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lunes, 4 de enero de 2016

JP-778. VIAJE DE INVIERNO AL LLOBREGAT LIBRE DE PAGO - PRIMERA PARTE: NO QUEDÓ OTRA QUE DESPEDIRSE DEL "JOGO BONITO" . Sábado, 02/01/2016



Una preciosa fario de las zonas libres sin muerte del Llobregat fue mi primera captura del año 2016, que no de la Temporada de Salmónidos 2016. Tal día como el segundo del año, aun quedaban casi dos meses y medio para la desveda y apertura de los cotos de aguas trucheras.   





JORNADA DE PESCA Nº 778




No había pasado apenas una semana desde la que fue la última jornada de pesca de 2015, y ya estaba de nuevo metido en el río, con la caña en la mano, dispuesto a intentar capturar mi primer pez del  año 2016.
A pesar del cambio de año, en este primer sábado del recién estrenado 2016 estábamos todavía lejos de la nueva temporada. Tan lejos como en pleno corazón del invierno, la estación más complicada para la pesca por autonomasia, esa en que la inmensa mayoría de pescadores prefiere ocuparse en otras cosas, entre ellas la artesanía del montaje de moscas, antes que meterse en remojo.
Hace tiempo que, dado el mal estado de los cotos intensivos durante la estación invernal, sin repoblaciones y sin vigilancia, decidí no pagar por pescar,  por lo menos hasta que comience la nueva temporada y se desveden los cotos. Por eso, este recién finalizado invierno aproveché para hacer un Winterreise (o viaje de invierno) por las zonas libres sin muerte del Llobregat, en la comarca del Berguedà, en donde la Ley permite pescar todo el año.
Un Winterreise viene ser algo así como un viaje introspectivo, las más de las veces iniciático, que los diletantes aprovechan para encontrarse a si mismos,  En mi caso, ya os lo digo por delante y con todos los respetos por los que viajan en invierno, bien sea por motivos lúdicos o por motivos místicos y existenciales, que lo único que fui a buscar fueron truchas. No es que encontrase muchas, pero alguna que otra si que tensó mi linea; todo un éxito dadas las dificultades añadidas tanto de pescar en la peor estación del año para esa actividad, como por lo esquivo de las que pueblan tramos de río que hace muchos años no reciben ni una repoblación.
A diferencia de la extensa zona libre sin muerte del Ter, en la que la presencia de truchas deviene de la colonización del río por parte de ejemplares descolgados aguas abajo, procedentes la hiper repoblación sistemática de un coto intensivo sin muerte, las truchas de las zonas libres del Llobregat han estado allí desde hace mucho tiempo, ya que estas fueron en su día o bien cotos, o formaron parte de alguno que englobaba su actual extensión.
La ausencia de precipitaciones, que fue una tónica generalizada de este recién finalizado invierno, y el bajo caudal del río, han hecho que, a lo largo de las jornadas de este "viaje de invierno", se pudiese faenar estas zonas libres con una claridad del agua y una seguridad en el vadeo como hacía muchos años no se podía. Por desgracia, la limpieza de lodos que efectuaron en la cuenca media del Llobregat tanto los desembalses del pantano de La Baells de los veranos de 2013 y 2014, como la riada de otoño de 2014, se está echando a perder, ya que la falta de aluviones y el bajo caudal han conllevado, de nuevo, tanto la colmatación de lodos como la proliferación de algas. Con todo, todavía a fecha de hoy están relativamente limpios amplios sectores del río entre Balsareny y Cal Rosal, pero de no producirse ningún "golpe de río" antes del verano, a buen seguro se volverá a la situación de enlodamiento de la mitad de la década pasada.
Tras muchas semanas sin precipitaciones en el Principado, el primer sábado del año amaneció muy nublado en todo el territorio y alguna que otra gota cayó, pero la verdad es que en la parte baja del Berguedà apenas si precipitó una esporádica llovizna a media tarde. El día fue muy desapacible, no frío pero si húmedo, de esos en que realmente invitan poco a estar a la intemperie... salvo que, como yo,  hartos de un día a día en ambientes cerrados y claustrofóbicos, como son tantas oficinas,  estéis locos por respirar un poco de aire puro en libertad..
Lo peor del día, mucho más que la humedad, fue el dolor de costillas,ocasionado por la contusión sufrida en la anterior jornada de pesca (1). Para mayor despropósito, me dejé las dosis de ibuoprofeno de 600 mg. en casa, así que tuve que bregar todo el día con molestias. Por suerte, la ilusión por pescar todo lo puede y resistí largas horas sin medicación, hasta volver a casa por la noche.  
Salvo la capturas de dos truchas fario, ambas de entre 30 y 35 cms. y de una bella librea plateada, que picaron en un intervalo de apenas diez minutos en la misma postura, la tónica del día fue de ausencia de picadas y de actividad apenas testimonial en superficie: solo a partir de media tarde vi, como mucho, cinco o seis cebas, sin ninguna cadencia y todas en puntos del río muy alejados unos de los otros.
El gran error que cometí en esta jornada, no fue otro que no saberme adaptar a otro tipo de escenarios, típicos de un río más pequeño, después de haber pasado gran parte del otoño pescando en un río con una lámina de agua mucho mayor, como es el Ter, y encima habiendo priorizado la pesca lo más ligera posible en el tipo de posturas que más me gustan: largas tablas de escaso calado con corriente entre moderada y lenta. Y lo peor de todo, es que no fui capaz de tomar como ejemplo a seguir la jornada de pesca del Puente de la Inmaculada, de hacía menos de un mes, pescando a escasos kilómetros de donde me encontraba. De hecho, en el mismo río y con escenarios muy parecidos. 
Así pues, la emprendí a largos latigazos con ninfas minimalistas durante muchas horas, y en eso se me fueron la mañana y el mediodía enteros sin recibir ni una picada. A eso de la una de la tarde, comprendí que me estaba estrellando con un muro, y que quizás no era día, ni era el lugar, para el "jogo bonito". Aprovechando que iba a tentar la suerte en una corriente de moderada velocidad, pero con una relativa profundidad, aposté por volver a la realidad del Llobregat en invierno, recordando ¡por fin! mi experiencia en otra parte de esta zona libre que tuve en el pasado Puente de la Inmaculada (2), y cambié todo el aparejo para pescar lo más "al hilo" que fuera posible con una caña corta, usando un combo de ninfas bastante convencional: dos pheasant tails de distintos colores, la de punta morada y la de 20 cms. mas arriba de color rojo.
Vuelta a la pesca poco vistosa y, para que engañaros, bastante aburrida para mi gusto, pero a veces si queremos llegar a tocar escama hay que adaptarse a las circunstancias. Al poco de comenzar a pescar en corto la corriente recibí una picada y...¡caramba, que nervios! todo y que era una de las típicas farios de librea plateada, muy típicas del Llobregat, no pude menos que concentrarme para no perderla en la batalla pues... iba a ser mi primer pez del año en curso. Al igual que en el pasado Puente de la Inmaculada, venia prendida de la ninfa morada, un color muy usado para aguas turbias todo y que el río no bajaba tan tomado como en mi visita de principios del mes anterior.
Tras hacerle una foto al pez, para tenerlo mejor fijado en mis recuerdos, y soltarlo, reemprendí la acción de pesca allí donde la había dejado y... en menos de tres varadas ya tenía otra trucha, muy similar a la anterior, prendida, de nuevo, de la ninfa morada. Captura, suelta y esta vez sin perder el tiempo en fotos. Vuelta a pescar con la máxima concentración posible, pues creía haber encontrado una auténtica mina.
Sin embargo, el filón se agotó tan pronto como lo encontré. A partir de esta segunda captura ya no hubo ni una picada más en las horas que quedaban de jornada. Tenía claro que las truchas estaban muy pegadas a las piedras del lecho del río, así que postergué, muy a mi pesar, el "jogo bonito" en mor de la efectividad de ir raspando piedras, troncos y algas con ninfas tungstenizadas, pero ni así conseguí más tensión de lineas que la muy estéril que proporciona el trabar obstáculos sumergidos.
Las eclosiones de efémeras, bétidos en concreto, fueron esporádicas y poco abundantes a lo largo del día, y solo bien entrada la tarde suscitaron el interés de algún pez, en cebas tan aisladas y carentes de cadencia alguna que para nada justificaron el que siguiera batiendo el río en corto y a golpe de heavy nymph. En concreto, tal y como dije unos párrafos más arriba, apenas si vi cinco o seis cebas y siempre muy lejos de donde estaba en ese momento pescando.
Todo y el desencanto de ver pasar las horas sin picadas, el doble acicate de haber salvado dignamente el bolo y de haber capturado las primeras truchas del año natural, me hizo permanecer en el río hasta una hora tan tardía, tratándose de pleno invierno, como las cinco menos cuarto de la tarde. Aguanté incluso un pequeño episodio de llovizna, bajo un cielo momentáneamente gris pizarra, y terminé volviendo al coche medianamente satisfecho en un atardecer plácido, en el que el sol se ponía por un oeste despejado mientras que, hacia el este, lucía entre las nubes un arco-iris de singular belleza.
Anochece muy pronto en pleno invierno, pero no deja de ser que en enero -poco antes de Reyes- el sol si que ha ganado algunos minutos más de presencia en el firmamento con respecto a la mitad de diciembre. Un pequeño avance de la luz sobre la oscuridad que presagia una primavera que todavía nos parece lejana, máxime cuando uno llega a merendar cuando ya apenas queda, brasa de oro en un horizonte azul cobalto, el resplandor del crepúsculo y las farolas del pueblo se han encendido ya.        



(1) Ver el artículo Jornada de Pesca nº 777 en este blog.
(2) Ver el artículo Jornada de Pesca nº 775 en este blog.




JORNADA DE PESCA Nº 778




Sábado, 2 de enero de 2016

Temporada 2015 - 2016 - Nº 13

Zona libre sin muerte del Llobregat (ciprínidos) - El Berguedà
Río Llobregat

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 2 truchas fario a ninfa

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT-Four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Sage 4550

Climatología: mañana nublada y fría; mediodía y primera hora de la tarde con apertura de claros y sol, aunque con baja temperatura; nubosidad compacta y llovizna, sin aumento de temperatura, bien entrada la tarde.

Caudal: medio-bajo

Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad, siendo recomendable el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
Johann W. Kalliwoda

Obertura sobre un tema de marcha militar española
Mily Balakirev

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 2
Robert Volkmann

Sinfonía en "RE" menor
Zygmunt Stojowski


Líneas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN



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