"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

sábado, 31 de octubre de 2015

JP-770. FIN DE FIESTA MUY DISCRETO EN EL PEDRET OTOÑAL. Sábado, 31/10/2015


Para que el tema de ir exhibiendo fotos de truchas no resulte demasiado cansino,  y dado que este artículo está dedicado a mi último día de pesca en Pedret en el año 2015, he decidido ilustrarlo con una foto del río Llobregat en el pleno esplendor de un día de verano, tal y como suelo evocarlo en ese paréntesis invernal, durante el cual sé que tanto echaré de menos pescar en mi querido Coto del Pedret.    



JORNADA DE PESCA Nº 770


TIEMPO PRESENTE: BAJO LA TORMENTA POLÍTICA.


Sigo reportando partes de pesca en este, nuestro blog, con más de dos meses de retraso. A la hora de ponerme a escribir el que hace referencia al último sábado de octubre del año pasado, en concreto la víspera de Todos los Santos, han pasado ya las fiestas navideñas, y poco después de Reyes ha estallado en Catalunya una nueva tormenta política, esta vez de gran magnitud, al lograr la mayoría parlamentaria independentista investir un presidente y formar gobierno, después de tres meses de rocambolescas negociaciones,
La política nos depara tiempos turbulentos en este recién estrenado 2016. Pintan bastos para la moderación y el diálogo, y el escarnio a la democracia es ya moneda común en todos los bandos en litigio. Todo y así,  no es objetivo de este blog el enzarzarse en cuestiones allende de la pesca, todo y que las decisiones de los gobernantes, sean quienes sean, acabarán por afectar, tarde o temprano, a los pescadores, a los ríos y con ellos a los habitantes de sus aguas.
Por suerte, los peces siguen allí, como lo estaban dos meses y pico atrás, en el que fue mi último día de pesca en Pedret hasta el momento.


PASADO "PESCAIMPERFECTO": FIN DE FIESTA MUY DISCRETO EN EL PEDRET OTOÑAL


En el transcurso de la última semana de octubre, tuvo lugar la última de las sueltas de truchas del Plan de Repoblaciones Piscícolas en Pedret y, creo, también en todas las zonas de pesca intensiva controladas del Principado.
Como viene sucediendo cada año, desde que en 2006 el coto del Pedret pasó a ser intensivo, todo es terminar las repoblaciones que, seguramente porque también deja de pasar la vigilancia fluvial, las truchas materialmente se volatilizan. Para muestra, un botón: apenas dos semanas después de esta última repoblación, mis amigos de la peña "Salvando el Bolo" fueron a pescar a Pedret y consiguieron capturar una sola trucha, entre cuatro pescadores, a lo largo de una larga jornada.
Sabedor de esta "misteriosa" desaparición de las truchas, de desgraciada periodicidad anual, ya desde el año pasado decidí cerrar mi propia "Temporada de Pedret"  la misma semana en que echasen la última cuba, y luego... pues ¡hasta marzo y tan amigos!.
Bien sea en materia de pesca, política, fútbol u otras cuestiones, procuro evitar enfadarme, dado el inútil gasto de energía y desgaste para la salud que ello supone. Y sobre todo, procuro no discutir según con quién, dado el riesgo que ello supone para el bienestar mental. En definitiva, he decidido hacer caso a Mark Twain, que aconseja que nunca discutamos con idiotas, pues nos bajan a su nivel, y allí nos baten por experiencia.
Ya me gustaría a mi, todo y el frío que hace en esa gran hondonada umbría que es Pedret, poder pescar en este coto a lo largo del invierno, pero prefiero ahorrarme el dinero de un caro ticket de intensivo (en diciembre caduca mi carnet de socio anual, y por temas burocráticos no lo vuelvo a tener operativo hasta finales de febrero, o principios de marzo) para ir a tentar una cantidad residual de truchas, tras la masacre que cada año llevan los mismos orcos descerebrados de siempre, a la que no se vigila el río.
Al fin y al cabo, para ir a salvar el bolo están, durante el "off-season"  las zonas libres de ciprínidos; esas mismas en las que también hay una cantidad presuntamente residual de truchas; esas mismas de las que tan tabú es hablar y que tanta irritación genera en algunos (que se creen dueños de la mismas, por algún inexplicable "derecho de conquista") el que se publique cualquier mínima información sobre ellas. En fin, lo dicho anteriormente: que cada día le hago más caso a los sabios consejos de Mark Twain.
Supongo que son muchos los pescadores que también hacen la despedida de Pedret la semana en que se hace la última repoblación, pues el viernes, justo después de la suelta semanal, de acuerdo con lo que me informó el guardia de Catalana Forestal (en este caso, Josep), se vendieron cerca de ¡setenta tickets, la mayoría con muerte!
Dado que a lo largo de la edición de este año del "Pedret Otoñal", sobre todo por las obras del puente entre túneles, había pescado solo las zonas baja y media del coto, decidí hacer mi despedida en la parte alta, todo y que es la más frecuentada.
Cumpliendo las previsiones, y como suele ser habitual, la parte alta del coto estaba llena de pescadores, lo que me hizo añorar la soledad y la paz de las apacibles jornadas de septiembre y principios de octubre pasados, tal y como los lectores habrán podido observar en artículos anteriores. Pese al gentío, aguanté mas de media jornada en esa zona tan transitada y pisada, hasta que a primera hora de la tarde decidí cambiar de latitudes, en busca de una paz y una soledad que tampoco terminé de encontrar río abajo, pues parece ser que en esta jornada eran muchos los pescadores que se citaron en Pedret, supongo que para hacer su particular despedida.
Con tanto trajín y ajetreo, ya desde el día anterior, las pocas truchas que daban la cara estaban nerviosas y resabiadas. Dado el bajo caudal del río, en un día soleado y templado de los muchos de esta guisa que nos ha regalado el bonancible otoño del año 2015, preferí pescar largo con tándems de seca y ninfa, ninfas pequeñas en solitario, o directamente a mosca seca, en tablas y bajíos antes que ir a rascar fondos de pozas con ninfas tungstenizadas.
Al poco de empezar, capturé con el perdigoncillo rojo del tándem una trucha irisada de repoblación que, al fin y a la postre, sería la única mykiis del día. Quedaban muy pocas "gladiadoras fluviales" en el "circo de captura y fríe de Pedret", y las pocas que quedaban estaban presas de un terrible stress.
Presionado por la gente, que ocupaba las posturas que quería pescar, fui subiendo hacia la zona estríctamente sin muerte, aguas arriba del puente románico. Incluso aquí encontré pescadores ejerciendo el derecho que otorga el pago del permiso. Todo y así, al final encontré una balsa, aledaña a la pasarela de cemento, en la que se veían moscardear pequeñas farios.
Supongo que las pintonas juveniles, todo y ser fruto de repoblaciones recientes, visto el estado de sus aletas, habían estado muy presionadas, pues no acababan de picar con la facilidad que cabría esperar. Dispuesto a pasar un rato al menos entretenido, rehice un poco el bajo de línea y fui disminuyendo el tamaño de la mosca, hasta acabar pescando con una efémera verde de parachute, en un anzuelo del 20, con la que conseguí capturar tres de esas truchas poco más que "palmeras", hasta que vino un señor ataviado de mosquero, con un amigo suyo equipado con una cámara de vídeo para filmar la acción de pesca, al que cedí gustosamente la postura. Realmente, me estaba estimulando bien poco tanta devanadura de sesos para tan poca recompensa, y aún menor tensión de líneas.
Hacia el mediodía me dí una buena caminata de vuelta al coche, bajo un sol que más parecía de principios de septiembre que no de la víspera de Todos los Santos. Visto el panorama de la parte alta del coto, decidí ir a probar suerte más abajo del puente del antiguo ferrocarril, recientemente restaurado.
En la misma tabla querenciosa, que tantas alegrías me había dado en mis últimas jornadas en Pedret en este otoño, terminó mi edición anual del "Pedret Otoñal" con mas pena que gloria. Con muy poca actividad en superficie, terminé pescando largo con una sola ninfa hasta que, por puro aburrimiento supongo, una incauta fario, afortunadamente de al menos 10 cms. más que las capturadas horas antes, terminó embocando una pequeña, ínfima, ninfa de color violeta previo entablar una batalla que perdió nada más entrar en mi salabre. Game over! trucha liberada, con la pena de pensar que probablemente será pasto de orcos, y fin del partido. Bye, bye Pedret... salvo imprevistos, ya nos veremos el año que viene.
La merienda, otra vez en Cal Rosal, tuvo un poco de sabor de despedida. Al fin y al cabo, a la hora de escribir este artículo os diré que a la semana siguiente volví a merendar en el mismo bar,  tras comprar las mismas cocas en el mismo comercio, pero en esa ocasión ya no venía de pescar, sino que volvía de excursión a la Sierra de los Rasos de Peguera con mis compañeros del Centre Excursionista del Tagamanent i Cingles de Bertí. Y es que, para que el invierno no se me haga demasiado largo, entre salvada y salvada de bolo (o incluso entre bolo y bolo), he ido alternando la pesca con el senderismo, como es costumbre en mi en los meses de los días cortos y las temperaturas frías, cuando unos tantos prefieren el confort de la chimenea trabajando al torno de montaje, y otros muchos prefieren revivir las batallas de la temporada anterior, en esos escaparates de la más banal vanidad en que se han convertido las redes sociales.            



JORNADA DE PESCA Nº 770



Sábado, 31 de octubre de 2015

Temporada 2015 - 2016 - Nº 5
Temporada de Cotos Intensivos de Salmónidos 2015 - 2016 - Nº 5

Coto Intensivo del Pedret  - LL03 A/B
Río Llobregat
Modalidad del ticket: sin muerte

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 3 truchas fario a mosca seca, 1 trucha fario a ninfa y 1 trucha arco-iris a ninfa

Equipo de pesca a mosca:
Caña: Vision GT four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams Deimos

Climatología: soleado y templado

Caudal: medio-bajo

Hora de inicio de la jornada: 09,30 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una fiesta eslava"
Alexander Glazunov

Concierto para violoncello y orquesta en "DO" mayor
Eugene d´ Albert

Viaje de vuelta:

Sinfonía en "FA" sostenido
Erich W. Korngold

Suite de Baile
Franz Lachner

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

jueves, 29 de octubre de 2015

JP-769. JORNADA COMPLICADA EN LA "PETITE FRANCE", HASTA QUE LAS TRUCHAS SE PUSIERON A COMER POR ARRIBA. Martes, 27/10/2015


Gracias a un pescador muy amable, llamado Daniel, de cerca de Montpellier, Francia, pude hacerme una foto con una de las estupendas truchas capturadas en esta jornada (estirada de brazos incluída, je, je, je). Mercí beaucup, monsieur!

Hay  que aprovechar la ocasión, para fomentar el captura y suelta desde los blogs.

Preciosas y muy combativas, así fueron las truchas capturadas en esta jonada en un Magic Anglès convertido por un día en la "Petite France".



JORNADA DE PESCA Nº 769


PRÓLOGO: TRAS LAS CAMPANADAS DE FIN DE AÑO.

Sonaron ya las doce campanadas de la medianoche, que pusieron fin al año 2015, y en el momento de escribir este artículo, en tiempo real, estamos ya en los primeros días de 2016, todo y que la jornada de pesca objeto de este reporte se ubica en un día laborable, un martes para ser exactos, de la última semana del pasado mes de octubre. 
Quizás, lo mejor de el retraso que llevo publicando artículos en este, nuestro blog, es que los mismos no son usados de un modo especulativo, para tener información de primera mano sobre el estado de algunos de nuestros ríos, cosa que podría fomentar la pereza de algunos pescadores, poco proclives a asumir riesgos a la hora de elegir sus destinos de pesca.
Esto va para largo, amigos. Tal y como está mi "planning" de obligaciones laborales y familiares no creo que pueda, ni tan solo a medio plazo, volver a publicar información de un modo mínimamente actual.
Sin embargo, espero que las crónicas de mis aventuras de pesca, ni que sea a modo de ejercicio literario de dudosa calidad, os sigan interesando. Gracias anticipadas por seguir leyéndolas un año más.
¡¡Feliz Año Nuevo y líneas tensas para todos, en este recién estrenado 2016!!


Barcelona, 4 de enero de 2016.   


UN DÍA DE PESCA COMPLICADO EN LA "PETITE FRANCE"


Todo y que el imaginario colectivo asocia el mes de octubre con el pleno otoño, y sobre todo con la lluvia, las hojas caídas, la humedad y los primeros fríos, la verdad es que el del ya vencido 2015 fue un octubre atípico, de temperaturas excepcionalmente altas y de muy escasa precipitación, muy en la línea de un año de anomalía climática, que pasará a los anales de la climatología como uno de los de temperaturas más cálidas desde que se dispone de registros.
En este último martes de octubre, parecía que el tiempo iba a recuperar su espíritu otoñal característico, pues amaneció muy nublado, e incluso llovieron cuatro gotas camino de Anglès.  Sin embargo todo acabó allí, pues a lo largo del día se alternaron las nubes con los claros, y la temperatura, a primera hora de la tarde, llegó a unos confortables 15 º C, con un alto nivel de humedad ambiental.
Lo más destacado del día, con diferencia, fue el tener que compartir río con un auténtico aluvión de pescadores franceses. Creo que si, descontando el mío, en ese día se vendieron quince tickets más en el coto de Anglès, se los debieron llevar mosqueros del otro lado del Pirineo, ya que de los muchos pescadores con que me crucé, todos hablaban francés, incluyendo a un señor muy amable que tuvo a bien tomar las fotos que ilustran este reportaje. La verdad es que, por lo menos ese día, Anglès parecía la "Petite France".
Más de la mitad de la jornada, se la llevó en tiempo el esfuerzo baldío de encontrar un sitio en donde pescar, pues era tal el gentío, o eso me lo pareció a mi, que cada vez que iba a una postura que quería faenar me encontraba a alguien, generalmente un grupo de dos o tres pescadores que, parte de hablar francés entre ellos, ya ocupaban la misma.
Realmente desesperante: andar más que pescar, y las pocas veces que encontraba un hueco, era en tramos muy "pedorros" en donde las truchas, bastante estresadas y puteadas, no hacía ni caso mis imitaciones, tanto daba que les echase ninfas, emergentes o secas.
No fue hasta primera hora de la tarde, que encontré un pequeño tramo libre de otros pescadores, y quiso la suerte que las truchas se activaran en superficie en ese momento.La ocasión la pintaban calva, todo y que viniendo río arriba, con esa celeridad que caracteriza a los adictos a la ninfa, venían ya dos pescadores más. Tocaba, por una parte, ocupar la postura y "defender el fuerte", y por otra, esperar que fueran lo suficientemente educados como para no ponerse a pescar sin respetar al menos diez metros de distancia conmigo, y no me machacasen, a golpe de ninfa, las truchas que esperaba tentar a mosca seca.
Para no ponerme nervioso, decidí concentrarme en la pesca, y abstraerme de todo lo demás. Estaba visto que lo que había activado a los peces era una eclosión de bétidos, que las truchas estaban comiendo tanto en fase de ímago como de subímago. Aposté por el estadio más adulto, con una imitación de efémera de conjunto con hackle de gallo, y comenzaron las capturas, esta vez de truchas fario muy bonitas, todas ellas de muy buen tamaño, de entre treinta y cinco y cuarenta centímetros, y notable combatividad.
Llevaba ya capturadas, y soltadas, tres truchas, cuando llegaron a escasa distancia de mi la pareja de pescadores que subían río arriba. Uno de ellos, hablando en francés con el otro, dio un rodeo y fue a entrar en el río a generosa distancia de mi... merci beaucup, monsieur!. El otro, se quedó un rato en la orilla, mirando como pescaba, y aproveché la casualidad de capturar la cuarta trucha de mi cómputo -otra fario de muy similares características a las anteriores- para pedirle que me hiciera una foto con el pez, cosa la cual, muy amablemente, llevó a cabo. Es más, me tomó dos fotos, una enseñando la trucha (sin estirar mucho los brazos por mi parte, je, je, je) y otra soltándola, para que no se diga que hay que dar ejemplo, y fomentar el captura y suelta también desde los blogs.
Se trataba de un señor muy amable, de nombre Daniel, de cerca de Montpellier. Me contó que Magic Anglès es un destino de pesca muy conocido en el Departamento de Languedoc-Roussilon, e incluso en el de Midi-Pyrinées, y que muchos de sus compatriotas lo valoran mucho, tanto por la calidad de sus truchas y su abundancia de ejemplares de gran tamaño, como porque fuera de temporada no hay disponibles, al otro lado del Pirineos otros intensivos que no sean reservoirs, o sea lagos o masas de aguas cerradas, generalmente de tipo artificial.
Tras la conversación, cigarrillo compartido de por medio, le cedí mi postura, y viendo que ya era una hora tan avanzada como las tres y media de la tarde, marché ya de camino al coche, no sin antes ir a dar un repaso las siempre difíciles truchas de un parado de aguas que conozco, sobre todo por los julepes que me han dado. Esta vez, hubo suerte, y recurriendo a pescar aguas abajo y a bajar el calibre del hilo todavía tuve la suerte de capturar un última trucha (otra preciosa fario de dos palmos y medio), antes de dar por concluida esta nueva aventura de pesca en día laborable, posible gracias a disponer de días de vacaciones por gastar,  de cuales que ya no dispondría en las futuras fechas navideñas.
  
             


JORNADA DE PESCA Nº 769



Martes, 27 de octubre de 2015


Temporada 2015 - 2016 - Nº 4
Temporada de Cotos Intensivos de Salmónidos 2015 - 2016 - Nº 4

Coto Intensivo de Anglès - El Pasteral S. M. - TE015
Río Ter

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 5 truchas fario a mosca seca

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT-Four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams Deimos

Climatología: Inicio del día con el cielo cubierto y llovizna, para pasar el resto de la jornada con el cielo nublado, con algún intento de apertura de claros, temperatura templada y alto nivel de humedad


Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad, no siendo preciso el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para violín y orquesta en "RE" mayor
Erich W. Korngold

Fantasía para piano y orquesta en "MI" menor
Anton Rubinstein

Viaje de vuelta:

Sinfonía en "SI" bemol menor
"Viviane" (poéma sinfónico)
Ernest Chausson

"El Ideal" (poéma sinfónico)
Franz Liszt


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.

martes, 27 de octubre de 2015

JP-768. OTRO "TRAINING DAY", SEGUIDO DE UN RATO DE PESCA, EN EL PEDRET OTOÑAL. Sábado, 24/10/2015





JORNADA DE PESCA Nº 768


Todo y que este día de pesca corresponde al pasado mes de octubre, la verdad es que, dado el retraso que llevo reportando jornadas, en tiempo real, o sea  cuando estoy escribiendo este artículo, faltan apenas cuatro días para que sea Nochevieja, comamos las uvas, y comience un nuevo año que espero traiga a los lectores y seguidores de este, nuestro blog, toda clase de venturas y bendiciones, incluyendo, por supuesto, la de poder seguir yendo a pescar. En este caso, y a diferencia de otros buenos deseos demasiado tópicos, no os voy a desear que pesquéis mucho, sino mas bien que lo mucho, o poco, que pesquéis se convierta en una tan grata experiencia que siempre podáis recordar entre esos momentos bellos que la vida ofrece, y que no se pueden comprar ni vender, pues forman parte de nosotros para siempre.

Barcelona, 28 de diciembre de 2015



La jornada que nos ocupa, fue la penúltima en que tuve la ocasión de pescar en Pedret en este año pronto a finalizar. Un día de pesca más de este apacible "otoño Pedreteño", con el río manso de caudal y las truchas activas a todas horas, en el que han venido siendo protagonistas tanto la benigna climatología, de elevadas temperaturas y escasas lluvias, como las obras de la futura "vía verde", que con el cierre del puente a la circulación, tanto peatonal como rodada, han limitado las, ya de por si escasas, repoblaciones en las partes baja y media del coto.
Lo más destacado de esta nueva crónica otoñal de Pedret, fue sin duda el poder compartir, de nuevo, más de media jornada con mi amigo Josep Solsona, quien sigue empeñado en aprender a lanzar y a posar la mosca con solvencia, antes incluso que ponerse en acción de pesca. Un loable empeño, en pos del cual no duda en sacrificar el pescar en aras de entrenar, e insistir, insistir e insistir, hasta que por fin llegue a lanzar de un modo correcto.
Para mi, fue un gran privilegio poder hacerle de improvisado instructor por segunda vez (1), pero quede claro que, constatados los claros progresos de mi amigo así como sus todavía evidentes faltas y carencias, poco o muy poco le puedo aportar de positivo. Es más, si quisiera hacerme caso e invertir algún dinero en un curso de lance, dentro de poco quizás sería él quien podría darme lecciones.
Porque, vamos a dejarlo claro, yo me defiendo, a nivel lance, lo justo y necesario para afrontar los desafíos de los ríos en que suelo pescar, pero estoy bien lejos de ser un lanzador ni tan solo mediocre. Con los años,  mucha paciencia y algún que otro buen asesor, he conseguido desenvolverme bien con el lance básico (sobre el hombro) y el rodado (sobre todo cuando es aguas abajo). Y la verdad es que con estos dos, algún que otro "rodado de serpiente" para meter moscas bajo las ramas caídas, y un simulacro de spey con una sola mano, tengo bastante como para cubrir mis necesidades en mis escenarios habituales. Por supuesto, no me pidáis que os haga un lance de doble tracción, pues no me sale ni de coña, todo y que al no pescar en lagos, ni tener intención de hacerlo por el momento, s tampoco es este un tema que me preocupe.
Básicamente, mi amigo Carles Vivé, que lleva más de treinta años pescando a mosca, extendiendo bajos y posando imitaciones, me ha definido como un "empujador de líneas", entendiendo esto como que formo parte de esa legión de pescadores, con muchas ganas pero poco tiempo para dedicarlo al fly-casting, que en realidad "empujan" la línea, en vez de "dispararla" como insisten en hacer los grandes maestros del fly-cast, empezando por el mismísimo Mel Krieger.
El caso, es que creo que toda utilidad por mi parte, a nivel enseñar algo de lance, para con mi amigo Josep se terminó en este segundo Training Day, todo y que creo que -dado que es de los que hace un buen parón invernal- quizás de cara a la próxima privavera quizás hagamos una sesión de refresco de conceptos, salvo que, ¡tanto de bueno!, dedicase el invierno a practicar.
Durante nuestro tiempo de entreno, y dado lo activas y excitadas que estaban las truchas, no dudé en clavar un par de ellas (dos irisadas de repoblación)  a la vez que le enseñaba, en la práctica, conceptos a Josep. Un alarde innecesario del que me arrepiento, pues cuando está intentando enseñar a lanzar hay que estar por la labor y por el alumno, y no pendiente de lo que hacen los peces. La verdad es que a Josep le encantó ver clavadas a una distancia que, de momento, le está vetada, y eso incluso le sirvió de acicate para insistir en el entreno con más entusiasmo, pero yo me sentí algo así como un gilipollas que es incapaz de estar por lo que hay que estar, y que sucumbe a la tentación de pescar ante la primera ceba que ve...¡así de insaciable es mi hambre de pesca!.
Como en nuestro Training Day anterior, y como suele ser habitual en sus hábitos de pesca, mi amigo Josep se fue para casa sobre la una y media de la tarde, y yo prolongué la jornada hasta bien entrada la misma, o sea un poco antes de las cinco, que suele ser cuando el hambre y el cansancio me piden que salga del río y entre en el bar o en la pastelería.
Hasta el momento de la despedida de Josep, el día había sido nublado, pero sin amenaza de lluvia, y con una temperatura muy agradable, todo y el elevado grado de humedad. A partir de ese momento, no hubo grandes cambios. A diferencia de otros sábados de este otoño en Pedret, el sol no terminó de imponerse a las nubes: es más, hubo un momento en que pensé que incluso caerían cuatro gotas, pero ni a eso llego. En definitiva, un día de esos de "ni chicha, ni limoná", que tan pesados y cansinos nos parecen a los humanos, pero que tanto parecen gustar a nuestras amigas las truchas.
Con una gran cantidad de truchas activas por todas partes, fui a buscar uno de mis escenarios predilectos para pescar ligero, o sea una larga tabla de escasa corriente, y allí me entretuve, como un crío con un juguete nuevo al que las horas le pasan como segundos, pescando ora con un tándem, ora con la mosca seca. Esta semana, las irisadas habían desplazado claramente a las fario: aparte de las dos capturadas durante el tiempo de entreno con Josep, tuve la ocasión de ensalabrar seis mas con la microninfa del tandem (ese perdigoncillo rojo, tan polivalente). Respecto a las fario, estas estaban mucho mas resabiadas. Para nada se interesaron por el voluminoso y vistoso tricóptero del tándem, que también habíamos utilizado como "mosca de entreno" con Josep, y la única que capturé sucumbió a una tentadora emergente generalista, con la exhuvia bien empapada, de tal manera que casi se podría considerar esta como una captura con mosca ahogada.      
Y como punto final, la siempre grata hora de la merienda, como viene siendo habitual en este "otoño Pedreteño", en Cal Rosal. Dado que en el Mercat del Bolet habían  instalado la churrería, no dudé en comprar y devorar con fruición dos de esos grandes churros de chocolate rellenos de crema. Un manjar, dicen, insano y grasiento, de esos que se pegan a la cintura como si llevaran velcro. Todo lo que queráis, pero... dadme un poco de esas grasas innobles y de esos azúcares sobresaturados de vez en cuando, pues sin esas alegrías, al igual que sin las que nos da la pesca, la vida sería una película muy aburrida, a la que no habría buena música que pudiera hacer de banda sonora. Seguramente, una de esas a las que los pretendidos intelectuales atribuyen revelaciones estéticas que causan fascinación en presuntos entendidos... y bostezos entre el respetable. mientras come palomitas, o churros de chocolate.    



(1) Ver el artículo Jornada de Pesca nº 764 del 03/10/2015





JORNADA DE PESCA Nº 768


Sábado, 24 de octubre de 2015

Temporada 2015 - 2016 - Nº 3
Temporada de Cotos Intensivos de Salmónidos 2015 - 2016 - Nº 3


Coto Intensivo del Pedret - LL03 A/B
Río Llobregat
Modalidad del ticket: sin muerte



Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 6 truchas arco-iris a ninfa, 2 truchas arco-iris a mosca seca y 1 trucha fario a mosca seca

Equipo de pesca a mosca:
Caña: Vision GT four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología: nublado y templado

Caudal: medio-bajo

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 6
"Una fiesta eslava"
Alexander Glazunov

Concierto para violoncello y orquesta en "DO" mayor
Eugene d´ Albert

Viaje de vuelta:

Concierto para violín y orquesta en "RE" mayor
Erich W. Korngold

"El Ideal"
Rapsodia húngara nº 2 - versión orquestal
Rapsodia húngara nº 4 - versión orquestal

Franz Liszt

Líneas Tensas!
Ferran RUBINSTEIN.

jueves, 22 de octubre de 2015

JP-767. PESCA LIGERA EN UN RÍO "HUESUDO", EN UN DÍA DE VACACIONES FUERA DEL VERANO. Martes, 20/10/2015.

Siguen capturándose en Magic Anglès pequeñas truchas arco-iris nacidas en el río, que gracias al captura y suelta pueden llegar a convertirse en las "Steelheads de Girona", unos peces bravos y combativos que siempre ponen a prueba la resistencia de los equipos, y la destreza de los pescadores. 

Unas veces farios con solera, otras farios repobladas, y de vez en cuando alguna arco-iris de cisterna... lo importante en un río "huesudo" es la ocasión inmejorable de pescarlas a mosca seca. 
Un día lánguido de otoño y un río con un caudal muy bajo, no son inconvenientes para pescar. Y menos cuando las truchas dan la cara en superficie.   



JORNADA DE PESCA Nº 767


Ya son casi dos, los meses de retraso en el reporte de las jornadas de pesca en este blog. En tiempo real, mientras escribo este artículo, y de paso escucho la Sinfonía nº 3 "Trágica" de Felix Draeseke, estamos a poco más de una semana de la Navidad. Sin embargo, la jornada cuyas vicisitudes os relataré en breve tuvo lugar a finales de octubre, en concreto en el primero de los martes en que, a lo largo del otoño, fui de modo extraordinario a pescar, gastando así días de vacaciones pendientes de disfrutar  de mi calendario laboral.
Por una parte, es gozoso que gran parte de la culpa de este retraso en informar a  los queridos lectores y seguidores de  este, nuestro blog, se deba a haber podido pescar más de lo habitual. Por otro lado, he de admitir que mi ritmo de vida cotidiano, lleno de largas jornadas laborales seguidas de muchas obligaciones familiares, no es el más adecuado para mantener al día un blog que se precie de estar actualizado. Todo y así, tampoco es esto una gran preocupación para mi ni, creo, para los seguidores del mismo, ya que doy por sentado que su finalidad no es otra que entretener y hacer pasar un rato divertido hablando de pesca, y de otras muchas cosas asociadas a la misma, siempre sin intentar aleccionar a nadie, lejos de esa obsesión actual por convertirse en eso que los "modernos" llaman trending topic.
Lo primero que llama la atención, cuando uno va a pescar en un día laborable, es que la vida a tu alrededor fluye de un modo distinto. Acostumbrado a la paz de las madrugadas de los sábados, con sus calles desiertas y sus carreteras casi sin tráfico, uno se encuentra, de camino a su destino de pesca, con un tránsito intenso, al borde del colapso, de coches y autobuses llenos de gente que ese día tiene que ir a trabajar.
Sonríes, afortunado, pensando que ese día vas a poder relajarse saliendo de la aplastante rutina habitual, pero tarde o temprano te das cuenta de lo breve y efímero de tanto gozo: mañana estarás tu, de nuevo,  subido a esa noria imparable, quizás en el mismo atasco que se está empezando a formar en el sentido contrario de la autopista, el de entrada a la urbe. Es más, incluso en estos días de asueto robados a la aplastante, y gris rutina, tengo que medir bien el tiempo, con miras a no quedarme encantado en el río, ya que, a diferencia de los sábados, tengo que volver incluso antes a casa, para no perturbar demasiado la rutina de la cena con la familia y volver al día siguiente a madrugar, pero ésta vez no precisamente para ir a pescar.
Lo más normal, hubiera sido disfrutar de un día de vacaciones para pescar en lunes, empalmando así el mismo con el fin de semana, y de esa manera disponer de tres días seguidos a modo de improvisadas mini vacaciones. Sin embargo, los lunes por la tarde debo atender a otras obligaciones, de un modo sistemático, y no me quedó otra, en esta ocasión y en otras venideras a lo largo del otoño, que emplear el martes para gozar del río.      
Pero no hay mal que por bien no venga. El lunes es, precisamente, el día de descanso de mi coto intensivo sin muerte favorito: "Magic Anglès", y el tener que verme obligado a ir a pescar en martes, al menos, me permitiría pescar en el mismo... siempre y cuando tuviera la suerte de ser uno de los dieciséis afortunados que consiguen el ticket diario. La verdad, es que no tuve problemas, máxime cuando ya tenía prevista esta salida y, con una semana de antelación, ya tenía reservado el tan codiciado permiso.
Como suele suceder en estos días de asueto en laborable, no pude resistir la tentación de desayunar tranquilamente, leyendo sin prisas la prensa (todo un lujo que no me puedo permitir en mi horario de trabajo), así que no me planté en el río, ya cambiado de ropa y con la caña montada, hasta las diez de la mañana.
El Ter, en las cercanías de La Cellera, me recibió en una mañana nublada pero sin amenaza de precipitación, y con una temperatura muy suave (un día de esos típicamente otoñales: lánguidos y anodinos, en los que las nubes son las protagonistas, todo y que el sol intentó romper su velo en varias ocasiones, sobre todo a partir del mediodía), con un caudal realmente bajo, de apenas 5 m3/seg., que le daba un aspecto diríamos "huesudo", si es que consideramos que, perdido el músculo del agua, ese que acelera corrientes, ensancha tablas y llena pozas, verle los huesos a un río no es otra cosa que dejar al descubierto las rocas que habitualmente quedan sumergidas.
Supongo que un río en este estado de caudal, supone la desesperación de la Legión de la Ninfa Tungstenizada, y de todos los adictos a pescar corrientes y pozas en corto, a golpe de muñeca, usando imitaciones tan pesadas como para hacer un chichón a las truchas si es que les caen encima de la cabeza.
Sin embargo, para mi es una auténtica gozada, pues en un río "huesudo" no te queda otra que pescar largo, sacar línea, practicar el "jogo bonito" y pescar lo más ligero posible, siempre guardando la distancia como para no ahuyentar a unos peces que la escasez de agua pone, casi siempre, más al alcance de tus botas de lo que muchos se creen.
Ya metido en el río, y tras saludar al único pescador que vi por la mañana -un señor de avanzada edad, que pescaba con un aparejo de buldó-  la jornada no pudo comenzar mejor. En los primeros lances, ya capturé con el tricóptero de pelo ciervo del tándem una fario de mediano tamaño y claro origen repoblado, y poco después una irisada también de repoblación, que ase interesó por la micro-ninfa. Hay que ver lo bien que sienta siempre el haber salvado el bolo de sobras cuando aún no han transcurrido ni veinte minutos de partido. No tardé mucho en tener una tercera picada a la minúscula imitación subacuática, que resultó ser una pequeña trucha irisada, de esas que han nacido en el mismo río. Espero que, gracias a los beneficios del captura y suelta, esta y otras más de iguales puedan llegar a convertirse en las "Steelheads de Girona", unos peces bravos y combativos que siempre ponen a prueba la resistencia de los equipos, y la destreza de los pescadores.
Había comenzado pescando, largo con el tándem, lo poco que quedaba de unas vigorosas corrientes, ahora convertidas en mansos reguerillos. A continuación tocó enfrentarse a una tabla, mi tipo de escenario favorito (cuando suben a seca, claro está), ahora muy menguada y con escasas vetas de corriente por efecto de la bajada de caudal.
Ante la ausencia de cebas, opté por faenar despacio, lanzando lo más largo posible ora un tándem, ora una ninfa de muy escaso peso sola, pero no tuve ni una picada en el que fue el más largo interludio sin actividad de la jornada, que se prolongó a lo largo de casi una hora y media larga; lo que tardé en repasar bien repasada la tabla.
Pasadas largas las doce y media, me encaminaba a prospectar las corrientes que manan en la tabla que había estado pescando cuando, al mirar hacia atrás, comencé a ver cebas allí por donde había pasado, zurrando el río, hacía tan solo un rato.
Como no había vuelto a ver ningún pescador más, desde casi el inicio de la jornada, opté por salir del río, dar un rodeo por el camino, y volver al inicio de la tabla para, de nuevo, pescarla esta vez directamente a mosca seca. Pero las truchas no estaban lo que se dicen fáciles, de manera que tuve que ir recurriendo a un "cambio de menú" cíclico, consistente en ir alternando básicamente tres patrones de mosca: emergente de CDC, emergente generalista con hackle y exhuvia de polywing e imago de efémera oliva, ya que lo que estaban comiendo, muy francas, eran estadios diversos de bétidos.
Paciencia, mucha paciencia, pues me dio la impresión de que las truchas estaban muy pinchadas. Eso, e insistir  e insistir e ir cambiando el patrón de la imitación me permitió capturar cuatro farios (tres de ellas con solera en el río y otra con pinta de proceder de algún reciente cisternazo) y una irisada, de esas típicas de repoblación que ya llevan algún tiempo en el río.
Si bien por la mañana solo me había cruzado con un pescador, ya avanzada la tarde comenzaron a aparecer más por el tramo del coto en que estaba pescando. Dos pares de ellos, siguieron camino arriba, mientras que, metidos en el río, aguas abajo de mi posición, se me iban acercando dos más, bastante distanciados entre ellos. Sobre las cuatro menos cuarto, cuando ya tenía la tabla más que repescada, le cedí mi postura a uno de ellos, que resultó ser un francés.
Ya me iba a retirar, bastante satisfecho con el hecho de haber podido tensar líneas a mosca seca, cuando de vuelta al coche fui a mirar un poco más abajo de donde me había cruzado con el anciano que pescaba a buldó. Se trata de un blando lateral de corriente, pegado a la orilla, que se pesca desde el centro el río. Suele ser una postura muy querenciosa, y esta vez volvió a confirmarlo: había un auténtico frenesí de cebas.
Por desgracia, ya era muy tarde para explotarla a fondo, pues tenía previsto -si quería merendar y volver a casa a una hora razonable sin tener que perder el culo por la carretera- terminar la jornada a las cuatro y media, lo más estirar, y ya eran las cuatro y cuarto.
De tripas corazón, con la misma mosca que llevaba de los últimos lances en la anterior postura, me puse a tentarlas, y estirando el chicle del tiempo hasta las cinco menos cuarto tuve tiempo de capturar tres truchas farios más, estas claramente de repoblación,  y de perder un par más al querer clavar demasiado rápido.
Merienda rápida y carretera y manta. Había sido un día de pesca divertido, pero... al día siguiente me esperaba la oficina, y un montón de correos electrónicos en mi inbox, la mayoría de ellos con tareas de "las queríamos para anteayer". Por suerte, solo quedaban tres días para volver a pescar.     
    .                
         

JORNADA DE PESCA Nº 767



Martes, 20 de octubre de 2015

Temporada 2015-2016 - Nº2
Temporada  de Cotos Intensivos de Salmónidos 2015-2016 - Nº 2

Coto Intensivo de Anglès - El Pasteral S. M. - TE015
Río Ter

Pescador: Ferran RUBINSTEIN

Capturas: 8 truchas fario a mosca seca, 2 truchas arco iris a ninfa y 1 trucha arco-iris a mosca seca

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT-Four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología: nublado y templado

Caudal: bajo

Condiciones de vadeo: vadeo sin dificultad, no siendo preciso el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música dehoy:

Viaje de ida:

"Lo que escuché en la montaña" ("Sinfonía de Montaña")
"Festklänge"

Franz Liszt

Viaje de vuelta:

Doble concierto para violín, violoncello y orquesta
Johannes Brahms

Fantasía para piano y orquesta en "MI" menor
Anton Rubinstein

Líneas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN
 
 

martes, 20 de octubre de 2015

JP-766. INVASIÓN FARIO EN EL SEGRE MEDIO. Sábado, 17/10/2015




Una sorprendente invasión de farios, con un estupendo aspecto de haberse criado en el río,  ha desplazado a las irisadas de repoblación en algunos sectores del coto  de Ponts.

Hasta los cotos intensivos en plena decadencia, como es, en mi opinión, el de Ponts, pueden dar gratas sorpresas. En realidad, el problema no es que no haya peces, sino el deterioro de un tramo de río que uno tiene grabado entre sus mejores recuerdos como estupendo escenario para pescar. 



JORNADA DE PESCA Nº 766




De unos años a esta parte, he de admitir, muy a mi pesar, que ya no me gusta ir a pescar a Ponts. Incluso en los días en que, como este que fue el primero del off-season de este año (acabada ya la larga temporada de salmónidos, para aquellos que pescamos sin muerte), salgo del río relativamente victorioso, no puedo evitar pensar en lo mucho que me gustaba este coto en el pasado, y en lo poco que me gusta pescar ahora en la caricatura de lo que fue.
Hubo un tiempo en que los meses de octubre en este tramo del Segre medio, pasados los aluviones de agua de todo el verano por imperativo del regadío, eran una auténtica delicia, tanto por la abundancia de peces como por la posibilidad de hacer muy buenas pescatas, sobre todo a mosca seca. En esos tiempos pasados, aunque tampoco tan lejanos, previo a que este intensivo cerrase su propia y particular temporada justo antes de Todos los Santos, se convertía en uno de mis destinos de pesca otoñal favoritos, y volvía a ser otro de mis más visitados en los primeros compases de la siguiente temporada, de primeros de marzo hasta que llegaba el momento en que el caudal volvía a ser siempre alto, para poder llevar agua vía río hasta los siempre sedientos campos, mayormente de maíz.
Pero pasada su época de mayor gloria, el declive de Ponts, o por lo menos el del Ponts en que a mi me gustaba pescar, en esas todavía largas y soleadas tardes de otoños pretéritos,  vino de la mano de los kayaks y las piragüas, cuando el parque de aguas "bravas" (1) construyó un enorme malecón en medio del río, cuyas consecuencias derivaron en la eutrofización por algas de la parte baja del sector más frecuentado del coto (de la desembocadura del Llobregós hasta la instalación deportiva), de tal manera que un largo tramo de río, de más de un kilómetro de largo parecía más un campo de golf que una coto de pesca (2). Por suerte, poco después, una riada hizo justicia, y mando al carajo, río abajo, esa antinatural cordillera artificial varada, como buque fantasma, en medio de la corriente.
Sin embargo, con la insistencia que da el tener el favor de los que mandan, privilegio del que jamás hemos gozado los pescadores deportivos, el parque piragüistico volvió a la carga, reconstruyó el malecón de la ignominia y, a fecha de hoy todo, el  tramo que se extiende aguas arriba de esta instalación deportiva, hasta cerca de la piscifactoría, se ha convertido en un parado de aguas tan grande que se asemeja más a un pantano que no a un río, mientras que el tramo de aguas abajo vuelve a estar, de nuevo, lleno de algas..
Por otro lado, con la puesta en marcha del canal Segarra- Garrigues, pensaba que los aluviones procedentes del pantano de Rialb llegarían a su fin, al poder llevar el agua a las nuevas zonas irrigadas a través del acueducto, pero la verdad es que no tan solo han terminado, sino que encima se han expandido a épocas del año en que el río iba siempre bajo de caudal, como el otoño o el invierno, con el agravante de que ahora estas aperturas de compuertas son imprevisibles, de tal manera que el caudal sube y baja varias veces a lo largo del día, a menudo sin ningún patrón de regularidad, y afectando no tan solo al coto de Ponts, ya que los efectos de estas subidas y bajadas de caudal se notan incluso en la zona libre de Artesa de Segre y en el coto intensivo de Alós de Balaguer. ¿El motivo de este "poltergeist" fluvial? Pues no lo tengo nada claro, aunque los rumores apuntan a que podría deberse al turbinaje para producir electricidad. El caso es que no sé la causa, pero si los efectos: el tramo medio del Segre se ha vuelto imprevisible, y con el caudal que hay te las has de ingeniar para pescar según con lo que te encuentres al llegar al río, e incluso a lo largo de la jornada de pesca.
Pero de tanto en tanto, ni que sea para dar gusto a la nostalgia, me dejo caer por Ponts, como en este sábado de mediados de octubre que ocupa esta crónica.
Por primera vez, en lo que llevamos de otoño, sentí el mordisco del frío en el cuerpo, pues a la hora en que llegaba a esta villa, importante enclave comercial del Mig Segre, para desayunar antes de ir al río,
 la temperatura era negativa: - 1º C. No obstante, todo fue salir el sol y comenzar a subir el mercurio, de tal manera que, aprovechando la bonanza del tiempo, se alcanzaron los 18 º C a primera hora de la tarde .
Respecto al caudal, pues nada que se parezca a los tan añorados otoños de antaño: o sea, un buen correntón de agua. No es que fuera de esos que asustan, pero si de un caudal tan considerable como para pensárselo dos veces antes de intentar cruzar el río. De hecho, yo no lo hice en ningún momento, limitándome solo a pescar desde mi propia orilla, siempre vadeando con sumo cuidado, y usando el bastón devadeo. Por lo menos, el agua bajaba limpia. Algo es algo, aunque la verdad, viendo la proliferación de vegetación subacuática más bien podríamos decir alga es alga.
Una vez cambiado de ropa y enfundado en el vader, fui a curiosear un rato por las inmediaciones de la instalación del parque de "aguas bravas". Había bastante gente pescando, la inmensa mayoría a spinning, bien fuera con cucharillas y peces artificiales, o bien con cañas largas manejando vinilos con anzuelos plomados del tipo jig , especialmente imitaciones de cangrejos. La verdad es que estaban sacando truchas: una buena colección de irisadas de repoblación sin apenas aletas.
La verdad es que lo que vi no fue nada estimulante, y opté por ir a probar suerte más abajo, en el tramo cercano a la desembocadura del Llobregós.
Para no variar, el tramo seguía colonizado por las algas, pero no tanto como lo que había llegado a estar a principios de esta década. Con el río alto, y con la presencia de la vegetación subacuática, comencé a perder la lectura del río, y estuve un buen rato pensando como abordar el nuevo escenario, dando como mucho algún tiento con las ninfas al "tun-tun", con más intención de no perder material, enredándolo en la maraña sumergida, que de buscar picadas. Por suerte, y a diferencia de la parte alta del coto, en ese momento no había nadie pescando.
Mientras intentaba poner en orden mis ideas, vino un pescador de spinning -un chaval joven, con pinta de eslavo- y comenzó a sacar truchas (y a devolverlas) una detrás de otra. Hasta ahí todo más o menos normal salvo que... las truchas que sacaba ¡eras farios!, y además unas pintonas preciosas, de muy buen tamaño y muy luchadoras. Una gran sorpresa, pues no deja de ser que este intensivo está muy bien repoblado, de cabo a rabo, pero con truchas arco-iris de piscifactoría.
Con el sol un poco más alto, las truchas se decidieron a echarme una mano, y comenzaron a verse cebas, muy pegadas a mi propia orilla. ¡Mala suerte! Esta vez no llevaba lo que se dice la mejor caña para pescar a mosca seca, sino mi potente Scott de 10 pies para línea 6. De todas maneras, hice todas las componendas que pude para apañar un bajo de línea que permitiese posadas medio decentes, y con una emergente de bétido y mucha paciencia, conseguí hacer picar y capturar tres truchas, que resultaron ser jaramugos de fario con toda la pinta de haber nacido en el río.
Poco después del mediodía, volvió a pasar el jóven con pinta de extranjero, y siguió sacando truchas, farios de muy buen porte, allí donde otros pescadores (habían pasado por allí varios más, pescando a spinning, mientras yo hacía volar la mosca) incluyéndome a mi, no habíamos sacado nada... o alguna "peluca" de algas enredadas en los señuelos. Al final, me decidí a hablar con el: era ruso, y me dijo que las truchas estaban muy activas. Supongo que el secreto de su éxito, en oposición al de los otros pescadores de lance ligero se debería más al experto y adecuado manejo de la herramienta: una simple cucharilla ondulante, con un anzuelo sin muerte, que en la herramienta en si misma.
Tras nuestra breve conversación lo tuve claro: tocaba pescar por debajo, con las ninfas, y arriesgarse. 
Marché río abajo, por el camino, un buen trecho, y de nuevo me volví a meter en el agua, pero con precaución y solo un par de pasos dentro del cauce del río, como mucho, y comencé a pescar como menos me gusta, pero como tocaba en ese momento y en ese lugar: con un par de ninfas, en corto, y a golpe de muñeca, para aprovechar, por lo menos,  las que de mi lado de río estuvieran activas por debajo.
Esta vez, mi intuición no me falló, y las picadas se sucedieron a lo largo de una tarde muy divertida, por lo menos en lo que a tensión de líneas se refiere, en la que la captura de siete bellos ejemplares de trucha fario, todas ellas de entre 30 y 35 cms. no hizo justicia a la mucha actividad que hubo, ya que se me escaparon tres truchas más, y la batalla que me dieron todas ellas fue dignísima: violentas sacudidas y espectaculares saltos fuera del agua, hasta en series de tres o cuatros seguidos... simplemente ¡de cine!
Y aquí viene la pregunta puñetera: ¿como en un coto en que se repuebla con tanta trucha irisada, van y aparecen, en un tramo que tampoco queda tan aisalado del resto del coto, tantas truchas fario tan vigorosas y con toda la pinta de haber nacido en el mismo río?. Misterio, misterio... algo en que pensar, aunque no le encuentro explicación. Simplemente, lo añadiré a la larga lista de enigmas de nuestros ríos, que no son pocos.  
Todo y así, terminada la jornada, pese a la embadurnada de manos con Brummel, provocada por tanto sobar libreas de farios, sigo diciendo -aunque muchos no lo acaben de entender- que de unos años a esta parte, sigue sin gustarme ir a pescar a Ponts.
 



(1) A cualquier cosa le llaman "aguas bravas", sobre todo cuando se tiene que recurrir a echar mano de la compuerta del pantano para que ciertos deportistas se den el gusto de bajar por un río en que, en circunstancias normales, bastaría con un neumático de camión, como hacen los chavales de algunos pueblos. Imagino que si los pescadores deportivos tuviéramos el atrevimiento de pedir a los gestores del agua un río "a la carta" para nosotros, los ecologistas de turno, los mismos que callan ante embravecimientos artificiales para ráftings y piragüas, nos pondrían a caer de un burro por nuestra osadía. Además, ya sabemos que ahora son tiempos de vigorexia y adrenalina, y la pesca recreativa "vende poco" y no da una imagen "activa y saludable para las masas a adoctrinar.
(2) Podéis leer el artículo relacionado Jornada de Pesca nº 583 del 058/10/2011 en este blog.




JORNADA DE PESCA Nº 766



Sábado, 17 de octubre de 2015

Temporada 2015 - 2016 - Nº 1
Temporada de Cotos Intensivos de Salmónidos 2015 - 2016 - Nº 1

Coto Intensivo de Ponts-Torreblanca S. M. - SE12 A/B
Río Segre
Modalidad del ticket: sin muerte

Pescador:

Ferran RUBINSTEIN

Capturas:

Ferran RUBINSTEIN: 7 truchas fario a ninfa y 3 truchas fario a mosca seca

Equipo de pesca a mosca (solo Ferran RUBINSTEIN):
Caña: Scott A2 - 10 pies - línea 6
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología: jornada soleada y templada, tras unas primeras horas de la mañana con sol pero con bajas temperaturas.

Caudal: alto (entre 18 y 20 m3/seg., según SAIH-Ebro)

Condiciones de vadeo: río vadeable con mucha dificultad, dado el tiro de la corriente y la presencia de muchas algas, siendo recomendable el uso del bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 10,15 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Anton Rubinstein

Fantasía sobre temas polacos
Ignacy Paderewski

Rapsodia para violín nº 1 (transcripción para violoncello)
Béla Bartók

Viaje de vuelta:

Sinfonía en "LA" mayor
Concierto para piano y orquesta en "RE" mayor
Ludwig Thuille

"Festklänge"
Rapsodia húngara nº 2 (versión orquestal)
Rapsodia húngara nº 4 (versión orquestal)
Franz Liszt

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.