"Si, al igual que yo, sois de los que creeis que tenéis poco que enseñar, mucho que aprender y aún más que compartir, éste es vuestro blog".

domingo, 28 de junio de 2015

JP-748. BATALLA CON LOS CIPRÍNIDOS DE UN COTO INTENSIVO DE "CAPTURA Y FRÍE". Sábado, 27/06/2015

Es bien sabido que el Segre, en Oliana, es río de barbos. Lo mejor de tener a uno de ellos amaestrado es que viene a verte cada vez que te pasas por el río, posa para la foto, y se va tan contento a cambio de una galletita de pienso para ciprínidos o de un carmelito de menta.

Lo mejor de la jornada, ha sido que he podido añadir a mi lista de peces pescados a mosca, por primera vez, una carpa royal, también conocidad como "carpa de cuero" o "carpa de espejos".

De nuevo, fue un placer compartir un rato de pesca, que se me hizo realmente muy corto, con mi amigo Manolo Gracia, al que le encanta aceptar el desafío de los grandes ríos con mucho caudal. Como suele decir "es ahora cuando se mueven las grandes".
El Segre fluye amazónico, por obra y gracia ¿del regadío?¿de la turbina?, a través de la Oliana esteparia, y en un día de verano, en plena ola de calor, en el que la temperatura ha llegado a 34 º C al mediodía. Con este caudal, este eximio tramo de río, apenas un desagüe de un embalse a otro, tiene todo el aspecto de ser un pantano más, pero con el agua en movimiento.


JORNADA DE PESCA Nº 748




En este último sábado de junio, las temperaturas de pleno verano se han disparado aun más, dentro de un episodio de ola de calor, que ha propiciado que se alcanzasen los 40 º C en algunas localidades de poniente del Principado. Y esto no ha hecho más que comenzar, pues no se esperan cambios significativos, en lo que a meteorología se refiere, por lo menos en una semana o diez días vista.
Después de pasar un mes de mayo anormalmente caluroso, y un junio plenamente estival en la recta final de la primavera, el calor canicular ha llegado mucho antes de la primera quincena de julio, y esto no ha hecho más que empezar. Este verano tiene toda la pinta de ser extremadamente caluroso y seco, y como en ocasiones anteriores tocará adaptarse a base de mucha hidratación, pocos esfuerzos y sobre todo, mucha paciencia.
No deja de ser paradójico que, dada la ausencia de lluvias, con un déficit hídrico que arratramos desde el pasado mes de abril, mientras muchos ríos de nuestras cabeceras de cuencas bajan con apenas algunos hilillos testimoniales de agua, el Segre, entre los pantanos de Rialb y Oliana, baja con un caudal "amazónico", un auténtico aluvión de agua que llega incluso a inundar el bosque de ribera de las orillas.
De todas maneras, esto no es nada que no suceda por estos pagos verano tras verano. Bien sea por obra y gracia de las necesidades del regadío, o de las de la turbina, este eximio tramo del Segre, último vestigio de ese "Gran Segre" de un pasado sin embalses, de apenas cinco kilómetros de longitud, se convierte con frecuencia en un desagüe de paso de un pantano a otro. Esto, unido a que con el de Rialb casi al 100% de su capacidad  e inundando la parte baja del coto de Oliana, ocasiona el remonte al río de muchos peces que habitualmente residen en aguas paradas, y hace que al ir a pescar en este tramo concreto del Segre tengamos la extraña sensación de pescar en un pantano... pero con el agua en movimiento.
¿Vadear en estas condiciones? Mejor ni planteárselo. Como mucho, conformarse con mantener el equilibrio con dignidad en el blando lateral de tu propia orilla, y siempre con ayuda de un buen bastón de vadeo.
He de confesar que tampoco me ha movido especialmente el afán de capturar truchas a la hora de volver a visitar, de nuevo tras el verano del año pasado, este "nuevo" coto intensivo de Oliana en donde se permite la pesca con muerte (1). Al igual que en ocasiones anteriores, con el río crecido, y turbio por añadidura, he considerado que era una buena ocasión para pescar ciprínidos, e incluso depredadores no salmónidos, en un escenario tan original como las aguas movidas de un río.
Ante la contingencia de trabar batalla con peces grandes y potentes, para la ocasión me pertreché de un equipo ligeramente más potente de lo habitual, aunque no tan pesado que me acabase limitando a pescar solo con grandes streameres y ninfas, privándome de  a posibilidad de utilizar moscas ahogadas e incluso secas si ello hubiera menester. En busca de ese equilibrio de acción, que sirva de todo un poco para río grande aposté por mi caña Scott A2, de 10 pies para línea 6, armada una linea 6 WF flotante. Incluso para el bajo de línea varié las proporciones habituales, y el tramo final de hilo del 0,16 sustituyó a los "más trucheros" del 0,12 o 0,14..
Antes de comenzar a narrar la acción de pesca, me gustaría comentar que -también al igual que en otras visitas veraniegas- me he movido muy poco por el río, pues con dos escenarios repartidos en tres mangas me ha bastado para pasar un día medianamente entretenido. Afortunadamente, pues el intenso calor hacía poco aconsejable hacer esfuerzos, como por ejemplo caminar fuera del río bajo el sol. Supongo que la práctica ausencia de pescadores facilitó el que encontrara tan rápido, como prolongado, acomodo, ya que no tuve que competir con nadie para pescar en donde quería hacerlo. De hecho, en toda la jornada, solo vi dos pescadores, muy de lejos, y a un tercero con el que incluso compartí unas horas de la misma: mi amigo Manolo Gracia, que llegó a pescar sobre el mediodía, sin mucha prisa por madrugar ya que se iba a quedar pescando por la tarde, hasta bien entrado el anochecer, e incluso a pernoctar en Oliana para seguir pescando al día siguiente.
La verdad es que la parte de la jornada que corresponde a la mañana fue la más emocionante, y la única productiva. Vaya por delante que las dos otras fueron de puro relleno, y de muy escasa actividad por parte de los peces, especialmente por la tarde, en la que parecieron sucumbir a la muy latina tentación de la siesta, arrullados por el incansable y frenético canto de las cigarras,  violinistas de la arboleda en búsqueda permanente de afinación.      
Bien acomodado y sin competencia, mía y solo mía fue la enorme (y en esta ocasión sobredimensionada) poza del puente de Tragó, atravesada por una viva veta de corriente. Un escenario querencioso, pero para pescarlo con ninfas pesadas y haciendo rodados, ya que me era imposible adentrarme mucho más allá de unos metros de la orilla, plagada de árboles. Para afrontarlo, una apuesta segura para llegar a poner las ninfas a buena profundidad: pheasant tail con bola del 3 y ninfa atractora pom-pom, con penacho color salmón, con bola del mismo calibre.
No llevaba ni diez minutos de prospección cuando noté como si hubiera enrocado, y al tirar con la puntera de la caña la linea comenzó a correr. Un buen barbo, si señor, cercano a los 50 centímetros, de los que suelen abundar en Oliana y que siempre dan batallas memorables, sobre todo si te ganan la corriente. Esta vez, a costa de hacer la batalla menos épica y más segura, mantuve a la fiera bigotuda dentro del blando, evitando que me se atrincherase en el potente tiro de agua..
Al poco de liberar al barbo, otra picada similar pero más brutal. Esta vez estaba seguro de haber enrocado, pero al poco la linea fue desplazándose, con mucha parsimonia, y al ir recogiendo, con el temor de estar arrastrando algo pesado e inanimado, como por ejemplo un tronco, me encontré paseando, como quien saca al perito a hacer pis al parque, con una enorme carpa que, lejos de huir a toda máquina hacia la profundidad de la poza, se dejaba pasear como si fuera una mascota hasta que... visto y no visto, se destensó la linea y el pez desapareció de mi vista.. No se como, pero había conseguido escupir la ninfa, la misma pheasant tail, de color naranja, con la que previamente había capturado al más atlético y combativo barbo.
Tras un rato de seguir pescando, ora lanzando a la corriente, ora al enorme blando lateral, en el momento en que recogía el aparejo, al finalizar una larga deriva que lo llevó a tocar de orilla, el mismo volvió a trabarse con algo que no era una roca, como había vuelto a temer. Otra vez la linea que se desplaza, cuando esperaba se hubiese quedado estático, y otra batalla, esta vez mas de fuerza bruta que de violenta carrera, con un pez que me tuvo desconcertado hasta que pude acercarlo a tocar de sacadera: una hermosa carpa royal, o "carpa de espejos" (2). ¡Que emoción! ¡Mi primera carpa royal a mosca! Solo por esa maravillosa y sorprendente captura, ya había valido la pena no ya el consabido y habitual madrugón, sino también el haber decidido quedarme a pescar en un río en un estado tan poco propicio para la pesca a mosca.
Para dejar descansar la poza, después de tanto guirigay, cambié un poco de escenario, aunque sin irme demasiado lejos, y pase a pescar la ancha tabla justo a tocar del puente colgante. La cosa no podía pintar mejor, pues a los pocos lances tuve la picada, casi finalizando la deriva del aparejo aguas abajo y también a la misma pheasant tail, de algo vivaracho y nervioso, que me hizo pensar en haber pescado la primera trucha del día, pero para mi sorpresa me encontré con una simpática bermejuela (3), con sus aletas rojizas y su plateada librea: un simpático ciprínido que se unía a la fiesta, y cuya picada, decidida y violenta, no me esperaba y me sorprendió gratamente.
No eran más de las once y cuarto de la mañana, y la cosa pintaba muy bien. Ni una sola trucha, pero la pesca de cipríndos estaba compensando de sobras la aparente ausencia de los salmónidos. Poco iba a saber que, en realidad, la fiesta y las emociones del día iban a terminar con esta captura. A partir de ese momento, y a medida que avanzaba el día, y con el el sofocante calor, la apatía y el aburrimiento, con un par de puntuales excepciones iría ganando terreno, y el marcador de la jornada ya no se movería.
Era casi el mediodía cuando me encontré con mi amigo Manolo Gracia, y decidimos pescar un rato juntos. Mientras se cambiaba, seguí pescando un rato en la poza del puente, y en un momento en que las ninfas ganaron el fragor de la corriente de entrada a la misma, tuve una brutal picada, de un pez que se llevó la mitad de la linea corriente abajo. Tras una dura brega, tuve ocasión de ver al contrincante: una enorme trucha fario, de las que no hace falta alargar mucho los brazos para que salga enorme en la foto, una instantánea que no tendría lugar, ya que en su segundo arranque corriente abajo se zafó de la presa, presuntamente llevándose la ninfa (pheasant tail, máquina total) clavada en la boca, a mode de piercing.
Cuando llegó Manolo, y tras pescar un rato infructuosamente la misma postura, decidimos cambiar de escenario, e ir a pescar la corrientes que hay más abajo del puente. 
Como Manolo pescaba mucho más rápido, esta vez bajando por la orilla (muy enmarañada y emboscada), no tardé en quedarme solo. Tras un buen rato de aburrimiento e insustancialidad, soportando estoicamente el calor de la primera hora de la tarde, tuve la que sería la última picada del día, y a la vez mi última oportunidad con los salmónidos por este día. Esta vez, otra enorme trucha fario se hizo con la ninfa pero casi a tocar de mi propia orilla. Otro gran bicho, que da fe de que en Oliana, pese al "captura y fríe" recién implantado siguen habiendo truchas de talla "King  Size". De nuevo, fallé en no querer tensar demasiado la linea, y el gran pez se fué corriente abajo y... logro desclavarse, dejándome con un par de narices.
Volví a encontrarme con Manolo casi al cabo de una hora. Había tenido algunas picadas, pero no había podido resolverlas, y estaba decidido a irse, mediante un transbordo en coche, a otras latitudes del coto. Por mi parte, estaba realmente agotado, así que decidí apurar la última hora y media de pesca dándole una última oportunidad a la poza del puente, en la que seguía sin haber nadie pescando.
Tras despedirme de Manolo, y deserle suerte para su fin de semana de pesca, invertí algo de tiempo en ir al coche a hidratarme, mediante la ingesta del habitual te con limón, y a rehacer un poco el aparejo.
Vuelta al mismo escenario exitoso de la mañana, pero esta vez bajo un sol de justicia. Fue entonces cuando, gracias a las gafas polarizadas, vi que muy pegado a la orilla había un banco de peces pastadores, con toda la pinta de ser carpas o barbos. Esta vez pasé a pescarlos a vista, lanzándoles la ninfa un poco por delante para que derivara por sus blandos y carnosos morritos, pero... no vi ni un amago de que siguieran las ninfas ni una vez. Curiosamente, ahora que veía los peces, y los intentaba pescar a vista, no había manera de hacerlos picar, todo al contrario de por la mañana, en que respondieron bien cuando los pescaba "al agua", como si estuviera tentando truchas a ninfa. Esto me lleva a pensar de que la pesca a pez visto, en el caso de los ciprínidos, es mucho más difícil de lo que la gente acostumbra a creer, y que dada mi poca experiencia en ese tipo de pesca con ese tipo de peces, siempre obtengo mejores reultados en aguas movidas y pescando con la deshinibición del que lo hace "a ciegas", sin tener el pez en su campo visual, ni estar pendiente de lo que hace.
Despedida y cierre. Creo que los peces estaban durmiendo esa siesta que también tendría que haber estado durmiendo yo. Quizás a última hora de la tarde, al caer el sol, habría cierto aumento de la actividad, pero a esa hora, a buen seguro, yo ya estaría en casa, duchado, cenando mi habitual pizza de los sábados y dispuesto a pasar otro domingo de verano más en la playa con la familia. Esta visto que, al menos hasta que no lleguen la vacaciones, no hay "serenos" para mi, y supongo que tampoco para muchos otros pescadores del tipo family man. Por eso, y a tenor de lo visto esta semana, y otras precedentes desde que llego, este año con mucha anticipación, el verano, hay que aprovechar las primeras horas de la mañana al máximo, aun a costa de perder horas de sueño y renunciar a los desayunos copiosos.
       




(1) De acuerdo con la Orden de Vedas de este año, el coto intensivo de Oliana SE08 (en su tiempo también conocido como "Camí de l´Oliva") pasa a ser con muerte (SE08 A), pudiendo ser también pescado en la modalidad sin muerte (SE08 B).
(2) Cyprinus Specularis, variedad de carpa procedente de los ríos del este de Europa (también conocida como "carpa de Galitzia", por ser oriunda de esta región de la frontera de Polonia con Ucrania). Fué introducida en España a mediados del siglo pasado.  
(3) Scardinius Erythrophtalmus, pez  de la familia de los ciprínidos, conocido en España como bermejuela, y en Catalunya como gardi.




JORNADA DE PESCA Nº 748






Sábado, 27 de junio de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 29
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 14

Coto Intensivo de Oliana S. M. - SE08 A/B
(modalidad del ticket: sin muerte)
Río Segre

Pescador:
Ferran RUBINSTEIN


Capturas: 1 barbo a ninfa, 1 carpa a ninfa y 1 bermejuela a ninfa

Equipo de pesca a mosca:
Caña: Scott A2 - 10 pies - línea 6
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología; día soleado y muy caluroso, dentro de una ola de calor que afecta a toda la Península Ibérica.

Caudal: muy alto, quedando parcialmente inundado el bosque de ribera en algunos tramos. Según el SAIH-Ebro, de unos 36 m3/seg.

Condiciones de vadeo: imposible en muchos tramos, dado el enorme caudal, siendo muy peligroso adentrarse en el río y aún más cruzar el mismo; tránsito limitado a la propia orilla, y mejor usando un bastón de vadeo.

Hora de inicio de la jornada: 08,45 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,30 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Sinfonía nº 3
Anton Rubinstein

Fantasía sobre temas polacos
Ignacy Paderewsky

Danzas de Marosszék
Zoltan Kodály

El canto sobre las Grandes Llanuras
George F. MacKay

Viaje de vuelta:

Sinfonía nº 4
"Tre Ricercari"
Bohuslav Martinú

Concierto para piano y orquesta en "LA" menor "Saludo del Rin"
Ferdinand Ries

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.



domingo, 21 de junio de 2015

JP-747. ENSOÑACIONES BAJO EL SOL, CAMINANDO DE UN RÍO A OTRO.Sábado, 20/06/2015



Pese a ser el último día de la primavera, el calor ha sido ya de pleno verano, de un verano anticipado que viene haciéndonos sudar desde hace más de un mes. El caudal de los ríos que pasan por Ripoll (el Ter y el Freser) va menguando, a cada semana que pasa, por la ausencia de lluvias, y pronto, sobre todo en las cabeceras de los ríos, más que buscar a los peces, tendremos que buscar el agua misma.


Aun siguen saliendo truchas grandes en Ripoll, pero cada vez va a ser más dificil pescarlas, pues de seguir menguando el caudal del río pronto buscarán refugio en los canales.




JORNADA DE PESCA Nº 747



Pese a ser el último sábado de la primavera, antes de la llegada oficial del verano astronómico, el calor que hizo en Ripoll, destino de esta jornada de pesca, fue de plena canícula.
El verano anticipado que viene acompañándonos, de un modo inusual e ininterrumpido, desde finales del pasado mes de  abril, con su escaso registro de precipitaciones, especialmente en las cabeceras de las cuencas fluviales, está dejando nuestros ríos con un caudal propio del pleno estío, cuando todavía ni tan solo ha llegado San Juan. Esperemos que llueva algo más que puntuales tormentas esporádicas, de pura rabia, mucho trueno y aguacero tan corto como intenso, o de lo contrario, en muchos ríos de nuestra geografía más que intentar localizar los peces, tendremos que buscar el agua misma.
Tan solo una semana después de mi última visita a Ripoll, tanto el Ter como el Freser fluyen con un poco menos de caudal, lo que hace que la pesca se vuelva bastante más incómoda. Puestos a buscar el agua, y la alegría de la fresca corriente, que es el escenario que mas frecuenta la trucha en verano, me decidí a pescar, por lo menos una parte de la jornada, aguas abajo de la desembocadura del Freser en el Ter, a la altura del azud del jardín botánico.
La esperanza de poder pescar en un río mediamente alegre se cumplió solo en parte, pues a medida que el río se alejaba de la ciudad, bajaba la lámina de agua, más que nada dedibo al hecho de las derivaciones por los canales van exprimiendo al mismo. De hecho, más abajo del puente del Castell de l´Adrell, a menos de un kilómetro de la unión de los dos ríos, no bajaba ni la mitad de caudal.
Ya podéis suponer, que con este río menguante el ejercicio del vadeo sería poco o nada complicado, pero por lo menos en esta parte inferior de lo que antaño fuera el coto sin muerte de Font Viva hay que extremar precauciones porque el lecho del río espura roca madre, y hay muy peligrosos agujeros excavados en la misma.
Si algo de bueno tiene el verano, y más en un río pasando sed, es que impera el "jogo bonito", o pesca lo más ligera posible, a lo largo del día, y que te ves forzado, si o si, a sacar línea del carrete para proyectar secas o tandems muy ligeros. De hecho, la pesca con ninfas pesadas se restringió a un periodo muy corto de la mañana, para prospectar la poca porción del río que bajaba con un caudal relativamente potente y en donde hubiese nivel de agua suficiente para tener profunidad y que las trucha quisieran refugierse en lo hondo.
El protagonista absoluto del dia, a nivel señuelos, fue nuevamente el tándem de seca y ninfa, compuesto de un socorrido y resultón tricóptero de pelo de ciervo, y de un perdigón, pequeño y liviano, de color rojo. Me bastó con eso para ir pescando, con cierto éxito, a lo largo del día. Sin embargo, esta visto que cada jornada de pesca es una historia bien diferente: la semana anterior,  
pescando también en Ripoll, y coincidiendo parcialmente en escenarios con esta que os relato, las truchas se volvían locas por el tricóptero, peludito y tupido, bailando la polka en el fragor de la corrientes; sin embargo, en esta jornada la inmensa mayoría de las picadas se las llevó el pequeño perdigoncillo de color rojo. Las truchas, en verano, se pirran por la danza de los tricópteros, pero me temo que en esta ocasión había demasiada poca corriente, para una danza de moscas que fuera del gusto de nuestras amigas.
En acción de pesca, el día se dividió en tres partes, dos de ellas pescando en el Ter, por debajo de la presa del jardín botánico (mañana y mediodía-primera hora de la tarde), y otra en el Freser, ya entrada la tarde, dentro del casco urbano.
La mañana transcurrió pescando uno de los pocos tramos de río que lleva todavía un caudal aceptable para cubrir con ninfas tanto extensión de lámina de agua, como profundidad. Una parte de esta pesca matinal la llevé a cabo paseando un combo de ninfas de mas peso y volumen, y resultó bastante infructuosa, salvo la picada de un hermoso ejemplar de trucha fario que pasaba largo de los 40 cms. Un ejemplar bello y bravo, que me dió una muy digna pelea antes de ser ensalabrado. Mereció una foto, máxime cuando, en mi humilde opinión, tal como baja el río y si todo sigue igual, no será muy probable que truchas de este porte sigan dando la cara, ya que no tardarán, si la lluvia no lo remedia, en buscar refugio y acomodo en los canales.
Pasado el mediodía, y hasta pasadas las dos de la tarde, estuve tentando a la truchas de las hasta hace poco vigorosas corrientes aguas arriba del puente del Castell de l´Adrall, convertidas ahora, con el estiaje, en casi en una tabla con apenas algunos rabiones de débil corriente. Un escenario bastante incómodo de pescar, pues el lecho del río es pura roca madre, y está repleto de agujeros y socavones, fruto de la erosión. Sin embargo, son estas oquedades las que aprovechan las truchas para refugiarse, y gracias a ellas, y al perdigón rojo del tándem, pude comenzar a capturar pintonas, concretamente cinco, todo y que de un tamaño bastante contenido.
Sobre las dos de la tarde, y bajo un sol de justicia, atravesé gran parte de la ciudad a pie, con la caña en la mano, para ir a apurar las horas de pesca de la tarde en el Freser, en medio del casco urbano.
En una tarde así, y a una hora tal como esa, el contundente y tórrido sol estival nos hace vivir ensoñaciones, mientras hacemos algo parecido a una siesta ambulante. 

"Una máquina de tren detenida y oxidada, en una via muerta, nos habla de tiempos industriales, revoluciones obreras y ríos sucios de espuma marrón Buena hora para estar, por ejemplo, en una sala de estar de muebles amarillo-huevo, esperando a algo o a alguien mientras se nos congela el sudor del cogote por la acción de un insano y antinaturalmente frío aire acondicionado, y suena por el hilo musical un programa de sambas. ¿Os habéis fijado? Con el sol que cae y siguen encendidas las farolas, con esa luz triste que recuerda inviernos gélidos, cuando el viento helado sopla a través de piedras románicas. Ya casi llego al callejón que me dejará el río, mientras en un piso alguien mira a ese pescador que quiere pasar desapercibido, como quien mira un escarabajo, antes de volver a compartir sudor y fluidos con su amante, y en algún parque, niños que nunca duermen la siesta hacen estallar petardos demasiado potentes, de los que te evocan gusto de coca de frutas en el paladar, hacen volar despavoridas a las palomas y ponen a ladrar, en gran algarabía, a todos los perros del vecindario".

Por suerte, Ripoll no es una ciudad demasiado grande, pues de lo contrario, en el itinerario a pie para cambiar de río, mis ensoñaciones hubieran terminado en convertirse en pesadillas surrealistas.
Rehidratado, tras la caminata, a base de te con limón. Me dispuse a pescar, lanzando largo el tandem, uno de mis escenarios "clásicos" de siempre en mis jornadas de pesca en Ripoll, y que esta vez también me fue productivo, de nuevo gracias a ese perdigón minúsculo al que las truchas parecen tener tanto apego, y en especial en días en que no están demasiado por tricópteros, máxime cuando estos, como dije antes, han perdido su encanto como bailarines.
Un fin de jornada bastante productivo, con siete capturas más, casi todas también de escaso porte, de entre 20 y 25 cms, todo y  que... la última trucha del día, la número trece, resultó ser un buen ejemplar, de un poco más de 30 cms. Aparte de esto, fue en este último tramo cuando picó la única trucha que se interesó por el tricóptero del tándem. Una bella y compasiva señorita, que no le importó bailar con el más feo.
Camino del coche, de nuevo bajo un sol implacable... ya no hay más tiempo para ensoñaciones. La pesca terminó, y ahora la ensoñación cede ante algo más prosaico, como reponer fuerzas con una buena merienda. De pastelería, por supuesto, como manda la tradición.     
      




La bajada del caudal del Ter ha transformado las impetuosas corrientes, aguas arriba del puente del Castell de l´Adrall en poco menos que una tabla. 




Cada día de pesca es una historia bien diferente. La semana anterior, pescando también en Ripoll, las truchas se volvían locas por el tricóptero de pelo de ciervo bailando en las corrientes, y esta semana la inmensa mayoría de las picadas se las llevó el pequeño perdigoncillo de color rojo. A las truchas, en verano, les suele gustar el baile del tricóptero, pero me temo que esta semana había damasiada poca corriente para una danza de moscas que fuera de su gusto.    


JORNADA DE PESCA Nº 747


Sábado, 20 de junio de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 28
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 13

Coto de Ripoll - Campdevànol S. M. - TE09B
Ríos Ter y Freser

Pescador:
Ferrsn RUBINSTEIN

Capturas: 12 truchas fario a ninfa y 1 trucha fario a mosca seca

Equipo de pesca a mosca:

Caña: Vision GT four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 6 WF - flotante
Carrete: Adams

Climatología: día soleado y caluroso.

Caudal: por encima de la desembocadura Frese en el Ter, bajo; hacia abajo, el río Ter lleva un caudal que puede ser medio-bajo o bajo según tramos, dada la acción de los canales.

Condiciones de vadeo: sin riesgo, y pudiendo prescindir del bastón de vadeo salvo en grandes pozas, o en algunas partes del río cuyo lecho es de roca madre.

Hora de inicio de la jornada: 09,00 h.
Hora de finalización de la jornada: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta en "DO" menor
Concierto para violoncello y orquesta nº 1
"Encuentro" (fantasía para violoncello y piano)
Obertura-Concierto en "FA" mayor
Joachim Raff

Concierto para piano y orquesta nº 2
Alexander Glazunov

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta nº 2
Piotr Ilych Tchaikovsky

Concierto para violín y orquesta en "LA" menor
Anton Dvorák

Concierto para violoncello y orquesta nº 2
Joachim Raff

Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN.







sábado, 13 de junio de 2015

JP-746. REVIVIENDO LOS VERANOS DE ANTAÑO EN FONT VIVA. Sábado, 13/06/2015


La mayor parte de mis jornadas de pesca en Ripoll, son intentos inconscientes de revivir los tiempos dorados del antiguo coto sin muerte de Font Viva.

Pescando a mosca, la acción de pesca de esta jornada estuve protagonizada por truchas muy activas en las corrientes, que no dieron tregua al tandem de seca y ninfa triunfador del día: tricóptero de pelo de ciervo y perdigón rojo encendido.
En el exiguo tramo del Freser, del que antaño fuera el coto sin muerte de Font Viva, fue donde se concentró la mayor parte de mi acción de pesca en esta jornada, en la que la pesca en corrientes, recibiendo la mayoría de las picadas en las derivas aguas abajo de mi posición, fue la gran protagonista.



JORNADA DE PESCA Nº 746


En esta segunda jornada de pesca del mes de junio, plenamente estival, todo y que la llegada del verano astronómico está aún a casi dos semanas vista, he tenido la suerte de compartir río y peces en Ripoll con mi amigo Dmitriy Girshin, ese excelente pescador ruso de lance ligero, con el que hemos formado una sociedad mixta de aventuras de pesca a mosca y spinning, a la que hemos bautizado jocosamente "Forel Kommando" (1). Para Dmitriy, Ripoll y sus dos ríos (el Ter y el Freser) son sinónimos de pesca tan productiva como divertida, siendo tanto el coto de Ripoll-Campdevànol, como la zona libre de Ripoll unos de sus escenarios de temporada favoritos. Por mi parte, siendo como soy un hombre siempre anclado en la nostalgia y el pasado, cada dia estoy mas convencido de que mis jornadas de pesca en los ríos de esta ciudad, cuna de Catalunya y puerta de entrada principal al Pirineo Oriental, son, cada día más, intentos inconscientes de revivir las fabulosas jornadas del antiguo coto sin muerte de Font Viva, hoy en dia desaparecido, y que fue, a lo largo de los años centrales de la década pasada, uno de mis cotos de temporada predilectos, en donde tuve la suerte de vivir jornadas de pesca simplemente gloriosas, tanto en abundancia y calidad de capturas, como en emociones
Este verano anticipado y desubicado en el calendario astronómico, sigue su curso sin visos de retornar a una situación climatológica primaveral. De hecho, a las altas temperaturas que venimos soportando desde principios del pasado mes de mayo, se ha unido un fenómeno tan veraniego como es el de las tormentas. A lo largo de la semana pasada, han caído auténticos diluvios de agua y granizo en algunas localidades de la zona Pirenáica y de la Catalunya Central (los más destacables, los más de 100 l/m2 en Berga y Olot). Sin embargo, y de un modo también típicamente estival, esta actividad tormentosa ha sido, a la vez, de corta duración y de distribución muy irregular, de tal manera que mientras en algunas localidades los bomberos no han dado abasto a achicar agua de bajos y garajes, en otras situadas a apenas diez kilómetros de distancia no ha caído ni una gota. Este fue el caso de Ripoll y de los valles de la cabecera del Ter ydel Freser, en donde apenas si cayó algún breve chaparrón, mientras que en otras poblaciones pirenaicas se desbordaron torrentes y arroyos. Quizás, fue por esta peculiaridad en la distribución de las lluvias, que nos encontramos los dos ríos que confluyen en Ripoll con un caudal muy bajo (2), pero de agua muy limpia, prueba de que por lo menos en las anteriores veinticuatro horas apenas si hubo precipitación superior a las décimas de litro por metro cuadrado. 
Siguiendo la tónica de la semana, a nivel meteorológico, este día de pesca en la capital del Ripollés obedeció a lo caótico y errático de la climatología veraniega. Llegamos a Ripoll  con amenaza de lluvia y temperatura fresca, pero al poco de comenzar a pescar salió el sol y la temperatura subió rápidamente. A primera hora de la tarde, los nubarrones, que en esta ocasión venían de Osona, en dirección sur, cubrieron el cielo y hubo un gran concierto de truenos acompañado de un poco de aparato eléctrico. Mucho ruido, y pocas nueces, pues apenas si cayeron cuatro gotas mal contadas antes de que la nubosidad pasara rápidamente, saliera de nuevo el sol, y al ascenso de la temperatura se sumase una fuerte sensación de bochorno.
Justo acababan de abrir la pastelería de enfrente del famoso Monasterio de Santa María, que Dmitriy y yo ya estábamos desayunando croissants y ensaimadas de nata, y era un poco más de las nueve que acabábamos de montar aparejos y nos íbamos para el río.
En esta ocasión, Dmitriy decidió pescar las zonas más meridionales del coto, en las afueras de la ciudad, comenzando la acción de pesca cerca de la Colonia Santa María, y subiendo hacia el casco urbano por la Colonia Agafallops y puente del Castell de l´Adrall. Por el contrario, yo preferí quedarme en los límites de lo que fue mi querido y añorado coto sin muerte de Font Viva, pescando primero un corto tramo de la zona libre sin muerte del Ter, para pasar después a hacerlo la mayor parte de la jornada en el exiguo tramo del coto del Freser, que queda entre el jardín botánico y el puente del paso a nivel.
La elección de Dmitriy resultó excelente, pues acabó haciendo una muy buena pescata, y no solo de truchas: 24 pintonas de diversos tamaños, 1 bagra y 1 barbo colirrojo. Tampoco voy a entrar en detalles de lo que fue el devenir de su jornada de pesca, pues lo podéis leer en su blog "A Spinning por España" (todo y que está en ruso, siempre podéis utilizar un traductor automático de entre los que están disponibles en Internet) La mía, a priori puede parecer que no fue tan buena, dado que no capture tantos peces (11 truchas fario, en salabre), pero la verdad es que la jornada resultó muy entretenida, y me permitió darme el gusto de viajar a un pasado del que tengo muy gratos recuerdos.
De todas maneras. y si os he de ser sinceros, el hecho de que los resultados, en forma de capturas, de Dmitriy casi tripliquen los míos no se debe a que el spinning sea más productivo que la mosca; se deben fundamentalmente a que Dmitriy es muy buen pescador de lance ligero, mientras que yo, como mosquero, soy bastante mediocre, por decirlo de una manera bastante piadosa.      
El hecho de que ambos ríos bajasen muy magros de caudal, exigió una pesca lo más ligera posible. Esto, unido a que la mayor parte de tramos tienen anchura suficiente, y no hay demasiados sectores emboscados, permitió que me pasase la mayor parte del día lanzando (bien fueran tandems o moscas secas), en vez de condenarme a una aburrida pesca al hilo a golpe de muñeca, disfrutando así de la esencia misma de la pesca a mosca, del hecho que la hace realmente tan diferente de otras modaliades, y que no es otro que el fly-casting.
Como de antemano sabía que ir en verano a Ripoll es sinónimo de pesca a mosca ligera, y sabedor también de que el recurso del tandem de seca y ninfa iba a ser muy utilizado, como así fue, equipé mi caña Vision GT Four con una línea del 6, en vez de la del 5 para la cual está diseñada, lo que me permitió lanzar secas voluminosas y tandems, con incluso mayor solvencia que con la linea original (hechos los oportunos ajustes al bajo de línea, claro está). Al igual que sucede con otra de mis cañas de línea 5, la Grauvell Titanium, creo que el modelo que tengo de Vision lanza mucho mejor, más lejos y con menos esfuerzo con una línea un calibre por encima del indicado por el fabricante.
El principio del día no fue nada fácil, pues en la zona en que probé, para comenzar, no tuve ni una picada a la ninfa en las corrientes. Más pronto de lo que esperaba, en un gran parado de agua, hubieron cebas esporádicas, y lo intenté a seca, también sin éxito. Creo que le dediqué un tiempo excesivo a esas truchas resabiadas y difíciles, pues a las diez y media aun no había tenido ni una picada. Momento de recapacitar, de tragarse el orgullo, y de cambiar de zona para probar suerte en otro lado, que el día es muy largo, y peces hay en el río. Además, sabed que la historia de los bolos más crueles está llena de pescadores que creían saber demasiado, y de sus asedios cansinos e infructuosos a las fortalezas líquidas de truchas que se han empeñado en comer algo que no está en su caja de moscas.
No fue hasta cambiar de zona, e incluso de río, cuando mi suerte comenzó a cambiar, y no fue hasta que comencé a pescar del modo menos ortodoxo posible que no comencé a capturar peces. Viendo que no había manera de obtener picadas pescando de cara a la corriente, pasé a hacerlo a la française, o sea lanzando el tandem aguas abajo. Y fue en esa deriva baja cuando las truchas se interesaron por un combinado de imitaciones que hizo estragos: un simple tricóptero de pelo de ciervo, y una pequeña ninfa de tipo "perdigón¨" de color rojo encendido. En la deriva baja, todo lo que antes, pescando de un modo más "convencional" era apatía, o como mucho algún ataque esporádico y sin convicción, se transformó en furia y agresividad: las pintonas de las corrientes se volvían locas por la danza del tricóptero y el perdigón dando saltos y dragando descaradamente en la lámina superficial de agua. La apatía ante una deriva lógica y ordenada, en un tempo rayano al Andante o, como mucho, al Allegro Moderato, terminó tan pronto las imitaciones se pusieron a bailar una alocada polka schnell digna de los Strauss vieneses. 
Quizás la peor decisión que tomé a lo largo de la jornada, fue el no volver a darle un repaso a las vigorosas corrientes de los tres puentes (ferrocarril, calle del paso a nivel y peatonal), pues seguro que hubiese capturado más peces. En vez de esa apuesta por lo seguro, preferí gastar la última hora y media tentando, de nuevo a mosca seca, las truchas del parado de agua de la zona libre sin muerte del Ter, en donde había comenzado a pescar por la mañana. 
Sinceramente, no se ni lo que comían, porque no fui capaz de de ver emergencia de mosca acuática alguna. Como mucho, y como suele ser habitual en las aguas paradas con cierto nivel de sedimento, pululaban unos dipterines a los que identifiqué como quironómidos. 
Me dieron julepe, esas truchas, y me lo dieron bien dado, pues ni con la imitación de la pequeña mosquita, ni con imitaciones de emergentes varias conseguí mas que una picada, tan rápida que no me dio tiempo a clavar... y nada más.
Justo cuando había divisado una insolente carpa nadando tranquilamente casi a tocar de mis pies, llegó Dmitriy y me sorprendió en mis infructuosos intentos de pescar a ceba vista. El hombre estaba muy cansado, tras una larga caminada remontando río bajo el sol, y decidimos que ya era momento de reponer fuerzas con otra visita a la pastelería.
Antes de salir del agua, Dmitriy me dejó su caña de spinning e hice unos cuantos lances para ver si me acordaba de pescar a cucharilla. La verdad es que me tuvo que llamar la atención por dejar demasiado hilo suelto antes de lanzar. Mi mano izquierda siempre anduvo buscando algo que era distinto (una linea que traccionar, en vez de la manivela del carrete). Además, fue de un pelo que no envío su cucharilla ondulante "Daiga", de fabricación ucraniana, a los árboles de la orilla de enfrente, pues la de Dmitriy es una muy buena caña de spinning, de las que lanza señuelos muy ligeros con el mínimo esfuerzo. Esta visto que si algún día me da por pescar a lance ligero, bien sea con cucharillas o con buldó, necesitaré un pequeño curso de reciclaje. De momento, no tengo planes de hacerlo para pescar en el río, pero... otra cosa es en  el mar, a donde espero volver a pescar, tras una larga ausencia, este verano. Y para pescar allí, en el Reino de Neptuno, no pienso invertir en ningún equipo de mosca específico adicional, teniendo como tengo, muertos de risa en mi armario trastero pero en perfecto estado de conservación, cañas, carretes y señuelos de mi época de pescador de black-bass, que piden a gritos que les den una oportunidad, ni que sea llenándose de sal, además de una estupenda caña Adams de 9 pies para línea ocho que está loca por lanzar streamers contra las olas.     



PD - Por si no lo habéis notado, vuelvo a disponer de cámara de fotos. A ver cuanto me dura esta.



(1) En ruso, "Comando Fario"
(2) Aguas abajo del aforo de Ripoll, con el Freser ya desembocado en el Ter, según datos del ACA bajaban 8 m3/seg este sábado 13/06/2013.



Mi amigo Dmitriy Girshin, un excelente pescador de lance ligero ruso, disfrutó al máximo de las truchas activas de Ripoll, e hizo una pescata escandalosa, que triplicó en resultados a la mía, que tampoco fue nada mala. No es que el lance ligero, como modalidad, sea mejor o peor que la pesca a mosca; simplemente Dmitriy es un muy buen pescador de spinning, y yo soy un mosquero poco menos que mediocre, por decirlo de un modo piadoso.


Tras la merienda, de pastelería por supuesto, siempre viene bien dar un paseito, y mas en una ciudad con tanto encanto como Ripoll.




JORNADA DE PESCA Nº 746


Sábado, 13 de junio de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 27
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 12

Coto de Ripoll - Campdevànol S. M.
Ríos Ter y Freser

Pescadores:
Dmitriy Girshin
Ferran RUBINSTEIN

Capturas:
Dmitriy Girshin: 24 truchas fario con cucharilla, 1 barbo colirrojo con cucharilla y 1 bagra con cucharilla.
Ferran RUBINSTEIN: 6 truchas fario a ninfa, 4 truchas fario a mosca seca y 1 trucha fario con mosca ahogada.

Equipo de pesca a mosca (solo Ferran RUBINSTEIN)

Caña: Vision GT four - 9 pies - linea 5
Linea: Adams 6 WF  - flotante
Carrete: Adams

Climatología: muy variable, con alternancia de sol y nubes e incluso un amago de tormenta, sin apenas precipitación, a primera hora de la tarde; temperatura fresca a primera hora de la mañana, y calurosa con fuerte sensación de bochorno a partir del mediodía.

Caudal: bajo (8 m3/seg., según datos del ACA, aforo de Ripoll aguas abajo de la desembocadura del Freser en el Ter).

Condiciones de vadeo: vadeable sin dificultad, y sin ser necesario el uso del bastón de vadeo, aunque si recomendable.

Hora de inicio de la jornada: 09,15 h.
Hora de finalización de la jornada; 17,00 h.

La música de hoy:

Sin audiciones, debido a que Dmitriy y yo hemos aprovechado los viajes de ida y vuelta para hablar, sobre todo de pesca. Todo y así, han sonado como música de fondo obras de Raff, Glazunov y Reinecke.


Líneas Tensas!


Ferran RUBINSTEIN..

lunes, 8 de junio de 2015

JP-745. UN DÍA DE PESCA TRANQUILO Y RELAJADO, A LA ESPERA DE LAS EMOCIONES DE LA FINAL DE LA CHAMPIONS LEAGUE. Sábado, 06/06/2015

Sigo sin poder hacer fotos de mis jornadas de pesca, tras la inmersión de mi cámara en aguas del Cardener el mes pasado, por eso recurro a las fotos de archivo, relacionadas con el artículo. En este caso, esta primera foto, de septiembre de 2013,  es de una trucha fario del "Pedret del Sur".   

Esta segunda foto, también de archivo, es de una trucha fario de la misma zona libre sin muerte del Llobregat, en la que estuve pescnado en este primer sábado de junio.



JORNADA DE PESCA Nº 745



En este primer sábado de junio, si hubo un tema que devino en protagonista absoluto del día en Catalunya y el resto de España (con el permiso de "La Patum" (1), en el Berguedà), no fue otro que la final de la Champions League, entre el Barça, que podía ganar su quinta Copa de Europa y hacer historia ganando el segundo "Triplete" (2) -gesta esta última nunca conseguida por equipo alguno en la historia del futbol- y la Juventus de Turín, la Vecchia Signora, que aspiraba a conseguir su tercera Copa de Europa y primer "Triplete"..
Pero como el partido, que pensaba ver por la tele, no iba a dar comienzo hasta las 20,45 h. (el famoso "Horario Champions"), no era cuestión de estar pasando nervios todo el sábado, cosa habitual en un "culé" muy sufridor, así que aproveché para relajarme de la mejor manera que se, y que no es otra que ir a pescar. Pero... eso si, no muy lejos de casa, para poder llegar con tiempo de sobras para ver la final.
Por suerte, la parte baja de la comarca del Berguedà siempre es un destino de pesca excelente para estas jornadas en que uno no quiere, no puede o no debe, irse a pescar muy lejos. Posiblemente, los mejores tiempos de la pesca en general, y de la trucha en particular,  en esta comanca comienzan a quedar lejanos en el tiempo, pero para mi sigue siendo un destino de pesca más que aceptable, y lo viene siendo cada día más cuando, en estos últimos tiempos de "vacas flacas", cada día de pesca deviene en un auténtico desafío, ya que descontando un intensivo cada día peor gestionado, y dejando aparte unos cotos de cabecera de cuenca con un importante déficit de agua, dada la baja pluviosidad de esta primavera, nos las hemos de ver con las truchas nada fáciles de unas zonas libres sin muerte, que tampoco son precisamente cómodas de pescar.
Mi intención inicial, era pescar en el intensivo de Pedret hasta más o menos el mediodía, y luego ir a probar suerte a una de las tres zonas libres sin muerte del Llobregat, que quedan dentro de la comarca. Sin embargo, mis planes se truncarían pronto, y tuve que improvisar unos de nuevos que, por suerte, terminaron mejor de lo que yo pensaba.
Este sábado volvió a ser otro de esos días de intenso calor, que estamos viviendo, a modo de verano anticipado, en estos meses de primavera. Quizás, la única diferencia con los de otras jornadas de pesca, fue la baja humedad relativa, lo que propició un cierto confort ambiental en las primeras horas a pie de río (11 º C, a la hora de empezar a pescar, a las 08,15 h. de la mañana), todo y que después el mercurio se disparó hasta pasar de los 30 grados a primera hora de la tarde.
Una semana más, aguas abajo del pantano de La Baells, el Llobregat sigue fluyendo con un amable caudal medio-bajo, tan grato de pescar como fácil de vadear.  La ausencia de lluvias, está propiciando que esta temporada se pueda faenar con el agua clara en zonas libres y cotos que en las temporadas anteriores enturbiaba la salida del Canal Idustrial de Berga, volviendo de estar manera a una situación que no se daba desde la mitad de la década pasada.
Mucha gente en Pedret este sábado, y por los visto, el viernes hubo aun más. Mientras me cambiaba de atuendo, en la parte baja del coto, no dejaban de pasar vehículos con gente ataviada de pescador, o con toda la pinta de ir a pescar. Casi a punto de dejar listo el aparejo (dos ninfas y señalizador de picada, para empezar), tuve el placer de conocer a Manu, un simpático y educado joven de Igualada, con el que estuve charlando un rato sobre un tema siempre tan práctico como nudos y codales, y fue para mi un placer iniciarle en las bondades del nudo Turtle para atar moscas y ninfas, ya que es el que mejor permite optimizar el gasto de hilo, al ser un nudo plenamente regulable hasta el momento de cerrar el mismo.
Cosa rara e inusual, este sábado había gente pescando incluso en el "Pedret del Sur", o sea en la zona más baja del coto, en donde habitualmente no se repuebla. Por mi, que dado el gentío -del que se quejaba amargamente un pescador de cebo, con el que estuve charlando un rato- fue obligando a otros pescadores, que llegaban mas tarde, a buscar acomodo en donde podían, y esto les llevó a hacerse sitio en las latitudes más meridionales del Pedret... o quizás alguno que otro venga leyendo los artículos de este, nuestro blog, sobre este Pedret sureño más "salvaje", por decirlo de alguna manera, y hayan querido venir a probar suerte. En ese caso ¡bienvenidos sean, que el río es de todos!, previo pago del preceptivo ticket, por supuesto.
Todo y que los pescadores, mayormente mosqueros, ocupaban muchas de las posturas que yo suelo pescar, encontré acomodo en algún que otro rinconcillo, para pescar sin molestar ni ser molestado, y todavía tuve ocasión de capturar y soltar un par de truchas irisadas, con todo el aspecto de llevar ya un tiempo morando en el río, antes de que hiciera un pensamiento, y tomase la decisión de dar un giro radical a la jornada.
Mucho antes de lo que pensaba, y forzado por no tener que rebañar los peces de una cuba ya masacrada el día anterior, ni tener que compartir el río con demasiada gente, tomé la decisión de marchar a una de las tres zonas libres sin muerte que hay más al sur de los límites del Pedret, y que se reparten por el Llobregat hasta el límite meridional de la comarca del Berguedà.
Tras un rápido viaje en coche, no había pasado ni media hora que ya volvía a estar metido en remojo en otra parte del Llobregat, dispuesto a lidiar con peces muy distintos a los del coto: principalmente, truchas fario nacidas en el mismo río, e irisadas y pintonas veteranas, todo y que de origen repoblado, que con los años, y la ayuda de las riadas y de los canales, también han ido colonizando el río.
No fue fácil, como no suele serlo en estas zonas libres, en los que la trucha está muy diseminada, y que no a todas horas está activa. En esta ocasión, como en otras anteriores, tampoco vi actividad en superficie, por lo que fui pescando siempre con ninfas de diferente peso y calibre, ajustándome en todo momento a las exigencias del escenario en cuanto a caudal y profundidad. A decir verdad, todo y el calor, no fue un día de grandes eclosiones, y solo observé el vuelo ocasional de algún que otro tricóptero, y una tímida eclosión de unas efémeras, que me dieron la impresión que eran ignitas.
Pero con paciencia, pescando siempre al agua y procurando hacer las derivas lo más largas posible, las truchas fueron dando la cara, sobre todo en la deriva baja de las ninfas, rayando ya las mismas la superficie y atacando la ninfa de más envergadura, la de punta del aparejo.
Y salieron truchas de varios tamaños, de entre las nueve que tuve la suerte de capturar y soltar, todas ellas fario, con el aspecto de ser peces que han nacido y se han criado en el mismo río. De estas nueve, al menos tres respondieron al parámetro de trucha "palmera", o sea de ejemplares juveniles que rondan escasamente los 20 cms., cinco más superaron los 25 cms., pero quedaron bastante lejos de los 30, y finalmente, tuve ocasión de pelearme con un inesperado ejemplar de fario que rondaba los 40 cms., un buen truchón que, como la mayoría de las capturas en esta zona (siete de nueve) picó aguas abajo.
Cerca ya de la hora en que pensaba recoger bártulos e irme, le dediqué un buen rato a pescar con un combo de dos moscas ahogadas corriente abajo, pero de esta tentativa solo tuve una picada rápida de "algo" que no llegué a clavar.
En resumen, una jornada tranquila y relajante, sin mucha más historia que la captura de un magnífico ejemplar de trucha común de zona libre sin muerte, que se quedó sin fotografía para la posteridad, ya que sigo sin poder hacer fotos, tras la inmersión accidental de mi cámara en aguas del Cardener, el mes pasado.
Todo y dar por finalizada la jornada un tanto más pronto de lo normal, y más tratándose de una tarde de verano, y encima en ese Berguedà que no tengo para nada lejos de casa, el haber empezado a pescar a una hora tan temprana como las ocho y cuarto de la mañana hizo que el computo de horas de pesca sobrepasase las siete efectivas, cosa que suele entrar dentro de lo habitual en verano.
Hubo merienda, por supuesto, y hubo después un viaje tranquilo, sin prisas ni stress, hasta mi casa, a la que llegué incluso un poco antes de comenzar la final de la Champions League, concretamente veinte minutos antes, tiempo suficiente para, por lo menos, poder tender la ropa mojada más de sudor que de agua, y poner el vader y las botas a airearse.
Lo que vino después, fue simplemente glorioso. Un partido emocionante, y una victoria del Barça que le otorga esa quinta Copa de Europa, y le distingue con el privilegio de ser el primer club, en toda la historia del fútbol, que consigue dos tripletes. Por retos, que no quede, para el equipo de Luis Enrique: a ver si consiguen ganar dos Champions seguidas, o a ver si, como fue capaz el Barça de Pep Guardiola en 2009, consiguen ganar seis de seis títulos en juego en un año natural (3). De momento, ya llevan tres.  Por mi parte, y al igual que sucedió la última vez que el Barça ganó una Champions en sábado (4), siempre podré decir que ese día... también fui a pescar.        
         


(1) Fiesta tradicional y popular de la ciudad de Berga, que se remonta a la Edad Media, y que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
(2) En jerga futbolística, hacer el "Triplete" es gnar las dos principales competiciones de una temporada nacional, o sea la Liga y la Copa, y además ganar la Champions League. 
(3) O sea, Liga, Copa, Champions, Super Copa Nacional, Super Copa de Europa y Mundial de Clubs o Copa Intercontinental.
(4) Ver el artículo JP-569, de 28 de mayo de 2011, en este blog.  



JORNADA DE PESCA Nº 745



Sábado, 6 de junio de 2015

Temporada 2014 - 2015 - Nº 26
Temporada de Salmónidos 2015 - Nº 11

Coto Intensivo del Pedret S. M. - LL03 A /B
(modalidad del ticket: sin muerte)
Zona libre sin muerte del Llobregat
Río Llobregat

Pescador:
Ferran RUBISNTEIN

Capturas:
En el Coto Intensivo del Pedret: 2 truchas arco-iris a ninfa.
En la Zona libre sin muerte del Llobregat: 9 truchas fario a ninfa

Equipo de pesca a mosca:
Caña: Vision GT four - 9 pies - línea 5
Línea: Adams 5 WF - flotante
Carrete: Sage 4550

Climatología: sol y calor a lo largo de toda la jornada, con valores cercanos a 30º C al mediodía, con un bajo porcentaje de humedad relativa.

Caudal: medio-bajo en ambos escenarios de pesca

Condiciones de vadeo: vadeo fácil, sin necesidad de usar bastón de vadeo, tanto en el coto, como en la zona libre.

Hora de inicio de la jornada:
En el Coto Intensivo del Pedret: 8,15 h.
En la Zona libre sin muerte del Llobregat: 11,00 h.
 
Hora de finalización de la jornada:

En el Coto Intensivo del Pedret: 10,30 h.
En la Zona libre sin muerte del Llobregat: 16,45 h.

La música de hoy:

Viaje de ida:

Concierto para piano y orquesta nº 3
Concierto para piano y orquesta nº 4
Carl Reinecke

Viaje de vuelta:

Concierto para piano y orquesta en "LA" menor
Obertura, Op. 9
Ignacy Paderewski

Capricho Ruso
Anton Rubinstein

Líneas Tensas!



Ferran RUBINSTEIN