"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 27 de diciembre de 2014

JP-728. EL "FOREL KOMMANDO" RECIBE UN INESPERADO REGALO DE NAVIDAD EN PEDRET. Sábado, 27/12/2014

Un gran ejemplar de trucha fario, del "Pedret del Sur", ha sido el último que he pescado este año, que ya está a punto de acabar. Un maravilloso regalo de Navidad, de parte de un Llobregat que tantas satisfacciones me ha dado a lo largo de este año, y en muchos más a lo largo del tiempo. 

Las farios pescadas a lo largo de esta última jornada del año, presentaron una curiosa librea plateada, sin apenas ninguna tonalidad marrón. 

Tres grandes truchas arco-iris, una de ellas en la foto, fueron el único vestigio que queda de las repoblaciones, de la pasada temporada.   


JORNADA DE PESCA Nº 728



Se acaba el año, y en esta última semana completa del presente, la Navidad ha traído consigo el invierno real: el de la nieve, las nieblas, las heladas y las temperaturas rigurosamente bajas; un cambio que ya comenzaba a anunciarse en la última salida de pesca, en el lejano "Far-West" alfarraeño hace dos semanas, y que comenzó a materializarse durante el paréntesis senderista del fin de semana anterior. El frío ha llegado por fin, y ha venido para quedarse por una buena temporada. Tocará adaptarse, como cada año, pero esto no va a ser impedimento para que sigamos practicando el muy noble arte de la pesca con mosca... ¿verdad que no?
Empachado de pavo, marisco, canalones y turrones, y bastante cansado de tres días seguidos de intensa vida social, por fin llegó el momento de reencontrarme con el río, ni que sea para ir a pasar frío, gozando de esa intemperie y de ese aire libre que tanto añoro en mi reclusión urbanita. Y puestos a pasar frío, que mejor que hacerlo con mi amigo, el pescador ruso de lance ligero Dmitriy Girshin, con quien tuve el placer de compartir esta última jornada de pesca del año.
En Omsk, la ciudad de Siberia de la que es nativo Dmitriy, a buen seguro que, a estas alturas del año, hubiéramos tenido que ir a pescar abriendo un agujero en la superficie de algún lago o río helado. Sin embargo, el "amable" invierno meridional nos permite el lujo de poder seguir practicando la pesca, incluso a mosca, en los meses más frios del año. Todo un privilegio, que aquí muchos presuntos pescadores, siempre buscando excusas para no ir a pescar, parecen no tener en cuenta.
Para la última aventura del "Forel Kommando" (1), de este año, le propuse a mi amigo eslavo arriesgarnos a ir a Pedret, todo y las muy malas noticias que habíamos recibido de este coto durante los últimos meses, y que no dejan de ser las mismas de cada año a la que se deja de repoblar, o sea: arrasamiento absoluto de toda forma de vida íctica, por parte de cormoranes y furtivos, ante la escasa o nula vigilancia, que parece terminar tan pronto se echa al río la última cuba de truchas de repoblación. O sea, nada nuevo bajo el sol.
Convencer a Dmitriy de ir a Pedret, pese a las malas y, lamentablemente, contrastadas malas referencias, tampoco me costó mucho: confía en mi, y sabe que Pedret no es una única realidad, sino que como tantos escenarios de pesca puede esconder más de lo que a simple vista se ve. No en balde, ya he publicado más de un artículo de este blog hablando del Sur de Pedret, esa parte del coto que, desde hace muchos años, es ajena a toda repoblación.. y en la cual siguen habiendo truchas, incluso cuando en el archirepoblado e hiperpescado Norte de Pedret, cormoranes de pluma y orcos con caña y/o red han esquilmado todo lo que tiene aletas y es susceptible de ser comido.
Por mi parte, he de confesar que, a priori, no las tenía todas conmigo de que la jornada no acabase terminando en un bolo sonado: me temía que el mucho frío, y la plaga de los pajarracos nos deparasen un día de pesca de puro aburrimiento. Pero esta vez, por suerte, me equivoqué y ya os avanzo que, contra pronóstico, terminamos pescando, e incluso gozamos de bravos combate con truchas de gran tamaño.
Tras desayunar con calma en Gironella, mi habitual "base de operaciones" de aventuras de pesca en El Berguedà, procedimos a cambiarnos de ropa aguantando la baja temperatura de 1 º C. En realidad, todo un lujo, para esta época del año y tratándose de Pedret, pues en días de pesca de inviernos anteriores, incluso en el mes de marzo justo comenzando la temporada, he llegado a soportar, de buena mañana, la gélida temperatura de - 8 º C. Todo y así, este último sábado del año amaneció nublado, y de este modo continuó a lo largo del día, pese a que a última hora, a partir de las tres de la tarde, un tímido sol invernal próximo a su ocaso pudo romper un poco la espesa barrera de nubes. Al final de la jornada, y mientras nos cambiáamos de nuevo, la temperatura había "subido" solo hasta 4 º C.
Dada la poca gente que se aventura a bajar al río en esta parte más meridional del coto, el acceso al msmo suele ser bastante complicado en algunos tramos, pero con paciencia llegamos ¡por fin! a la orilla, y nos encontramos un Llobregat con un caudal muy bajito, y con una tonalidad del agua ligeramente grisácea, supongo que debida al aporte de algún sedimento por parte del Canal de Carburos, que desagua al río  más arriba. Para empezar, buenas noticias: río pescable y cómodamente vadeable. Asimismo ¡mejores notícias aun!, el aluvión de agua ocasionado por el desembalse controlado del Pantano de La Baells, a raíz de la borrasca de finales de noviembre pasado, ha hecho una muy buena limpieza del lecho del río, arrancando de las piedas mucho barro acumulado.
De nuevo, no fue problema alguno el compartir jornada con un pescador de lance. Llegados a pie de río, Dmitriy siguió bajando, para comenzar a pescar mucho mas abajo de mi posición, y la verdad es que ya no le volví a ver hasta el final de una jornada que, para él, aun fué mas positiva que la mía.
Lo más significativo de mi jornada,  no fue ya el hecho de que terminase pescando seis truchas (tres farios a ninfa, dos farios a mosca seca y una arco-iris a ninfa), sino que todas ellas fuesen peces realmente grandes, batalladores y combativos, habida cuenta de que la menor de las capturas (una fario), estuvo por encima de los treinta y cinco centímetros, y que la mayor (otra fario), pasaba largo de los cincuenta. De hecho, ni Dmitriy ni yo clavamos, ni aun menos vimos, ninguna trucha pequeña. Esto puede ser muy sospechoso, pues cabría la posibilidad de que los cormoranes hayan dado buena cuenta del pez pequeño, y que solo quede aquel que, por su tamaño, se haya salvado de la depredación.
Otra cosa que me llamó la atención, fue lo intensamente plateada de la librea de las farios, con apenas ninguna tonalidad de marrón, apenas restringida al lomo, y con unas poderosas aletas de color blanquecino. Esta es la librea que muchos atribuyen a la trucha autóctona del Llobregat. No se hasta que punto es cierto, pero la verdad es que las farios del Sur del Pedret tienen, a fecha de hoy, todo el aspecto de haber nacido en el río, o por lo menos de llevar mucho tiempo en él.
En acción de pesca, mi jornada se dividió en más o menos, tres partes: la primera y la última pescando a ninfa, procurando lanzar lo más lejos posible una ninfa pequeña, y una parte central, ubicada mas o menos entre el mediodía y la primera hora de la tade, en la que las truchas subieron a comer en superficie, y estuve pescando a mosca seca.
Como podéis imaginar, el día no fue precisamente un festival de capturas, pues al fin y al cabo seis truchas entre, aproximadamente, siete horas de pesca sale un promedio inferior a la trucha por hora. Sin embargo, el tamaño de las mismas, su combatividad, y el aliciente de que encima comieran en superficie, dió a la jornada un tinte un tanto heróico. Pescando con mucha paciencia, batiendo mucho las posturas, y prospectando agua lo más despacio posible, las capturas fueron entrando en el salabre de este modo: en la primera manga a ninfa, dos farios y una arco-iris (que todo y ser grande, tenía la pinta de ser de los últimos vestigos de repoblaciones pretéritas), pescando a mosca seca, dos farios más, y por la tarde, a ninfa otra vez, una sola pintona más pero la más grande de todas.  
Quizás sea esta una de las jornadas, de entre las de los últimos tiempos, en que haya utilizado menos moscas, y por añadidura me haya complicado menos la vida con la elección de las mismas: me bastaron dos calibres de un mismo modelo de perdigón (rojo chillón), para pescar a ninfa, y con la seca tuve suficiente con una emergente de efémera generalista, de esas que llevan la exhuvia de polywing; una imitación ante la cual las truchas se mostraron  muy francas, habida cuenta de que aun clavé un par más que perdí en la pelea. No fueron las únicas que se me escaparon en singular combate, pues por la mañana, a ninfa, había perdido también otra, pero esa vez al primer revolcón.
Al final de la jornada, ya estaba a punto de terminar de cambiarme de ropa, cuando vi venir a Dmitriy con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Que emociones! ¡que combates! había pescado, con cucharilla de un solo anzuelo sin muerte, nueve truchas. Todas eran tan grandes como las que había pescado yo, pero en su caso, había ensalabrado dos irisadas, una de las cuales me pareció tan grande como la gran fario pescada por mi . Tampoco nos vayamos a engañar, su promedio de capturas tampoco llegó a las dos por hora, pero estamos en lo mismo: tanto Dmitriy como yo somos de los que amamos las emociones, los combates, las picadas inesperadas, sobre todo si todo ello se da en días en los que, en un principio, el bolo parece casi garantizado. Por eso, Dmitriy y yo seguiremos pescando en invierno, por frío que haga. Por eso, seguramente ni Dmitriy ni yo incluiremos nunca en nuestro equipo, una maquinita para contar capturas. Al fin y al cabo, las emociones son muy difíciles de cuantificar.         

       

(1) En ruso, Comando Fario.


JORNADA DE PESCA Nº 728


Sábado, 27 de diciembre de 2014

Temporada 2014 - 2015 - Nº 9
Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2014-2015 - Nº 7

Coto Intensivo del Pedret S. M. LL03B
Modalidad del permiso: sin muerte
Río Llobregat

Pescadores:

Dmitriy Girshin
Ferran RUBINSTEIN

Capturas:

Dmitriy Girshin: 7 truchas fario con cucharilla (1 solo arpón, sin muerte) y 2 truchas arco-iris con cucharilla (1 solo arpón, sin muerte).

Ferran RUBINSTEIN: 3 truchas fario a ninfa, 2 truchas fario a mosca seca y 1 trucha arco-iris a ninfa.

Climatología: nublado y frío.

Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: vadeable sin dificultad, y sin ayuda del bastón de vadeo

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

En esta jornada no hubieron audiciones de Música Clásica, debido a que estuve de conversación (mayormente de pesca), con mi amigo Dmitriy Grishin, con quien tuve el placer de ir nuevamente a pescar.

Líneas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN.

martes, 16 de diciembre de 2014

RUBINSTEINFISHING OS DESEA FELIZ NAVIDAD.

Un año mas, Rubinsteinfishing, el blog de pesca de aquellos que creen que tienen poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir os desea:


¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!

¡BON NADAL I FELIÇ ANY NOU!

MERRY CHRISTMAS AND HAPPY NEW YEAR! 

Веселого Рождества и счастливого Нового года!


Con los mejores deseos para los amigos pescadores



para sus familias




y como no, para nuestras amigas las truchas...


y otros peces que también amamos y respetamos tanto

sábado, 13 de diciembre de 2014

JP-727. A MICRONINFA Y LANZANDO LEJOS, EL PENÚLTIMO RECURSO. Sábado, 13/12/2014.


El día de Santa Lucía, el más corto del año, ha caído en sábado de jornada de pesca. En Alfarràs, con una temperatura ya invernal, las truchas muy selectivas han puesto el listón de su captura muy alto. Además de la diversión de su desafío, lo mejor del día ha sido poder saludar a dos tan buenos pescadores, como excelentes personas, como son Daniel Somolinos y Jonathan Calvet.

Tanta ha sido la selectividad y el resabiamiento, tanto de farios, como de irisadas, que al final he tenido que desistir de pescarlas en superficie, y he recurrido a la pesca con microninfas lanzando a distancia. Esta preciosa iris, es una prueba del éxito del cambio de estrategia.

Todo y el cambio de estrategia, de ese "penúltimo recurso", no ha sido nada fácil terminar el día con tan solo seis capturas en la sacadera. Esta vez, las preciosas farios, como la de la foto, han empatado con las irisadas (3 -3), todo y que en un par de picadas más perdí una arco-iris de tamaño descomunal, y clavé una fario por el lomo, y ya se sabe: por ética, pez al robo, no cuenta.
La serena belleza del paisaje fluvial, en estos cortos días que preludian el invierno, no tiene precio. Si además de admirarla, podemos estar metidos en el río, caña  en mano y tentando a las truchas, el placer de la experiencia roza lo sublime. .



JORNADA DE PESCA Nº  727


Dos semanas después de la impresionante borrasca, y las subsiguientes riadas, del último fin de semana de noviembre, los ríos de mi entorno cercano siguen bajando lo bastante bravos como para mantenerse prudencialmente alejado de ellos.
Este sábado de Santa Lucía, el día más corto del año, tocó nuevamente volver a emprender el largo viaje a Alfarràs, hacia ese "Far-West" o lejano oeste en donde, de un modo excepcional, fluye un Noguera Ribagorçana lo suficientemente pacífico como para vadearlo y pescarlo.
En el coto de Alfarràs, en un día soleado, pero frío, quizás como preludio de ese invierno que tenemos ya llamando a la puerta, las truchas muy selectivas y resabiadas pusieron el listón de su captura muy alto, y tuve que desistir de mi empeño de pescarlas en superficie, pasando a buscar un "penúltimo recurso" ingenioso, que practica con asiduidad mi amigo y veterano mosquero Carles Vivé.
Además de la diversión generada por el desafío de las truchas, lo mejor de la jornada fue el tener la ocasión de saludar y charlar con dos excelentes pescadores, y aún mejores personas, como son Jonathan Calvet, de Sabadell, y Daniel Somolinos, de Igualada. Por cierto, a este último hacía años que no le veía en persona, y me lleve la grata sorpresa de verle pescando en compañía no tan solo de su hijo, sino también de sus dos nietos...¡como pasa el tiempo!.
Como soy amigo de complicarme poco la vida, aproveché la ocasión de estar en la parte alta del coto, por encima del puente de la carretera C-26, para ir a tentar las truchas de unas tablas que quedan como a unos ciento cincuenta metros escasos, río abajo, de la tabla de "siempre draga", en donde transcurrió  la  casi totalidad de la jornada de pesca de la semana anterior.
Con el río ligeramente más bajo que hace una semana (según el SAIH-Ebro, 3,90 m3/seg. en el aforo de Pinyana), y una gran proliferación de algas en el cauce, estas dos tablas, una consecutiva a la otra, no estaban precisamente para pescas demasiado pesadas, y mucho menos para darle alegría al tungsteno, pero eso no tuvo la mayor importancia, pues cuando llegué a las mismas, dando un rodeo por el cañaveral para no asustar a los peces, me encontré en ambas una gran cantidad de truchas activas, comiendo en superficie, por lo que no llegué ni a enhebrar ninfa alguna.
Sin embargo, mi gozo en un pozo: todo y la gran actividad de los peces, estos eran reacios a pillar mi mosca, una vez tas otra. Era evidente que comían emergentes pero...¿de que?. La verdad es que la poca mosca que emergía era la pequeña ignita habitual en esta época en Alfarràs, pero más daba la impresión de que las truchas comían algún tipo de larva, ya que se veían más lomos que bocas.
A la hora y media larga de pescar, ya había hecho desfilar por los morros de los golosos peces una buena colección de sacar, emergentes, e incluso alguna que otra ahogada, incluyendo: imago de ignita, emergente de ignita, emergentes generalista, de CDC (si, si, pasaron incluso del siempre exitoso diseño de la "Joan Navarro Factory") y de hackle y CDC ligeramente lastradas, dipterines varios, palmers de conjunto y ahogadas con y sin bolita de collarín. A las dos horas, como no, había seguido insistiendo, pero rectificando bajos de línea, todo y que lo franco del discurrir de la ligera corriente por ambas tablas no origina grandfes quebraderos de cabeza con el dragado de la mosca, y menos aún con un bajo de línea ligeramente largo.
En fin, que las truchas estaban realmente difíciles. Es de suponer que las zurran mucho, y que están pescadas y repescadas. Nada que no me haya encontrado en ediciones invernales, con un río bajo mínimos, y en escenarios presionados como, por ejemplo, "Magic Anglès". En estas ocasiones, se impone buscar un "penúltimo recurso" que, al menos, evite el bolo, entendiendo que el "último recurso" sería otro invento milagroso, que de usarse pasaría a ser otra vez el "penúltimo". O eso, o convertir el realmente el último en salir del río e irse a tomar una cerveza (en verano), o un chocolate calentito con churros (en invierno), y que le den a las truchas, y de paso a los invertebrados misteriosos que se zampan, por allí donde amarga el pepino.  
En esta ocasión, el "penúltimo recurso" vino inspirado por un modo de pesca que usa habitualmente mi amigo Carles Vivé, y que no es otro que pescar con la ninfa más pequeña que se pueda, pero lanzando lo mas lejos posible,  dejándola derivar con libertad, sin traccionar, corriente abajo, entre las cebas de los peces que tan puñeteros pueden estar a seca.
En el fondo, es como pescar a seca, peso sustituyendo la mosca por una microninfa. En este caso, opté por una auténtica menudencia: una imitación de "larva de algo", consistente en una bolita del 00, unas cuantas vueltas de hilo madeira verde, y apenas unas fibras de colgadera para hacer de colitas, todo ello montado en un anzuelo del 19, sin muerte.
Lo que si hay que tener en cuenta, es que a la hora de poner en práctica la experiencia, vamos a estar lanzando dos elementos: la ninfa, y la bolita de indicador de picada, que en este caso ha de ser más bien generosa, dado que ha de ralentizar al máximo la deriva de la imitación subacuática, que en ausencia del pegote de plastelina flotante se vería traccionada de más por la cola de rata desplegada sobre el agua. En el fondo, es como pescar con tandem, pero con la ventaja de un señalizador de picada que no se empapa, y que facilita un paseo más pausado de la ninfa.
Por tanto, ¡mucho cuidado con el lance!, pues en el fondo estamos moviendo algo de peso, repartido en dos puntos del bajo de línea. Aquí, nada ni de florituras, ni de falsos lances (y menos ahora, para presentar una mosca que no necesita ser secada). Pescando los laterales de las orillas, mejor aún si se puede hacer un lance rodado.
Bien pues ¡el experimento funcionó! y de golpe y porrazo, en una serie de lances afortunados, capturé tres truchas casi seguidas, de entre las que, frente mío, en la corriente, hacía bien poco que pasaban olímpicamente de mis imitaciones en superficie. dos irisadas, y una fario, todas ellas muy bravas en la pelea (quizás más las mykiis que las pintonas), y todas bastante por encima de los 35 cms.
Pero tanta alegría no podría durar tanto, y tras la tercera captura, las truchas comenzaron a pasar también de la parsimoniosa microninfa, así que decidí pasar a pescar la tabla superior. En ese momento, unos cincuenta metros río arriba, tres pescadores cruzaron el río y se fueron corriente arriba. Fue a los únicos que vi, en todo el día, aparte de a Jonathan, a quien había saludado por la mañana y volví a ver casi al final de la jornada, y a Daniel y su familia, que pararon a saludarme cuando yo ya me estaba cambiando de ropa. Todo y así, me comentó el de Sabadell que en la zona de la chopera si que había habido mucha gente pescando.   Zona nueva, misma estrategia, y picada instantánea. Al clavar, me vi sorprendido por la potente carrera de una trucha que, al pegar dos saltos fuera del agua me hizo quedar con la boca abierta de lo grande que era: una irisada como un auténtico torpedo, que organizó su resistencia a base de saltos, dos, tres, y al cuarto, ya no estaba la trucha.
También noté una resistencia brutal, al pescar una fario de muy buen tamaño, pero en este caso debida a que el pez venía enganchado por la aleta dorsal. Con paciencia, pude meterla en la sacadera, y quitarle el anzuelo como paso previo a una libertad sin recompensa para mi cómputo, pues -por etica- jamás deberían contabilizarse como capturas los peces cogidos al robo.
Quizás por el gran barullo que habían causado tanto la gran irisada con vocación de saltimbanqui, como la fario enganchada por donde no debía, se frenó un tanto la actividad en la veta central de la corriente de la tabla, así que pasé al "plan B" del "penúltimo recurso", que no es otro que tentar los peces más arrimados a las orillas. De nuevo con paciencia, insistiendo mucho, y a pesar de pescar las zonas de actividad más esporádica, conseguí que el "plan B" diese sus frutos, capturando de un modo muy espaciado tres truchas más, también todas ellas grandes, dos farios y una irisada, pasando largo los 35 cms.
Pasadas las tres de la tarde, estaba helado. Mi tan bien amortizado, como machacado vader Vision Keeper necesita un parcheo urgente, pues hace agua por varios sitios, y obcecado como siempre en pos de las truchas, no me dí ni cuenta de lo realmente congelados que tenía los pies, y lo mucho que me dolían las articulaciones.
Andando como un viejo achacoso, estaba dispuesto a volver al coche incluso un poco antes de tiempo, pero la mucha actividad de las truchas de la tabla de la chopera me tentó a pasar una última hora de la jornada intentando su captura a seca, pero... fue en vano, pues creo que estas truchas, residentes de la parte del río más cercana al aparcamiento más concurrido, deben estar en el "Top Ten" de lo más zurrado y resabiado de todo el coto. Fue allí en donde me volví a cruzar con Jonathan. por segunda vez en el día; su jornada de pesca había sido bastante más exitosaque la mía, pues había capturado ocho truchas, todas irisadas, incluyendo ¡dos a mosca seca, y encima en La Chopera!. Por lo que me contó, por la mañana había habido algún rato que estaban más francas, y el las había conseguido engañar con una imitación de rhodani. Lo que era por la tarde, creo que de picar, como mucho a un billete de 500 Euros, y bien pasado por los mismos morros, no sea que Sus Majestades tengan que esforzarse innecesariamente más de lo debido.
Mientras me cambiaba de ropa, me encontré con mi amigo Daniel Somolinos, acompañado de su hijo y de sus nietos, que ya volvían a casa. Había sido una jornada entretenida, pero le sorprendió en gran manera lo muy resabiadas y caprichosas que estaban las truchas. Me hizo mucha ilusión verle en persona, tras largo tiempo de solo tener contacto por internet. Aún recuerdo cuando, hace muchos años, su hijo era un adolescente, y Daniel ya se lo llevaba de pesca. Hoy, los nietos se han unido a la afición familiar.¡Enhorabuena!.  
Ni la calefacción a tope en el coche, ni el "café con leche de descongelación", que tomé en Bellcaire d´Urgell, ni la reconfortante merienda en La Panadella me quitaron el frío del cuerpo, y aún menos el dolor de articulaciones del tren inferior. Aunque no soy consciente de ello, me estoy haciendo ya demasiado mayor para soportar los efectos pasar tantas horas en remojo, con la ropa interior empapada. Si, definitivamente, y aprovechando el parón de la semana que viene para hacer senderismo, he de encontrar un momento para reparar el vader.  

                               

JORNADA DE PESCA Nº 727



Sábado, 13 de diciembre de 2014

Temporada 2014 - 2015 - Nº 8
Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2014-2015 - Nº 6

Coto Intensivo de Alfarràs S. M. NR12B
Río Noguera-Ribagorçana

Pescador. Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 3 truchas fario a ninfa y 3 truchas arco-iris a ninfa

Climatología: soleado y frío.

Caudal: bajo (3,90 m3/seg. - fuente: SAIH-Ebro)

Condiciones de vadeo: vadeable sin dificultad, y sin ayuda del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Sonata para piano nº 1
Sonata para piano nº 2
Anton Rubinstein

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 1
Sinfonía nº 2
Robert Fuchs

Variaciones Sinfónicas
Charles H. H. Parry

"Encuentro" (fantasía para violoncello y piano)
Joachim Raff

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

sábado, 6 de diciembre de 2014

JP-726. TRAS LAS TERRIBLES RIADAS, EL ÚNICO RÍO QUE FLUYE PACÍFICAMENTE ESTÁ EN NUESTRO "FAR-WEST". Sábado, 06/12/2014


Ajeno a los efectos devastadores de la borrasca, y las consiguientes riadas, del último fin de semana de noviembre, la Noguera Ribagorçana ha sido de los muy pocos ríos en donde se ha podido pescar con normalidad en este puente de la Constitución y La Purísima.   

Hacia poco más de un año que no visitaba la parte alta del coto de Alfarràs, y me he llevado la desagradable sorpresa de ver que han talado los chopos del aparcamiento. Otro lugar muy querido que desaparece, y que a partir de ahora solo será un recuerdo en mi memoria. 

La pesca a mosca seca fue la protagonista de la jornada, En esta ocasión incluso las grandes truchas arco-iris de repoblación estaban muy selectivas, dado lo muy pinchadas y escarmentadas que están, pues semanalmente sufren la zurra de una legión de pescadores, que sobre todo en fin de semana abarrotan este intensivo.. 

Una solitaria, pero preciosa, fario se unió a la fiesta de la pesca a mosca seca de este primer sábado de diciembre. No estoy seguro de su origen, pero muchas de las pintonas de esta parte alta del coto de Alfarràs son truchas de Piñana que se han descolgado río abajo. 



JORNADA DE PESCA Nº 726



El último fin de semana del pasado mes de noviembre, el mismo  temporal de levante que trajo abundantes lluvias en todo el territorio catalán, originó una poderosa ciclogénesis explosiva, o tormenta de gran magnitud, sobre el área del Pirineo Oriental, desencadenando un auténtico diluvio sobre la cabecera de los ríos pirenaicos de la provincia de Girona, originando el desbordamiento de ríos, ramblas y torrentes, y llegó a causar tanto graves daños materiales, entre otros, la inundación de la ciudad de Figueres, como incluso la muy lamentable pérdida de una vida humana, al ser arrrastrada por la corriente una excursionista, en la comarca de La Garrotxa.
Dada la extraordinaria cantidad de precipitación, el gran río gerundense Ter, se salió completamente de madre, demostrando que las fuerzas de la naturaleza siempre pueden dejar corta incluso la más catastrofista de las previsiones. Así pues, los habitantes de Ripoll asistieron atónitos a una de las mayores riadas de los tiempos recientes, al contemplar como al unirse el Ter y el Freser, justo en las afueras de su ciudad, bajaban corriente abajo la friolera de 300 m3/seg., que junto a la crecida de otros afluentes llenaron en menos de ocho horas lo que quedaba de capacidad del pantano de Sau, y con la apertura urgente de compuertas del mismo desbordaron la presa de Susqueda, por la que se precipitaban en caída libre cerca de 500 m3/seg. convirtiendo este paraje de la comarca de La Selva en unas improvisadas cataratas del Niágara.
Todo y que aún es pronto para evaluar los daños, nada bueno se augura acerca de la supervivencia de los peces de las cuencas alta y media del Ter, sometidos como estuvieron a los efectos de una auténtica batidora, que agitó durante casi dos días seguidos un cóctel mortal de agua, barro y rocas movidos a gran velocidad. Con todo, los supervivientes tendrán que enfrentarse a la muy dura prueba de la hambruna, pues el removimiento de todo el lecho seguramente habrá terminado también con la mayor parte de la vida invertebrada, fuente principal de su dieta.
También el Llobregat sufrió los efectos de la borrasca en su cabecera (llegaron a bajar cerca de 180 m3/seg.. por Guardiola de Berguedà), pero el pantano de La Baells, que en ese momento estaba al 88% de su capacidad atenuó un tanto el envite de la riada, y con una apertura bastante controlada de compuertas ha evitado males mayores: al fin y al cabo, por Pedret y Gironella no ha bajado mayor cantidad de agua que en los desembalses de las primaveras y veranos de estos dos últimos años. Asimismo, la crecida del principal afluente del Llobregat, el Cardener, obligó a abrir compuertas en Sant Ponç, pero no se tienen noticias de incidentes destacables en su cuenca, como tampoco las hay de las del total de su hermano mayor.
Pese a ser el gran río de Lleida, y el padre de todos los ríos de las Tierras de Poniente, el origen del Segre se sitúa en el Pirineo Oriental, y era inevitable que a su paso por La Cerdanya aumentase considerablemente de caudal. Esta vez  no ocasionó graves catástrofes, como la de la desaparición del pueblo entero del El Pont de Bar en Octubre de 1982, pero su crecida, junto con la de La Valira Andorrana, aportó agua suficiente como para volver a llenar el pantano de Oliana, forzar apertura de compuertas, y obligar a abrir las del gran pantano de Rialb, todo y que ambos desembalses fueron plenamente controlados.
Así pues, con los grandes embalses de la cuenca interna de Catalunya, o sea del sistema Ter-Llobregat, y alguno que otro de la del Ebro, con las compuertas abiertas, muy pocos han sido los ríos en donde se haya podido pescar con normalidad en este puente de la Constitución y La Purísima, que este año ha caído en fin de semana. Pero siempre hay excepciones, y en este caso, el único río que, incluso durante el episodio de la tremenda, y ya histórica, borrasca de levante de final de noviembre de 2014, siguió fluyendo, a su paso por el aforo de Pinyana, con unos apacibles 5,90 m3/seg. fue la Noguera Ribagorçana, el río más occidental de Catalunya, el que marca la frontera no histórica con Aragón (1), el río de nuestro lejano Oeste (our real far Far West).
Esto se explica debido a que la precipitación caída en el Pirineo de Lleida, el más occidental, no se vio tan afectado por la transformación de la borrasca de levante en ciclogénesis explosiva, ya que la misma vino del mar, situado mucho más al este. En las cabeceras de las Nogueras  (Pallaresa y Ribagorçana) también llovió, y con abundancia, pero la gran capacidad de sus sistemas de embalses sirvieron para absorber sin problemas el caudal de más de ambos ríos, que tampoco llegó en ningún caso a convertirse en una riada preocupante. De hecho, el mismo día en que las inundaciones eran noticia en más de tres cuartas partes del territorio catalán, en Alfarràs, pueblo leridano fronterizo con la provincia de Huesca, la Noguera Ribagorçana se "chocolateó" y apenas si aumentó unos pocos metros cúbicos por segundo su caudal.
Pintaban bastos pues, para volver a "Magic Anglès", o para intentar pescar algunos tramos libres del Llobregat, así que no me quedó otra que, contra pronóstico y forzándome a llevar a cabo un viaje largo, al que cada vez estoy menos acostumbrado, irme a pescar al coto intensivo, ahora y hasta marzo sin muerte, de Alfarràs, el que antaño y durante muchos años fue para mi, y para muchos otros pescadores, la "Fábrica de Sueños".
Regreso, contra pronóstico, totalmente imprevisto, a Alfarràs en un día ya de look completamente invernal, con temperaturas bajas (todo y que no gélidas) a lo largo de toda la jornada. A la hora de comenzar la acción de pesca, a las diez de la mañana, la temperatura era tan solo de 4º C, y al terminar la misma, a las cuatro y cuarto de la tarde, de 11 º C. El cielo permaneció gris y nublado hasta mediodía, pero a partir de ese momento se impuso el sol, pero este hecho no supuso un disparo de la columna de mercurio del termómetro, más que nada porque, de vez en cuando, alguna ráfaga de aire lo impidió.
Tal y como esperaba, el río bajaba con unos confortables casi 6 m3/seg., y quizás con el agua un tanto turbia, pero tan perfectamente pescable, como confortable de vadear.
En esta ocasión, y en previsión de que al igual que en mi penúltima visita, en noviembre del año pasado, la parte de abajo del coto hubiera quedado abandonada a su suerte, y saqueada por cormoranes y furtivos, me fui directamente a la parte alta del coto, aguas arriba del puente de la carretera C-26, en donde tradicionalmente se suele concentrar la actividad de los pescadores legales fuera de la temporada de repoblaciones, de octubre a marzo. 
Nada más llegar, cual no fue mi sorpresa al pasarme de largo el aparcamiento de la chopera, ya que los enormes chopos que daban nombre al paraje han desaparecido, engullidos por la voracidad de la sierra mecánica. Otro lugar muy querido por mi que desaparece, y que a partir de ahora será solo un recuerdo en mi memoria. Un recuerdo muy grato, eso si, de tardes de tertulia post-pesca bajo esos grandes árboles, con entrañables amigos como Francesc Bernal, Joan Navarro, Ramon Terricabras, Ramon Mena o Daniel Somolinos.
Otra previsión que se cumplió, fue la del overbooking de pescadores, tanto de los habituales de este coto (muchos de ellos venidos de un Aragón en donde ya no quedan cotos intensivos), como de los que , como yo, dedujeron que sería de los pocos en donde varear la caña, tras las tormentas del pasado fin de semana, en toda Catalunya. Acostumbrado a la paz habitual en mis salidas por el Ter, e incluso en Pedret, en donde siempre conozco lugares apartados del tránsito de la muchedumbre, este abarrotamiento de pescadores en el exiguo tramo de la parte alta me creó un gran desasosiego, pues tan solo entre el aparcamiento de la ex-chopera y la curva de la piscifactoría ya habían diez coches aparcados antes de las diez de la mañana, y siguieron llegando vehículos cargados de pescadores. Evidentemente, todos tenemos derecho a pescar, faltaría más, pero a mi me perturba de gran manera el entrar en el río y pensar que pueda molestar a alguien que ya está faenando en el mismo. Incluso la distancia de diez metros me parece poca, con tal de no causar disturbio en el que ya ocupa una postura.
De esta manera, di bastantes vueltas, arriba y abajo, intentando buscar una posturita por donde, al menos, empezar a pescar. pero no hay mal que por bien no venga, y en uno de esos paseos, aún pendiente de entrar al río, me encontré, recién llegado, con mi amigo Javier Rubio, como siempre todo simpatía y buen rollo, quien me recomendó pescar un poco más abajo de la ex-chopera, allí en donde el acceso al río es complicado debido a lo espeso del cañaveral. Quedamos en pescar juntos, a la que el se hubiera cambiado, pero ya no lo volví a ver hasta el final del día, pues encontró bastante actividad para su pesca favorita, a mosca seca, y ya no volvimos a coincidir, por lo menos dentro del río, ocupados cada uno por su acción de pesca.
La protagonista absoluta de la jornada fue la pesca a mosca seca, que ocupó el 90% del tiempo de la misma. Mi intención era la de plantarme en una tabla que conozco bien, que queda recóndita tras el denso cañaveral, y que es peculiar por tener un árbol plantado justo en medio de la entrada de la corriente a la misma, dividiendo la misma en dos; una de impetuosa, estrecha, y otra de secundaria, lenta, ancha. Tuve suerte, en el intento, pues tras aproximarme a la misma, pescando infructuosamente a ninfa unas corrientes de escaso calado, me la encontré vacía ¡toda para mi! Así pues, me dispuse a "plantar el campamento romano" y a "defender el fuerte", pues... ¡había abundante actividad en superficie en la tabla!. De hecho, esta debe ser de las jornadas que menos me he movido (salvo para lanzar), ya que la exploté al máximo y no salí de la misma hasta muy cercana la hora de poner fin al día de pesca, momento en el que volví al camino, de nuevo, pescando a ninfa.
No es tan solo porque las truchas están cada día más resabiadas, más pinchadas y han visto catálogos enteros de moscas. También cuenta el que las irisadas, mayoritarias por estos pagos, están cada vez más asilvestradas. Pero sobre todo, lo que hace muy jodido el pescar esta postura es que es de las propensas a que la mosca drague a la mínima, dado que la corriente, que entra con ímpetu a la tabla por el lado izquierdo del árbol, crea varios remolinos que se sitúan en el centro y la salida de la misma.
 Aparte de cambiar un buen montón de moscas, mi otro esfuerzo fue el de rectificar el bajo con frecuencia, y sobre todo el de concentrarme en lanzar no ya bien, sino "adecuado" para esta tan complicada postura, y cuando digo "adecuado" no se debe entender como ejecutar un pulido lance básico para extender linea, sino hacer un lance que consiga al máximo de linea apilada y de hilo flojo para evitar el dragado inmediato de la mosca...¡ardua tarea para un lanzador tan limitado como yo!, pero es a base de estos retos que se aprende, y supongo que tan, tan, tan mal no lo hice, pues me llevé como recompensa el ensalabrar seis truchas, cinco grandes irisadas, de inequívoco origen repoblado  (ejemplares todos mayores de 35 cms.), y una preciosa fario, que quiero imaginar se descolgó de Pinyana, de un tamaño un tanto más contenido (cerca de 25 cms.). Como emocionante propina, también se me escaparon un par de truchas más, a destacar un auténtico torpedo con aletas, que se llevó la mosca en la boca como recuerdo, al huir río arriba.
Eclosionaba bastante mosca, pero poca llegaba a la superficie, dada la voracidad de las truchas que las devoraban con fruición, en su fase de emergencia. En un principio, pensé que acaso fueran rhodanis, pero en una conversación a posteriori con mi amigo, el experimentado y veterano pescador a mosca Carles Vivé, el mismo me confirmó que se trataban de ignitas. Independientemente de lo que fueran, la triunfadora de la jornada, siempre que pudo bajar por el río con la dignidad suficiente, fue la emergente de CDC con patrón inequívoco de la "Factoría Joan Navarro", que pescó incluso dos truchas cuando se ahogó la imitación. Cosas curiosas de las truchas y sus caprichos: entre las muchas moscas utilizadas en el combate, estaba una imitación de ignita, en fase de imago, a la que no le hicieron ni caso, y la única mosca que no siendo una emergente de CDC terminó pescando, al menos una trucha ¡la fario! fue nada mas ni nada menos que un quironómido de color gris.    
A modo de colofón, mientras pescaba a ninfa con bastante desgana unas corrientes (las emociones de la pesca en superficie siempre me desinflan las ganas de pescar por debajo del agua), aún tuve tiempo de clavar una trucha más otra de esas grandes irisadas, que dio tan digna pelea como sus otras cinco hermanas pescadas a seca antes. Todo y sus muñonas aletas, hay que reconocer que estas truchas son muy bravas, y propensas a las cabriolas acrobáticas fuera del agua. Si los cormoranes y los furtivos no lo impiden ¡serán adversarias terribles!.
Mientras me cambiaba de ropa, volví a encontrarme con Javier. Había triunfado, pescando a seca más de veinte truchas, pues encontró una postura que era un auténtico filón, en donde las ¡como no! CDCs de la "Navarro Factory", y los excelentes tricópteros que hace Javier hicieron estragos. Este buen hombre, es todo un maestro de la mosca seca, y fue para mi un halago que me reconociese el mérito de haber salido airoso del siempre difícil desafío de la "tabla de siempre draga".
Vuelta a casa, bajo un crepúsculo invernal. Son los días más cortos del año, pero a partir de Santa Lucía, aunque sea de modo imperceptible, volverán a crecer, como crecerán otros chopos, todo y que será en otra chopera. La que conocí es historia, pero los buenos momentos vividos en ella forman parte ya de mis recuerdos. Y si es verdad que lo que nos hace eternos es la memoria colectiva de todos, como ente unificado por encima de la individualidad, espero aportar un mucho de pesca a esa esencia (cósmica) común.               
    
    
    


      
(1) La frontera histórica entre Catalunya y Aragón siempre había sido, antes de que existiese España, y después de su "supuesta" fundación por los Reyes Católicos, el río Isabena, que a su vez, y dentro del antiguo Reino de Aragón, marcaba la frontera entre castellanoparlantes y catalanoparlantes de este Reino. Esto, que no lo enmendó ni el Decreto de Nueva Planta del despótico  Rey Felipe V, cambió cuando en el Siglo XIX se inventaron las provincias, y alguien decidió establecer la Noguera-Ribagorçana como frontera entre Huesca y Lleida.  



JORNADA DE PESCA Nº 726



Sábado, 6 de diciembre de 2014

Temporada 2014 - 2015 - Nº 7
Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2014 - 2015 - Nº 5

Coto Intensivo de Alfarràs S. M. NR12B
Río Noguera-Ribagorçana

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 5 truchas arco-iris a mosca seca, 1 trucha arco-iris a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca

Climatología: mañana, nubes altas y frío; mediodía y tarde: soleado y frío.

Caudal: medio-bajo (5,90 m3/seg - fuente: SAIH-Ebro)

Condiciones de vadeo: cadeable sin dificultad, y sin necesirad de usar bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,15 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Anton Rubinstein

Sinfonía en "FA" sostenido
Suite de "ucho ruido y pocas nueces"
Erich W. Korngold

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 2
Sinfonía nº 4
Joachim Raff

"Festklange"
Franz Liszt

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.