JORNADA DE PESCA Nº 593
Estrictamente hablando de pesca, poco o más bien muy poco dio de si esta última jornada del año en curso. Una salida que bien me podría haber ahorrado, a tenor del tremendo resfriado que arrastro desde hace unos cuantos dias, y que seguramente he pillado debido a los constrastes térmicos entre madrugadas muy frias y mediodías realmente bonancibles. Sin embargo, y aprovechando que aún me quedan unos cuantos dias de vacaciones por gastar, uno no se resigna a no decir adios a estas benditas truchas del Pedret, que tan buenos ratos me han hecho pasar este otoño, sin verles la cara por última vez en lo muy poco ya que queda de año: un tiempo ya más corto que el rabo de una boina.
La mañana, brumosa y helada, dio paso a un mediodia luminoso y a una tarde soleada, pero también fria.
Hace menos de una semana, el sábado pasado para ser más concretos, paseaba también por el Pedret, pero esta vez equipado con mi mochila y mis botas de montaña, y en compañía de mis amigos Dani y Lluis, del centro excursionista, rumbo a la ermita de Sant Miquel de les Canals. Ya entonces, y al igual que en este martes después de San Esteban, me dí cuenta de lo bajito que baja el rio, y lo clara y limpia que fluye el agua, incluso por debajo de la salida del canal de carburos: es la “calma chicha” de cada invierno, una época en que en teoria las truchas tendrían que estar frezando, y los pescadores haciendo moscas a la vera de la chimenea, pero que gracias a la legislación y a la catalogación de Pedret como tramo intensivo, sigue siendo hábil para el ejercicio de la pesca, siempre y cuando el pescador sea tan aguerrido como para soportar el intenso frio del Berguedà, y bastante benévolo con las escasas repoblaciones y la aún más escasa actividad de las pocas truchas que quedan en los intensivos por estas fechas.
Toda la jornada se podría resumir en un larguísimo paseo, entre estornudo y estornudo, y arrastre de mocos contínuo, a la vera del rio, mirando más que pescando, y al acecho de culaquier indício de actividad. Quizás hubiera pescado algo más de “tugstenizar” mi equipo y dedicarme a rascar pozas sin parar, pero la verdad es que lo que menos me apetecía en este último dia del año era pescar tan pesado, y preferí pasear y acechar truchas activas, mientras recordaba tantas y tantas jornadas en este coto que es un poco como mi casa, en lo que a pesca se refiere.
Hacia el mediodia, me encontré con mi amigo Josep Canturri, guardia honorífico del coto, y estuvimos un rato de tertulia bajo el sol. También el ha oído hablar de esos rumores que circulan por foros y mentideros diversos de la pesca con o sin mosca, y que predicen el retorno a las repoblaciones con trucha fario. Asimismo, corren también rumores de la creación de un nuevo sin muerte en Pedret, que iría desde el puente románico hasta el muro de la presa de La Baells. Todo ello son rumores, nada oficial, pero ya sabéis lo que dice el refrán: “cuando el rio suena, agua lleva”.
Casi a las tres de la tarde, cuando ya estaba realmente fatigado de tanto andar, y sobre todo de tanto toser, dí por fin con un rinconcito del rio en donde ¡oh, milagro milagroso! se veían algunas cebas esporádicas. Realmente costó un tanto convencer a esa trucha de ceba errática de que tomase mi sempiterna efémera de CDC, pero finalmente sucumbió al engaño: una trucha arco-iris que debía llevar algún tiempo en el rio, pues las aletas ya no eran muñonas, aunque no tenían la misma longitud que las de la veteranas que he estado sacando a lo largo de este pasado otoño.
Cuando pensaba que había tocado escama y evitado el bolo a hora tan tardia como pasadas las tres de la tarde, otra ceba me hizo ver que quizás aún quedaban truchas en ese rinconcito, por lo que seguí perseverando, tras el oportuno secado de la mosca con el “método de la goma de papelería”, y obtuve una segunda trucha de tanto perseverar: otra arco-iris de las mismas características, y que fue la última trucha de este año en entrar en mi sacadera, previa liberación del pez, pues aunque seguían habiendo truchas activas, lo único que conseguí en casi una hora de pesca más, fue revolcar dos truchas más, la primera una “no identificada” a la que sólo logré rozar el morro, y otra más, un bicho bastante grande, una arco-iris asilvestrada, que se zafó de la mosca en la primera embestida.
Dicen que bien está lo que bien acaba. Por una parte, el año ha terminado para mi de un modo satisfactorio y divertido, pescando a seca con éxito en un dia muy frio y con los peces muy poco activos, en el Pedret de mis mejores recuerdos. Por otra parte, y tras una vuelta a casa un tanto anodina, sin merienda pastelera ni ningún fasto adicional, una llamada perdida a mi móvil me avisó de que mi nuevo coche ya estaba matriculado y listo para ser recogido en el concesionario al dia siguiente. Así pues, este frio y poco activo dia de pesca, ha constituido el digno colofón a la colaboración de mas de trece años entre mi Daewoo Lanos y yo. Espero vivir muchas aventuras de pesca a bordo de mi nuevo coche a partir de ahora, pero mucho se tendrá que esforzar el nuevo vehículo para superar el altísimo listón que deja el anterior: más de trece años y más de 210.000 kms sin ningúna avería, llevándome sin descanso por cómodas autopistas, sinuosas carreteras y pistas pedregosas llenas de baches hacia esos rios en donde habitan mis sueños como pescador.
TEMPORADA 2011 - 2012 - Nº 12
Martes, 27 de Diciembre de 2011
TEMPORADA DE COTOS INTENSIVOS DE SALMÓNIDOS 11-12 – Nº 12
Coto del Pedret
Rio Llobregat
Capturas: 2 truchas arco-iris a mosca seca.
Pescador: Ferran RUBINSTEIN
Climatología: soleado y frio.
Hora de inicio de la jornada: 10,30 h.
Hora finalización jornada: 16,15 h.
La música de hoy:
Viaje de ida:
Sinfonía nº 6
“El Bosque”
Alexander Glazunov
Viaje de vuelta:
Concierto para violín y orquesta nº 2 “en estilo húngaro”
Joseph Joachim
“Andante” (Op. 69, Nº 2)
Giuseppe Martucci
“Cortejo Solemne”, Op. 91
“Cortejo Solemne”, Op. 50
Alexander Glazunov
Lineas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.