"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

lunes, 18 de enero de 2016

JP-779. VIAJE DE INVIERNO AL LLOBREGAT LIBRE DE PAGO. SEGUNDA PARTE: PRODUCTIVIDAD Y CONGELACIÓN. Sábado, 16/01/2016



Truchas del sol, pero también del frío y del aire, de la soledad y de introspección. Justa recompensa para aquellos que deciden emprender el viaje de invierno allí donde incluso en los meses de temperaturas benignas pesca muy poca gente.   
Siempre quedan truchas allí donde las hubo, pero a medida que los cotos se convirtieron en zonas libres sin muerte las truchas que prosperan en las mismas son siempre esquivas y difíciles de engañar.




Todo es llegar la tarde y caer las sombras. Los días son cortos en invierno y las capturas pocas, pero la belleza de estas truchas, de un Llobregat poco conocido, compensa la dureza del viaje invernal a ese río. 

Cada día me gustan menos las fotos con capturas estirando los brazos. Una o dos son soportables. Más son un alarde innecesario. Prefiero que mis lectores me vean así, con una cara de satisfacción pese a estar tiritando de frío. ¿Palo de "selfie"? ¡Que va!. Para hacerse fotos a uno mismo ya hay bastantes troncos caídos en bosques que, desafortunadamente, nadie cuida.




JORNADA DE PESCA Nº 779



Estoy escribiendo este artículo durante los primeros días de abril, todo y que la acción de pesca que se relata en el mismo transcurrió el tercer sábado del pasado mes de enero.
A fecha de hoy, la pesca deportiva en nuestro país está seriamente amenazada por la sentencia del Tribunal Supremo que, a instancias de organizaciones presuntamente ecologistas como son "Ecologistas en Acción" y SEO Birdlife, ha incluido en el catálogo de especies invasoras a erradicar de las aguas de nuestro país (o sea, ha elevado a categoría de auténticas plagas) a especies como la carpa común, la trucha arco-iris o el black-bass, que son las columnas vertebrales de las distintas modalidades de pesca deportiva en España.
Con esta sentencia, contra la cual la Federación Española de Pesca y Casting ya ha interpuesto el oportuno recurso (1), no tan solo se amenaza de muerte a la pesca deportiva, sino que también se condena a la quiebra, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo e ingresos para muchas familias, tanto al sector de la venta de artículos de pesca, como a buena parte del turístico delas comarcas de interior que no tengan la suerte de tener alta montaña en su geografía.
Es por ello que, aprovechando el preámbulo de este nuevo artículo de este, nuestro blog, os insto a aunar esfuerzos para apoyar el recurso contra la sentencia y, de paso, pediros que dejemos las eternas rencillas que dividen, de un modo absurdo, a los pescadores de distintas modalidades, dando todo el apoyo que podamos tanto a la Federación como a la recién creada Plataforma en Defensa de la Pesca.
Amigos pescadores, no se vosotros lo que pensáis hacer, aparte de protestar, como hago yo, en las redes sociales, pero lo que si os puedo decir, es que en las próximas elecciones NO VOTARÉ por ningún partido político que tenga pactos, a la luz o a la sombra, con culqauier organización ecologista radical que pueda atentar contra nuestra afición, la pesca, ni pueda jugar con el pan de tantas familias que viven de sectores económicos relacionados con la misma.
Esto es un primer paso. El siguiente, debería ser el estar unidos y, a la corta o a la larga, promover la creación de un partido político de cazadores, pescadores y otras gentes que piden ejercer su derecho al acceso al medio natural sin restricciones absurdas y prohibicionismos gratuitos, para hacer oír nuestra voz y defender nuestros derechos.
Si no me engaño, creo que, tan solo entre cazadores y pescadores sumamos más de tres millones de licencias en España... ¿Vamos a desperdiciar la ocasión de que se nos respete? ¡Ejerzamos el poder que la Democracia nos otorga!.
Dicho esto, volvamos al Winterreise, o viaje de invierno, que a lo largo de los meses de enero y febrero se prolongó por las zonas libres sin muerte del Llobregat de la comarca del Berguedà, en las que la Ley permite pescar todo el año. 
Dos semanas después de haber pescado las primeras truchas del año natural, volví al río tras un paréntesis de un fin de semana de por medio en el que, cosa habitual en mis otoños e inviernos, me había dedicado al senderismo con los compañeros del centro excursionista del que soy socio.
Todo y a lo poco productivo de la primera jornada del año, cosa muy normal tratándose de pescar en pleno invierno en una zona libre sin ningún tipo de repoblación, me decidí a volver a la misma en la que había estado pescando en esa ocasión, más que nada por no calentarme demasiado la cabeza. Ya sabéis: mi conservadurismo habitual.cón smile
      
Por desgracia, todo y que habían pasado tres semanas desde el incidente de la contusión (2), el golpe en la caja torácica me seguía doliendo, y seguía tratándome con tres dosis diarias de ibuprofeno de 600 mg. Al menos, una visita al traumatólogo me había sacado de dudas: no tenía ninguna costilla fracturada ni fisurada.
En contraposición a la humedad y a la temperatura baja, pero no negativa, de la jornada de pesca anterior, esta segunda del año fue soleada, gélida, de las de fuerte helada matinal y escarcha hasta bien entrada la mañana, y gran parte de la misma, aproximadamente de las diez de la mañana hasta primera hora de la tarde, presidida por un molesto vendaval que dificultó mucho la acción de pesca, llenó el río de materia vegetal en suspensión e hizo muy peligroso el tránsito por el bosque de ribera de las orillas, dado el riesgo de ser alcanzado por ramas que caían de los árboles, algunas de ellas de gran tamaño.
Pero, con diferencia, lo peor de la jornada fue el permanente malestar, de principio a fin de la misma, causado por el empapamiento de las dos mallas térmicas que llevaba debajo del vadeador, ya que el mismo tenía un pinchazo cerca del calcetín de neopreno derecho. Nada más llegar al río, decidí cruzarlo para pescar desde la orilla contraria, y en ese momento ya me entró agua en el pie. A lo largo del día, la pierna derecha se fue llenando de agua, y en los momentos en que me agaché, esta remojó mi entrepierna y pasó a la pierna contraria. Todo y aprovechar para evacuar agua en los momentos de bajarme el vadeador para orinar, las mallas quedaron como para escurrirlas. Como podéis imaginar, en un día de baja temperatura y mucho aire, no había llegado ni a media mañana que ya sufría de tiritones, pero esta incomodidad no me impedió seguir pescando, ya que ¡por fin! la jornada se puso interesante a nivel capturas. Lo más curioso, es que tras pasar un día gélido en remojo, como un garbanzo, ni siquiera me constipé.
Aprendida la lección de la jornada de pesca anterior en el mismo sitio, esta vez renuncié el "jogo bonito" desde el primer minuto del partido,  me fui a la primera corriente que vi que tuviera un poco de calado y escasa velocidad, y me dispuse a bombardearla, de cabo a rabo, con un par de ninfas lo más tungstenizadas posible, con la finalidad de, o bien hacer un chichón a las truchas si les caían encima, o ponérselas tan cerca de las boca como para que no rechazase los suculentos bocados que le ofrecía. Quizás, lo más difícil hubiese sido encontrar un escenario que se ajustase a mis propósitos, dado el bajo caudal del río, pero por suerte la visita a esta zona la semana antes, me sirvió para tener muy presente lo que podrían ser los pocos "puntos calientes" de la misma.
Tuve que armarme de paciencia, para esta pesca lenta y monótona, pero cuando llevaba ya un buen rato pescando esa corriente, a paso de tortuga, recibí la primera picada, y tras una breve batalla metí en la sacadera una hermosa trucha fario plateada de unos 30 cms. Tras la foto de rigor, de esa trucha que tanta alegría da al salvar el bolo, seguí pescando con la misma parsimonia y lentitud, y recibí dos picadas más que se terminaron materializando en capturas, en concreto de dos farios más muy parecidas a la primera y con un tamaño muy similar. Una de ellas, incluso de permitió el lujo de picar en la deriva baja  Hermosos peces, estas farios plateadas del Llobregat "libre de pago".
Lo más curioso de estas capturas, es que llegaron en un intervalo relativamente corto de tiempo, pero fue en esa media hora escasa, a media mañana, cuando más arreció el viento. En teoría, el viento, y más si es frío, suele ser un factor determinante en la desactivación de la actividad de los peces, sobre todo en superficie. Pero en este caso, las tres picadas convertidas en capturas, todo y que por debajo de la superficie, se produjeron cuando estaba aguantando un auténtico vendaval que me dificultaba, y mucho, poner donde quería incluso ninfas de notable peso y volumen.
Otro repaso de ese tramo de corriente, que me ocupó hasta el mediodía, solo dio como resultado un par de picadas que no supe resolver en capturas. Una fue muy tenue, de un pez seguramente desganado. La otra fue brutal, con una gran tirón inicial y larga carrera aguas abajo, en donde perdí a lo que fuera que había picado sin llegar a verlo.
Con cinco picadas y tres truchas en mano, decidí no dar otro oportunidad al mismo escenario, y temblando como estaba de frío aproveché para salir del río y andar por el sendero en dirección ascendetne, para ir entrando un poco en calor. De todas maneras, todo y que era bien pasado el mediodía horario seguía haciendo frío. Prueba de ello es que tuve que cruzar un arroyo que desemboca en la orilla umbría del río, y a esa hora seguía completamente helado.
Pasada la euforia de las capturas, lo que vino después, durante mucho rato, fue mas un deambular sin objetivos claros, probando de aquí y de allí posturas diversas, que no una acción de pesca decidida y concienzuda. Estuve largo rato observando, por si se veían cebas, pero los peces no parecían estar nada interesados en las esporádicas eclosiones de una efémera gris claro, que bien podría tratarse de baetis muticus.
Por suerte, durante este tiempo indefinido y errático, cesó el viento y el sol de primera de la tarde, todo y tratarse del crepuscular "Lorenzo" de la Setmana dels Barbuts (3), aportó algo de confort a una jornada  a la que, dado el aire frío y la ropa mojada, mi siempre escasa cordura aconsejaba ponerle fin lo antes posible.
Por suerte, no hice caso a esa apelación a la sensatez, máxime cuando en una de las pocas pozas de ese tramo de río divisé unas cuantas cebas. Desde luego, no eran ni lo bastante abundantes, ni lo suficientemente cadenciosas, como para ponerse a pescar a mosca seca, pero por lo menos delataban que allí si que habían peces y que algunos de ellos estaban activos.
Todo es caer la tarde, en pleno corazón del invierno, y alargarse las sombras sobre el río. Miré el reloj: eran casi las tres de la tarde, estaba en la orilla umbría y el sol estaba pronto a ocultarse tras la colina. Una micción, previo volver al agua, me hizo ver, al bajarme el vadeador, cuan empapado estaba... ¡hasta los calzoncillos estaban como para escurrirlos!. Me esperaba otro rato de escalofríos, y por eso me conjuré  a que como mucho a las tres y media de la tarde saldría del río con la caña ya plegada.
Pero el veneno de la pesca puede más que la razón... A las pocas varadas...¡picada! y tras la batalla, no excesivamente larga ni complicada, ensalabraba otra de esas preciosas farios plateadas del Llobregat de dimensiones muy similares a las tres anteriores. ¡Eso fue mi perdición! pues seguí pescando y repescando a golpe de ninfas heavys el escenario hasta obtener una picada más. que conseguí transformar en la quinta y última captura del día.    
¿Podéis creer que, tras liberar la última captura y aun temblando de frío. como una hoja de árbol al viento, aun tuve valor de estar un rato mas zurrando el río? Supongo que así de insensatos somos algunos... o así de grande es nuestra pasión por la pesca. En mi caso, inversamente proporcional al tiempo que tengo para practicarla.
Iba a contaros ahora más cosas aún: la vuelta la coche, la merienda, alguna que otra reflexión filosófica gratuita más, pero....¡claro! me he dado cuenta de que hasta ahora no os había dicho las ninfas con las que estuve pescando, y ello os quizás pudiera induciros, mis queridos lectores, a pensar en que quiero que hayan misterios ente nosotros, y eso ya sabéis que no es verdad. Sencillamente, las ninfas usadas en la, evidentemente monótona, acción de pesca de este día fueron simples patrones de pheasant tail hechos en anzuelos del 11 y con bola de tungsteno del 3. Con eso, hubo suficiente para rascar fondo en todos los casos, ya que el caudal del río daba poco de si  dada la maldita sequía de este invierno. Por lo que hace a posiciones dentro del combo y colores, tres de las truchas (primera, tercera y quinta, como si fuese un acorde triada) lo hicieron a la ninfa de arriba, hecha con Uni-Yarn y dubbing  rojos, y las otras dos restantes a la de abajo, hecha con lo mismos materiales en morado.
Ahora si, ya os puedo seguir contando alguna cosa más pero no muchas,  porque creo que todo lo que tenía que deciros, en este artículo, ya os lo he dicho. Como mucho y gracias a Dios, no pillé una neumonía de milagro, todo y que creo que creo que tenté mucho a la suerte. Es más, ni tan solo cogí, a pesar de lo mucho que lo "intenté" un simple resfriado.
Hasta pronto y un abrazo a todos desde el presente de una fresca tarde de abril (¡por fin tras las lluvias!), y a seguir luchando tanto por una naturaleza fuera del alcance de tantos presuntos y falsos ecologistas, como por unos ríos en los que se deje pescar a todo el mundo que observe una Ley justa y sensata, tal como seria la que no obligase a nadie a matar ningún pez.
  


   


(1) Contra esta sentencia no existe recurso ordinario, pero si otros de otra índole, como por ejemplo el de casación
(2) Ver Jornada de Pesca nº 777 en este blog.
(3) En Catalunya se conoce como la Setmana dels Barbuts ( Semana de los Barbudos) a la que coincide con San Antonio, o San Antón. Habitualmente, esta semana suele ser la más fría del invierno.




JORNADA DE PESCA Nº 779



Sábado, 16 de enero de 2016

Temporada 2015 - 2016 - Nº 14

Zona libre sin muerte del Llobregat - El Berguedà
Río Llobregat

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 5 truchas fario a ninfa

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT-Four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Sage 4550

Climatología: día soleado y frío, con rachas de viento hasta el mediodía

Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad, siendo recomendable el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 4
Obertura "Fausto"
Emilie Mayer

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1
Ernö Dohnanyi

Sinfonía nº 1
Ewald Strässer


Líneas Tensas!







Ferran RUBINSTEIN

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