"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 30 de noviembre de 2013

JP-679. COTO INTENSIVO DE ALFARRÀS S. M. NR12B. Sábado, 30/11/2013.

Este año he demorado tanto mi retorno a Alfarràs que he perdido todo el encanto del "Otoño Alfarraseño". De hecho, la jornada de hoy ha sido de pleno invierno todo y que todavía no ha llegado ni siquiera diciembre.  

Preciosa imagen de la tarde, que evidentemente no recoge le frío que ha hecho. Pese a las baja temperatura, las truchas se dado un buen festín de efémeras en la tabla de la chopera. Sin embargo, estaban tan pinchadas y resabiadas que he tenido que pescar muy fino para poder echar unas cuantas a la sacadera. La alegría ha durado poco, pues la irrupción de fuertes ráfagas de viento ha convertido el río en una sopa de hojas caídas y ha desactivado la actividad de los peces.   


JORNADA DE PESCA Nº 679

Tras dos semanas sin publicar ningún artículo, ha llegado la hora de reencontrarme con mis queridos lectores y seguidores de este blog.
Han sido dos semanas sin ir a pescar, pero en esta ocasión no he tenido ningún "síndrome de abstinencia", debido a que he estado gratamente ocupado. Hace dos fines de semana, estuvimos celebrando el aniversario de mi hija; siete años ya ¡cómo pasa el tiempo!. El fin de semana pasado me reencontré con mis amigos del centro excursionista para dedicar un sábado a otra de mis grandes pasiones: la montaña. De aquí al mes de marzo tengo previsto asistir a otras seis excursiones, actividades estas que harán más llevadero el largo invierno del mosquero que se avecina.
Han bastado dos semanas sin enfundarme el vadeador para que todo lo relativo al río y la pesca en el mismo haya cambiado sustancialmente. Si a principios de noviembre estábamos inmersos en un otoño de temperaturas tan benignas que mantenía a los peces activos a toda hora y daba gusto deambular por el río y su entorno, la llegada de un frente frío, a mitad de mes, que ha traído las primeras nevadas de la temporada incluso en cotas bajas, ha cambiado radicalmente la situación, y la vuelta  a la actividad, en lo que a pesca se refiere, ha venido marcada por las bajas temperaturas y el ambiente desapacible, en un adelanto de lo duro que se va hacer pescar de ahora en adelante: temperaturas gélidas, días muy cortos, unos intensivos con pocas truchas y muy resabiadas, y unas zonas libres en donde lo que hay sabe latín y arameo y  puede poner a prueba la pericia de los mosqueros más finos.
Por suerte, en el transcurso de estas dos semanas he recibido de uno de mis proveedores habituales el tramo central de la caña Vision GT Four, que se había partido en un desafortunado lance que narré en el artículo referente a la jornada de pesca nº 676, del sábado 26 de octubre. Ha sido todo un placer reencontrarme con mi herramienta favorita para pescar a seca, máxime cuando la pesca en superficie y sobre ceba vista ha sido la clave para no terminar la presente jornada de un modo infama, como podréis leer más adelante.
Para este retorno a la actividad, tras el primer paréntesis de la baja temporada, me decidí a volver a Alfarràs, el coto que fuera antaño la "Fábrica de Sueños", y que ahora sólo revive esos tiempos de abundancia las dos semanas posteniores a la super repoblación hecha para celebrar los másters de las dos primeras semanas de octubre, y poco más.
Este año he demorado en demasía mi retorno a este escenario, del que tengo tan gratos recuerdos y en el que he conocido a tantos amigos, más que nada por lo muy bien que se ha dado la pesca en Pedret, coto que tengo a una hora escasa de mi domicilio. La demora ha sido tanta, que  me he perdido todo el encanto del "Otoño Alfarraseño" (sobre todo el espectáculo del cambio de color de las hojas de su bosque de ribera). De hecho, esta última jornada del mes de noviembre ha estado marcada  por un ambiente plenamente invernal todo y que aún no hemos llegado ni a diciembre ni al solsticio de invierno.
No esperaba encontrarme un coto con la superabundancia de truchas del mes de octubre, pero me ha sorprendido la evidente falta de peces en la parte baja del mismo. Tanto, como la gran cantidad de truchas que están activas en la parte alta. De hecho, esto no es nada nuevo, de siempre la parte alta del coto ha tenido más trucha que la parte baja, y de siempre en la parte alta hay muchísima actividad en superficie, incluso en pleno invierno, que no en la de abajo. La frontera que marca el puente de la C-26 sobre la Noguera Ribagorçana siempre da la impresión de partir el coto en dos de bien diferentes: uno para mosqueros y otro para pescadores de lance; uno en donde quedan siempre truchas por mucho que los cormoranes y furtivos castiguen el río, y otro en donde a la que se acaban las repoblaciones la presencia de peces es algo testimonial. Todo y así, a mi siempre me ha gustado mucho más pescar en la de abajo, más que nada porque siempre hay menos gente.
En lo que a climatología se refiere, el día ha sido desapacible, frío ( - 1º C a la hora de llegar al río, y 8º C  a mediodía) y de una gran variabilidad. La mañana nublada ha dado paso a un mediodía de nubes y claros, y todo y que a primera hora de la tarde ha caído un breve chaparrón que no ha durado ni diez minutos, se ha terminado imponiendo un sol radiante con la llegada de un molesto y frío viento, que ha convertido el río en una sopa de hojas y ramas caídas y se ha convertido en el motivo principal de un adelanto del fin jornada a las cuatro de la tarde.  
Del río en si mismo no puedo tener queja: bajito y con el agua clara y limpia. Ni ex-profeso para un buen día de pesca... siempre que los peces quieran colaborar, o que los haya, que eso ya es otra cosa.
A eso de las diez menos cuarto ya estaba pescando en uno de los tramos altos de la parte baja del coto, unos doscientos metros por debajo de las instalaciones de la gravera Arnó. La captura de una buena trucha arco-iris, de unos treinta centímetros, con la ninfa tipo mini pheasant tail del tándem cuando no llevaba ni diez minutos pescando me hizo creer que tendría un buen día de pesca al fin y al cabo. Eso fué puro espejismo, y también todo lo que conseguí de las dos primeras horas de la jornada, machacando con insistencia sitios en los que, en circunstancias normales, casi siempre sacas alguna trucha por mal que pesques.
Cuando volvía por la carretera de servicio hacia el coche, tuve el placer de reencontrarme y saludar a mi amigo el Sr. Antonio, el guardia del coto. Tras los saludos, los recuerdos para la familia y la evocación de gratos tiempos pasados, el Sr. Antonio me animó a que fuera a pescar a la parte alta del coto, pues en la parte baja poca trucha queda. Según sus palabras, la semana anterior el Departament de Medi Ambient llevo a cabo un estudio de pòblaciones mediante pesca eléctrica precisamente en esta parte baja del coto, y los resultados no pueden ser menos que alarmantes: en tres tramos correlativos (esto es cerca de un kilómetro de río) se capturaron solo veinticuatro truchas...todas fario. Cada cual que saque sus conclusiones. ¿Dónde están las truchas arco-iris que en tanta cantidad como 700 kgs. se echaron al río para celebrar los másters? No hay duda de que los cormoranes y los furtivos se han puesto las botas. Aparte de esto, supongo que con el frío muchas truchas habrán optado por buscar refugio en el intrincado laberinto de riachuelos, canalillos y acequias que hay entre el espeso cañaveral. Alguna irisada quedará, no lo duden. Por lo menos, yo doy fe de que la que capturé allí sigue, o eso espero.
Visto lo alarmente de la situación, y tras la conversación con el Sr. Antonio ya no perdí más el tiempo, y a eso del mediodía me planté en la chopera, plazoleta en la arboleda bien conocida por los habituales de Alfarràs que son asiduos de la parte alta del coto y la antigua "zona mosquito".
Aquí la situación cambió radicalmente, y me dí cuenta de que a fecha de hoy, el coto de Alfarràs se limita a eso, a menos de una cuarta parte de su extensión como dominio pescable. Quería pescar en la siempre querenciosa tabla de la chopera, pero ya había un par de pescadores haciéndolo,  así que seguí un poco hacia arriba, y no tuve que andar ni cincuenta metros de donde tenía el coche que ya me encontré con una pequeña badina en donde había un buen montón de truchas comiendo efémeras sin parar: algunas lomeando, otras boqueando e incluso algunas sacando medio cuerpo fuera del agua.
La postura tampoco es que fuera muy fácil de pescar, pues exigía o bien rodados, o bien lances laterales, debido a tener el un talud a la espalda y ramas de árboles haciendo cúpula en todo el escenario. A las primeras de cambio ya ví que no sería coser y cantar: la mosca dragaba y las truchas no le hacían ni caso. Paso primero: adaptar el bajo de línea para pescar a mosca seca, pues el que llevaba era para pescar a tandem o con ninfa. Una vez alargado el bajo y testada la navegación de la mosca, paso segundo: desfile de modelos. Esta vez, comencé pescando con mosca ahogada de cara, por si sonaba la flauta, pero no dio ni sol ni fa. Era evidente que las truchas estaban comiendo una efémera pequeña, verdosa con las alas de color gris humo que a mi me pareció una ignita. Probada de una ignita de hackle de mi caja y ¡pasotismo absoluto!. Viendo que comían emergentes, recurrí a varios modelos que tuvieran un parecido razonable con las efémeras que de modo exclusivo eran las protagonistas de la película, y ¡que te las comas tu!. Finalmente, y recurriendo al eterno comodín de la emergente de CDC, modelo generalista y todo terreno donde los haya, comenzaron las capturas, y con una gran paciencia, insistiendo y volviendo a insistir conseguí capturar un par de esas  truchas que resultaron ser arco-iris de lo más habitual, pese a tener ambas un poco más de treinta centímetros. Hasta que punto las han tenido que zurrar y pinchar para que se hayan vuelto tan resabiadas y desconfiadas. La segunda de las capturas de esta postura vino justo en el momento en que el Sr. Antonio, que estaba patrullando, se había detenido a darme conversación, por lo que su llegada me trajo suerte, y le dije que siguiera pasando.        .  
Medio congelado, debido a que estaba pescando con el agua un poco más abajo de la cintura, volví al coche para beber un poco, dar un bocado a una pasta de chocolate que llevaba y hacer una MUR (Micción Ultra Rápida) antes de ¡por fin! pescar la siempre querenciosa tabla de la chopera, que se había vaciado de pescadores.
Eran las dos de la tarde, y nada más entrar, con todo sigilo y discreción, en el río la cosa prometía. ¡Que cantidad de truchas había comiendo en superficie! Una auténtica miriada de cebas. Como siempre, en estos casos, nada de perder los nervios, y lo primero que hice fué trazar un plan de acción mientras fumaba un cigarrillo. Empecé  con la emergente de CDC que había sido determinante a la hora de triunfar en la postura antierior, pescando primero corto y luego largo, esta vez en lances sobre la espalma muy cómodos al no tener obstáculos detrás mío.. Sólo tuve una picada, y se me desclavó enseguida. Primer fracaso de patrón, busquemos otros recuersos. Sin apenas avanzar, para no espantar a la gran cantidad de peces que tenía comiendo a escasa distancia de mi posición, y otros incluso aguas abajo, pasé a pescar con una efémera de hackle muy generalista y con un poste de color rojo para mejor visualización, que ¡por fin! obtuvo una picada por sorpresa, cuando esteba casi a punto de iniciar un nuevo lance, de otra trucha arco-iris de muy buen tamaño.
A partir de ese momento, se levantó el fuerte y frío viento que comenzó a llenar de hojas y ramas el río. Pese a ello, las truchas seguían cebándose sobre una continua eclosión de ignitas, y con mucha insistencia, tras el breve paréntesis de una nueva MUR que me obligó a salir por un momento del río, y gracias a la emergente de CDC pude capturar todavía dos truchas arco-iris más, la segunda de la cuales me la encontré ya clavada en una mosca que ni distinguía entre la auténtica sopa de  hojas y materia en suspensión en que el río se había convertido por obra del vendaval, cuando iba recogiendo la línea para volver a lanzar.
Como he dicho antes, el viento me obligó a precipitar el fin de la jornada. Mientras me cambiaba, todavía tuve tiempo de charlar con algunos pescadores, que mayoritariamente habían optado por pescar corrientes a ninfa, y de despedirme del Sr. Antonio al que volví a ver pasar patrullando por el río.
Esta vez el viaje a de vuelta a casa se me hizo muy largo, todo y lo ameno de la buena música y de mis rituales habituales ("café de descongelación" en Bellcaire d´Urgell y merienda en La Panadella). Realmente, me estoy desacostumbrando de ir a Alfarràs, y una vez ha dejado de ser la "Fábrica de Sueños" que fue antaño cada vez se me antoja el ir a pescar a ese destino, del que antes era tan adicto e incondicional, como un esfuerzo de voluntad muy grande, máxime cuando resultados similares a los que vengo obteniendo en él de unos años a esta parte los puedo tener en destinos de pesca más cercanos a mi casa en kilómetros, y por tanto menos caros en consumo de combustible.
Parece ser que, pasado el inusual verano que invadió al otoño, el "General Invierno" nos ha traído un tiempo de "vacas flacas". Un consejo para aquellos duden en si enfundarse el váder en este duro invierno que se nos viene encima va a valer la pena o no: hay que gestionar los éxitos y la abundancia con humildad, y los fracasos y la escasez con perseverancia. Tarde o temprano vendrán tiempos mejores, pero mientras llegan pensemos que el mayor éxito es seguir pescando o por lo menos intentándolo.         
             

JORNADA DE PESCA Nº 679

Sábado, 30 de noviembre de 2013

Temporada 2013 - 2014 - Nº 7

Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2013 - 2014 - Nº 7

Coto Intensivo de Alfarràs S. M. - NR12B
Río Noguera Ribagorçana

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 5 truchas arco-iris a mosca seca y 1 trucha arco-iris a ninfa.

Caudal: bajo.
Condiciones de vadeo: sin ninguna dificultad; bastón de vadeo totalmente prescindible.

Climatología: mañana de nubes y claros, primera hora de la tarde con llovizna ocasional y tarde soleada con fuertes rachas de viento. La temperatura muy baja durante todo el día: a la hora de inicio de la jornada -1 º C, siendo la máxima alcanzada 8 º C a las dos de la tarde.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Obertura "Dimitri Donskoy"
Anton Rubinstein

Sinfonía nº 3
Leevi Madetoja

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta nº 5
"Capricho Ruso"
Anton Rubinstein

Sinfonía nº 8
Franz Lachner

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.




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domingo, 10 de noviembre de 2013

JP-678. COTO DE ANGLÈS - PASTERAL INTENSIVO S. M. TE015B. Sábado, 09/11/2013.

Estupenda fario madrugadora de "Magic Anglès", un coto en el que las truchas están muy pinchadas y resabiadas y hay que pescar muy fino para acabar metiendo unas cuantas, no muchas, en la sacadera.
Río Ter muy bajito de caudal en Anglès. Entrar en el mismo con el máximo sigilo y pescar con mucha economía de movimientos es fundamental para no espantar a las truchas, siempre muy recelosas en este coto, y más con las zurras que reciben a lo largo del año por parte de los muchos pescadores de élite de competición que entrenan aquí.    
No soy muy amigo de hacer fotos a truchas arco-iris de repoblación, pero con este estupendo ejemplar de Anglès voy ha hacer unz excepción.


Tarde de otoño en la parte alta del Coto de Anglès. Con el cambio de horario, es en esta previa a la llegada del crepúsculo cuando debemos apurar nuestros últimos cartuchos del día, todo y que en esta jornada el fuerte viento que se levantó impedió apurarlos todo lo bien que hubiera querido.




JORNADA DE PESCA Nº 678

Tras un mes seguido de pesca fácil, y capturas en abundancia, en un Pedret hiper repoblado, el retorno a "Magic Anglès", después de mi última visita todavía en verano, ha supuesto un poco el volver a tomar contacto con la realidad y el que las cosas hayan vuelto un poco a su sitio; o sea, que las truchas venden caro sus escamas y desnudan las carencias del pescador que, con un poco de suerte y como es mi caso, quedará reducido a poco más que alguien que en acción de pesca intenta sobrevivir a su propia torpeza y poco más.
Como en tantas ocasiones, un día de pesca en Anglès supone mucha diversión pero pocas capturas. Esto no es nada paradójico: para mi, y supongo que para muchos de mis queridos lectores es realmente divertido esforzarse y devanarse los sesos para hacer picar esas truchas que nos desafían con su indiferencia hacia nuestras moscas, y cada captura de esos ejemplares, que a menudo tienen tallas de auténtico trofeo, supone la culminación de todo un reto, máxime cuando una vez clavadas todavía queda una ardua batalla por delante para poder meterlas en la sacadera.
Todo y estar ya avanzado el otoño, este retorno a Anglès pasada la temporada oficial ha tenido en común muy poco con el de otros años: como mucho la música, pues he llegado de buena mañana a esta localidad de la comarca de La Selva escuchando la melancólica versión para violoncello y orquesta de "La Canción del Trovador" de Alexander Glazunov, uno de mis clásicos favoritos para hacer entradas en este pueblo en concreto y en otoño en particular. Aparte de la melodía, poca cosa más. Noviembre sigue siendo inusualmente cálido, y todo justo ahora algunas arboledas, que otros años estarían ya peladas, justo empiezan a ostentar el elegante tono ocre de esta estación. Todo y la nubosidad, la temperatura de primera hora de la mañana fue de auténtico lujo: 12 º C. A partir de mediodía se despejó el cielo, y bajo un bonancible sol más propio de principios de septiembre que de pasados Todos los Santos creo que se sobrepasaron los 20 ºC. Hacia las dos y media de la tarde se levantaron fuertes rachas de viento, que como siempre dificultaron el ejercicio del lance, pero este vendaval todo y proceder del norte venía muy recalentado y para nada hizo descender la temperatura.
Si la apacible temperatura colaboró lo suyo en mantener activas a las truchas, creo que no menos hizo el caudal del río: bajito como suele estar en esta época del año tras el fin de la temporada de regadíos, aunque un poco más alto que ese menguado y escuálido caudal que estaría muy por debajo de los mínimos ecológicos y del que me habían advertido me podría encontrar algunos de mis informadores a lo largo de la semana anterior.
Cuatro truchas en mano, dos farios y dos irisadas, fueron todo el botín de esta primera jornada de la baja temporada en "Magic Anglès". Parece poca recompensa, pero la verdad es que todas las truchas valieron largamente los esfuerzos empleados en capturarlas. Ninguna de las cuatro quedó por debajo de los 30 cms., y una de las farios y otra de las irisadas pasaron de largo los 40 centímetros. Quizás el único punto negativo de todas las capturas menos una fue la muy poca combatividad (¿astenia otoñal o es que algunas ya están frezando?). De hecho, el mayor combate, con varios saltos y cabriolas fuera del agua lo dio la más pequeña de las arco-iris, con sus 30 centímetros escasos.
Es bien sabido que las truchas de este coto están muy pinchadas y resabiadas, debido a la gran cantidad de pescadores de élite de competición que entrenan aquí. Si a esto le unimos el bajo caudal del río que exige una pesca lo más discreta posible, no tardaremos en darnos cuenta de que pescar en Anglès, y más para pescadores "del montón" como el que escribe este artículo, es todo un reto. Eso si, para bien o para mal el estado del caudal del río exige, que no aconseja, el uso de "jogo bonito" o pesca lo más ligera posible, y eso es -por lo menos para mi- uno de los mayores atractivos de pescar en este escenario una vez han "cerrado el grifo" desde la presa de El Pasteral.
En esta ocasión, casi toda la jornada de pesca, menos la última hora y media, se limitó a los apenas 200 metros de la tabla y las corrientes de la parte alta del coto, allá en donde termina el tramo 10 y comienza el 11. Hubo tramo y tema como para ocupar muchas horas, máxime cuando las prisas nunca son buenas consejeras, y con el "jogo bonito" aún menos. Como es evidente, en un río tan sensible como este cualquier multitud es un gran inconveniente. Por suerte empecé a pescar muy temprano y pude tener en usufructo exclusivo la querenciosa tabla por lo menos la primera hora y media. Más tarde vinieron algunos pescadores, que no fueron otros que Xavi (Xebbby), Antonio y Michael, con los que he coincidido otras veces en este coto, y nos repartimos muy bien y ninguno fue un estorbo para los demás. Por cierto, no me queda más que elogiar a Xebby por su meteórica progresión en el mundo de la pesca a mosca: cuando le conocí, siendo un apenas un chaval en 2009 aún hacía preguntas a todo el mundo en los foros de Conmosca, y en pocos años ha saltado al mundo de la competición en donde se desenvuelve la mar de bien. Mi más sincera enhorabuena. Seguramente, uno de los secretos del éxito es haberse mantenido alejado de las malas influencias de la Rubinsteinfishing School of Podoliya, je, je, je. Bromas aparte, la verdad es que estuve muy contento de poder compartir un buen rato de río con estos estupendos pescadores.
En acción de pesca, gozoso "obligatto" de "jogo bonito", a mayor gloria de mis tándems ligeros, sobre todo el de ahogada y microperdigón, todo y que también tenté a las siempre difíciles truchas del otoño de "Magic Anglès" con tándems de seca y mini pheasant tail, emergente y microperdigón y por supuesto a mosca seca pelada.
La primera trucha del día fué relamente muy madrugadora, una estupenda fario que picó a la ahogada de bolita de collarín cuando pescaba la tabla del sauce caído "al agua" y lo más largo que podía. Esto, unido a que en poco tiempo tuve otra picada que no pude resolver a las primeras de cambio me hizo concebir esperanzas de un gran día de pesca, las cuales se frustraron a la que las truchas de la corriente subsiguiente, tras haber pescado y repescado la tabla, se pusieron a comer arriba, y comenzaron a reirse de mis moscas secas, no sin antes y con la ahogada haberle dado un buen revolcón a un pez que no llegué ni a ver.
Cuando me cansé de remojar secas infructuosamente y las ganas de orinar apretaron de verdad, aproveché para ceder la postura a Antonio y Michael antes de salir del río, y tras la oportuna micción volví al uso del tándem para pescar una de esos caos de múltiples corrientes que tanto suelen espantar a los pescadores más novatos. A las primeras de cambio, capturé con el microperdigón otra estupenda fario, cuando dicha imitación navegaba por una de las muchas oquedades entre las rocas en donde los peces suelen apostarse en estos escenarios siempre turbulentos.  
Un rato después, y tras estar conversando un rato con Xebby, vino la tercera captura del día, también con el microperdigón, en uno de esos lugares tan querenciosos como la unión de dos corrientes de agua y en donde varias truchas moscardeaban de tanto en cuanto sin llegar a interesarse por la emergente que hacía de "pareja de baile" de la ninfa. En este caso se trató de una muy buena trucha arco-iris que dio muy poca batalla para sus buenos 40 centímetros.
 Pasadas las dos y media de la tarde aproveché para salir de nuevo del río, hidratarme con uno de mis sempiternos tes con limón y ¡otra vez! hacer aguas menores. Como me dio mucha pereza meterme en las corrientes rápidas que Xebby había estado pescando, decidí subir aún más arriba de donde estaba para también quedar más cerca del coche a la hora dar por finalizado el día de pesca..
Precisamente a esa hora, se levantó un fuerte viento que persistió hasta el final de la jornada. Creí por un momento, ante lo difícil de posar las moscas decentemente en la superficie del agua, que la misma terminaría allí, con la captura de solo tres truchas, pero el decidirme a pescar una pequeña corriente a punta de caña me permitió la última captura del día, con una ninfa de un poco más de entidad que las menudencias con las que había estado pescando hasta ese momento, de otra trucha arco-iris más, que siendo el más pequeño de los peces capturados, con sus apenas 30 centímetros, me dio la alegría de una buena pelea y un rato de trabajo para mi carrete.       
Hasta el final del coto, en la presa de El Pasteral, se abrían ante mi vastos parados de agua en donde moscardeaban perezosos y de modo esporádico algunos peces, cuyas cebas sólo se producían en las pequeñas pausas en que no soplaba el viento. Mientras me decidía por si intentar su captura o no, reparé en un enorme y monumental árbol de tres grandes troncos. No imaginaba que hubiesen alisos tan grandes, pero allí estaba, meciendo sus hojas y ramas al viento de esa tarde de otoño. Reconozco que me fascinó, y que además gracias a a levantar un rato la cabeza del río me dí cuenta de porque a lo largo del día había sentido una sensación tan rara que no había sabido explicar... a muchos de los chopos, álamos y olmos del bosque de ribera aun no se les han caído las hojas, pese a que estamos ya en pleno noviembre, y eso había hecho que con el sol tan bajo de este penúltimo mes de año hubieran muchas más sombras de lo habitual, cuando la arboleda está pelada.
Gracias a la decisión de terminar un poco más pronto de lo acostumbrado (con el viento tuve la sensación e que "estaba todo el pescado vendido") pude recuperar el hábito de visitar la pastelería de la Sra. Mercè para proveerme de un par de pedazos de sus estupendas cocas para merendar. De camino a casa, en uno de esos viajes en dirección a la puesta de sol y escuchando muy buena música, caí en la cuenta de que no le había hecho ni una foto a aquel árbol monumental que tanto me había llamado la atención. Quizás cuando vuelva a visitar esa parte del coto se la haga... o quizás no, pues ya se sabe que a veces la fascinación por la belleza es efímera, y bajo el sol otoñal y movido por el viento ese árbol gigante tuvo, para mi, su momento de gloria, que quizás no se repita en otra ocasión cuando, debido a lo gris y triste del día, o de mi estado de ánimo, esa maravilla de la naturaleza no me llame tanto la atención.                 


JORNADA DE PESCA Nº 678

Sábado, 9 de noviembre de 2013

Temporada 2013 - 2014 - Nº 6
Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2013 - 2014 - Nº 6


Coto Intensivo de anglès - Pasteral S. M. TE015B
Río Ter

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 2 truchas arco-iris a ninfa, 1 trucha fartio a mosca ahogada y 1 trucha fario a ninfa.


Caudal: bajo (4 m3/seg. aprox.)
Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad y sin ayuda de bastón.

Climatología: mañana, nubes altas y temperatura templada; tarde: soleado con viento y temperatura templada.

Hora de inicio de la jornada: 09,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:


"Marcha Triunfal Americana"
"Balada" (Op. 78)
Obertura nº 1 sobre temas griegos
Obertura nº 2 sobre temas griegos
"A la memoria de un héroe"
"La canción del trovador"
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 8
Obertura Solemne
Alexander Glazunov

Concierto para piano y orquesta nº 4
Anton Rubinstein.


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

 



lunes, 4 de noviembre de 2013

JP-677. COTO INTENSIVO DEL PEDRET S. M. LL03B. Sábado, 02/11/2013.



JORNADA DE PESCA Nº 677.

El relativo buen resultado de la presente jornada (16 truchas, todas capturadas pescando lo más ligero posible), enmascara lo aciago del día, que no pudo empezar de peor manera. Tras haber roto, la semana pasada (1), el tramo central de la caña titular, Vision GT-Four 3905, no me esperaba seguir teniendo problemas con mi caña suplente, una Grauvell Titanium de 9 pies para línea 5 de cuatro tramos, pero aún no había puesto el pie en el río que me ví de nuevo en dificultades por culpa de una caña: en este caso, a esta caña de repuesto se le despegó la pieza del portacarretes; supongo que la cola de impacto que usan para sujetar la parte final del blank por debajo del corcho con el portacarretes en si se ha ido desgastando con el tiempo, y el día en que tenía que despegarse ¡siempre la dichosa Ley de Murphy! tenía que ser, precisamente, el que la caña suplente salía de titular desde el minuto uno del partido.
Por suerte, y dado el (¿buen, mal, habito?) que tengo de hacer servir el (exiguo) maletero de mi Chevrolet Aveo como almacén de materiales de pesca, pude salir del apuro y ponerme a pescar usando la Guideline Fario, una caña de 10 pies para línea 4. Todo y que esta caña es una muy buena herramienta para pescar con ninfas "a la polaca", no es desde luego la herramienta ideal, y menos equipada con una línea 5, para lanzar sacando línea, pero como a la fuerza ahorcan, no me quedó más remedio que improvisar, y ajustándome a las limitaciones de la caña para un uso para el que no está intrinsecamente concebida, suerte tuve de poder lanzar secas y ahogadas a distancia de un modo más o menos decente, pues fue esta acción de pesca larga la que acabo siendo decisiva a la hora de convertir una jornada mediocre en resultados en un día relativamente aceptable en lo que a capturas en mano se refiere. Y fijáos bien que digo en mano, pues al tener que re-acostumbrarme a una caña a la que he ido perdiendo el tacto, y más pescando con la misma de un modo que no era habitual cuando si lo hacía, perdí un buen montón de peces en la pelea, cosa que hace que el balance final de este día sea aun más engañoso.   
De nuevo, tanto la climatología como el caudal del río colaboraron con los pescadores. Todo y estar ya en noviembre, el día fué de una gran placidez ambiental y de muy suaves temperaturas. Por otro lado, el río sigue con un caudal muy bajito, perfectamente pescable y vadeable, y con el agua aceptablemente limpia.
Sin embargo, y si algo cambió este sábado con respecto al de la semana anterior fue la afluencia de pescadores al coto, mucho mayor que en cualquiera de las últimas salidas de pesca en Pedret reportadas en este blog, desde que a primeros de octubre pasó a ser sin muerte hasta marzo del año que viene. Se notó que estabamos en medio de un puente, el de Todos los Santos, y que el viernes, día festivo este año, ya había pescado también bastante gente. Esta mayor afluencia dos días seguidos hizo que las truchas estuvieran mucho más pinchadas y resabiadas. En concreto, el incremento de pescadoresdel sábado me impidió pescar todas las posturas que hubiese querido hacerlo, pues estaban ya ocupadas, y las más de las veces por pescadores que "defendían el fuerte", o sea habían encontrado un puesto querencioso con muchas truchas activas y no salían del mismo ni para orinar... nada que criticar, pues yo a menudo también hago lo mismo.
Ya en acción de pesca, comentar como dato muy destacado que los "rinconcitos fario" fallaron estrepitosamente en esta jornada. En los dos primeros que visité no tuve ni una picada, ni de farios ni de arco-iris. En el tercero y último comenzaron las capturas, pero en esta ocasión las irisadas habían invadido el territorio de las pintonas, y me fuí del mismo habiendo capturado ocho truchas con el combo de mosca seca (tricóptero de pelo de ciervo "punky" de Marc Van de Vliet y perdigón de la casa). Sólo una de ellas, la octava, era una fario de unos 30 cms, que picó a la ninfa. De las irisadas, cinco se interesaron por el perdigón y un par más subieron a buscar el tricóptero. Compensó un tanto la ausencia de farios el hecho de que la mayoría de estas capturas (cinco de siete) eran truchas arco-iris de entre 30 y 35 cms., que ofrecieron peleas bastante bravas. Un dato significativo, a tenor de lo expuesto más arriba, es que perdí cinco truchas arco-iris más por desclavamiento, habiendo picado todas ellas al tricóptero, por lo que la mosca que hubiera podido ser la triunfadora de esta manga es el "punky", que no el perdigón que, truchas en mano, acabó siendo el señuelo más resolutivo, todo y perder con el mismo un par de truchas irisadas más durante este episodio.
Decidí cambiar radicalmente de aires, y para variar con respecto a las últimas salidas a Pedret desde después de las vacaciones de verano, subí a la parte alta del coto, en las cercanías el puente románico.
Allí me encontré con mucha competencia, ocupando posturas que hubiera sido mi intención pescar. En la pasarela de cemento del vado tuve la ocasión de volver a saludar, después de casi dos temporadas sin verlos, a José y a Miguel, dos veteranos pescadores de lance que llevan muchos años abonados a Pedret. Miguel me cedió amablemente su puesto unos momentos, para ver si conseguía sacar una trucha que moscardeaba en la corriente y no quería las ahogadas de su aparejo de buldó y... terminé pescando otra (arco-iris, por supuesto) con la ninfa.
En una balsa cercana, aguas abajo, se estaban cebando y no había nadie pescandola, así que aproveché la coyuntura y me fuí a probarla. En esta ocasión, no me podía meter del todo en el agua, pues la badina es muy honda, y sólo podía ocupar la corriente de salida de la misma. Esto me obligaba a pescar largo, y aquí me las tuve que ingeniar para lanzar con una caña más hecha para pescar a golpe de muñeca que no a sacar línea del carrete, y además con una línea demasiado pesada para dicha caña. Todo y que las posadas parecían pedradas en el agua, la mosca al menos navegaba bien en la muy escasa, casi impercetible corriente, y de buenas a primeras ya clavé tres truchas con una efémera de hackle en anzuelo pequeño (del 18) que se me desclavaron enseguida. Vista la poca sujección del anzuelo pequeño, pasé a pescar con una gran emergente mixta de CDC y hackle de gallo montada en un anzuelo del 12 con "pico de loro". Al principio pensé que quizás las truchas no querrían algo tan gordo y tupido, pero me llevé la gran alegría de acabar capturando (o sea, ensalabrando, teniendo en mano y soltando) tres truchas más antes de que la emergente acabase sus días a mi servicio colgada en la rama de un arbol, de que me entrasen ganas de orinar, y de que aprovechase ambas circunstancias para irme a probar suerte a otra parte.
Por cierto, había un "defensor del fuerte" justo enfrente mío, en las corrientes que hay a continuación de los tubos de la pasarela, que se puso las botas pescando una trucha tras otra, creo que a streamer. A ese señor, por lo menos le vi salir un momento, creo que a comer algo, pero siempre ojo avizor a que no apareciesen los "indios" por el camino de la pasarela, je, je, je...
Tras el cambio de horario, las tardes son muy cortas, y cuando ya pasan largas de las dos y media de la tarde, y según como vaya la jornada, uno tiene que a menudo jugársela para encontar algún rincón el río que al menos de garantice un final con diversión. En esta ocasión, y aprovechando la visita al coche para beber algo, decidí volver a pescar el "rinconcito fario" que había sido productivo antes del mediodía.
Un tanto cegado por el juego de luces y sombras del agua, pero viendo actividad esporádica en superficie, me la jugué a pescar lo mas largo posible (este escenario es una tabla un tanto larga, uno de las pocas que hay en Pedret) con un tándem de mosca ahogada (colibrí) y una microninfa de peso y tamaño ínfimos (imitación generalista de larva con bolita del 00, en un anzuelo del 19). La jugada no me salió nada mal, pues todo y no advertir ni las picadas y encontrarme con la trucha ya clavada a medida que recogía la línea acabé capturando cuatro truchas arco-iris más, dos con la mosca ahogada y dos con la microninfa.
A las cinco de la tarde, oculto ya el sol tras la montaña, mis lumbares y mi estómago clamaron por salir del río e ir a merendar. No pude negarles esa exigencia, pues estaba más que satisfecho de esta jornada que había empezado tan accidentadamente. Una vez más, he sabido improvisar y aprovechar los recursos que tenía a mi alcance, y eso me satisface enormemente. Ahora, solo queda ir a por el Araldit para pegar de nuevo el portacarretes, y tener paciencia pues ya me ha dicho el proveedor que no tienen en existencia el tramo central de la caña Vision, que habrán de pedirla y que puedo tardar todavía un par de semanas en poder usar mi caña habitual. 




(1) Ver el artículo JP - 676, del 26/10/2013 en este blog


JORNADA DE PESCA Nº 677.

Sábado, 2 de noviembre de 2013

Temporada 2013 - 2014 - Nº 5
Temporada de cotos intensivos de salmónidos 2013 - 2014 - Nº 5

Coto Intensivo del Pedret - LL03B
Río Llobregat

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 8 truchas arco-iris a ninfa, 5 truchas arco-iris a mosca seca, 2 truchas arco-iris con mosca ahogada y  1 trucha fario a ninfa.

Caudal: bajo
Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad, excepto en las grandes pozas, sin la ayuda de bastón.

Climatología: sol y nubes altas, con temperatura templada.

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Horade finalización de la jornada: 17,00 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Leevi Madetoja

Obertura "Dimitri Donskoy"
Anton Rubinstein

Obertura "Los Husitas"
Anton Dvorák

Viaje de vuelta:

Sonata para piano nº 1
Sonata para piano nº 2
Anton Rubinstein

Variaciones Sinfónicas
César Franck

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.