hacía una semana, habia estado pescando el coto, el río bajaba perfecto para pescar a seca e hizo una muy buena pescata. Sin embargo, a mitad de la semana pasada volvió y se encontró con el mismo panorama de este sábado. Por el motivo que sea, pero seguramente debido al trasvase continuo de agua entre pantanos para ir haciendo previsiones de acopio del agua que bajará con el deshielo, los señores de las presas de Oliana y Rialb no dejan de tocar los mandos de la compuertas.
En el rato que estuve pescando antes de que llegase Carles, sólo había tenido una picada a la ninfa , aguas abajo y en mi propia orilla, de "algo" que se desclavó enseguida: apenas pude ver un relámpago plateado bajo el agua. Nada más empezar a pescar, a las primeras de cambio, Carles revolcó una trucha que se le escapó en menos de dos coletazos. Como no hay dos sin tres, a eso del mediodía solar, cuando se suponía que aquello debería de ser un festín de truchas cebándose, fui yo quien volví a revolcar un pez, pero me duró la alegría tan poco como a Carles: lo poco que picaba lo hacía con mucha desgana. Y a partir de aquí, se acabó la escasa historia del día.
Huelga decir que, viendo el panorama, empezamos y acabamos el día pescando a ninfa. No hubo ni el más mínimo indicio de que subiesen a la seca, ni vimos trucha alguna cebándose en horas.
Como suele suceder en estos días negados. Anduvimos mucho e intentamos muchas cosas. A primera hora de la tarde, aprovechando que parecía que el nivel del río bajaba, apostamos por la siempre socorrida estrategia de un cambio radical de escenario. Cogimos los coches y nos fuimos a la otra punta del coto, pero esto no cambió para nada la situación,
Todo y que Carles se matuvo fiel pescar largo con una sola ninfa, yo también lo probé en corto, y tungstenizado bastante las ninfas, por aquello de que las truchas podían estar pegadas a las piedras con loctite. Por supuesto nada cambió; bueno si, que perdí un par de imitaciones. Reconozco a toro pasado, que no recurrí a pescar con pompones y otras atractoras, aunque creo que poco o nada hubiera podido influir en el resultado de la jornada.
Como no picaban, y como suele suceder cuando esto pasa, Carles y un servidor fuimos matando el tiempo, aparte de en andar y zurrar el río, en explicar historias y anécdotas de pesca, y esto hizo que la jornada no fuera terriblemente aburrida. Como siempre que pescamos juntos nos lo pasamos muy bien explicando historias de pesca y elocubrando teorías sobre la misma. Esta continua tertulia hizo que las horas pasasen tan rápidas como cuando los peces son presa de una frenética actividad, y así de este modo llegaron las cinco de la tarde, la hora en que decidí salir del río definitivamente para cambiarme y recoger bártulos, con el tan pobre balance de tres picadas para dos pescadores y ni una sola trucha en el haber de ninguno.
Carles aún se quedó a pescar un rato más, con la esperanza de que al anochecer hubiese alguna actividad por arriba en alguno de los rincones de "tarde o temprano suben" que el conoce bien en este coto. Yo, por mi parte me fui directo a Ponts a merendar crêpes calientes en una crêperie que han abierto recientemente.
Poco antes de ponerme a redactar este parte de pesca, Carles me ha llamado para informarme de como le fue. Pasadas las seis de la tarde, y en uno de esos "puntos calientes", terminaron subiendo cuatro truchas mal contadas ante las que hizo desfilar una auténtica pasarela de moscas, obteniendo a cambio la más absoluta indiferencia por parte de los peces: ni tan sólo un mísero rechace. Lo dicho, y ahora aún más corroborado: un día absolutamente muy difícil para pescar.
Todo y el mal día de pesca, el de Alós de Balaguer es un coto precioso situado en un enclave natural maravilloso. Pese a las hazañas gloriosas de los numantinos, fueron los romanos los que ganaron la guerra, dada su perseverancia y su fe inquebrantable en la victoria, algo que ya padecieron antes muchos pueblos, incluidos los poderosos cartagineses acaudillados por el temible y astuto Aníbal. ¡Ave César! Pronto volveré a enfrentarme con el desafío de este bello rincón del gran río Segre.
Un caudal inesperadamente alto, con varias oscilaciones a lo largo del día pudo ser el causante del bolo de este sábado en Alós de Balaguer |
JORNADA DE PESCA Nº 642.
Temporada 2012-2013 - Nº 15
Temporada de Cotos Intensivos de Salmónidos 2012-2013 - Nº 15
Coto Intensivo de Alós de Balaguer S: M.
Pescadores:
Carles Vivé
Ferran RUBINSTEIN
Capturas:
Carles Vivé: 0
Ferran RUBINSTEIN: 0
Climatología:
Soleado y frío.
Hora de inicio de la jornada:
Ferran RUBINSTEIN: 10,15 h.
Carles Vivé: 12,15 h.
Hora de finalización de la jornada:
Ferran RUBINSTEIN: 17,00 h.
Carles Vivé: 18,45 h.
La música de hoy:
Viaje de ida:
Sinfonía nº 3
Anton Rubinstein
Fantasía sobre temas polacos
Ignacy Paderewski
"Danzas de Galánta"
"Danzas de Marosszék"
Zoltan Kodály
Rapsodia para Violín y Orquesta nº 1
Bela Bartók
Viaje de vuelta:
Concierto para piano y orquesta nº 3
Concierto para piano y orquesta nº 4
Carl Reinecke
Obertura de "El Buque Fantasma"
Preludio del Acto I de "Lohengrin"
Obertura de "Los Maestros Cantores de Nüremberg"
Richard Wagner
Introducción y Allegro
Edward Elgar
Líneas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.