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sábado, 16 de julio de 2011

JP-575. COTO DE ORDINA - RIPOLL. Sábado 16/07/2011




















JORNADA DE PESCA Nº 575

La jornada de pesca de este sábado de la Virgen del Carmen en el Coto de Ordina de Ripoll podría resumirse con el simple adjetivo de paradójica. Ha sido un dia de muy pocas capturas, pero de intensa diversión. ¿Y eso, como se come?, pensará más de algún “sobrao”. ¿Es eso posible?, se preguntará más de algún neófito.
Vayamos por partes: la pesca fue pobre en lo que al balance de peces metidos en la sacadera se refiere. Aunque yo, y supongo muchos otros pescadores amantes de decir la verdad y no engañarse a si mismos, y supongo por ende, otros pescadores acostumbrados a la siempre “plaza dura” de Ordina, consideremos que cuatro truchas y un barbo son un buen botín, siempre los habrá que pensarán que este resultado “estando en pleno verano y para ese rio” es un auténtico fracaso.
En fin, que cada cual ve la botella medio vacía o medio llena, según su nivel de optimismo, pero esto no tiene que ver para nada con la diversión, término este subjetivo, dificilmente cuantificable y de absoluta relatividad. Para mi, este sábado ha sido muy divertido porque ha habido una gran actividad por parte de los peces: he fallado muchas clavadas, he revolcado un buen montón de truchas e incluso he tenido un buen montón de rechazos a mis imitaciones. Por tanto, el hecho de pescar tan mal, de estar tan torpe o de elegir tan mal mis señuelos, no conlleva que no me lo pasase bien: es más, cada captura de las pocas que conseguí ensalabrar antes de soltarla me proporcionó una satisfacción enorme, viendo el gran desafío de este dia de verano y “en un rio como este”.
Aprovecho la ocasión, para matizar que por lo menos para mi, un pez capturado es todo aquel que termina bien en nuestro salabre o en nuestra mano (si pescamos sin salabre), antes de extraerle el anzuelo de la boca. Y fijaros bien, que digo “de la boca”, porque capturé una trucha con ninfa prendida en el lomo, y otra con la mosca seca clavada en las agallas. Evidentemente, eso son peces cogidos “al robo”, y no los contabilicé como capturas, pues es obvio que su intención no era picar. Es más, para ser honestos, la clavada seguramente se habrá producido como consecuencia de una acción de rechazo.
Mientras me cambiaba para el agua, tras recuperar la sana costumbre de desayunar sin prisas leyendo la prensa, he podido disfrutar de esas sensaciones “tan Ripoll”, y que a veces ni percibimos debido a lo enfrascados que estamos con lo que tenemos entre manos: El frescor de primera hora de la mañana , el tintineo de los cencerros de las vacas en un prado cercano al aparcamiento y el traqueteo del tren por la via...
Los primeros compases de la jornada han sido el único, y por suerte breve, periodo aburrido de la misma. Las corrientes de la parte baja del coto, bajaban con una alegria insual para un mes de Julio. Toda una buena noticia, pero de picadas ni una por lo menos en un una hora entera de reloj.
Viendo la poca actividad, he decidido jugar la baza de ir a pescar el tramo que hay entre la salida del canal de la hidroeléctrica y la Font del Roser. Mientras andaba el camino, el agente de Catalana Forestal ha cumplido con su obligación de pedirme el ticket, y he tenido ocasión de charlar un rato con un señor bastante mayor que estaba pescando a cebo, arte este permitido en este coto.
El señor, que manejaba una caña de pulso, ha quedado incluso sorprendido de que un “mosquero” no se mostrase hostil hacia su estilo de pesca, e incluso defendiese que hubiese zonas específicas en donde practicarla, y aún más cuando le he dicho de que la pesca sin muerte es para mi una elección, pero para nada la considero una imposición. Es más, fuera de las reservas genéticas creo que deben seguir existiendo cotos “tradicionales”, o sea extractivos, siempre y cuando se cumpla correctamente la orden de vedas y se respeten los cupos. Ha sido entonces, cuando el buen hombre se ha abierto, y me ha hablado de lo arrogantes que son muchos mosqueros, y de lo mucho e innecesariamente que, siguiendo el mal ejemplo del caballo de Atila, pisan el rio, no importándoles que haya incluso alguien pescando previamente una postura. La verdad es que no he podido dejar de darle la razón, pero siempre matizando que no siempre todo aquel que lleva una caña de sedal pesado y se calza un vadeador es un auténtico mosquero, por más que así de disfrace, y máxime cuando hay tanto “orco” que viendo la productividad de la pesca a mosca, se ha pasado con armas y bagajes a esta modalidad, pero con fines puramente depredadores. Por lo que hace a la soberbia y a la arrogancia, esas son actitudes humanas, propias de las personas que no de los colectivos, y por lo tanto hay tantos soberbios y arrogantes ente los pescadores, como entre los cazadores, los montañeros, los ciclistas, los buscadores de setas o los jugadores de fútbol sala. En definitiva, la profesión o la afición no te hacen mejor persona: eres la persona que eres, y a partir de aquí te gusta lo que te gusta, y lo vives según tu personalidad, para disfrute propio, y a veces para tormento de los demás.
Tras la interesante conversación, ha llegado el momento de enfrentarse al desafío más serio del dia: pescar ese tramo que os refería antes. Tal y como suponía, y debido a la extracción de agua por parte del canal, el rio bajaba con muy poco agua, y eso significa que un mal paso conlleva a una auténtica estampida de truchas, que irán poniendo en fuga a todas con las que se vayan cruzando rio arriba. Por eso: a seca y a pescar largo.
Nada más empezar, se me han desclavado un buen par de truchones a tricóptero. En una larga tabla he pescado sobre cebas vistas con una seca “para Bonabé” de mi amigo Francesc, y le he dado un revolcón respectivo a un par de truchitas, mientras que una grande ha rechazado la mosca tres veces seguidas.
En una de las pocas pozas que quedan con algo de agua en este tramo, he cambiado la seca por el tándem y a las primeras de cambio he tenido una picada brutal a la ninfa de algo que cabeceaba con fuerza y...¡tenía bigotes!. No es la primera vez que capturo barbos en Ordina, pero siempre habían sido pequeños barbitos “palmeros”. Esta vez me ha sorprendido pescar un señor barbo de graells de casi 30 cms. Sinceramente: no sabía que esta variedad de barbos se hiciera tan grande.
Evitado el bolo, he seguido pescando con el tándem centrándome en los pocos sitios en donde la escasa agua se empozase un poco, y justo antes de llegar a la zona de picnic, he capturado la primera trucha del dia, a ninfa.
Viendo la cantidad de gente que había en la zona de picninc, bañistas incluídos, he decidido un segundo cambio radical de escenario, y tras una pequeña pausa para tomar un té con limón y fumar el oportuno “truja”, ya que apretaba el calor, he pasado a probar suerte por encima de la presa, pescando las corrientes que llevan hacia la siguiente, la de las Hilaturas Noguera.
Como era de suponer, por encima del azud, en donde hay una captación de aguas, el caudal del rio ha vuelto a la normalidad: generoso para esta época del año y perfectamente vadeable.
En este tramo, he pescado despacio y relajadamente casi dos horas y media, viendo por encima mio un cielo que intentaba cubrirse sin conseguirlo, y preludiando en falso una tormenta de verano que ha quedado en cuatro truenos en la lejanía, mientras las nubes que estudiaban la asignatura de amenaza, han suspendido la misma y se han disuelto cual azucarillo en agua. Quizás por esto, la sensación de bochorno ha sido intensa, y las truchas se han acitvado aún más.
Al final del tramo, cuando he salido del rio, sudoroso y agotado, haciendo equilibrios sobre la enorme y gruesa tubería y procurando no caer al canal, había pescado dos truchas más a ninfa y por fin una a seca que ha respondido al estímulo del peludo tricóptero de mi tándem. Casi he perdido la cuenta de truchas revolcadas, clavadas falladas y rechazos, pero haciendo un pequeño esfuerzo, tras sentarme a tomar el aire en el banco del parque de un vecindario cercano al rio, he ido recordando, y ¡vaya manera de estar torpe! He revolcado cinco truchas con la ninfa, que he perdido por mala gestión en la pelea, me han subido cuatro truchas más al tricóptero que han rechazado, seguramente porque me han visto al estar pescando “demasiado en corto”, y he clavado cuatro más con el trico que se me han desclavado nada más tensar la linea. Incluyo en este capítulo de infortunios las dos capturas “al robo” de las que os he hablado casi al principio de este relato, y que no he contabilizado en mi haber de capturas . Viendo esto ¿alguien puede decir que las truchas no hayan puesto de su parte para que el dia fuera divertido? Otra cosa, es lo malo, negado y patoso que es el pescador en particular.
Tras un largo rodeo por la carretera, sudando tinta de calamar debido al intenso bochorno, he cruzado la pasarela para encarar el camino de vuelta por la orilla del parking. Al poco de llegar al coche, he tenido que bajarme el vader para hacer pis. Mientras estaba en la micción, habían un par de patos nadando en el rio. No os riáis, pero a uno le he dicho “cua, cua”, y me ha mirado como si me entendiera. La traducción de su graznido de respuesta al mio al castellano sería algo así como “valiente gilipollas”.



TEMPORADA 2.010 - 2.011 - Nº 34
Sábado, 16 de Julio de 2.011

TEMPORADA DE SALMÓNIDOS 2.011 Nº 17

Coto de Ordina - Ripoll

Rio Freser

Capturas: 3 truchas fario a ninfa, 1 truchas fario a mosca seca y 1 barbo a ninfa.

Pescador: Ferran RUBINSTEIN


Climatología: soleado y caluroso.


Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.


Hora finalización jornada: 16,30 h.


La música de hoy:


Viaje de ida:

Marcha triunfal americana
“Balada”, Op. 78
Obertura nº 1 sobre temas griegos
“A la memoria de un héroe”

Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta
Scherzo para orquesta

Hans Pfintzer

Introducción y allegro

Edward Elgar
Rapsodia Ucraniana para piano y orquesta

Sergei M. Liapunov


Lineas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.

1 comentario:

  1. Hola Ferran,

    Sigo tus amenas crónicas asiduamente.

    Este comentario es solamente para corregirte sobre la denominación del barbo que tienes en la mano. Su nombre es barbo de montaña (Barbus meridionalis Risso)que tal como cuentas, rara vez llega a los 30cm. El barbo de Graells (barbus graellsii Steindachner) es claramente diferente y llega facilmente a tallas por encima de los 40-45 cm.

    Saludos

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